jueves, 30 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas


Yo sé que está vivo mi Redentor

Job dijo: « ¡Piedad, piedad de mi, amigos míos, que me ha herido la mano de Dios! ¿Por qué me perseguís como Dios y no os hartáis de escarnecerme? ¡Ojala se escribieran mis palabras, ojala se grabaran en cobre, con cincel de hierro y en plomo se escribieran para siempre en la roca! Yo sé que está vivo mi Redentor, y que al final se alzará sobre el polvo: después que me arranquen la piel, ya sin carne, veré a Dios; yo mismo lo veré, y no otro, mis propios ojos lo verán. ¡Desfallezco de ansias en mi pecho!»

Descansará sobre ellos vuestra paz

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos y los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: -«La mies es abundante y los obreros pocos; rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias; y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: “Paz a esta casa”. Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan, porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que haya, y decid: “Está cerca de vosotros el reino de Dios.” Cuando entréis en un pueblo y no os reciban, salid a la plaza y decid: “Hasta el polvo de vuestro pueblo, que se nos ha pegado a los pies, nos lo sacudimos sobre vosotros. De todos modos, sabed que está cerca el reino de Dios.” Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para ese pueblo. »

Palabra del Señor.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas



Miles y miles le servían

Durante la visión, vi que colocaban unos tronos, y un anciano se sentó; su vestido era blanco como nieve, su cabellera como lana limpísima; su trono, llamas de fuego; sus ruedas, llamaradas. Un río impetuoso de fuego brotaba delante de él. Miles y miles le servían, millones estaban a sus órdenes. Comenzó la sesión y se abrieron los libros. Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Veréis a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre

En aquel tiempo, vio Jesús que se acercaba Natanael y dijo de él: -«Ahí tenéis a un israelita de verdad, en quien no hay engaño. » Natanael le contesta: -« ¿De qué me conoces?» Jesús le responde: -«Antes de que Felipe te llamara, cuando estabas debajo de la higuera, te vi.» Natanael respondió: -«Rabí, tú eres el Hijo de Dios, tú eres el Rey de Israel.» Jesús le contestó: -« ¿Por haberte dicho que te vi debajo de la higuera, crees? Has de ver cosas mayores.» Y le añadió: -«Yo os aseguro: veréis el cielo abierto y a los ángeles de Dios subir y bajar sobre el Hijo del hombre.»

Palabra del Señor.

martes, 28 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas


¿Por qué dio luz a un desgraciado?

Job abrió la boca y maldijo su día diciendo: «¡ Muera el día en que nací, la noche que dijo: “Se ha concebido un varón”! ¿Por qué al salir del vientre no morí o perecí al salir de las entrañas? ¿Por qué me recibió un regazo y unos pechos me dieron de mamar? Ahora dormiría tranquilo, descansaría en paz, lo mismo que los reyes de la tierra que se alzan mausoleos, o como los nobles que amontonan oro y plata en sus palacios. Ahora sería un aborto enterrado, una criatura que no llegó a ver la luz. Allí acaba el tumulto de los malvados, allí reposan los que están rendidos. ¿Por qué dio luz a un desgraciado y vida al que la pasa en amargura, al que ansía la muerte que no llega y escarba buscándola más que un tesoro, al que se alegraría ante la tumba y gozaría al recibir sepultura, al hombre que no encuentra camino porque Dios le cerró la salida?»

Tomó la decisión de ir a Jerusalén

Cuando se iba cumpliendo el tiempo de ser llevado al cielo, Jesús tomó la decisión de ir a Jerusalén. Y envió mensajeros por delante. De camino, entraron en una aldea de Samaria para prepararle alojamiento. Pero no lo recibieron, porque se dirigía a Jerusalén. Al ver esto, Santiago y Juan, discípulos suyos, le preguntaron: -«Señor, ¿quieres que mandemos bajar fuego del cielo que acabe con ellos?» Él se volvió y les regañó. Y se marcharon a otra aldea.

