domingo, 31 de julio de 2022

Domingo, 31-07-2022 semana 18 de T.ORDINARIO Ciclo C

Reflexión del 31/07/2022

Lecturas del 31/07/2022

¡Vanidad de vanidades! - dice Qohelet -. ¡Vanidad de vanidades; todo es vanidad!
Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado. También esto es vanidad y grave dolencia.
Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol?
De día su tarea es sufrir y penar; de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.
Hermanos: Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús: «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo: «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros?».
Y les dijo: «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola: «Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha.
Y empezó a echar cálculos, diciéndose: “¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha”.
Y se dijo: “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
Pero Dios le dijo: “Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”.
Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».

Palabra del Señor.

31 de Julio – Beata SIDONIA SCHELINGOVÁ

En la ciudad de Trnava, en Eslovaquia, beata Sidonia (Cecilia) Schelingová, virgen de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz y mártir, que en tiempos difíciles para la Iglesia de su país, con motivo de proteger a un sacerdote, sufrió mucho de cuerpo y alma, y, contraída una enfermedad, se mostró testigo alegre y constante de Cristo.

Nació en Krivá, en Orava (Eslovaquia), en el seno de una familia de campesinos. En 1929 comenzó una colaboración con las Hermanas de la Caridad de la Santa Cruz, en la que ingresó como religiosa, para entregarse más y mejor a Dios y al prójimo. En Podujajské Biskupice realizó estudios de enfermería y luego un curso de especialización en radiología. En 1937 emitió su profesión perpetua, escogiendo el nombre de Zdenka (Cecilia).

Se destacó por su entrega y amabilidad a los demás. La amistad espiritual con Cristo marcó su vida religiosa y su trabajo de enfermera. Trabajó como enfermera en Humenné. En 1942, invitada por la dirección del hospital del Estado, fue a trabajar a Bratislava, en la sección de radiología, como ayudante de laboratorio. Se dedicó a los enfermos siempre con una sonrisa y profesionalidad. Para sus compañeros de trabajo era “modelo de religiosa y de enfermera profesional”.

En 1948, el partido comunista tomó el poder e inició la persecución contra la Iglesia católica, las comunidades religiosas fueron disueltas y sus miembros condenados a trabajos forzados. En 1952 ayudó a huir a un sacerdote detenido que se encontraba en el hospital para ser curado después de una sesión de torturas. Zdenka ofreció su vida por la suya: “Jesús, te ofrezco mi vida por la tuya. ¡Sálvalo!”. Fue detenida en 1952. Sufrió crueles interrogatorios, con grandes humillaciones y torturas, y fue condenada a 12 años de cárcel por alta traición y diez años de pérdida de los derechos civiles.

En 1952 fue trasladada a la cárcel de Rimavská Sobota y luego, un año después, como castigo por no colaborar con los guardias, a la cárcel de Pardubice, mucho más dura. Su vía crucis prosiguió por varias prisiones y hospitales de cárceles, pues a causa de las torturas se le produjo un tumor maligno en el pecho y se agudizó la tuberculosis. Hasta los últimos momentos de su vida terrena soportó los sufrimientos con paciencia heroica, dispuesta a morir por su fe y el bien de la Iglesia, y sin ningún rencor hacía los que le habían causado tanto sufrimiento. Mientras era golpeada casi hasta la muerte, susurró: “El perdón es lo más grande de la vida”. En 1955, las autoridades comunistas previendo su próxima muerte le concedieron la amnistía y fue puesta en libertad, pocas semanas antes de su muerte, por sus sufrimientos se la considera mártir. Murió en Trnava. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II en Eslovaquia, el 14 de septiembre de 2003.

