Jesús de Nazareth 12 de 50
sábado, 28 de febrero de 2009
Lecturas del 28/02/2009, Sábado después de Ceniza - Tiempo de Cuaresma
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de Isaías 58, 9b-14)
Cuando partas tu pan con el hambriento..., brillará tu luz en las tinieblas
Así dice el Señor Dios: «Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña; reconstruirás viejas ruinas, levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas, restaurador de casas en ruinas. Si detienes tus Pies el sábado y no traficas en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia, y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob.» Ha hablado la boca del Señor.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 27-32)
No he venido a llamar a los justos, sino a todos pecadores a que se conviertan
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: - «Sígueme.» Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: - «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Palabra del Señor.
Cuando partas tu pan con el hambriento..., brillará tu luz en las tinieblas
Así dice el Señor Dios: «Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia, cuando partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá mediodía. El Señor te dará reposo permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña; reconstruirás viejas ruinas, levantarás sobre cimientos de antaño; te llamarán reparador de brechas, restaurador de casas en ruinas. Si detienes tus Pies el sábado y no traficas en mi día santo, si llamas al sábado tu delicia, y lo consagras a la gloria del Señor, si lo honras absteniéndote de viajes, de buscar tu interés, de tratar tus asuntos, entonces el Señor será tu delicia. Te asentaré sobre mis montañas, te alimentaré con la herencia de tu padre Jacob.» Ha hablado la boca del Señor.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Lucas 5, 27-32)
No he venido a llamar a los justos, sino a todos pecadores a que se conviertan
En aquel tiempo, Jesús vio a un publicano llamado Leví, sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: - «Sígueme.» Él, dejándolo todo, se levantó y lo siguió. Leví ofreció en su honor un gran banquete en su casa, y estaban a la mesa con ellos un gran número de publicanos y otros. Los fariseos y los escribas dijeron a sus discípulos, criticándolo: - «¿Cómo es que coméis y bebéis con publicanos y pecadores?» Jesús les replicó: «No necesitan médico los sanos, sino los enfermos. No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores a que se conviertan.»
Palabra del Señor.
viernes, 27 de febrero de 2009
Lecturas del 27/02/2009, Viernes después de Ceniza - Tiempo de Cuaresma.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de lsaías 58, 1-9ª)
El ayuno que quiere el Señor
Así dice el Señor Dios: «Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. "¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?" Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy."»
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 14-15)
Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: - «Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: -«¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunaran.»
Palabra del Señor.
El ayuno que quiere el Señor
Así dice el Señor Dios: «Grita a plena voz, sin cesar, alza la voz como una trompeta, denuncia a mi pueblo sus delitos, a la casa de Jacob sus pecados. Consultan mi oráculo a diario, muestran deseo de conocer mi camino, como un pueblo que practicara la justicia y no abandonase el mandato de Dios. Me piden sentencias justas, desean tener cerca a Dios. "¿Para qué ayunar, si no haces caso?; ¿mortificarnos, si tú no te fijas?" Mirad: el día de ayuno buscáis vuestro interés y apremiáis a vuestros servidores; mirad: ayunáis entre riñas y disputas, dando puñetazos sin piedad. No ayunéis como ahora, haciendo oír en el cielo vuestras voces. ¿Es ése el ayuno que el Señor desea, para el día en que el hombre se mortifica?, mover la cabeza como un junco, acostarse sobre saco y ceniza, ¿a eso lo llamáis ayuno, día agradable al Señor? El ayuno que yo quiero es éste: Abrir las prisiones injustas, hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la gloria del Señor. Entonces clamarás al Señor, y te responderá; gritarás, y te dirá: "Aquí estoy."»
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 9, 14-15)
Cuando se lleven al novio, entonces ayunarán
En aquel tiempo, se acercaron los discípulos de Juan a Jesús, preguntándole: - «Por qué nosotros y los fariseos ayunamos a menudo y, en cambio, tus discípulos no ayunan?» Jesús les dijo: -«¿Es que pueden guardar luto los invitados a la boda, mientras el novio está con ellos? Llegará un día en que se lleven al novio, y entonces ayunaran.»
Palabra del Señor.
(Gracias, REBECCA por tu colaboración)
jueves, 26 de febrero de 2009
Lecturas del 26/02/2009, Jueves después de Ceniza.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Deuteronomio 30, 15-20)
Hoy te pongo delante bendición y maldición
Moisés habló al pueblo, diciendo: - «Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.»
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 22-25)
El que pierda su vida por mi causa la salvará
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.» Y, dirigiéndose a todos, dijo: - «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?»
Palabra del Señor.
Hoy te pongo delante bendición y maldición
Moisés habló al pueblo, diciendo: - «Mira: hoy te pongo delante la vida y el bien, la muerte y el mal. Si obedeces los mandatos del Señor, tu Dios, que yo te promulgo hoy, amando al Señor, tu Dios, siguiendo sus caminos, guardando sus preceptos, mandatos y decretos, vivirás y crecerás; el Señor, tu Dios, te bendecirá en la tierra donde vas a entrar para conquistarla. Pero, si tu corazón se aparta y no obedeces, si te dejas arrastrar y te prosternas dando culto a dioses extranjeros, yo te anuncio hoy que morirás sin remedio, que, después de pasar el Jordán y de entrar en la tierra para tomarla en posesión, no vivirás muchos años en ella. Hoy cito como testigos contra vosotros al cielo y a la tierra; te pongo delante vida y muerte, bendición y maldición. Elige la vida, y viviréis tú y tu descendencia, amando al Señor, tu Dios, escuchando su voz, pegándote a él, pues él es tu vida y tus muchos años en la tierra que había prometido dar a tus padres Abrahán, Isaac y Jacob.»
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Lucas 9, 22-25)
El que pierda su vida por mi causa la salvará
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día.» Y, dirigiéndose a todos, dijo: - «El que quiera seguirme, que se niegue a sí mismo, cargue con su cruz cada día y se venga conmigo. Pues el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde o se perjudica a sí mismo?»
Palabra del Señor.
(Gracias, REBECCA por tu colaboración)
miércoles, 25 de febrero de 2009
Lecturas del 25/02/2009, Miércoles de Ceniza - Tiempo de Cuaresma
PRIMERA LECTURA (Lectura de la profecía de Joel 2, 12-18)
Rasgad los corazones y no las vestiduras
«Ahora - oráculo del Señor convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.» Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios. Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: -«Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»
SEGUNDA LECTURA(Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20-6,2)
Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable
Hermanos. Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18)
Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»
Palabra del Señor.
Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
Rasgad los corazones y no las vestiduras
«Ahora - oráculo del Señor convertíos a mí de todo corazón con ayuno, con llanto, con luto. Rasgad los corazones y no las vestiduras; convertíos al Señor, Dios vuestro, porque es compasivo y misericordioso, lento a la cólera, rico en piedad; y se arrepiente de las amenazas.» Quizá se arrepienta y nos deje todavía su bendición, la ofrenda, la libación para el Señor, vuestro Dios. Tocad la trompeta en Sión, proclamad el ayuno, convocad la reunión. Congregad al pueblo, santificad la asamblea, reunid a los ancianos. Congregad a muchachos y niños de pecho. Salga el esposo de la alcoba, la esposa del tálamo. Entre el atrio y el altar lloren los sacerdotes, ministros del Señor, y digan: -«Perdona, Señor, a tu pueblo; no entregues tu heredad al oprobio, no la dominen los gentiles; no se diga entre las naciones: ¿Dónde está su Dios? El Señor tenga celos por su tierra, y perdone a su pueblo.»
SEGUNDA LECTURA(Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 5, 20-6,2)
Reconciliaos con Dios: ahora es tiempo favorable
Hermanos. Nosotros actuamos como enviados de Cristo, y es como si Dios mismo os exhortara por nuestro medio. En nombre de Cristo os pedimos que os reconciliéis con Dios. Al que no había pecado Dios lo hizo expiación por nuestro pecado, para que nosotros, unidos a él, recibamos la justificación de Dios. Secundando su obra, os exhortamos a no echar en saco roto la gracia de Dios, porque él dice: «En tiempo favorable te escuché, en día de salvación vine en tu ayuda»; pues mirad, ahora es tiempo favorable, ahora es día de salvación.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Mateo 6, 1-6.16-18)
Tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Cuidad de no practicar vuestra justicia delante de los hombres para ser vistos por ellos; de lo contrario, no tendréis recompensa de vuestro Padre celestial. Por tanto, cuando hagas limosna, no vayas tocando la trompeta por delante, como hacen los hipócritas en las sinagogas y por las calles, con el fin de ser honrados por los hombres; os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando hagas limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha; así tu limosna quedará en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te lo pagará. Cuando recéis, no seáis como los hipócritas, a quienes les gusta rezar de pie en las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para que los vea la gente. Os aseguro que ya han recibido su paga Tú, cuando vayas a rezar, entra en tu aposento, cierra la puerta y reza a tu Padre, que está en lo escondido, y tu Padre, que ve en lo escondido, te lo pagará. Cuando ayunéis, no andéis cabizbajos, como los hipócritas que desfiguran su cara para hacer ver a la gente que ayunan. Os aseguro que ya han recibido su paga. Tú, en cambio, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara, para que tu ayuno lo note, no la gente, sino tu Padre, que está en lo escondido; y tu Padre, que ve en lo escondido, te recompensara.»