Palabra del Señor.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas


El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor

Un día, fueron los ángeles y se presentaron al Señor; entre ellos llegó también Satanás. El Señor le preguntó: -« ¿De dónde vienes?» Él respondió: -«De dar vueltas por la tierra.» El Señor le dijo: -« ¿Te has fijado en mi siervo Job? En la tierra no hay otro como él: es un hombre justo y honrado, que teme a Dios y se aparta del mal.» Satanás le respondió: -« ¿Y crees que teme a Dios de balde? ¡Si tú mismo lo has cercado y protegido, a él, a su hogar y todo lo suyo! Has bendecido sus trabajos, y sus rebaños se ensanchan por el país. Pero extiende la mano, daña sus posesiones, y te apuesto a que te maldecirá en tu cara. » El Señor le dijo: -«Haz lo que quieras con sus cosas, pero a él no lo toques. » Y Satanás se marchó. Un día que sus hijos e hijas comían y bebían en casa del hermano mayor, llegó un mensajero a casa de Job y le dijo: -«Estaban los bueyes arando y las burras pastando a su lado, cuando cayeron sobre ellos unos sabeos, apuñalaron a ¡os mozos y se llevaron el ganado! Sólo yo pude escapar para contártelo. » No habla acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: -«Ha caído un rayo del cielo que ha quemado y consumido tus ovejas y pastores. Sólo yo pude escapar para contártelo.» No habla acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: -«Una banda de caldeos, dividiéndose en tres grupos, se echó sobre los camellos y se los llevó, y apuñaló a los mozos. Sólo yo pude escapar para contártelo.» No habla acabado de hablar, cuando llegó otro y dijo: -«Estaban tus hijos y tus hijas comiendo y bebiendo en casa del hermano mayor, cuando un huracán cruzó el desierto y embistió por los cuatro costados la casa, que se derrumbó y los mató. Sólo yo pude escapar para contártelo. » Entonces Job se levantó, se rasgó el manto, se rapó la cabeza, se echó por tierra y dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo volveré a él. El Señor me lo dio, el Señor me lo quitó, bendito sea el nombre del Señor.» A pesar de todo, Job no protestó contra Dios.

El más pequeño de vosotros es el más importante

En aquel tiempo, los discípulos se pusieron a discutir quién era el más importante. Jesús, adivinando lo que pensaban, cogió de la mano a un niño, lo puso a su lado y les dijo: -«El que acoge a este niño en mi nombre me acoge a mi; y el que me acoge a mí acoge al que me ha enviado. El más pequeño de vosotros es el más importante.» Juan tomó la palabra y dijo: -«Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre y, como no es de los nuestros, se lo hemos querido impedir.» Jesús le respondió: -«No se lo impidáis; el que no está contra vosotros está a favor vuestro. »

Palabra del Señor.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas


Los disolutos encabezarán la cuerda de cautivos

Así dice el Señor todopoderoso: «¡Ay de los que se fían de Sión y confían en el monte de Samaría! Os acostáis en lechos de marfil; arrellenados en divanes, coméis carneros de] rebaño y terneras del establo; canturreáis al son del arpa, inventáis, como David, instrumentos musicales; bebéis vino en copas, os ungís con perfumes exquisitos y no os doléis del desastre de José. Pues encabezarán la cuerda de cautivos y se acabará la orgía de los disolutos.»

Guarda el mandamiento hasta la manifestación del Señor

Hombre de Dios, practica la justicia, la piedad, la fe, el amor, la paciencia, la delicadeza. Combate el buen combate de la fe. Conquista la vida eterna a la que fuiste llamado, y de la que hiciste noble profesión ante muchos testigos. En presencia de Dios, que da la vida al universo, y de Cristo Jesús, que dio testimonio ante Poncio Pilato con tan noble profesión: te insisto en que guardes el mandamiento sin mancha ni reproche, hasta la manifestación de nuestro Señor Jesucristo, que en tiempo oportuno mostrará el bienaventurado y único Soberano, Rey de los reyes y Señor de los señores, el único poseedor de la inmortalidad, que habita en una luz inaccesible, a quien ningún hombre ha visto ni puede ver. A él honor e imperio eterno. Amén.