sábado, 30 de julio de 2022

Reflexión del 30/07/2022

Lecturas del 30/07/2022

En aquellos días, los sacerdotes y los profetas dijeron a los magistrados y a la gente: «Este hombre es reo de muerte, porque ha profetizado contra esta ciudad, como lo habéis podido oír vosotros mismos».
Jeremías respondió a los magistrados y a todos los presentes: «El Señor me ha enviado a profetizar contra este templo y esta ciudad todo lo que acabáis de oír.
Ahora bien, si enmendáis vuestra conducta y vuestras acciones y escucháis la voz del Señor vuestro Dios, el Señor se arrepentirá de la amenaza que ha pronunciado contra vosotros.
Yo, por mi parte, estoy en vuestras manos: haced de mi lo que mejor os parezca.
Pero, sabedlo bien: si me matáis, os haréis responsables de sangre inocente, que caerá sobre vosotros, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes. Porque es cierto que el Señor me ha enviado para que os comunique personalmente estas palabras». Los magistrados del pueblo dijeron a los sacerdotes y a los profetas:
«Este hombre no es reo de muerte, pues nos ha hablado en nombre del Señor nuestro Dios».
Entonces Ajicán, hijo de Safán, se hizo cargo de Jeremías para que no lo entregaran al pueblo y le dieron muerte.
En aquel tiempo, oyó el tetrarca Herodes lo que se contaba de Jesús y dijo a sus cortesanos: «Ese es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él».
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel encadenado, por motivo de Herodías, mujer de su hermano Filipo; porque Juan le decía que no le era lícito vivir con ella. Quería mandarlo matar, pero tuvo miedo de la gente, que lo tenía por profeta. El día del cumpleaños de Herodes, la hija de Herodías danzó delante de todos, y le gustó tanto a Herodes que juró darle lo que pidiera.
Ella, instigada por su madre, le dijo: «Dame ahora mismo en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey lo sintió, pero, por el juramento y los invitados, ordenó que se la dieran; y mandó decapitar a Juan en la cárcel.
Trajeron la cabeza en una bandeja, se la entregaron a la joven, y ella se la llevó a su madre.
Sus discípulos recogieron el cadáver, lo enterraron, y fueron a contárselo a Jesús.

Palabra del Señor.

30 de Julio - Beato SEBASTIÁN LLORENS TELARROJA

Nació en Tordera (Barcelona). Fue exalumno del colegio Santa María de Blanes (Gerona) y de los beatos Jaime Puig Mirosa y Segismundo Sagalés. Según testigos, fue incansable en el estudio, inteligente y aplicado en la escuela, a la que no faltaba jamás. Tenía afición a la mecánica. Estudió Algebra en las clases nocturnas del P. Puig, además acudía a los círculos de estudio de la Acción Católica.

Era un joven estudioso y trabajador del campo, y esencialmente piadoso, congregante de San Luis, miembro de la “Federación de Jóvenes Cristianos de Cataluña” y de la Tercera Orden de San Francisco. Manifestaba, ante todo, gran devoción hacia la Eucaristía, asistiendo con regularidad la misa dominical, sirviendo al altar, orando largamente ante el sagrario por las tardes, esta entrega a la Eucaristía y la devoción a la Virgen del Vilar, patrona de Blanes, fueron sus grandes amores que le impulsaron con generosidad y sacrificio a toda clase de obras de misericordia y de apostolado, buscaba contagiar su devoción mariana a los jóvenes, organizando asociaciones y romerías. Sebastián fortalecía su espiritualidad con mucha oración, con retiros espirituales y con un proyecto de vida donde buscaba una vida de santidad y servicio a Dios y a los demás.

Su última empresa, con riesgo de su vida, fue poner a salvo la venerada imagen de la Virgen del Vilar, con la ayuda del padre Puig y de los colonos de Mas Miret y evitar así su profanación. 

Sebastián sentía una llamada especial al matrimonio, pero quería vivir un matrimonio santo, y por eso pensaba seriamente en cómo realizar este proyecto sin dejar su apostolado cristiano, principalmente en lo que se trataba de la piedad y de la evangelización de los jóvenes. Este ardor misionero le llevó a recibir al P. Puig en su casa mientras le buscaban los revolucionarios, y a acompañarlo en la larga entrevista que le realizaron en el comité. El día 30 de julio de 1936, al salir del comité fueron atrapados por los rojos, así, en la calle de Blanes, dispararon primero al P. Puig, pero en este momento Sebastián abrazo fuerte al padre y los revolucionarios le dispararon también. Sus restos mortales descansan en el nicho familiar del cementerio de Blanes. Fue beatificado por SS Francisco el 13 de octubre de 2013.

viernes, 29 de julio de 2022

Reflexión del 29/07/2022

Lecturas del 29/07/2022

Al comienzo del reinado de Joaquín, hijo de Josías, rey de Judá, recibió Jeremías esta palabra del Señor: «Esto dice el Señor: “Ponte en el atrio del templo y cuando los ciudadanos de Judá entren en él para adorar, les repites a todos las palabras que yo te mande decirles; no dejes ni una sola.
A ver si escuchan y se convierte cada cual de su mala conducta, y así me arrepentiré yo del mal que tengo pensado hacerles a causa de sus malas acciones. Les dirás: “Esto dice el Señor: Si no me obedecéis y cumplís la ley que os promulgué, si no escucháis las palabras de mis siervos los profetas, que os he enviado sin cesar (a pesar de que no hacíais caso) trataré a este templo como al de Siló, y haré de esta ciudad fórmula de maldición para todos los pueblos de la tierra”». Los profetas, los sacerdotes y todos los presentes oyeron a Jeremías pronunciar estas palabras, en el templo del Señor.
Cuando Jeremías acabó de transmitir cuanto el Señor le había ordenado decir a la gente, los sacerdotes, los profetas y todos los presentes le agarraron y le dijeron: «Eres reo de muerte. ¿Por qué profetizas en nombre del Señor que este templo acabará como el de Siló y que esta ciudad quedará en ruinas y deshabitada?». Y el pueblo se arremolinó en torno a Jeremías en el templo del Señor.
En aquel tiempo, muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María, para darles el pésame por su hermano. Cuando Marta se enteró de que llegaba Jesús, salió a su encuentro, mientras María se quedaba en casa. Y dijo Marta a Jesús: «Señor, si hubieras estado aquí no habría muerto mi hermano. Pero aún ahora sé que todo lo que pidas a Dios, Dios te lo concederá».
Jesús le dijo: «Tu hermano resucitará».
Marta respondió: «Sé que resucitará en la resurrección del último día».
Jesús le dice: «Yo soy la resurrección y la vida: el que cree en mí, aunque haya muerto, vivirá; y el que está vivo y cree en mí, no morirá para siempre. ¿Crees esto?».
Ella le contestó: «Si, Señor: yo creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo».

