Había nacido en Nimega, Países Bajos, y estudio en la Universidad de Colonia, donde obtuvo un título de Maestro en Mayo de 1540. Cambió sus planes de vida, que eran de quedarse en la universidad y estudiar teología, cuando oyó que se había fundado una nueva orden religiosa, la Compañía de Jesús. Por entonces se encontraba en Maguncia uno de sus fundadores, así que Canisio se acercó hasta allí para hablar con el padre Pedro Fabro. Éste captó enseguida la categoría de Canisio y accedió a dirigirle durante uno retiro de 30 días: lo que se llamaba Ejercicios Espirituales. En la segunda semana de los ejercicios hizo Canisio elección y decidió entrar en la Compañía. Fabro lo aceptó como novicio el día que cumplía 22 años, 8 de mayo de 1543. Volvió Canisio a Colonia, acabó sus estudios de teología y fue ordenado el año 1546. Ya antes de ser sacerdote enseñaba Escritura y publicaba nuevas ediciones de los textos de Cirilo de Alejandría y de León el Grande. Poco después acudió al Concilio de Trento como teólogo, consejero del cardenal Otto Truchess, antes de trasladarse a Mesina, en Sicilia, donde enseñó en el primer colegio que fundaba la Compañía.
En septiembre de 1549 el papa Paulo III le pidió que volviera a Alemania al frente de un nuevo esfuerzo por defender a la Iglesia de los ataques de los reformadores. Un jesuita tan joven recibía la misión, casi imposible, de contener las defecciones de católicos y reconquistar a los que ya habían abandonado la Iglesia. Canisio se dirigió en primer lugar a Ingostadt, en Alemania, y estableció un esquema de acción que repetiría en otros lugares. Empezó enseñando en la universidad, dedicando al mismo tiempo mucha de su energía a la predicación logrando así explicar las verdades fundamentales de las enseñanzas cristianas desde el púlpito. Su impacto fue inmediato.
Más tarde enseñó y predicó en Viena, Praga y Friburgo. Fundó seminarios y colegios. Durante su estancia en Viena hizo Canisio la primera redacción del catecismo que le ha hecho más conocido. Escrito en latín, el Sumario de la doctrina cristiana apareció en abril de 1555, y se centraba sobre todo en los puntos teológicos objeto de controversia entre católicos y protestantes. Dirigido a estudiantes universitarios, dio lugar a versiones más breves para estudiantes de secundaria y para niños.
Como primer provincial de Alemania, Canisio contribuyó enormemente a la gobernabilidad de Suabia, Baviera, Austria y Hungría. Visitó las casas de la Compañía, controló la expansión e hizo de la Compañía de Jesús una fuerza líder de la Contrarreforma. Tomó parte en reuniones internacionales, como la que tuvo en Regensburg (1556-1557) y volvió al Concilio de Trento en mayo de 1562. Tras una vida plena Canisio murió en paz a la edad de 76 años en Friburgo, Suiza.
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