Recibiste bienes y Lázaro males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces

En aquel tiempo, dijo Jesús a los fariseos: - «Había un hombre rico que se vestía de púrpura y de lino y banqueteaba espléndidamente cada día. Y un mendigo llamado Lázaro estaba echado en su portal, cubierto de llagas, y con ganas de saciarse de lo que tiraban de la mesa del rico. Y hasta los perros se le acercaban a lamerle las llagas. Sucedió que se murió el mendigo, y los ángeles lo llevaron al seno de Abrahán. Se murió también el rico, y lo enterraron. Y, estando en el infierno, en medio de los tormentos, levantando los ojos, vio de lejos a Abrahán, y a Lázaro en su seno, y gritó: “Padre Abrahán, ten piedad de mí y manda a Lázaro que moje en agua la punta del dedo y me refresque la lengua, porque me torturan estas llamas. “ Pero Abrahán le contestó: “Hijo, recuerda que recibiste tus bienes en vida, y Lázaro, a su vez, males: por eso encuentra aquí consuelo, mientras que tú padeces. Y además, entre nosotros y vosotros se abre un abismo inmenso, para que no puedan cruzar, aunque quieran, desde aquí hacia vosotros, ni puedan pasar de ahí hasta nosotros.” El rico insistió: “Te ruego, entonces, padre, que mandes a Lázaro a casa de mi padre, porque tengo cinco hermanos, para que, con su testimonio, evites que vengan también ellos a este lugar de tormento.” Abrahán le dice: “Tienen a Moisés y a los profetas; que los escuchen.” El rico contestó: “No, padre Abrahán. Pero si un muerto va a verlos, se arrepentirán.” Abrahán le dijo: “Si no escuchan a Moisés y a los profetas, no harán caso ni aunque resucite un muerto.”»

Palabra del Señor.

Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.

Homilía


AMA, PORQUE LA VIDA ES UN REGALO DE AMOR.
De nuevo el profeta Amós

Este texto es continuación del domingo pasado.
Amós hace una descripción de la vida de los opulentos: lechos de marfil, manjares suculentos, vinos generosos.
La sociedad de hoy no es ajena a estos derroches exhibidos desde los medios de comunicación social, y que son presentados como un mundo ideal y paradisíaco para las aspiraciones de pobres y hambrientos. También los más bajos instintos, la crítica mordaz y destructiva o las descalificaciones al adversario de turno, son ofrecidos como mercancía de consumo a un público poco exigente, envuelto en el morbo que crea el escándalo.
Ambos mundos, separados por más de 2.700 años, coinciden en la misma decadencia moral.
La denuncia del profeta de la justicia social se enmarca dentro del cuadro actual de asociaciones y grupos que intentan atajar en minoría los abusos a que se ven sometidos las personas y colectivos de marginados.
Habrá una justicia final; de esto que no nos quepa la menor duda. Cada uno cosechará de lo que ha sembrado.
Es fácil pasar de largo o desviar la mirada ante el pobre que pide limosna; de la misma manera que es sencillo ignorar las injusticias, contemporizar con ellas y evitar cualquier acto que nos comprometa. Todo ello no nos exime de responsabilidad delante del prójimo y de Dios.