Palabra del Señor.
Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
Gracias, REBECCA por tu colaboración
“MIÉRCOLES de CENIZA”
HOMILÍA
Miércoles, 25 de febrero “MIÉRCOLES de CENIZA”
Realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m.
Miércoles, 25 de febrero “MIÉRCOLES de CENIZA”
Realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m.
CAMBIAR EL CORAZON
Hoy comenzamos un nuevo camino hacia la Pascua, hacia el Señor, hacia la casa del Padre, nuestra última y definitiva morada y debemos tomarnos muy en serio el camino que nos lleva hacia ella.
Los malos hábitos nos impiden andar en condiciones, dificultan nuestra marcha.
Necesitamos, como los motores una puesta a punto, una revisión periódica para rentabilizar el combustible y evitar averías y accidentes: las luces, el líquido de frenos, la pérdida de aceite, la temperatura, los parabrisas, la rueda de repuesto...
Lo único que tenemos claro los cristianos es la ruta a seguir, que es una autopista, trazada y construida por el mismo Jesús.
Pero el coche, que es nuestra vida, necesita revisión y no únicamente un lavado externo de la carrocería o una buena mano de pintura que mejore su imagen. Interesa que funcione, y funcione bien. Y, para ello, hemos de cambiar el mecanismo envejecidos, adecuándolos a las necesidades de nuestro tiempo.
A este mecanismo de cambio lo llamamos en términos religiosos CONVERSIÓN, que está en las entrañas mismas de la vida cristiana, pues la rutina termina cansando y anquilosando nuestras motivaciones y nuestros hábitos, que se traducen en pérdida de ilusión, apatía en la oración y progresivo desinterés por una relación activa de mutua pertenencia con otras personas.
Se cambia, no para que nos miren los demás y comprueben nuestra saludable imagen; nos revestiríamos de un ropaje falso. Cambiamos para que Dios nos vea por dentro y para vernos nosotros mismos más libres ante una agresiva sociedad de consumo que nos envuelve con sus encantos y nos presenta vías alternativas para el camino, que aportan satisfacción inmediata, pero no resuelven las ansias de eternidad de cada uno.
¿Cómo iniciar este proceso de conversión?
1.- Con nosotros mismos:
Cambiando nuestras actitudes ante el consumismo desenfrenado imperante en nuestra sociedad.
Ayuno de todo lo superfluo, de los caprichos injustificados, de las palabras hirientes y descalificadoras, de la crítica mordaz o destructiva, de la maledidencia, de la intriga perversa para ponerme yo por encima de todo.
La Cuaresma es un tiempo privilegiado para el discernimiento sobre nuestras necesidades y las de los otros.
Sabemos que, humanamente hablando, la felicidad en esta vida- siempre efímera- empieza por amar. Y amar es darse, facilitar el encuentro profundo con las personas, que también a su vez lo necesitan. Sin amor no hay conocimiento de uno mismo.
2.- Con los demás:
No acabaremos con el consumismo mientras pongamos nuestra esperanza de felicidad en las cosas, creyendo que ellas satisfarán nuestras necesidades.
Salir de este mundo materialista exige una fuerte voluntad y un afán positivo de sentar las bases para que mi vida discurra por otros derroteros y se proyecte hacia las personas, el diálogo con ellas, el compartir afectivo, la búsqueda común de altos ideales.
Quien ha sido fumador y ha logrado dejar el tabaco se da cuenta de cuán esclavo era del vicio y cuán saludable se siente ahora.
Buena parte de los hombres y mujeres de hoy no conocemos el amor, porque hemos vivido una cultura de intereses egoístas y de zancadillas para prosperar, aunque sea por encima del “cadáver” de los otros. Y damos en limosna lo que debemos por caridad.
El caso es que nos llenamos de palabras huecas, tales como solidaridad, fraternidad, democracia... mientras seguimos oprimiendo y estandarizándonos en el derroche y en el despilfarro.
La limosna, sólo es limosna cuando se asocia a la justicia y al compartir auténtico de bienes.
3.- Con Dios:
Aún así, y después de haber puesto los medios necesarios por nuestra parte, nada colmará plenamente nuestra felicidad si no aspiramos a descansar en Dios
El gran reto del hombre de hoy está en recuperar su dimensión religiosa y rescatarla de las preocupaciones de la vida, sobre todo cuando hay un ambiente de clara tendenciosidad hacia lo sagrado y se vitupera a los creyentes-practicantes como mojigatos, meapilas o pasados de moda, como si rezar fuera signo de conservadurismo retrógrado y fuera de órbita.
Identificar el progreso con el ateísmo práctico y una cultura sin Dios, y la regresión como un ritualismo vacío e inútil, es una peligrosa manipulación, que esconde falta de criterio ético e ignorancia de la cultura y del mismo hombre.
La fe dignifica y nos permite recuperar a diario nuestra condición de hijos de Dios, que nos lleva a comunicarnos con El y a desterrar las pobrezas, las desigualdades y las injusticias para formar una Gran Familia en torno al Padre común de todos, que es Dios.
La conversión que se nos pide, por tanto, en esta Cuaresma de 2.009, nos invita a limpiar una vez más nuestro espejo y reflejar en él la imagen de Dios, que subyace en todos los acontecimientos de nuestra vida...
Los malos hábitos nos impiden andar en condiciones, dificultan nuestra marcha.
Necesitamos, como los motores una puesta a punto, una revisión periódica para rentabilizar el combustible y evitar averías y accidentes: las luces, el líquido de frenos, la pérdida de aceite, la temperatura, los parabrisas, la rueda de repuesto...
Lo único que tenemos claro los cristianos es la ruta a seguir, que es una autopista, trazada y construida por el mismo Jesús.
Pero el coche, que es nuestra vida, necesita revisión y no únicamente un lavado externo de la carrocería o una buena mano de pintura que mejore su imagen. Interesa que funcione, y funcione bien. Y, para ello, hemos de cambiar el mecanismo envejecidos, adecuándolos a las necesidades de nuestro tiempo.
A este mecanismo de cambio lo llamamos en términos religiosos CONVERSIÓN, que está en las entrañas mismas de la vida cristiana, pues la rutina termina cansando y anquilosando nuestras motivaciones y nuestros hábitos, que se traducen en pérdida de ilusión, apatía en la oración y progresivo desinterés por una relación activa de mutua pertenencia con otras personas.
Se cambia, no para que nos miren los demás y comprueben nuestra saludable imagen; nos revestiríamos de un ropaje falso. Cambiamos para que Dios nos vea por dentro y para vernos nosotros mismos más libres ante una agresiva sociedad de consumo que nos envuelve con sus encantos y nos presenta vías alternativas para el camino, que aportan satisfacción inmediata, pero no resuelven las ansias de eternidad de cada uno.
¿Cómo iniciar este proceso de conversión?
1.- Con nosotros mismos:
Cambiando nuestras actitudes ante el consumismo desenfrenado imperante en nuestra sociedad.
Ayuno de todo lo superfluo, de los caprichos injustificados, de las palabras hirientes y descalificadoras, de la crítica mordaz o destructiva, de la maledidencia, de la intriga perversa para ponerme yo por encima de todo.
La Cuaresma es un tiempo privilegiado para el discernimiento sobre nuestras necesidades y las de los otros.
Sabemos que, humanamente hablando, la felicidad en esta vida- siempre efímera- empieza por amar. Y amar es darse, facilitar el encuentro profundo con las personas, que también a su vez lo necesitan. Sin amor no hay conocimiento de uno mismo.
2.- Con los demás:
No acabaremos con el consumismo mientras pongamos nuestra esperanza de felicidad en las cosas, creyendo que ellas satisfarán nuestras necesidades.
Salir de este mundo materialista exige una fuerte voluntad y un afán positivo de sentar las bases para que mi vida discurra por otros derroteros y se proyecte hacia las personas, el diálogo con ellas, el compartir afectivo, la búsqueda común de altos ideales.
Quien ha sido fumador y ha logrado dejar el tabaco se da cuenta de cuán esclavo era del vicio y cuán saludable se siente ahora.
Buena parte de los hombres y mujeres de hoy no conocemos el amor, porque hemos vivido una cultura de intereses egoístas y de zancadillas para prosperar, aunque sea por encima del “cadáver” de los otros. Y damos en limosna lo que debemos por caridad.
El caso es que nos llenamos de palabras huecas, tales como solidaridad, fraternidad, democracia... mientras seguimos oprimiendo y estandarizándonos en el derroche y en el despilfarro.
La limosna, sólo es limosna cuando se asocia a la justicia y al compartir auténtico de bienes.
3.- Con Dios:
Aún así, y después de haber puesto los medios necesarios por nuestra parte, nada colmará plenamente nuestra felicidad si no aspiramos a descansar en Dios
El gran reto del hombre de hoy está en recuperar su dimensión religiosa y rescatarla de las preocupaciones de la vida, sobre todo cuando hay un ambiente de clara tendenciosidad hacia lo sagrado y se vitupera a los creyentes-practicantes como mojigatos, meapilas o pasados de moda, como si rezar fuera signo de conservadurismo retrógrado y fuera de órbita.
Identificar el progreso con el ateísmo práctico y una cultura sin Dios, y la regresión como un ritualismo vacío e inútil, es una peligrosa manipulación, que esconde falta de criterio ético e ignorancia de la cultura y del mismo hombre.
