lunes, 31 de octubre de 2022

Reflexión del 31/10/2022

Lecturas del 31/10/2022

Hermanos:
Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir. No obréis por rivalidad ni por ostentación, considerando por la humildad a los demás superiores a vosotros. No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.
En aquel tiempo, dijo Jesús a uno de los principales fariseos que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán en la resurrección de los justos».

Palabra del Señor.

31 de Octubre Beato TOMÁS DE FLORENCIA BELLACCI

En Rieti, en la Sabina, beato Tomás de Florencia Bellaci, religioso de la Orden de los Hermanos Menores, que, enviado a Tierra Santa y Etiopía, a causa de Cristo sufrió cautividad y pruebas de toda clase por parte de los infieles y, habiendo vuelto a su patria, casi centenario descansó en paz.

Natural de Florencia. Era un hermano lego franciscano. En su juventud llevó una vida muy desordenada; pero los buenos consejos de un amigo le ayudaron a caer en la cuenta de la futilidad de su vida, por lo que pidió ser admitido en el convento de los frailes de la observancia de Fiésole. Estos le aceptaron, no sin cierto temor, porque todo el mundo estaba al tanto de los excesos del joven. Tomás se entregó a la penitencia con el mismo entusiasmo que había puesto en el vicio. Con el tiempo, fue nombrado maestro de novicios, a pesar de no ser más que hermano lego y supo formar a sus discípulos en la más estricta observancia. En 1414, fray Juan Stroncone estableció la reforma de los observantes en el reino de Nápoles y tomó a Tomás por compañero. El beato trabajó ahí unos seis años, y Dios bendijo su ministerio con numerosos milagros, Después, con la autorización del Papa Martí V, fue a combatir en Toscana a los herejes conocidos con el nombre de "Fraticelli", en compañía del beato Antonio de Stroncone. Al mismo tiempo que combatía a los herejes, fundó varios conventos, sobre los que san Bernardino le dio autoridad, y fijó su residencia en Scarlino. En esta última ciudad introdujo la costumbre de que los frailes fuesen en procesión a un bosque vecino, después del canto del oficio nocturno. Cada uno de los frailes tenía en el bosque un refugio de ramas entretejidas, donde pasaba parte de la noche en oración.

El "concilio de reunión", que tuvo lugar en Florencia en 1439, envió a fray Alberto de Sarzana como legado pontificio ante los jacobitas de Siria y otros disidentes orientales. A pesar de que el beato Tomás tenía ya setenta años, fray Alberto decidió llevarle por compañero. En Persia fray Alberto envió a Tomás, con otros tres frailes a Etiopía. Durante el viaje, fueron asaltados tres veces por los turcos, quienes los trataron con gran crueldad, no obstante lo cual, el beato Tomás insistió en continuar sus prédicas a los mahometanos. Finalmente, el Papa Eugenio IV tuvo que rescatar a los frailes, pues los musulmanes los aprisionaron y los condenaron a muerte. El beato Tomás, que no podía consolarse de que Dios no hubiese aceptado el sacrificio de su vida, partió en 1447 a Roma para pedir permiso de ir nuevamente al oriente a predicar, sin tomar en cuenta su avanzada edad. Durante el viaje cayó enfermo y murió en Rieti. Su culto fue aprobado por Clemente XIV en 1771.

domingo, 30 de octubre de 2022

Domingo, 30-10-2022 semana 31 de T.ORDINARIO Ciclo C

Reflexión del 30/10/2022

 