El abismo entre pobreza y riqueza

La parábola del rico (que no lleva nombre, aunque le llamemos Epulón) y el pobre Lázaro comienza con una frase que tantas veces hemos escuchado de niños en la narración de los cuentos: “Había una vez” o “Érase una vez”.
Va dirigida a los escribas y fariseos, “amigos del dinero”, pero creyentes en la resurrección.
Tres escenas ilustran el juicio de Dios sobre el lujo y las miserias de la vida, por un lado, y la felicidad y desesperación después de la muerte. Por otro,
Un abismo insalvable los separa.
Jesús no cuenta nada extraño a las vivencias cotidianas de la gente. Conoce a la perfección las diferencias brutales entre escribas, fariseos, fuerzas de ocupación romana y recaudadores de impuestos, todos ellos ricos, y campesinos, artesanos, pastores, enfermos e iletrados: la llamada “plebe maldita”.
Intenta con esta historia dar una lección moral a sus oyentes. No pone nombre al rico y sí al pobre. Porque la pobreza tiene el nombre de personas concretas que sufren en las propias carnes el desprecio, el olvido y el hambre.
El rico y el pobre se sientan junto a la misma mesa repleta de manjares. Representa los bienes que Dios nos regala para compartir. El rico se adueña de ellos acomodado en un confortable diván, mientras el pobre (los bienes son igualmente suyos) recoge las migajas que se dan a los perros. Paradojas de la vida.
No hay distancia física entre ellos, pero sí un abismo moral. El rico se deshumaniza con su ceguera y es incapaz de ver la grave necesidad que existe a su lado, volviéndose inconscientemente cruel, y olvidando su condición de hombre y hermano.
La descripción de Jesús con los términos: “arriba”, el ”seno de Abraham”, señala la meta final de todo judío piadoso, que llega a la plenitud de la vida.
Por el contrario los términos “abajo” o “infierno” nos muestran el reino de la muerte, el inmenso abismo, un muro infranqueable.
La muerte, como el nacimiento, nos iguala a todos y quedan grabadas en el disco duro de la vida todas nuestras acciones.
Ya es tarde para rectificar y empezar de nuevo.
El evangelio no dice que el rico sea malo o Lázaro bueno; se limita a afirmar que Dios está siempre de parte del pobre, no porque sea bueno, sino por sufrir la opresión.

La vida eterna

La Carta a Timoteo refleja con un mensaje escatológico la finalidad del gran combate de la fe: la vida eterna.
A ella hemos sido llamados. La revelación está hecha ya por Jesús.
Además nos movemos en un mundo real, ya anunciado por la Palabra de Dios, la Ley y los Profetas, donde nos jugamos la existencia futura con miles de pobres llamando a nuestras puertas.
No caben disculpas.
El que se empecina en el atesoramiento egoísta no percibirá las voces que claman a su alrededor, ni valorará los testimonios de tantos santos que nos han precedido, ni la bondad iluminadora de quienes entregan su vida por el Reino de los Cielos, ni las llamadas a la conversión. Las posesiones condicionan de tal manera su vida que cauteriza su sensibilidad.
Y cuando a Dios se le hace desaparecer del escenario de la vida humana, prevalece lo material como único horizontes. El propio interés termina trastocando el sistema de valores. Así, mientras se divulgan mentiras y patrañas para desacreditar al justo, se orquestan propagandas y mensajes subliminales para enaltecer al corrupto y sinvergüenza.
Hay diarios que tan sólo mencionan a la Iglesia para airear sus escándalos, que los hay (mucho menos que en otros colectivos), pero ocultan las miserias del “amo” que les paga. Es triste que no se quiera ver el bagaje de entrega y sacrificio que ha ido irradiando a través de los siglos. Tampoco reconocerán las prestaciones de Cáritas, la asistencia a los moribundos, la defensa de la vida, la libertad y la concordia, y el respeto a la persona como hija de Dios que es.
El mensaje de San Lucas de hoy se parece mucho en su contenido a otro expuesto anteriormente en las buenaventuras y malaventuranzas: serán bienaventurados los que han obrado el bien y desgraciados, malaventurados, los que desaprovecharon su vida y no fueron capaces de ver más allá de las gafas oscuras de su egoísmo.

Cada domingo- hoy especialmente, es como un huracán que sacude nuestras conciencias erráticas.
Nos vendrá bien preguntarnos si nuestros sentidos están atrofiados por el dinero y el corazón insensible ante los necesitados.

¿He tomado, y sigo tomando, una opción por los pobres?
¿Comparto mi dinero, mis cualidades, mi tiempo, mi alegría con ellos?
¿En qué puedo cambiar?