La fe dignifica y nos permite recuperar a diario nuestra condición de hijos de Dios, que nos lleva a comunicarnos con El y a desterrar las pobrezas, las desigualdades y las injusticias para formar una Gran Familia en torno al Padre común de todos, que es Dios.
La conversión que se nos pide, por tanto, en esta Cuaresma de 2.009, nos invita a limpiar una vez más nuestro espejo y reflejar en él la imagen de Dios, que subyace en todos los acontecimientos de nuestra vida...
martes, 24 de febrero de 2009
Ayuno, Abstinencia y Ceniza
Reflexión para antes de recibir la CENIZA
Reflexión realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m.
Reflexión realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m.
EL AYUNO QUE DIOS QUIERE
. Que no haya gastos superfluos,
. Que prefieras pasar tú necesidad, antes que la pase el hermano,
. Que ofrezcas tu tiempo al que te lo pida,
. Que prefieras servir a ser servido,
. Que tengas hambre y sed de justicia,
. Que te comprometas en la lucha contra toda marginación,
. Que veas en todo hombre a un hermano,
. Que veas en el pobre y todo el que sufre un sacramento de Cristo,
. Que esperes cada día una nueva humanidad.
LA ABSTINENCIA QUE DIOS QUIERE
. Que no seas esclavo del consumo, los juegos, las modas,
. Que te abstengas de tanta televisión y tanto vídeo,
. Que frecuentes menos los bares, discotecas, y lugares parecidos,
. Que no seas esclavo ni del sexo ni de nada,
. Que te abstengas de toda violencia,
. Que respetes todo ser vivo,
. Que te abstengas de palabras ociosas y necias,
. Que te alimentes de la palabra de Dios,
. Que comas la carne de Dios.
LA CENIZA QUE DIOS QUIERE
. Que no te consideres dueño de nada, sino humilde administrador,
. Que no te gloríes de tus talentos, sino que con ellos edifiques a los demás,
. Que no te creas santo o te creas algo, porque santo y grande sólo es Dios,
. Que no te deprimas ni te acobardes, porque Dios es tu victoria,
. Que aprecies el valor de las cosas sencillas,
. Que valores más la calidad que la cantidad,
. Que vivas el momento presente, sin tantos miedos y añoranzas,
. Que estés abierto siempre a la esperanza,
. Que ames la vida y la defiendas,
. Que no temas la muerte, porque siempre es Pascua.
. Que no haya gastos superfluos,
. Que prefieras pasar tú necesidad, antes que la pase el hermano,
. Que ofrezcas tu tiempo al que te lo pida,
. Que prefieras servir a ser servido,
. Que tengas hambre y sed de justicia,
. Que te comprometas en la lucha contra toda marginación,
. Que veas en todo hombre a un hermano,
. Que veas en el pobre y todo el que sufre un sacramento de Cristo,
. Que esperes cada día una nueva humanidad.
LA ABSTINENCIA QUE DIOS QUIERE
. Que no seas esclavo del consumo, los juegos, las modas,
. Que te abstengas de tanta televisión y tanto vídeo,
. Que frecuentes menos los bares, discotecas, y lugares parecidos,
. Que no seas esclavo ni del sexo ni de nada,
. Que te abstengas de toda violencia,
. Que respetes todo ser vivo,
. Que te abstengas de palabras ociosas y necias,
. Que te alimentes de la palabra de Dios,
. Que comas la carne de Dios.
LA CENIZA QUE DIOS QUIERE
. Que no te consideres dueño de nada, sino humilde administrador,
. Que no te gloríes de tus talentos, sino que con ellos edifiques a los demás,
. Que no te creas santo o te creas algo, porque santo y grande sólo es Dios,
. Que no te deprimas ni te acobardes, porque Dios es tu victoria,
. Que aprecies el valor de las cosas sencillas,
. Que valores más la calidad que la cantidad,
. Que vivas el momento presente, sin tantos miedos y añoranzas,
. Que estés abierto siempre a la esperanza,
. Que ames la vida y la defiendas,
. Que no temas la muerte, porque siempre es Pascua.
¿Sabías que...?
MAÑANA DÍA 25 MIERCOLES DE CENIZA AÑO 2009
La ceniza cuaresmal procede de los ramos bendecidos el Domingo de la Pasión del Señor del año anterior, siguiendo una costumbre que se remonta al siglo XII.
Sentido de la imposición de ceniza
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”
“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Origen de la costumbre
Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.
Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
¿Por qué Miércoles?
Cuando en el siglo IV, se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ella comenzaba seis semanas antes de Pascua: el domingo de “cuadragésima”.
Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, surgiendo un inconveniente: nunca se ayunó en día domingo por ser “día de fiesta”, la celebración del Día del Señor.
¿Cómo hacer para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días “efectivos” de ayuno? La respuesta fue "correr" el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer domingo (si contamos los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo y le restamos los seis domingos, dará exactamente cuarenta días).
La Iglesia sigue esta arraigada costumbre del pueblo cristiano y comienza la Cuaresma el miércoles de Ceniza.
¿Por qué la ceniza?
La ceniza es un “signo” de penitencia muy fuerte en la Biblia (Jon 3, 6; Jdt 4, 11; Jer 6, 26). Siguiendo esta tradición, en la Iglesia primitiva eran rociados con cenizas los penitentes “públicos” como parte del rito de reconciliación. Al desaparecer la penitencia “pública”, la Iglesia conservó este gesto penitencial para todos los cristianos.
El Pueblo de Dios tiene un particular aprecio por el miércoles de ceniza: sabe que ese día comienza la Cuaresma. Y participando del rito de la ceniza —acompañado del ayuno y la abstinencia— manifiesta el propósito de caminar decididamente hacia la Pascua. Ese recorrido pasa por la CONVERSIÓN y la PENITENCIA.
La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; aunque en circunstancias especiales, se puede hacer dentro de una celebración de la Palabra. Las fórmulas de imposición de la ceniza se inspiran en la Escritura (Gn 3, 19; Mc 1, 15) y hacen relación a la condición pecadora de quienes la recibimos.
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
1) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte
2) Situación pecadora del hombre
3) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda
4) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo
Es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas. Este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán". Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27).
Esto nos lleva a todos a asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra"): "polvo y ceniza son los hombres" (Si 17,32), "todos caminan hacia una misma meta: todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo" (Qo,20), "todos expiran y al polvo retornan" (Sal 104,29). Por lo tanto, la ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento. En Job (Jb 42,6) es explícítamente signo de dolor y de penitencia. De aquí se desprendió la costumbre, por largo tiempo conservada en los monasterios, de extender a los moribundos en el suelo recubierto con ceniza dispuesta en forma de cruz. La ceniza se mezcla a veces con los alimentos de los ascetas y la ceniza bendita se utiliza en ritos como la consagración de una iglesia, etc.
La costumbre actual de que todos los fieles reciban en su frente o en su cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma no es muy antiguo.
En los primeros siglos se expresó con este gesto el camino cuaresmal de l os "penitentes", o sea, del grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, el Jueves Santo, a las puertas de la Pascua. Vestidos con hábito penitencial y con la ceniza que ellos mismos se imponían en la cabeza, se presentaban ante la comunidad y expresaban así su conversión.
En el siglo XI, desaparecida ya la institución de los penitentes como grupo, se vio que el gesto de la ceniza era bueno para todos, y así, al comienzo de este período litúrgico, este rito se empezó a realizar para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal.
En la última reforma litúrgica se ha reorganizado el rito de la imposición de la ceniza de un modo más expresivo y pedagógico. Ya no se realiza al principio de la celebración o independientemente de ella, sino después de las lecturas bíblicas y de la homilía. Así la Palabra de Dios, que nos invita ese día a la conversión, es la que da contenido y sentido al gesto.
Además, se puede hacer la imposición de las cenizas fuera de la Eucaristía -en las comunidades que no tienen sacerdote-, pero siempre en el contexto de la escucha de la Palabra.
Sentido de la imposición de ceniza
La imposición de las cenizas nos recuerda que nuestra vida en la tierra es pasajera y que nuestra vida definitiva se encuentra en el Cielo.
La Cuaresma comienza con el Miércoles de Ceniza y es un tiempo de oración, penitencia y ayuno. Cuarenta días que la Iglesia marca para la conversión del corazón.
Las palabras que se usan para la imposición de cenizas, son:
“Concédenos, Señor, el perdón y haznos pasar del pecado a la gracia y de la muerte a la vida”
“Recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás"
“Arrepiéntete y cree en el Evangelio”.
Origen de la costumbre
Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios.
En los primeros siglos de la Iglesia, las personas que querían recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo, se ponían ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad vestidos con un "hábito penitencial". Esto representaba su voluntad de convertirse.
En el año 384 d.C., la Cuaresma adquirió un sentido penitencial para todos los cristianos y desde el siglo XI, la Iglesia de Roma acostumbra poner las cenizas al iniciar los 40 días de penitencia y conversión.
Las cenizas que se utilizan se obtienen quemando las palmas usadas el Domingo de Ramos de año anterior. Esto nos recuerda que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada.
También, fue usado el período de Cuaresma para preparar a los que iban a recibir el Bautismo la noche de Pascua, imitando a Cristo con sus 40 días de ayuno.