Lecturas del 30/10/2022

Señor, el mundo entero es ante ti como un grano en la balanza, como gota de rocío mañanero sobre la tierra.
Pero te compadeces de todos, porque todo lo puedes y pasas por alto los pecados de los hombres para que se arrepientan. Amas a todos los seres y no aborreces nada de lo que hiciste; pues, si odiaras algo, no lo habrías creado.
¿Cómo subsistiría algo, si tú no lo quisieras?, o ¿cómo se conservaría, si tú no las hubieras llamado?
Pero tú eres indulgente con todas las cosas porque son tuyas, Señor, amigo de la vida.
Pues tu soplo incorruptible. Está en todas ellas.
Por eso, corriges poco a poco a los que caen, los reprendes y les recuerdas su pecado, para que, apartándose del mal, crean en ti, Señor.
Hermanos:
Oramos continuamente por vosotros, para que nuestro Dios os haga dignos de la vocación y con su poder lleve a término todo propósito de hacer el bien y la tarea de la fe. De este modo, el nombre de nuestro Señor será glorificado en vosotros y vosotros en él, según la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo. A propósito de la venida de nuestro Señor Jesucristo y de nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no perdáis fácilmente la cabeza ni os alarméis por alguna revelación, rumor o supuesta carta nuestra, como si el día del Señor estuviera encima.
En aquel tiempo, Jesús entró en Jericó e iba atravesando la ciudad.
En esto, un hombre llamado Zaqueo, jefe de publicanos y rico, trataba de ver quién era Jesús, pero no lo lograba a causa del gentío, porque era pequeño de estatura. Corriendo más adelante, se subió a un sicomoro para verlo, porque tenía que pasar por allí. Jesús, al llegar a aquel sitio, levantó los ojos y dijo: «Zaqueo, data prisa y baja, porque es necesario que hoy me quede en tu casa». Él se dio prosa en bajar y lo recibió muy contento.
Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: «Ha entrado a hospedarse en casa de un pecador». Pero Zaqueo, de pie, dijo al Señor: «Mira, Señor, la mitad de mis bienes se la doy a los pobres; y si he defraudado a alguno, le restituyo cuatro veces más». Jesús le dijo: «Hoy ha sido la salvación de esta casa; pues también este es hijo de Abrahán.
Porque el Hijo del hombre ha venido a buscar y a salvar lo que estaba perdido».

Palabra del Señor.

30 de Octubre Beato TERENCIO ALBERTO O’BRIEN

En Limerick, de Irlanda, muerte del beato Terencio Alberto O’Brien, obispo y mártir, de la Orden de Predicadores, que, nombrado para la sede de Emly, trabajó con empeño en favor de los afectados por la peste, pero, bajo el régimen de Oliver Cromwell, fue detenido por los soldados y conducido al patíbulo en odio a la fe católica.

Nació en Tuogh (actual Tower Hill, County Limerick, Irlanda). Era descendiente de la antigua casa real irlandesa. A los 21 años ingresó a la Orden de Predicadores, fue enviado a España, en Toledo, donde recibe el orden sacerdotal en 1627. Recibió una magnífica formación en Teología y Cánones así como en el espíritu misionero y ascético de su Orden. 

Retornó a Irlanda, y se acreditó entre sus compañeros de hábito que lo eligieron prior de varias casas y, repetidamente, provincial. Por serlo, marchó a Roma y asistió al capítulo general de 1644, donde recibió el título de «Maestro en teología». Acreditado ante el papa Urbano VIII, que conocía su magnífica preparación y celo apostólico, el pontífice lo designó obispo de Emly, consagrándose el año 1648. Volvió a Irlanda y con toda valentía y entereza se entregó al cumplimiento de sus deberes pastorales, conquistando el amor de sus fieles. Trabajó con empeño en favor de los afectados por la peste. 

Estaba en Limerick cuando Luis Ireton cercó la ciudad, que hubo finalmente de rendirse. El obispo fue hallado en el lazareto prestando sus servicios a los enfermos. Fue arrestado y se le ofreció dinero para que se marchara de la ciudad, pero él se negó. Entonces fue condenado a muerte por la corte marcial. Con serenidad y prudencia habló al pueblo palabras de exhortación antes de ser ejecutado. Padeció martirio el 30 de octubre de 1651, bajo el poder de Oliver Cronwell. Fue beatificado el 27 de septiembre de 1992 por el papa Juan Pablo II.

