domingo, 18 de diciembre de 2011

4º Domingo de ADVIENTO


Cuarta vela de ADVIENTO: LOS SIGNOS DE LOS TIEMPOS

" Ellos, después de oír al rey, se pusieron en camino, y la estrella que habían visto en el Oriente los guió hasta que llegó y se detuvo encima del lugar donde estaba el niño. Al ver la estrella se llenaron de una inmensa alegría..." (Mt 2,9)

Estos hombres, extranjeros y sabios (más que reyes y magos) supieron leer e interpretar los signos de los tiempos, simbolizados por una estrella en el relato del Evangelio. Ellos salieron de sus lejanas tierras, se pusieron en camino, preguntaron al rey Herodes para poder encontrar al verdadero rey Emmanuel: Dios con nosotros, y ofrecerle sus dones y regalos.

Símbolo: una estrella. Un signo de luz que orienta y guía el camino de la vida. "¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el oriente y venimos a adorarle " (Mt 2,2).

Desde nuestro tiempo presente la ‘estrella de los reyes-magos' nos invita a mirar al pasado y la ‘estrella del adviento' nos lleva a mirar hacia el futuro y nos guía hacia el encuentro escatológico, final y definitivo, con Jesucristo. La estrella es la misma porque Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre, pero han cambiado los peregrinos y la situación en la tierra. La estrella es un símbolo de los signos que nos señalan el rumbo para descubrir y realizar la presencia de Jesucristo en la historia.

Jesús nos motiva a leer e interpretar los Signos de los Tiempos. "Se acercaron los fariseos y saduceos y, para ponerle a prueba, le pidieron que les mostrara una señal del cielo. Mas Él les respondió: Al atardecer dicen: ‘Va a hacer buen tiempo, porque el cielo tiene un rojo de fuego', y a la mañana: ‘Hoy habrá tormenta porque el cielo tiene un rojo sombrío.' Saben discernir el aspecto del cielo, pero no los signos de los tiempos. Esta generación perversa e infiel reclama una señal, pero sólo se les dará la señal de Jonás " (Mt 16,2-3). Jesús denuncia la ceguera espiritual y dureza de corazón que incapacitan para descubrir y discernir los Signos de los Tiempos, el significado salvífico de los acontecimientos.

Los Signos de los Tiempos han sido una antorcha milenaria para vislumbrar el Reino de los cielos en los acontecimientos terrestres. El Papa Juan XXIII recupera la expresión: Los Signos de los Tiempos cuando mira las luces y sombras de la Iglesia y del mundo y, para abrir ventanas y puertas al Espíritu Santo, el 25 de enero de 1959, convoca el Concilio Vaticano II: "Siguiendo la recomendación de Jesús, cuando nos exhorta a distinguir claramente los signos de los tiempos (Mt 16,3), Nos, creemos vislumbrar, en medio de tantas tinieblas, no pocos indicios que nos hacen concebir esperanza de tiempos mejores para la Iglesia y para la humanidad."

Los Signos de los Tiempos no son catástrofes naturales: terremotos, inundaciones, ni son hechos individuales o aislados: apariciones, visiones de un ‘Cristo que suda sangre' o de una ‘virgen que llora lágrimas de cristal' y cosas semejantes con las que se espanta o fanatiza a muchas personas. Los Signos de los Tiempos son fenómenos sociales que descubren, realizan y manifiestan valores del Reino y la presencia de Jesucristo: la reconciliación, el ecumenismo, la solidaridad, el clamor ecológico, la toma de conciencia y de lugar de la mujer, la valoración de las culturas populares...

El Adviento y Navidad tienen tradiciones hermosas y llenas de simbolismo. Desgraciadamente, el dinero ha comercializado estas fiestas y desvirtuado el sentido religioso y humano de sus símbolos. Vamos a retomar, además de la ‘estrella' una figuras ‘árbol de Navidad ' que con su simbolismo e iluminadas por las Sagradas Escrituras nos pueden ayudar a estar atentos a mirar en la vida y en la historia los Signos de los Tiempos: Acontecimientos históricos, movimientos populares y corrientes culturales que revelan y realizan la salvación en la vida y la presencia de Dios en el mundo.

El hambre, la guerra, la destrucción ecológica y otros males mundiales claman al cielo y ese clamor promueve la organización de los pueblos, la defensa de los derechos humanos, las protestas antiarmamentistas y los tratados de paz, la conservación de los recursos naturales...

El árbol de Navidad' con el que se adornan las casas simboliza la esperanza mesiánica que del tronco seco de la humanidad surja el retoño salvador. El simbolismo de este árbol nos lo da el profeta: " Saldrá un brote del tronco de Jesé, un retoño brotará de sus raíces. Sobre él reposará el espíritu del Señor: espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de fortaleza, espíritu de ciencia y de temor del Señor." Esperamos cosechar y disfrutar frutos de vida y los siete dones del Espíritu Santo.

¿Qué brotes y frutos de esperanza encontramos cada día?

Busquemos estos retoños, sobre todo en el micro-cosmos, en las cosas pequeñas: proyectos alternativos de producción y comercialización, ONG's= Organizaciones No Gubernamentales, redes de solidaridad humanitaria... La valoración de las culturas locales, en especial la de las etnias indígenas. El compromiso y religiosidad popular que surgen de las CEB's: pequeñas Comunidades Eclesiales de Base... Juan Pablo II, desde la problemática de la inmigración, las exhorta: "Las comunidades eclesiales procurarán vivir el valor evangélico de la fraternidad y... un renovado impulso a la propia religiosidad para una acción evangelizadora más incisiva." (EIA 65)

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