La imposición de ceniza es una costumbre que nos recuerda que algún día vamos a morir y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo.
Nos enseña que todo lo material que tengamos aquí se acaba. En cambio, todo el bien que tengamos en nuestra alma nos lo vamos a llevar a la eternidad. Al final de nuestra vida, sólo nos llevaremos aquello que hayamos hecho por Dios y por nuestros hermanos los hombres.
Cuando el sacerdote nos pone la ceniza, debemos tener una actitud de querer mejorar, de querer tener amistad con Dios. La ceniza se le impone a los niños y a los adultos.
¿Por qué Miércoles?
Cuando en el siglo IV, se fijó la duración de la Cuaresma en 40 días, ella comenzaba seis semanas antes de Pascua: el domingo de “cuadragésima”.
Pero en los siglos VI-VII cobró gran importancia el ayuno como práctica cuaresmal, surgiendo un inconveniente: nunca se ayunó en día domingo por ser “día de fiesta”, la celebración del Día del Señor.
¿Cómo hacer para respetar el domingo y, a la vez, tener cuarenta días “efectivos” de ayuno? La respuesta fue "correr" el comienzo de la Cuaresma al miércoles previo al primer domingo (si contamos los días que van del Miércoles de Ceniza al Sábado Santo y le restamos los seis domingos, dará exactamente cuarenta días).
La Iglesia sigue esta arraigada costumbre del pueblo cristiano y comienza la Cuaresma el miércoles de Ceniza.
¿Por qué la ceniza?
La ceniza es un “signo” de penitencia muy fuerte en la Biblia (Jon 3, 6; Jdt 4, 11; Jer 6, 26). Siguiendo esta tradición, en la Iglesia primitiva eran rociados con cenizas los penitentes “públicos” como parte del rito de reconciliación. Al desaparecer la penitencia “pública”, la Iglesia conservó este gesto penitencial para todos los cristianos.
El Pueblo de Dios tiene un particular aprecio por el miércoles de ceniza: sabe que ese día comienza la Cuaresma. Y participando del rito de la ceniza —acompañado del ayuno y la abstinencia— manifiesta el propósito de caminar decididamente hacia la Pascua. Ese recorrido pasa por la CONVERSIÓN y la PENITENCIA.
La bendición e imposición de la ceniza tiene lugar dentro de la Misa, después de la homilía; aunque en circunstancias especiales, se puede hacer dentro de una celebración de la Palabra. Las fórmulas de imposición de la ceniza se inspiran en la Escritura (Gn 3, 19; Mc 1, 15) y hacen relación a la condición pecadora de quienes la recibimos.
El simbolismo de la ceniza es el siguiente:
1) Condición débil y caduca del hombre, que camina hacia la muerte
2) Situación pecadora del hombre
3) Oración y súplica ardiente para que el Señor acuda en su ayuda
4) Resurrección, ya que el hombre está destinado a participar en el triunfo de Cristo
Es el residuo de la combustión por el fuego de las cosas o de las personas. Este símbolo ya se emplea en la primera página de la Biblia cuando se nos cuenta que "Dios formó al hombre con polvo de la tierra" (Gn 2,7). Eso es lo que significa el nombre de "Adán". Y se le recuerda enseguida que ése es precisamente su fin: "hasta que vuelvas a la tierra, pues de ella fuiste hecho" (Gn 3,19).
Por extensión, pues, representa la conciencia de la nada, de la nulidad de la creatura con respecto al Creador, según las palabras de Abrahán: "Aunque soy polvo y ceniza, me atrevo a hablar a mi Señor" (Gn 18,27).
Esto nos lleva a todos a asumir una actitud de humildad ("humildad" viene de humus, "tierra"): "polvo y ceniza son los hombres" (Si 17,32), "todos caminan hacia una misma meta: todos han salido del polvo y todos vuelven al polvo" (Qo,20), "todos expiran y al polvo retornan" (Sal 104,29). Por lo tanto, la ceniza significa también el sufrimiento, el luto, el arrepentimiento. En Job (Jb 42,6) es explícítamente signo de dolor y de penitencia. De aquí se desprendió la costumbre, por largo tiempo conservada en los monasterios, de extender a los moribundos en el suelo recubierto con ceniza dispuesta en forma de cruz. La ceniza se mezcla a veces con los alimentos de los ascetas y la ceniza bendita se utiliza en ritos como la consagración de una iglesia, etc.
La costumbre actual de que todos los fieles reciban en su frente o en su cabeza el signo de la ceniza al comienzo de la Cuaresma no es muy antiguo.
En los primeros siglos se expresó con este gesto el camino cuaresmal de l os "penitentes", o sea, del grupo de pecadores que querían recibir la reconciliación al final de la Cuaresma, el Jueves Santo, a las puertas de la Pascua. Vestidos con hábito penitencial y con la ceniza que ellos mismos se imponían en la cabeza, se presentaban ante la comunidad y expresaban así su conversión.
En el siglo XI, desaparecida ya la institución de los penitentes como grupo, se vio que el gesto de la ceniza era bueno para todos, y así, al comienzo de este período litúrgico, este rito se empezó a realizar para todos los cristianos, de modo que toda la comunidad se reconocía pecadora, dispuesta a emprender el camino de la conversión cuaresmal.
En la última reforma litúrgica se ha reorganizado el rito de la imposición de la ceniza de un modo más expresivo y pedagógico. Ya no se realiza al principio de la celebración o independientemente de ella, sino después de las lecturas bíblicas y de la homilía. Así la Palabra de Dios, que nos invita ese día a la conversión, es la que da contenido y sentido al gesto.
Además, se puede hacer la imposición de las cenizas fuera de la Eucaristía -en las comunidades que no tienen sacerdote-, pero siempre en el contexto de la escucha de la Palabra.
Lecturas del 24/02/2009, Martes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Eclesiástico 2, 1-13)
Prepárate para las pruebas
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes en el momento de la prueba; pégate a él, no lo abandones, y al final serás enaltecido. Acepta cuanto te suceda, aguanta enfermedad y pobreza, porque el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza. Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino. Los que teméis al Señor, esperad en su misericordia, y no os apartéis, para no caer; los que teméis al Señor, confiad en él, que no retendrá vuestro salario hasta mañana; los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo perpetuo y salvación; los que teméis al Señor, amadlo, y él iluminará vuestros corazones. Fijaos en las generaciones pretéritas: ¿quien confió en el Señor y quedó defraudado?; ¿quién esperó en él y quedó abandonado?; ¿quién gritó a él y no fue escuchado? Porque el Señor es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del peligro.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37)
El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: -«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará. » Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó: -« ¿De qué discutíais por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: -«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.» Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: -«El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mi no me acoge a mí, sino al que me ha enviado. »
Palabra del Señor.
Prepárate para las pruebas
Hijo mío, cuando te acerques al temor de Dios, prepárate para las pruebas; mantén el corazón firme, sé valiente, no te asustes en el momento de la prueba; pégate a él, no lo abandones, y al final serás enaltecido. Acepta cuanto te suceda, aguanta enfermedad y pobreza, porque el oro se acrisola en el fuego, y el hombre que Dios ama, en el horno de la pobreza. Confía en Dios, que él te ayudará; espera en él, y te allanará el camino. Los que teméis al Señor, esperad en su misericordia, y no os apartéis, para no caer; los que teméis al Señor, confiad en él, que no retendrá vuestro salario hasta mañana; los que teméis al Señor, esperad bienes, gozo perpetuo y salvación; los que teméis al Señor, amadlo, y él iluminará vuestros corazones. Fijaos en las generaciones pretéritas: ¿quien confió en el Señor y quedó defraudado?; ¿quién esperó en él y quedó abandonado?; ¿quién gritó a él y no fue escuchado? Porque el Señor es clemente y misericordioso, perdona el pecado y salva del peligro.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 30-37)
El Hijo del hombre va a ser entregado. Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se marcharon de la montaña y atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos. Les decía: -«El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres, y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará. » Pero no entendían aquello, y les daba miedo preguntarle. Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó: -« ¿De qué discutíais por el camino?» Ellos no contestaron, pues por el camino habían discutido quién era el más importante. Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: -«Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos.» Y, acercando a un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: -«El que acoge a un niño como éste en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mi no me acoge a mí, sino al que me ha enviado. »
Palabra del Señor.
(Gracias, REBECCA por tu colaboración)
lunes, 23 de febrero de 2009
Lecturas del 23/02/2009, Lunes de la 7ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Comienzo del libro del Eclesiástico 1, 1-10)
Antes que todo fue creada la sabiduría
Toda sabiduría viene del Señor y está con él eternamente. La arena de las playas, las gotas de la lluvia, los días de los siglos, ¿quién los contará? La altura del cielo, la anchura de la tierra, la hondura del abismo, ¿quién los rastreará? Antes que todo fue creado la sabiduría; la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos. La raíz de la sabiduría, ¿a quién se reveló?; la destreza de sus obras, ¿quién la conoció? Uno solo es sabio, temible en extremo; está sentado en su trono. El Señor en persona la creó, la conoció y la midió, la derramó sobre todas sus obras; la repartió entre los vivientes, según su generosidad se la regaló a los que lo temen.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 14-29)
Tengo fe, pero dudo; ayúdame
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: -« ¿De qué discutís?» Uno le contestó: -«Maestro, te he traído a mí hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces. » Él les contestó: -« ¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.» Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: -« ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? » Contestó él: -«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos. » Jesús replicó: -« ¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.» Entonces el padre del muchacho gritó: -«Tengo fe, pero dudo; ayúdame.» Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: -«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él. » Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: -« ¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?» Él les respondió: -«Esta especie sólo puede salir con oración.»