sábado, 29 de octubre de 2022

Reflexión del 29/10/2022

Lecturas del 29/10/2022

Hermanos:
De la manera que sea, con hipocresía o con sinceridad, se anuncia a Cristo, y yo me alegro; y seguiré alegrándome. Porque sé que esto será para mi bien, gracias a vuestras oraciones y a la ayuda del Espíritu de Jesucristo. Lo espero con impaciencia, porque en ningún caso me veré defraudado, al contrario, ahora, como siempre, Cristo será glorificado en mi cuerpo, por mi vida o por mi muerte. Para mí la vida es Cristo, y el morir una ganancia. Pero, si el vivir esta vida mortal me supone trabajo fructífero, no sé qué escoger.
Me encuentro en este dilema: por un lado, deseo partir para estar con Cristo, que es con mucho lo mejor; pero, por otro, quedarme en esta vida veo que es más necesario para vosotros. Convencido de esto, siento que me quedaré y estaré a vuestro lado, para vuestro progreso en la alegría y en la fe, de modo que el orgullo que en Cristo Jesús sentís rebose cuando me encuentre de nuevo entre vosotros.
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos para comer y ellos le estaban espiando.
Notando que los convidados escogían los primeros puestos, les decía una parábola: «Cuando te conviden a una boda, no te sientes en el puesto principal, no sea que hayan convidado a otro de más categoría que tú; y vendrá el que os convidó a ti y al otro y te diga: “Cédele el puesto a este”.
Entonces, avergonzado, irás a ocupar el último puesto.
Al revés, cuando te conviden, vete a sentarte en el último puesto, para que, cuando venga el que te convidó, te diga: “Amigo, sube más arriba”.
Entonces quedarás muy bien ante todos los comensales.
Porque todo el que se enaltece será humillado, y el que se humilla será enaltecido».

Palabra del Señor.

29 de Octubre San HONORATO DE VERCELLI

En Vercelli, en la provincia de la Liguria, san Honorato, obispo, que, discípulo de san Eusebio en el monasterio y compañero suyo también en la cárcel, sucedió a su maestro en la sede, enseñando la doctrina verdadera, ya la hora de la muerte mereció dar el viático al obispo san Ambrosio.

Nació en Vercelli, fue educado para la vida monástica por san Eusebio. En el 335 acompañó a su maestro al exilio de Scitópolis y en Capadocia, Egipto e Iliria. Después de la muerte del obispo de Vercelli, Limenio, en la  iglesia eusebiana se entabló un debate sobre el sucesor a la sede episcopal; había dos sacerdotes milaneses que agudizaron las tensiones con su predicación que se oponían a la reforma querida por el difundo obispo en razón de la disciplina ascética y al celibato de los sacerdotes, ideas ya presentes en la regla de vida del clero querida por san Eusebio de Vercelli. La cuestión fue resuelta gracias a la intervención de san Ambrosio de Milán, primero con una carta, que fue su último escrito, y después personalmente, consagrando obispo, en el 396, a Honorato, monje muy estimado del cenobio eusebiano. Administró la unción de los enfermos a san Ambrosio cuando se encontraba en el lecho de muerte. 

De la acción pastoral de Honorato hay un testimonio inciso en la lápida sepulcral de su tumba, en la que se le describe con digno discípulo de su maestro san Eusebio, con el que compartió las penas del exilio y de la cárcel y como predicador de la ortodoxa doctrina católica contra los influjos arrianos todavía presentes. Su episcopado duró cerca de 20 años. Sus reliquias se encuentran en la catedral de Vercelli.

viernes, 28 de octubre de 2022

Reflexión del 28/10/2022

Lecturas del 28/10/2022

Hermanos:
Ya no sois extranjeros ni forasteros, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios.
Estáis edificados sobre el cimiento de los apóstoles y profetas, y el mismo Cristo Jesús es la piedra angular.
Por él todo el edificio queda ensamblado, y se va levantando hasta formar un templo consagrado al Señor.
Por él también vosotros entráis con ellos en la construcción, para ser morada de Dios, por el Espíritu.
En aquellos días, tiempo, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote, Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Después de bajar con ellos, se paró en una llanura, con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra del Señor.