Palabra del Señor.

29 de Julio - San LUPO DE TROYES

En Troyes, ciudad de la Galia Lugdunense, san Lupo, obispo, que con san Germán de Auxerre fue a Bretaña para luchar contra la herejía de los pelagianos, defendió después con la oración a su ciudad del furor de Atila y, habiendo ejercido de modo admirable el sacerdocio durante cincuenta años, descansó en paz.

Nació en Toul dentro de una noble familia. Practicó la abogacía durante algunos años con gran reputación. Se casó con Pimeriola, una hermana de san Hilario de Arles; después de siete años, de común acuerdo se separaron. Lupo ingresó en la abadía de Lerins, gobernada por san Honorato; cuando el abad fue nombrado obispo de Arles, se marchó a Macon en Burgundia para disponer de un patrimonio que había dejado allí en caridades. Se estaba preparando para volver a Lerins cuando, en el 426, fue nombrado obispo de Troyes. 

Una asamblea de obispos en Arles, comisionó a san Germán de Auxerre y a Lupo de Troyes en un viaje evangélico a Britania que fue muy provechoso entre los pelagianos que habían invadido aquellas tierras con su herejía; en ese viaje se encontraron con santa Genoveva, aún niña, en Nanterre y la consagraron a Dios. 

Regresó a su diócesis, y renovó las costumbres de los fieles. Frenó a Atila para que respetase su ciudad en el 453; se dice que el rey de los hunos cuando fue vencido llamó a Lupo para que lo acompañara a sus tierras, este gesto fue mal interpretado y tuvo que estar durante dos años fuera de su diócesis, dedicándose a la oración en un retiro. Cuando su caridad y su paciencia vencieron a las malas lenguas, regresó a su diócesis, que gobernó durante 52 años. Murió a los 94 años. No todos estos particulares son verificables históricamente.

jueves, 28 de julio de 2022

Reflexión del 28/07/2022

Lecturas del 28/07/2022

Palabra que el Señor dirigió a Jeremías: «Anda, baja al taller del alfarero, que allí te comunicaré mi palabra».
Bajé al taller del alfarero, que en aquel momento estaba trabajando en el torno. Cuando le salía mal una vasija de barro que estaba torneando (como suele ocurrir al alfarero que trabaja con barro), volvía a hacer otra vasija, tal como a él le parecía. Entonces el Señor me dirigió la palabra en estos términos: « ¿No puedo yo trataros como este alfarero, casa de Israel? - oráculo del Señor -.
Pues lo mismo que está el barro en manos del alfarero, así estáis vosotros en mi mano, casa de Israel».
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «El reino de los cielos se parece también a la red que echan en el mar y recoge toda clase de peces: cuando está llena, la arrastran a la orilla, se sientan, y reúnen los buenos en cestos y los malos los tiran.
Lo mismo sucederá al final de los tiempos: saldrán los ángeles, separarán a los malos de los buenos y los echarán al horno de fuego. Allí será el llanto y el rechinar de dientes. ¿Habéis entendido todo esto?».
Ellos le responden: «Sí».
Él les dijo: «Pues bien, un escriba que se ha hecho discípulo del reino de los cielos es como un padre de familia que va sacando de su tesoro lo nuevo y lo antiguo».
Cuando Jesús acabó estas parábolas, partió de allí.

Palabra del Señor.

28 de Julio - San MELCHOR GARCÍA SAMPEDRO SUÁREZ

En Nam Dinh, de Tonquín, san Melchor García Sampedro, obispo, de la Orden de Predicadores y mártir, encerrado primero por ser cristiano en una estrechísima cárcel, y después, por orden del emperador Tu Duc, materialmente despedazado.