Palabra del Señor.
Antes que todo fue creada la sabiduría
Toda sabiduría viene del Señor y está con él eternamente. La arena de las playas, las gotas de la lluvia, los días de los siglos, ¿quién los contará? La altura del cielo, la anchura de la tierra, la hondura del abismo, ¿quién los rastreará? Antes que todo fue creado la sabiduría; la inteligencia y la prudencia, antes de los siglos. La raíz de la sabiduría, ¿a quién se reveló?; la destreza de sus obras, ¿quién la conoció? Uno solo es sabio, temible en extremo; está sentado en su trono. El Señor en persona la creó, la conoció y la midió, la derramó sobre todas sus obras; la repartió entre los vivientes, según su generosidad se la regaló a los que lo temen.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 14-29)
Tengo fe, pero dudo; ayúdame
En aquel tiempo, cuando Jesús y los tres discípulos bajaron de la montaña, al llegar adonde estaban los demás discípulos, vieron mucha gente alrededor, y a unos escribas discutiendo con ellos. Al ver a Jesús, la gente se sorprendió, y corrió a saludarlo. Él les preguntó: -« ¿De qué discutís?» Uno le contestó: -«Maestro, te he traído a mí hijo; tiene un espíritu que no le deja hablar y, cuando lo agarra, lo tira al suelo, echa espumarajos, rechina los dientes y se queda tieso. He pedido a tus discípulos que lo echen, y no han sido capaces. » Él les contestó: -« ¡Gente sin fe! ¿Hasta cuándo estaré con vosotros? ¿Hasta cuándo os tendré que soportar? Traédmelo.» Se lo llevaron. El espíritu, en cuanto vio a Jesús, retorció al niño; cayó por tierra y se revolcaba, echando espumarajos. Jesús preguntó al padre: -« ¿Cuánto tiempo hace que le pasa esto? » Contestó él: -«Desde pequeño. Y muchas veces hasta lo ha echado al fuego y al agua, para acabar con él. Si algo puedes, ten lástima de nosotros y ayúdanos. » Jesús replicó: -« ¿Si puedo? Todo es posible al que tiene fe.» Entonces el padre del muchacho gritó: -«Tengo fe, pero dudo; ayúdame.» Jesús, al ver que acudía gente, increpó al espíritu inmundo, diciendo: -«Espíritu mudo y sordo, yo te lo mando: Vete y no vuelvas a entrar en él. » Gritando y sacudiéndolo violentamente, salió. El niño se quedó como un cadáver, de modo que la multitud decía que estaba muerto. Pero Jesús lo levantó, cogiéndolo de la mano, y el niño se puso en pie. Al entrar en casa, sus discípulos le preguntaron a solas: -« ¿Por qué no pudimos echarlo nosotros?» Él les respondió: -«Esta especie sólo puede salir con oración.»
Palabra del Señor.
domingo, 22 de febrero de 2009
Lecturas del 22/02/2009, Domingo de la 7ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro de Isaías 43, 18-19. 21-22. 24b-25)
Por mi cuenta borraba tus crímenes
Así dice el Señor: «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed del pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza. Pero tú no me invocabas, Jacob, ni te esforzabas por mí, Israel; me avasallabas con tus pecados y me cansabas con tus culpas. Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados.»
SEGUNDA LECTURA (Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 18-22)
Jesús no fue primero «si» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»
Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero «sí» y luego «no». Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero «sí» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»; en él todas las promesas han recibido un «sí». Y por él podemos responder: «Amén» a Dios, para gloria suya. Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 2, 1-12)
El Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: - «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: - « ¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: « ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados... » Entonces le dijo al paralítico: - «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.» Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: - «Nunca hemos visto una cosa igual.»
Palabra del Señor.
Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
Por mi cuenta borraba tus crímenes
Así dice el Señor: «No recordéis lo de antaño, no penséis en lo antiguo; mirad que realizo algo nuevo; ya está brotando, ¿no lo notáis? Abriré un camino por el desierto, ríos en el yermo, para apagar la sed del pueblo que yo formé, para que proclamara mi alabanza. Pero tú no me invocabas, Jacob, ni te esforzabas por mí, Israel; me avasallabas con tus pecados y me cansabas con tus culpas. Yo, yo era quien por mi cuenta borraba tus crímenes y no me acordaba de tus pecados.»
SEGUNDA LECTURA (Lectura de la segunda carta del apóstol san Pablo a los Corintios 1, 18-22)
Jesús no fue primero «si» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»
Hermanos: ¡Dios me es testigo! La palabra que os dirigimos no fue primero «sí» y luego «no». Cristo Jesús, el Hijo de Dios, el que Silvano, Timoteo y yo os hemos anunciado, no fue primero «sí» y luego «no»; en él todo se ha convertido en un «sí»; en él todas las promesas han recibido un «sí». Y por él podemos responder: «Amén» a Dios, para gloria suya. Dios es quien nos confirma en Cristo a nosotros junto con vosotros. Él nos ha ungido, él nos ha sellado, y ha puesto en nuestros corazones, como prenda suya, el Espíritu.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 2, 1-12)
El Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados
Cuando a los pocos días volvió Jesús a Cafarnaúm, se supo que estaba en casa. Acudieron tantos que no quedaba sitio ni a la puerta. Él les proponía la palabra. Llegaron cuatro llevando un paralítico y, como no podían meterlo, por el gentío, levantaron unas tejas encima de donde estaba Jesús, abrieron un boquete y descolgaron la camilla con el paralítico. Viendo Jesús la fe que tenían, le dijo al paralítico: - «Hijo, tus pecados quedan perdonados.» Unos escribas, que estaban allí sentados, pensaban para sus adentros: - « ¿Por qué habla éste así? Blasfema. ¿Quién puede perdonar pecados, fuera de Dios?» Jesús se dio cuenta de lo que pensaban y les dijo: « ¿Por qué pensáis eso? ¿Qué es más fácil: decirle al paralítico "tus pecados quedan perdonados" o decirle "levántate, coge la camilla y echa a andar"? Pues, para que veáis que el Hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados... » Entonces le dijo al paralítico: - «Contigo hablo: Levántate, coge tu camilla y vete a tu casa.» Se levantó inmediatamente, cogió la camilla y salió a la vista de todos. Se quedaron atónitos y daban gloria a Dios, diciendo: - «Nunca hemos visto una cosa igual.»
Palabra del Señor.
Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
Homilía - Domingo, de la 7ª semana de T. O.
HOMILÍA
Domingo, de la 7ª semana de Tiempo Ordinario-Ciclo B
Realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m.
SANARSE LAS HERIDAS
Domingo, de la 7ª semana de Tiempo Ordinario-Ciclo B
Realizada por: P. Luis Carlos Aparicio Mesones s.m.
SANARSE LAS HERIDAS
Abundan en nuestra vida los roces con las personas con las que nos relacionamos, que son inherentes a nuestra condición pecadora. Ofendemos a menudo con nuestro lenguaje despiadado, con nuestros gestos, con nuestras acciones descalificantes, negando el saludo debido, “pasando” de la persona... La lista puede ser interminable.
En ocasiones se interfieren la difamación y la calumnia, originando heridas profundas que, mientras duran crean barreras infranqueables y siembran de odio, resentimiento y venganza la antigua relación de mutua pertenencia..
Vivir de esta manera quita la paz.¡Y cuántas personas llevan dentro este pesar que carcome su mente y su corazón sin que lo cure el paso del tiempo! ¡Cuántas familias desunidas y enfrentadas por desavenencias económicas, políticas, religiosas o sociales!
Lo más fácil es escudarse en el agravio recibido para dejar pudrirse el problema.
Debemos solucionarlo. ¿Cómo?- Ejercitando la humildad y pidiendo perdón, aunque el primer ofendido sea yo mismo.
El odio, la terquedad para no perdonar, son como canales que interrumpen el flujo normal del agua, rebasan la capacidad del recipiente y terminan anegando alrededor todo el tejido de la comunicación humana. A esto lo llamamos pecado, que no es otra cosa que la negación misma del amor para el que hemos sido creados, el corte del flujo de la gracia que vitaliza nuestro espíritu.
En ocasiones se interfieren la difamación y la calumnia, originando heridas profundas que, mientras duran crean barreras infranqueables y siembran de odio, resentimiento y venganza la antigua relación de mutua pertenencia..
Vivir de esta manera quita la paz.¡Y cuántas personas llevan dentro este pesar que carcome su mente y su corazón sin que lo cure el paso del tiempo! ¡Cuántas familias desunidas y enfrentadas por desavenencias económicas, políticas, religiosas o sociales!
Lo más fácil es escudarse en el agravio recibido para dejar pudrirse el problema.
Debemos solucionarlo. ¿Cómo?- Ejercitando la humildad y pidiendo perdón, aunque el primer ofendido sea yo mismo.
El odio, la terquedad para no perdonar, son como canales que interrumpen el flujo normal del agua, rebasan la capacidad del recipiente y terminan anegando alrededor todo el tejido de la comunicación humana. A esto lo llamamos pecado, que no es otra cosa que la negación misma del amor para el que hemos sido creados, el corte del flujo de la gracia que vitaliza nuestro espíritu.