28 de Octubre San JUAN DAT

En la región de Cho-Ra, en Tonquín, san Juan Dat, presbítero y mártir, degollado por su fe en Cristo.

Nació en Dong-Chuoi, Tonkin. Se crio en la casa de la misión católica de su pueblo, más tarde fue al colegio católico de la provincia donde se cualificó como catequista, estudiando para sacerdote. Sacerdote vietnamita en el 1798; le fue encomendada la misión de Than-Phu.

Sólo pudo ejercer su ministerio durante cuatro meses, porque era buscado por la policía, y aunque los fieles cristianos lo quisieron ocultar en las montañas, él se negó pues prefería quedarse en el pueblo, en medio de sus fieles. Fue arrestado después de que se entregase, porque los soldados maltrataron a una familia para que revelaran dónde se encontraba y para evitar que les hicieran más daño se entregó. Encadenado fue llevado junto con cuatro catequistas y dos niños de su escuela a Dinh-Dang. 

Pocos días después, con las cadenas y la canga al cuello, comparecieron ante el tribunal que les conminó a pisar la cruz. La custodia de los presos estaba en manos de un capitán cristiano clandestino que dejaba libre a Juan durante el día y por la noche lo regresaba a prisión, donde animaba a los demás a perseverar. Un sacerdote nativo pudo visitarlos y darles la absolución. De nuevo ante el tribunal fue condenado a muerte y, sus compañeros fueron liberados. Fue conducido a las inmediaciones del poblado de Trinh-Ha. El mandarín permitió que los cristianos asistieran a la ejecución y lo saludasen por última vez. Ellos le llevaron una estera para que se colocara encima. Así lo hizo. Se sentó en ella, cruzó los brazos sobre el pecho y estando en oración lo decapitaron. Fue canonizado el 19 de junio de 1988 por el papa Juan Pablo II.

jueves, 27 de octubre de 2022

Reflexión del 27/10/2022

Lecturas del 27/10/2022

Hermanos:
Buscad vuestra fuerza en el Señor y en su invencible poder. Poneos las armas de Dios, para poder aguantar las asechanzas del diablo, porque nuestra lucha no es contra hombres de carne y hueso, sino contra los principados, contra las potestades, contra los dominadores de este mundo de tinieblas, contra los espíritus malignos del aire.
Por eso, tomad las armas de Dios para poder resistir en el día malo y manteneros firmes después de haber superado todas las pruebas. Estad firmes; ceñid la cintura con la verdad, y revestid la coraza de la justicia; calzad los pies con la prontitud para el evangelio de la paz. Embrazad el escudo de la fe, donde se apagarán las flechas incendiarias del maligno. Poneos el casco de la salvación y empuñad la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. Siempre en oración y súplica, orad en toda ocasión en el Espíritu, velando juntos con constancia, por todos los santos. Pedid también por mí, para que Dios abra mi boca y me conceda palabras que anuncien sin temor el misterio contenido en el Evangelio, del que soy embajador en cadenas, y tenga valor para hablar de él como debo.
En aquel día, se acercaron unos fariseos a decir a Jesús: «Márchate de aquí, porque Herodes quiere matarte». Jesús les dijo: «Id y decid a ese zorro: “Mira, yo arrojo demonios y realizo curaciones hoy y mañana, y al tercer día quedará consumada. Pero es necesario que camine hoy y mañana y pasado, porque no cabe que un profeta muera fuera de Jerusalén”.
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían!
Cuántas veces he querido reunir a tus hijos, como la gallina reúne a sus polluelos bajo las alas, y no habéis querido. Mirad, vuestra casa va a ser abandonada.
Os digo que no me veréis hasta el día en que digáis: “¡Bendito el que viene en nombre del Señor!”».

Palabra del Señor.

