En Stilo, en Calabria, san Juan, que fue monje según los estatutos de los Padres orientales y mereció ser llamado “Theristes” o “Segador”, porque, persona de suma caridad para con los pobres, tenía la costumbre de prestar ayuda a los segadores.
Nació en Palermo (Sicilia, Italia) de padres calabreses de noble familia, porque su madre había sido trasladada a la isla como esclava por los sarracenos, después de que mataran a su padre. Juan nació en esclavitud pero educado en la fe cristiana. Cuando tenía 14 años fue enviado por su madre a su Calabria natal para recibir el bautismo. El obispo local Juan, perplejo frente a este joven vestido como un árabe, lo sometió a duras pruebas, que logró superar, y lo bautizó dándole su propio nombre.
Quiso imitar a san Juan Bautista y sintió la atracción cada vez más fuerte a la vida heroica que llevaban los monjes en las cuevas cercanas a Stilo, especialmente de dos ascetas basilianos, Ambrosio y Nicolás, que vivían en una laura sobre el Monte Consolino. Agregado a la Comunidad, se distinguió en las virtudes religiosas y contemplativas, hasta el punto en que después de un tiempo los monjes lo quisieron como abad. Brilló por la humildad, espíritu de abnegación y amor a la mortificación y a la oración.
Su singular entrega de ayudar a los campesinos le mereció el nombre de “Theristi”, es decir el “Segador”. Según la leyenda, estando entre un grupo de campesinos desesperados por una terrible tormenta que se avecinaba, y que no les había dado tiempo de recoger el grano -que iba, por tanto, a arruinarse- Juan se recogió en intensa oración y Dios lo escuchó y ante los ojos asombrados de los campesinos, envió un ángel que en escaso tiempo realizó la siega milagrosa de los campos.
Falleció en Stilo, Calabria, y gracias a las ofrendas de los fieles y la generosidad de los normandos, la iglesia y el monasterio fueron ampliados y llevaron su nombre. La memoria del santo se encuentra en todos los sinaxarios y menologios griegos y bizantinos, luego fue recogido también por el Martirologio Romano el 23 de febrero. Stilo lo ha declarado su patrono y protector.
Nació en Palermo (Sicilia, Italia) de padres calabreses de noble familia, porque su madre había sido trasladada a la isla como esclava por los sarracenos, después de que mataran a su padre. Juan nació en esclavitud pero educado en la fe cristiana. Cuando tenía 14 años fue enviado por su madre a su Calabria natal para recibir el bautismo. El obispo local Juan, perplejo frente a este joven vestido como un árabe, lo sometió a duras pruebas, que logró superar, y lo bautizó dándole su propio nombre.
Quiso imitar a san Juan Bautista y sintió la atracción cada vez más fuerte a la vida heroica que llevaban los monjes en las cuevas cercanas a Stilo, especialmente de dos ascetas basilianos, Ambrosio y Nicolás, que vivían en una laura sobre el Monte Consolino. Agregado a la Comunidad, se distinguió en las virtudes religiosas y contemplativas, hasta el punto en que después de un tiempo los monjes lo quisieron como abad. Brilló por la humildad, espíritu de abnegación y amor a la mortificación y a la oración.
Su singular entrega de ayudar a los campesinos le mereció el nombre de “Theristi”, es decir el “Segador”. Según la leyenda, estando entre un grupo de campesinos desesperados por una terrible tormenta que se avecinaba, y que no les había dado tiempo de recoger el grano -que iba, por tanto, a arruinarse- Juan se recogió en intensa oración y Dios lo escuchó y ante los ojos asombrados de los campesinos, envió un ángel que en escaso tiempo realizó la siega milagrosa de los campos.
Falleció en Stilo, Calabria, y gracias a las ofrendas de los fieles y la generosidad de los normandos, la iglesia y el monasterio fueron ampliados y llevaron su nombre. La memoria del santo se encuentra en todos los sinaxarios y menologios griegos y bizantinos, luego fue recogido también por el Martirologio Romano el 23 de febrero. Stilo lo ha declarado su patrono y protector.
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