Solemnidad de nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo: a El todo el poder, la gloria y la majestad por los siglos de los siglos.
La Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo es un festividad religiosa que originalmente fue promulgada por Pío XI el día 11 de Marzo de 1925 a través de su encíclica “Quas primas”, al conmemorar un año Jubilar, el XVI centenario del I Concilio Ecuménico de Nicea (que definió y proclamó el dogma de la consubstancialidad del Hijo Unigénito con el Padre, además de incluir las palabras...y su reino no tendrá fin, en el Símbolo o "Credo Apostólico", promulgando así la real dignidad de Cristo) estableciendo para su celebración el domingo anterior al día de Todos los Santos (1 de noviembre). El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.
Desde 1970 la Solemnidad de Cristo Rey se celebra el último domingo per amnum, es decir el quinto domingo anterior a la Navidad. Por lo tanto, su fecha varía u oscila entre los días 20 y 26 de noviembre.
Desde el Vaticano II esta festividad concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido escatológico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.
La Solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo es un festividad religiosa que originalmente fue promulgada por Pío XI el día 11 de Marzo de 1925 a través de su encíclica “Quas primas”, al conmemorar un año Jubilar, el XVI centenario del I Concilio Ecuménico de Nicea (que definió y proclamó el dogma de la consubstancialidad del Hijo Unigénito con el Padre, además de incluir las palabras...y su reino no tendrá fin, en el Símbolo o "Credo Apostólico", promulgando así la real dignidad de Cristo) estableciendo para su celebración el domingo anterior al día de Todos los Santos (1 de noviembre). El Papa quiso motivar a los católicos a reconocer en público que el mandatario de la Iglesia es Cristo Rey.
Posteriormente se movió la fecha de la celebración dándole un nuevo sentido. Al cerrar el año litúrgico con esta fiesta se quiso resaltar la importancia de Cristo como centro de toda la historia universal. Es el alfa y el omega, el principio y el fin. Cristo reina en las personas con su mensaje de amor, justicia y servicio. El Reino de Cristo es eterno y universal, es decir, para siempre y para todos los hombres.
Desde 1970 la Solemnidad de Cristo Rey se celebra el último domingo per amnum, es decir el quinto domingo anterior a la Navidad. Por lo tanto, su fecha varía u oscila entre los días 20 y 26 de noviembre.
Desde el Vaticano II esta festividad concluye el año litúrgico. Esta fiesta tiene un sentido escatológico pues celebramos a Cristo como Rey de todo el universo. Sabemos que el Reino de Cristo ya ha comenzado, pues se hizo presente en la tierra a partir de su venida al mundo hace casi dos mil años, pero Cristo no reinará definitivamente sobre todos los hombres hasta que vuelva al mundo con toda su gloria al final de los tiempos, en la Parusía.
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