¡Feliz Domingo!

sábado, 25 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas


Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que el polvo vuelva a la tierra y el espíritu vuelva a Dios

Disfruta mientras eres muchacho y pásalo bien en la juventud; déjate llevar del corazón, de lo que atrae a los ojos; y sabe que Dios te llevará a juicio para dar cuenta de todo. Rechaza las penas del corazón y rehúye los dolores del cuerpo: niñez y juventud son efímeras. Acuérdate de tu Hacedor durante tu juventud, antes de que lleguen los días aciagos y alcances los años en que dirás: «No les saco gusto.» Antes de que se oscurezca la luz del sol, la luna y las estrellas, y a la lluvia siga el nublado. Ese día temblarán los guardianes de casa y los robustos se encorvarán, las que muelen serán pocas y se pararán, las que miran por las ventanas se ofuscarán, las puertas de la calle se cerrarán y el ruido del molino se apagará, se debilitará el canto de los pájaros, las canciones se irán callando, darán miedo las alturas y rondarán los terrores. Cuando florezca el almendro, y se arrastre la langosta, y no dé gusto la alcaparra, porque el hombre marcha a la morada eterna y el cortejo fúnebre recorre las calles. Antes de que se rompa el hilo de planta, y se destroce la copa de oro, y se quiebre el cántaro en la fuente, y se raje la polea del pozo, y el polvo vuelva a la tierra que fue, y el espíritu vuelva a Dios, que lo dio. Vanidad de vanidades, dice Qohelet, todo es vanidad.

Al Hijo del hombre lo van a entregar

Les daba miedo preguntarle sobre el asunto En aquel tiempo, entre la admiración general por lo que hacía, Jesús dijo a sus discípulos: -«Meteos bien esto en la cabeza: al Hijo del hombre lo van a entregar en manos de los hombres.» Pero ellos no entendían este lenguaje; les resultaba tan oscuro que no cogían el sentido. Y les daba miedo preguntarle sobre el asunto.

Palabra del Señor.

viernes, 24 de septiembre de 2010

Meditación

BUENOS DÍAS:

Meditación de hoy.

Lecturas


Todas las tareas bajo el sol tienen su sazón

Todo tiene su tiempo y sazón, todas las tareas bajo el sol: tiempo de nacer, tiempo de morir; tiempo de plantar, tiempo de arrancar; tiempo de matar, tiempo de sanar; tiempo de derruir, tiempo de construir; tiempo de llorar, tiempo de reír; tiempo de hacer duelo, tiempo de bailar; tiempo de arrojar piedras, tiempo de recoger piedras; tiempo de abrazar, tiempo de desprenderse; tiempo de buscar, tiempo de perder; tiempo de guardar, tiempo de desechar; tiempo de rasgar, tiempo de coser; tiempo de callar, tiempo de hablar; tiempo de amar, tiempo de odiar; tiempo de guerra, tiempo de paz. ¿Qué saca el obrero de sus fatigas? Observé todas las tareas que Dios encomendó a los hombres para afligirlos: todo lo hizo hermoso en su sazón y dio al hombre el mundo para que pensara; pero el hombre no abarca las obras que hizo Dios desde el principio hasta el fin.

Tú eres el Mesías de Dios. El Hijo del hombre tiene que padecer mucho

Una vez que Jesús estaba orando solo, en presencia de sus discípulos, les preguntó: -«¿Quién dice la gente que soy yo?» Ellos contestaron: -«Unos que Juan el Bautista, otros que Elías, otros dicen que ha vuelto a la vida uno de los antiguos profetas.» Él les preguntó: -«Y vosotros, ¿quién decís que soy yo?» Pedro tomó la palabra y dijo: -«El Mesías de Dios.» Él les prohibió terminantemente decírselo a nadie. Y añadió: -«El Hijo del hombre tiene que padecer mucho, ser desechado por los ancianos, sumos sacerdotes y escribas, ser ejecutado y resucitar al tercer día. »

Palabra del Señor.