Necesidad del perdón
Necesitamos sentir cercano el perdón de la persona agraviada y facilitar por nuestra parte el camino cuando somos nosotros los ofendidos.
Cuando uno se encuentra enfermo acude inmediatamente al médico y procura seguir el tratamiento para recuperar cuanto antes la salud.
También las enfermedades del alma necesitan un tratamiento adecuado, aunque en este caso nosotros mismos somos los médicos, porque, así como sembramos con nuestra actitudes cimientos de rechazo y odio, así podemos restañar las heridas que hemos ocasionado mediante un perdón sincero y sentido.
La reconciliación es una de las propuestas evangélicas más útiles para recuperar la amistad perdida y la propia dignidad. Está a la base del perdón y la necesitamos.
Cuando uno se encuentra enfermo acude inmediatamente al médico y procura seguir el tratamiento para recuperar cuanto antes la salud.
También las enfermedades del alma necesitan un tratamiento adecuado, aunque en este caso nosotros mismos somos los médicos, porque, así como sembramos con nuestra actitudes cimientos de rechazo y odio, así podemos restañar las heridas que hemos ocasionado mediante un perdón sincero y sentido.
La reconciliación es una de las propuestas evangélicas más útiles para recuperar la amistad perdida y la propia dignidad. Está a la base del perdón y la necesitamos.
El paralítico.
El paralítico y los cuatro camilleros que lo llevan hasta Jesús, representan a la humanidad pecadora que desea y necesita la salvación integral.
Desde esta perspectiva, el perdón rompe la espiral de ofensa y venganza y permite empezar de nuevo.
“¿Cómo voy a perdonar después de lo que me ha hecho?¿Qué dirán los vecinos?”- dicen algunos.
Pero, si se cede, abrimos el camino a la regeneración, a enmendar la propia vida y a reconstruir nuestra historia.
El pecado representa al pasado injusto con el que hay que romper. Perdonar, por tanto, significa borrar el pasado de injusticia y empezar de nuevo.
Es lo que hace Jesús con el paralítico al invitarle a dejar su camilla- figura del pasado que le tenía esclavizado- y andar.
Sentido del pecado.
El oscurecimiento de la conciencia religiosa en Occidente ha debilitado el sentido del pecado y aumentado la “irresponsabilidad colectiva” Nadie se siente responsable ni culpable de nada. El perdón es visto como un planteamiento arbitrario, ingenuo e inoperante y se da más importancia al ejercicio de la justicia que a la gratuidad; a la venganza y el odio que a la misericordia; a la agresividad, la violencia y la mentira que a la paz y la verdad. Para botón de muestra, conectemos la tv y veamos qué programas arrastran mayor número de espectadores. Aunque se llamen” telebasura” surten el mercado de numerosas revistas que alimentan el morbo de los “famosos,” promocionados por sus escándalos. Eso, vende.
Todo está contaminado.
Sin embargo, hemos de reconocer que los conflictos humanos sólo se resuelven cuando, más allá de la justicia, entra en escena el perdón y la reconciliación. Perdón, eso sí, como hacía Jesús, para el pecador, pero el pecado hay que erradicarlo y combatirlo con la fuerza de la ley para que el opresor no sea reincidente ni cause mayores daños a las víctimas. Esta es una tarea harto difícil, especialmente cuando se plantea dentro del entramado terrorista y de los fanatismos agresivos e intolerantes.
Los que mantienen situaciones que generan sufrimiento injusto y muerte son enemigos de todos. Por eso la única forma de amar a todos es comprometerse a derribar el sistema que crea enemigos y negar cualquier apoyo a los violentos. Así lo hacía Jesús.
Nunca se dejó llevar por el rencor y terminó perdonando a sus verdugos, pero siempre denunció a los injustos y maltratadores.
Todo está contaminado.
Sin embargo, hemos de reconocer que los conflictos humanos sólo se resuelven cuando, más allá de la justicia, entra en escena el perdón y la reconciliación. Perdón, eso sí, como hacía Jesús, para el pecador, pero el pecado hay que erradicarlo y combatirlo con la fuerza de la ley para que el opresor no sea reincidente ni cause mayores daños a las víctimas. Esta es una tarea harto difícil, especialmente cuando se plantea dentro del entramado terrorista y de los fanatismos agresivos e intolerantes.
Los que mantienen situaciones que generan sufrimiento injusto y muerte son enemigos de todos. Por eso la única forma de amar a todos es comprometerse a derribar el sistema que crea enemigos y negar cualquier apoyo a los violentos. Así lo hacía Jesús.
Nunca se dejó llevar por el rencor y terminó perdonando a sus verdugos, pero siempre denunció a los injustos y maltratadores.
Que tengáis feliz día del Señor y hasta el próximo Domingo HERMANOS.
sábado, 21 de febrero de 2009
Lecturas del 21/02/2009, Sábado de la 6ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Lectura de la carta a los Hebreos 11,1-7)
Por la fe, sabemos que la palabra de Dios configuró el universo
Hermanos: La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve. Por su fe, son recordados los antiguos. Por la fe, sabemos que la palabra de Dios configuró el universo, de manera que lo que está a la vista no proviene de nada visible. Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que Caín; por ella, Dios mismo, al recibir sus dones, lo acreditó como justo; por ella sigue hablando después de muerto. Por fe, fue arrebatado Henoc, sin pasar por la muerte; no lo encontraban, porque Dios lo había arrebatado; en efecto, antes de ser arrebatado se le acreditó que había complacido a Dios, y sin fe es imposible complacerle, pues el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por fe, Noé, advertido por Dios de lo que aún no se veía, tomó precauciones y construyó un arca para salvar a su familia; por la fe, condenó al mundo y consiguió la justicia que viene de la fe.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-13)
Se transfiguró delante de ellos
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: -«Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: -«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.» De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: -«No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.» Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos». Le preguntaron: -« ¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías? » Les contestó él: -«Elías vendrá primero y lo restablecerá todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Os digo que Elías ya ha venido, y han hecho con él lo que han querido, como estaba escrito.
Palabra del Señor.
Por la fe, sabemos que la palabra de Dios configuró el universo
Hermanos: La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve. Por su fe, son recordados los antiguos. Por la fe, sabemos que la palabra de Dios configuró el universo, de manera que lo que está a la vista no proviene de nada visible. Por la fe, Abel ofreció a Dios un sacrificio mejor que Caín; por ella, Dios mismo, al recibir sus dones, lo acreditó como justo; por ella sigue hablando después de muerto. Por fe, fue arrebatado Henoc, sin pasar por la muerte; no lo encontraban, porque Dios lo había arrebatado; en efecto, antes de ser arrebatado se le acreditó que había complacido a Dios, y sin fe es imposible complacerle, pues el que se acerca a Dios debe creer que existe y que recompensa a quienes lo buscan. Por fe, Noé, advertido por Dios de lo que aún no se veía, tomó precauciones y construyó un arca para salvar a su familia; por la fe, condenó al mundo y consiguió la justicia que viene de la fe.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 2-13)
Se transfiguró delante de ellos
En aquel tiempo, Jesús se llevó a Pedro, a Santiago y a Juan, subió con ellos solos a una montaña alta, y se transfiguró delante de ellos. Sus vestidos se volvieron de un blanco deslumbrador, como no puede dejarlos ningún batanero del mundo. Se les aparecieron Elías y Moisés, conversando con Jesús. Entonces Pedro tomó la palabra y le dijo a Jesús: -«Maestro, ¡qué bien se está aquí! Vamos a hacer tres tiendas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías.» Estaban asustados, y no sabía lo que decía. Se formó una nube que los cubrió, y salió una voz de la nube: -«Éste es mi Hijo amado; escuchadlo.» De pronto, al mirar alrededor, no vieron a nadie más que a Jesús, solo con ellos. Cuando bajaban de la montaña, Jesús les mandó: -«No contéis a nadie lo que habéis visto, hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos.» Esto se les quedó grabado, y discutían qué querría decir aquello de «resucitar de entre los muertos». Le preguntaron: -« ¿Por qué dicen los escribas que primero tiene que venir Elías? » Les contestó él: -«Elías vendrá primero y lo restablecerá todo. Ahora, ¿por qué está escrito que el Hijo del hombre tiene que padecer mucho y ser despreciado? Os digo que Elías ya ha venido, y han hecho con él lo que han querido, como estaba escrito.
Palabra del Señor.
viernes, 20 de febrero de 2009
Lecturas del 20/02/2009, Viernes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Génesis 11, 1-9)
Voy a bajar y a confundir su lengua
Toda la tierra hablaba la misma lengua con las mismas palabras. Al emigrar (el hombre) de oriente, encontraron una llanura en el país de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: -“Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos.” Emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de cemento. Y dijeron: -“Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance al cielo, para hacernos famosos, y para no dispersarnos por la superficie de la tierra.” El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres; y se dijo: -“Son un solo pueblo con una sola lengua. Si esto no es más que el comienzo de su actividad, nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Voy a bajar y a confundir su lengua, de modo que uno no entienda la lengua del prójimo.” El Señor los dispersó por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad. Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó por la superficie de la tierra.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 34-9, 1)
El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: -«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿0 qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mi y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.» Y añadió: -«Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»
Palabra del Señor.