Nació en Cortes de Quirós, Asturias, en el seno de una familia campesina; desde muy niño hasta su muerte tuvo una gran devoción al rezo del rosario. La familia, busco mejorar su economía y se trasladó a Arrojo, Asturias, aquí recibió la primera comunión. En 1835, estudió en la universidad de Oviedo, donde se doctoró en Teología en 1845. Fue profesor sustituto de Lógica. Quería hacerse misionero, y se despidió de sus padres, a los que no volvió a ver.

En 1845, ingresó en la Orden de Predicadores en el convento de Ocaña, Toledo. En 1847, fue ordenado sacerdote. En 1849, llegó al Vietnam, después de un breve profesorado en la universidad de Manila, y cuando comenzó la persecución contra los cristianos decretada por el rey Tu Duc. Estudió la lengua del país y se adaptó a sus costumbres. Se dedicó a la predicación y a la confesión, incluso editó textos en lengua vietnamita.

Siendo vicario provincial de los dominicos, a los 35 años fue nombrado obispo coadjutor de san José María Díaz Sanjurjo, a quién sucedió en 1857. Fue detenido, en 1858, en Kien-Lao y luego conducido al suplicio en Nam-Dinh: le destrozaron el cuerpo, cortándoselo a pedazos y murió invocando el Santísimo nombre de Jesús. Es protomártir de Asturias. Canonizado por SS Juan Pablo II, en el grupo de 117 mártires de Vietman, el 19 de junio de 1988.

miércoles, 27 de julio de 2022

Reflexión del 27/07/2022

Lecturas del 27/07/2022

¡Ay de mí, madre mía, me has engendrado para discutir y pleitear por todo el país!
Ni he prestado ni me han prestado, en cambio, todos me maldicen.
Si encontraba tus palabras, las devoraba: tus palabras me servían de gozo, eran la alegría de mi corazón, y tu nombre era invocado sobre mí, Señor Dios del universo.
No me junté con la gente amiga de la juerga y el disfrute; me forzaste a viví, pues me habías llenado de tu ira.
¿Por qué se ha hecho crónica mi llaga, enconada e incurable mi herida?
Te has vuelto para mi arroyo engañoso de aguas inconstantes.
Entonces respondió el Señor: «Si vuelves, te dejaré volver, y así estarás a mi servicio; si separas la escoria del metal, yo hablaré por tu boca.
Ellos volverán a ti, pero tú no vuelvas a ellos.
Haré de ti frente al pueblo muralla de bronce inexpugnable: lucharán contra ti, pero no te podrán, porque yo estoy contigo para librarte y salvarte - oráculo del Señor -.
Te libraré de manos de los malvados, te rescataré del puño de los violentos».
En aquel tiempo, dijo Jesús al gentío: «El reino de los cielos se parece a un tesoro escondido en el campo: el que lo encuentra lo vuelve a esconder y, lleno de alegría, va a vender todo lo que tiene y compra el campo.
El reino de los cielos se parece también a un comerciante de perlas finas, que al encontrar una de gran valor se va a vender todo lo que tiene y la compra».

Palabra del Señor.

27 de Julio - Santos SIETE DURMIENTES DE ÉFESO

Conmemoración de los santos Siete Durmientes de Éfeso, que, como se relata, después de su martirio, reposan en paz, en espera del día de la resurrección. 

Eran: Constantino, Dionisio, Juan, Malco, Martiniano, Maximiano y Serapión, jóvenes de Éfeso, quienes para evitar verse obligados a ofrecer sacrificios a los ídolos se refugiaron en una caverna. Cuando el prefecto lo supo sufrieron el martirio asfixiados dentro de una cueva que fue cerrada a cal y canto en el monte Oclón de Éfeso. Pasadas las persecuciones, ya en tiempos de Teodosio, en el año 408, se encontraron sus cuerpos y vestidos incorruptos, como si su martirio hubiese sido un sueño. Por lo que fueron llamados, los Siete Santos Durmientes. 

Pero la “Leyenda Áurea”, afirma que cuando era emperador Teodosio, hubo un terremoto y se desplomó la pared que cegaba la cueva y los siete durmientes despertaron persuadidos de que sólo había pasado una noche. Uno de ellos, enviado a la ciudad para buscar alimentos, vio en todas partes la imagen de la cruz, y no conocía a nadie. Puesto que pagaba las compras con monedas de Decio, lo detuvieron y condujeron ante el gobernador. Y en un largo interrogatorio se acabó por descubrir la verdad. Esta historia se interpretó como una prueba de la resurrección de los muertos. 

Los siete durmientes han sido identificados en Occidente con los siete hijos de santa Felicitas, y en Bretaña con los siete santos bretones. De ahí que sean objeto de culto en el antiguo santuario de Vieux Marché (Côtes du Nord) cuya cripta es un dolmen. Hubo peregrinaciones a su tumba. Esta leyenda de los durmientes de Éfeso ha sido adoptada por el Islam: cada viernes se lee en las mezquitas. Todo es una leyenda y se ha suprimido su culto.