martes, 21 de mayo de 2024

Compromiso con MARÍA - 21 de MAYO 2024

"Volando hacia MARÍA" 21/05/2024

Reflexión del 21/05/2024

Queridos hermanos: ¿De dónde proceden los conflictos y las luchas que se dan entre vosotros? ¿No es precisamente de esos deseos de placer que pugnan dentro de vosotros? Ambicionáis y no tenéis, asesináis y envidiáis y no podéis conseguir nada; lucháis y os hacéis la guerra y no obtenéis porque no pedís. Pedís y no recibís, porque pedís mal, con la intención de satisfacer a vuestras pasiones.
¡Adúlteros! ¿No sabéis que la amistad con el mundo es enemistad con Dios? Por tanto, si alguno quiere ser amigo del mundo, se constituye en enemigo de Dios.
¿O es que pensáis que la Escritura dice en vano: «El espíritu que habita en nosotros inclina a la envidia»? Pero la gracia que concede es todavía mayor; por eso dice: «Dios resiste a los soberbios, más da su gracia a los humildes».
Por tanto, sed humildes ante Dios, pero resistid al diablo y huirá de vosotros. Acercaos a Dios y él se acercará a vosotros. Lavaos las manos, pecadores; purificad el corazón, los inconstantes. Lamentad vuestra miseria, haced duelo y llorad; que vuestra risa se convierta en duelo y vuestra alegría en aflicción. Humillaos ante el Señor y él os ensalzará.
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos atravesaron Galilea; no quería que nadie se enterase, porque iba instruyendo a sus discípulos.
Les decía: «El Hijo del hombre va a ser entregado en manos de los hombres y lo matarán; y, después de muerto, a los tres días resucitará».
Pero no entendían lo que decía, y les daba miedo preguntarle.
Llegaron a Cafarnaúm, y, una vez en casa, les preguntó: « ¿De qué discutíais por el camino?».
Ellos callaban, pues por el camino habían discutido quién era el más importante.
Jesús se sentó, llamó a los Doce y les dijo: «Quien quiera ser el primero, que sea el último de todos y el servidor de todos».
Y tomando un niño, lo puso en medio de ellos, lo abrazó y les dijo: «El que acoge a un niño como este en mi nombre me acoge a mí; y el que me acoge a mí, no me acoge a mí, sino al que me ha enviado».

Palabra del Señor.

21 de Mayo – Santa María de Socors

Nació en Barcelona, en la calle de Montcada, el 1 de diciembre de 1230. Fue bautizada el 8 del mismo mes, en el sarcófago antiguo de la mártir barcelonesa santa Eulalia, que servía de pila bautismal en la parroquia de Santa María del Mar. La joven María, inmersa en el clima de caridad creado en su ciudad natal por los frailes redentores de cautivos, se sintió atraída por el empeño liberador, y se convirtió en el consuelo de los pobres, de los enfermos y de los cautivos, en el Hospital de Santa Eulalia. Allí conoció a las grandes primeras figuras de la Orden Mercedaria agrupados en torno a san Pedro Nolasco.

Pidió el hábito blanco de la Merced, y el 25 de mayo de 1265 emitió su profesión religiosa como hermana de la Orden de la Merced, que vivían cerca del monasterio de los Mercedarios y que dedicaban sus vidas a la oración y a las buenas obras, bajo la dirección del beato Bernardo de Corbera. Ellos obtuvieron el permiso para constituir la Tercera Orden de Nuestra Señora de la Merced y para llevar el hábito de la Hermandad de Nuestra Señora de la Merced. Además de los votos que los Terciarios acostumbraban a hacer, también se comprometían a rezar por los esclavos cristianos. María fue elegida unánimemente como la primera superiora de la orden por su inmensa caridad con los necesitados, le comenzaron a llamar María del Socós (María del Socorro) nombre por el cual todavía se le venera en Cataluña. Su culto, que comenzó inmediatamente después de su muerte, fue aprobado por el papa Inocencio XII en el año 1692. Se le invoca especialmente para evitar naufragios y por lo general se le representa con una embarcación en una de sus manos, prometiendo trabajar por la redención de cautivos. Con ella formaron comunidad las jóvenes sor Eulalia Pinós, sor Isabel Berti y sor María de Requesens, a las que muy pronto se agregó sor Colagia.

A santa María de Cervelló también se la denomina del Socós o Socorro. Esto se debe a los relatos que dicen que fue vista, en vida y después de muerta, ir sobre las alas del viento en ayuda de las naves de la redención combatidas por el mar embravecido.

Murió el 19 de septiembre de 1290. Sus restos incorruptos fueron sepultados en la iglesia de los frailes mercedarios de Barcelona, hoy Basílica de la Merced. Su culto como santa fue aprobado por Inocencio XII en 1692. Ha sido invocada como patrona de los navegantes.