Voy a bajar y a confundir su lengua
Toda la tierra hablaba la misma lengua con las mismas palabras. Al emigrar (el hombre) de oriente, encontraron una llanura en el país de Senaar y se establecieron allí. Y se dijeron unos a otros: -“Vamos a preparar ladrillos y a cocerlos.” Emplearon ladrillos en vez de piedras, y alquitrán en vez de cemento. Y dijeron: -“Vamos a construir una ciudad y una torre que alcance al cielo, para hacernos famosos, y para no dispersarnos por la superficie de la tierra.” El Señor bajó a ver la ciudad y la torre que estaban construyendo los hombres; y se dijo: -“Son un solo pueblo con una sola lengua. Si esto no es más que el comienzo de su actividad, nada de lo que decidan hacer les resultará imposible. Voy a bajar y a confundir su lengua, de modo que uno no entienda la lengua del prójimo.” El Señor los dispersó por la superficie de la tierra y cesaron de construir la ciudad. Por eso se llama Babel, porque allí confundió el Señor la lengua de toda la tierra, y desde allí los dispersó por la superficie de la tierra.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 34-9, 1)
El que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará
En aquel tiempo, Jesús llamó a la gente y a sus discípulos, y les dijo: -«El que quiera venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y me siga. Mirad, el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará. Pues ¿de qué le sirve al hombre ganar el mundo entero, si arruina su vida? ¿0 qué podrá dar uno para recobrarla? Quien se avergüence de mi y de mis palabras, en esta generación descreída y malvada, también el Hijo del hombre se avergonzará de él, cuando venga con la gloria de su Padre entre los santos ángeles.» Y añadió: -«Os aseguro que algunos de los aquí presentes no morirán sin haber visto llegar el reino de Dios en toda su potencia.»
Palabra del Señor.
jueves, 19 de febrero de 2009
Lecturas del 19/02/2009, Jueves de la 6ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Génesis 9, 1-13)
Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra
Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: -“Creced, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra os temerán y respetarán; aves del cielo, reptiles del suelo, peces del mar, están en vuestro poder. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento; os lo entrego, lo mismo que los vegetales. Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre y vida, y se las pediré a cualquier animal; y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano. Si uno derrama la sangre de un hombre, otro derramará la suya, porque Dios hizo al hombre a su imagen. Vosotros creced y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla.” Dios dijo a Noé y a sus hijos: -“Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.” Y Dios añadió: -“Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra.”
Pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra
Dios bendijo a Noé y a sus hijos, diciéndoles: -“Creced, multiplicaos y llenad la tierra. Todos los animales de la tierra os temerán y respetarán; aves del cielo, reptiles del suelo, peces del mar, están en vuestro poder. Todo lo que vive y se mueve os servirá de alimento; os lo entrego, lo mismo que los vegetales. Pero no comáis carne con sangre, que es su vida. Pediré cuentas de vuestra sangre y vida, y se las pediré a cualquier animal; y al hombre le pediré cuentas de la vida de su hermano. Si uno derrama la sangre de un hombre, otro derramará la suya, porque Dios hizo al hombre a su imagen. Vosotros creced y multiplicaos, moveos por la tierra y dominadla.” Dios dijo a Noé y a sus hijos: -“Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.” Y Dios añadió: -“Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra.”
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 27-33)
Tú eres el Mesías. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos se dirigieron a las aldeas de Cesarea de Filipo; por el camino, preguntó a sus discípulos: -«¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos le contestaron: -«Unos, Juan Bautista; otros, Ellas; y otros, uno de los profetas. » Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy?» Pedro le contestó: -«Tú eres el Mesías.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y empezó a instruirlos: -«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, tiene que ser condenado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar a los tres días. » Se lo explicaba con toda claridad. Entonces Pedro se lo llevó aparte y se puso a increparlo. Jesús se volvió y, de cara a los discípulos, increpó a Pedro: -« ¡ Quítate de mi vista, Satanás! ¡Tú piensas como los hombres, no como Dios! »
Palabra del Señor.
(Gracias, REBECCA por tu colaboración)
miércoles, 18 de febrero de 2009
Lecturas del 18/02/2009, Miércoles de la 6ª semana de Tiempo Ordinario.
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Génesis 8, 6-13. 20-22)
Miró Noé y vio que la superficie estaba seca
Pasados cuarenta días, Noé abrió el tragaluz que había hecho en el arca y soltó el cuervo, que voló de un lado para otro, hasta que se secó el agua en la tierra. Después soltó la paloma, para ver si el agua sobre la superficie estaba ya somera. La paloma, no encontrando donde posarse, volvió al arca con Noé, porque todavía había agua sobre la superficie. Noé alargó el brazo, la agarró y la metió consigo en el arca. Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca; ella volvió al atardecer con una hoja de olivo arrancada en el pico. Noé comprendió que el agua sobre la tierra estaba somera; esperó otros siete días, y soltó la paloma, que ya no volvió. El año seiscientos uno, el día primero del mes primero, se secó el agua en la tierra. Noé abrió el tragaluz del arca, miró y vio que la superficie estaba seca. Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar. El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: - No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre, porque el corazón humano piensa mal desde la juventud. No volveré a matar a los vivientes, como acabo de hacerlo. Mientras dure la tierra, no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche.
Miró Noé y vio que la superficie estaba seca
Pasados cuarenta días, Noé abrió el tragaluz que había hecho en el arca y soltó el cuervo, que voló de un lado para otro, hasta que se secó el agua en la tierra. Después soltó la paloma, para ver si el agua sobre la superficie estaba ya somera. La paloma, no encontrando donde posarse, volvió al arca con Noé, porque todavía había agua sobre la superficie. Noé alargó el brazo, la agarró y la metió consigo en el arca. Esperó otros siete días y de nuevo soltó la paloma desde el arca; ella volvió al atardecer con una hoja de olivo arrancada en el pico. Noé comprendió que el agua sobre la tierra estaba somera; esperó otros siete días, y soltó la paloma, que ya no volvió. El año seiscientos uno, el día primero del mes primero, se secó el agua en la tierra. Noé abrió el tragaluz del arca, miró y vio que la superficie estaba seca. Noé construyó un altar al Señor, tomó animales y aves de toda especie pura y los ofreció en holocausto sobre el altar. El Señor olió el aroma que aplaca y se dijo: - No volveré a maldecir la tierra a causa del hombre, porque el corazón humano piensa mal desde la juventud. No volveré a matar a los vivientes, como acabo de hacerlo. Mientras dure la tierra, no han de faltar siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, día y noche.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 22-26)
El ciego estaba curado y veía todo con claridad
En aquel tiempo, Jesús y los discípulos llegaron a Betsaida. Le trajeron un ciego, pidiéndole que lo tocase. El lo sacó de la aldea, llevándolo de la mano, le untó saliva en lo ojos, le impuso las manos y le preguntó: - ¿Ves algo? Empezó a distinguir y dijo: - Veo hombres; me parecen árboles, pero andan. Le puso otra vez las manos en los ojos; el hombre miró: estaba curado y veía todo con claridad. Jesús lo mandó a casa, diciéndole: - No entres siquiera en la aldea.
Palabra del Señor.
(Gracias,REBECCA por tu colaboración)
martes, 17 de febrero de 2009
Jesús de Nazareth 1 de 50
Hoy día 17 comenzamos una nueva película, en este caso es JESÚS DE NAZARETH, que consta de 50 capítulos, como muy bien sabéis el próximo día 25 de febrero es Miércoles de CENIZA, y por tanto inicio de cuaresma.
Por ello inicio en este día, con el fin de terminar el próximo 7 de abril ya metidos en la Semana Santa, confío que al seguir esta película nos permita recordar “LA VIDA y PASIÓN de NUESTRO SEÑOR JESUSCRISTO.
Por ello inicio en este día, con el fin de terminar el próximo 7 de abril ya metidos en la Semana Santa, confío que al seguir esta película nos permita recordar “LA VIDA y PASIÓN de NUESTRO SEÑOR JESUSCRISTO.
Jesús de Nazareth 1 de 50
Lecturas del 17/02/2009, Martes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Génesis 6, 5-8; 7, 1-5. 10)
Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado
Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra, y que todo su modo de pensar era siempre perverso, se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. Y dijo: -“Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho.” Pero Noé alcanzó el favor del Señor. El Señor dijo a Noé: -“Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie de la tierra a todos los vivientes que he creado.” Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Pasados siete días, vino el diluvio a la tierra.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 14-21)
Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían mas que un pan en la barca. Jesús les recomendó: -«Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.» Ellos comentaban: -«Lo dice porque no tenemos pan.» Dándose cuenta, les dijo Jesús: -«¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?» Ellos contestaron: -«Doce.» -« ¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?» Le respondieron: -«Siete.» Él les dijo: -«¿Y no acabáis de entender?»
Palabra del Señor.
Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado
Al ver el Señor que la maldad del hombre crecía sobre la tierra, y que todo su modo de pensar era siempre perverso, se arrepintió de haber creado al hombre en la tierra, y le pesó de corazón. Y dijo: -“Borraré de la superficie de la tierra al hombre que he creado; al hombre con los cuadrúpedos, reptiles y aves, pues me pesa de haberlos hecho.” Pero Noé alcanzó el favor del Señor. El Señor dijo a Noé: -“Entra en el arca con toda tu familia, pues tú eres el único justo que he encontrado en tu generación. De cada animal puro toma siete parejas, macho y hembra; de los no puros, una pareja, macho y hembra; y lo mismo de los pájaros, siete parejas, macho y hembra, para que conserven la especie en la tierra. Dentro de siete días haré llover sobre la tierra cuarenta días con sus noches, y borraré de la superficie de la tierra a todos los vivientes que he creado.” Noé hizo todo lo que le mandó el Señor. Pasados siete días, vino el diluvio a la tierra.
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 14-21)
Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes
En aquel tiempo, a los discípulos se les olvidó llevar pan, y no tenían mas que un pan en la barca. Jesús les recomendó: -«Tened cuidado con la levadura de los fariseos y con la de Herodes.» Ellos comentaban: -«Lo dice porque no tenemos pan.» Dándose cuenta, les dijo Jesús: -«¿Por qué comentáis que no tenéis pan? ¿No acabáis de entender? ¿Tan torpes sois? ¿Para qué os sirven los ojos si no veis, y los oídos si no oís? A ver, ¿cuántos cestos de sobras recogisteis cuando repartí cinco panes entre cinco mil? ¿Os acordáis?» Ellos contestaron: -«Doce.» -« ¿Y cuántas canastas de sobras recogisteis cuando repartí siete entre cuatro mil?» Le respondieron: -«Siete.» Él les dijo: -«¿Y no acabáis de entender?»
Palabra del Señor.
lunes, 16 de febrero de 2009
¿Sabías que...?
AUREOLAS EN LAS IMÁGENES RELIGIOSAS
El círculo luminoso utilizado durante siglos por los artistas para coronar las cabezas de figuras religiosas no fue originariamente un símbolo cristiano, sino pagano, y está incluso en el origen de la corona real.
Hay antiguos escritos y dibujos llenos de referencias a los nimbos de luz que rodeaban las cabezas de las deidades.
En el arte antiguo hindú, indio, griego y romano, las cabezas de los dioses emiten una radiación celestial. Los reyes, para destacar su relación especial con un dios, y la autoridad divina así infundida en ellos, adoptaban una corona de plumas, piedras preciosas u oro. Los emperadores romanos, convencidos de su divinidad, rara vez aparecían en público sin un tocado simbólico. Y la corona de espinas colocada en la cabeza de Cristo era interpretada como una burla pública de su reino celestial.
Con su difusión a lo largo del tiempo, el círculo luminoso perdió su asociación con los dioses paganos y se convirtió en símbolo por derecho propio para numerosas confesiones, con una notable excepción. Los padres de la primitiva Iglesia católica, teniendo en cuenta las raíces paganas de la aureola, trataron de disuadir a los artistas y escritores de que la representaran o describieran. Los manuscritos miniados de la Edad Media revelan que estas admoniciones tuvieron efectos prácticamente nulos.
Los historiadores sitúan la adopción gradual de la aureola por la Iglesia alrededor del siglo VII, pero con una función prosaica y utilitaria, como una especie de parasol para proteger la estatuaria religiosa exterior contra las lluvias, la erosión y las deposiciones de los pájaros. Las aureolas eran entonces amplias planchas circulares de madera o de bronce.
Milenios antes de Cristo, los campesinos trillaban el grano amontonando los haces de espigas sobre terreno duro, y haciendo pasar sobre ellos, una y otra vez, una yunta de bueyes describiendo círculos. Estos circuitos creaban un camino circular, al que los griegos daban el nombre de “halos” (halo), que significa literalmente “suelo circular para el trillado”.
En el siglo XVI, cuando los astrónomos reinterpretaron la palabra, aplicándola a las aureolas de luz solar refractada alrededor de los cuerpos celestiales, los teólogos se la apropiaron para designar la corona que rodea la cabeza de un santo. Así, como observa un moderno historiador religioso, el halo o aureola combina tradiciones de la agricultura griega, la deificación romana de unos gobernantes megalómanos, la astronomía medieval y una antigua medida protectora contra la suciedad y las inclemencias del tiempo.
- La aureola, llamada también nimbo, es un cerco en torno a la cabeza o a la figura del personaje con el que se manifiesta su santidad. Puede tener varias formas:
* Aureola circular: corresponde a todos los santos. En la pintura gótica no es raro que dentro de la aureola esté inscrito el nombre del santo correspondiente.
* Aureola poligonal: consiste en un polígono regular de lados rectos, o a veces cóncavos, que se reserva a los patriarcas, profetas y demás varones santos del Antiguo Testamento. En el arte medieval la llevan incluso San Joaquín, Santa Ana y San José aplicándose la circular a partir de la Virgen María.
* Aureola crucífera: que lleva una cruz inscrita en el círculo, distingue exclusivamente a Cristo en su figura humana o en la de Agnus Dei. En ocasiones, esta aureola crucífera prescinde del círculo y está formada por cuatro haces de rayos dispuestos en cruz.
* Aureola triangular: pertenece al Padre Eterno y también al Hijo y al Espíritu Santo en ciertas representaciones de la Trinidad. En sustitución de cualquiera de las formas geométricas anteriores, se utiliza con frecuencia la aureola de rayos que salen de un centro en disposición radial.
Lecturas del 16/02/2009, Lunes de la 6ª semana de Tiempo Ordinario
PRIMERA LECTURA (Lectura del libro del Génesis 4, 1-15. 25)
Caín atacó a su hermano Abel y lo mató
El hombre se llegó a Eva; ella concibió, dio a luz a Caín, y dijo: -“He adquirido un hombre con la ayuda del Señor.” Después dio a luz a Abel, el hermano. Abel era pastor de ovejas, mientras que Caín trabajaba en el campo. Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del campo, y Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, y no se fijó en Caín ni en su ofrenda, por lo cual Caín se enfureció y andaba abatido. El Señor dijo a Caín: - “¿Por qué te enfureces y andas abatido? Cierto, si obraras bien, estarías animado; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta; y, aunque viene por ti, tú puedes dominarlo. Caín dijo a su hermano Abel: -“Vamos al campo.” Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. El Señor dijo a Caín: - “¿Dónde está Abel, tu hermano?” Respondió Caín: - “No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano? “ El Señor le replicó: -“¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra. Por eso te maldice esa tierra que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano. Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo.” Caín contestó al Señor: -“Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Hoy me destierras de aquí; tendré que ocultarme de ti, andando errante y perdido por el mundo; el que tropiece conmigo me matará.” El Señor le dijo: -“El que mate a Caín lo pagará siete veces. Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien tropezase con Él, no lo matara. Adán se llegó otra vez a su mujer, que concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo: -“El Señor me ha dado un descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín.”
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 11-13)
¿Por qué esta generación reclama un signo?
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: -« ¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación. » Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor.
Caín atacó a su hermano Abel y lo mató
El hombre se llegó a Eva; ella concibió, dio a luz a Caín, y dijo: -“He adquirido un hombre con la ayuda del Señor.” Después dio a luz a Abel, el hermano. Abel era pastor de ovejas, mientras que Caín trabajaba en el campo. Pasado un tiempo, Caín ofreció al Señor dones de los frutos del campo, y Abel ofreció las primicias y la grasa de sus ovejas. El Señor se fijó en Abel y en su ofrenda, y no se fijó en Caín ni en su ofrenda, por lo cual Caín se enfureció y andaba abatido. El Señor dijo a Caín: - “¿Por qué te enfureces y andas abatido? Cierto, si obraras bien, estarías animado; pero, si no obras bien, el pecado acecha a la puerta; y, aunque viene por ti, tú puedes dominarlo. Caín dijo a su hermano Abel: -“Vamos al campo.” Y, cuando estaban en el campo, Caín atacó a su hermano Abel y lo mató. El Señor dijo a Caín: - “¿Dónde está Abel, tu hermano?” Respondió Caín: - “No sé; ¿soy yo el guardián de mi hermano? “ El Señor le replicó: -“¿Qué has hecho? La sangre de tu hermano me está gritando desde la tierra. Por eso te maldice esa tierra que ha abierto sus fauces para recibir de tus manos la sangre de tu hermano. Aunque trabajes la tierra, no volverá a darte su fecundidad. Andarás errante y perdido por el mundo.” Caín contestó al Señor: -“Mi culpa es demasiado grande para soportarla. Hoy me destierras de aquí; tendré que ocultarme de ti, andando errante y perdido por el mundo; el que tropiece conmigo me matará.” El Señor le dijo: -“El que mate a Caín lo pagará siete veces. Y el Señor puso una señal a Caín para que, si alguien tropezase con Él, no lo matara. Adán se llegó otra vez a su mujer, que concibió, dio a luz un hijo y lo llamó Set, pues dijo: -“El Señor me ha dado un descendiente a cambio de Abel, asesinado por Caín.”
EVANGELIO (Lectura del santo evangelio según san Marcos 8, 11-13)
¿Por qué esta generación reclama un signo?
En aquel tiempo, se presentaron los fariseos y se pusieron a discutir con Jesús; para ponerlo a prueba, le pidieron un signo del cielo. Jesús dio un profundo suspiro y dijo: -« ¿Por qué esta generación reclama un signo? Os aseguro que no se le dará un signo a esta generación. » Los dejó, se embarcó de nuevo y se fue a la otra orilla.
Palabra del Señor.
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