27 de Octubre Beato BARTOLOMÉ DE BREGANZE

En Vicenza, en la región de Venecia, conmemoración de san Bartolomé de Breganze, obispo, de la Orden de Predicadores, que fundó en esta ciudad la Milicia de Jesucristo para defender la fe católica y la libertad de la Iglesia.

Nació en Vicenza en la noble familia de los condes de Breganze. Después de haber estudiado en Padua, ingresó en la recién fundada Orden de Predicadores (santo Domingo de Guzmán vivía entonces en Bolonia). Pronto fue elegido superior de distintos conventos que gobernó con gran sabiduría y atrayendo muchas vocaciones. Fue encargado de enseñar y de predicar en Lombardía y en la Romaña. En esta misión fue pacificador de ciudades y facciones políticas, como las que se encontraban en Parma. 

El papa Gregorio IX lo nombró Maestro del Sacro Palacio, mientras Inocencio IV se lo llevó al Concilio de Lyon, nombrándolo, en el 1253, obispo de Limasol en la isla de Chipre. Para multiplicar las energías apostólicas, creo una confraternidad mitad religiosa, mitad militar, que se llamaban "Hermanos alegres o gozosos". En el 1255, el papa Alejandro IV lo eligió obispo de Vicenza, oficio no fácil en una ciudad dominada por Azzelino el Romano que lo exilió, y fue sustituido en su sede por un obispo herético. El Papa lo envió como su legado a Inglaterra y a Francia. En París tuvo amistad con el rey san Luis IX que le regaló una espina de la corona de Cristo. 

Muertos sus enemigos regresó a su cátedra de Vicenza en 1260, allí construyó una iglesia gótica llamada Sacra Corona destinada a guardar la santa espina, además de un convento dominico. El resto de sus años los dedicó a su querida Vicenza. Escribió 430 obras, entre sermones y obras de mística. Murió en Vicenza y fue sepultado en la iglesia de Santa Corona. Su culto fue confirmado en 1793 por el papa Pío VI.

miércoles, 26 de octubre de 2022

Reflexión del 26/10/2022

Lecturas del 26/10/2022

Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque eso es justo.
«Honra a tu padre y a tu madre» es el primer mandamiento al que se añade una promesa: «Te irá bien y vivirás largo tiempo en la tierra». Padres, no exasperéis a vuestros hijos; criadlos educándolos y corrigiéndolos según el Señor.
Esclavos, obedeced a vuestros amos de la tierra con respeto y temor y temblor, con la sencillez de vuestro corazón, como a Cristo. No por las apariencias, para quedar bien ante los hombres, sino como esclavos de Cristo que hacen, de corazón, lo que Dios quiere, de buena gana, como quien sirve al Señor y no a hombres. Sabed que lo que uno haga de bueno, sea esclavo o libre se lo pagará el Señor.
Amos, comportaos también vosotros del mismo modo, dejándoos de amenazas; sabéis que ellos y vosotros tenéis un amo en el cielo y que ese no es parcial con nadie.
En aquel tiempo, Jesús pasaba por ciudades y aldeas enseñando y se encaminaba hacia Jerusalén.
Uno le preguntó: «Señor, ¿son pocos los que se salven?». Él les dijo: «Esforzaos en entrar por la puerta estrecha, pues os digo que muchos intentarán entrar y no podrán.
Cuando el amo de la casa se levante y cierre la puerta, os quedaréis fuera y llamaréis a la puerta, diciendo: “Señor, ábrenos”; pero él os dirá: “No sé quiénes sois”.
Entonces comenzaréis a decir: “Hemos comido y bebido contigo, y tú has enseñado en nuestras plazas”.
Pero él os dirá: “No sé de donde sois. Alejaos de mí todos los que obráis la iniquidad”.
Así será el llanto y el rechinar de dientes, cuando veáis a Abrahán, a Isaac y a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, pero vosotros os veáis arrojados fuera. Y vendrán de oriente y occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. Mirad: hay últimos que serán primeros, y primeros que serán últimos».

Palabra del Señor.