las cosas os salgan mal.
Zain. El impío maquina contra el justo, rechinan sus dientes contra él; el Señor de él se ríe, porque ve llegar su día. Jet. Desenvainan la espada los impíos, tienden el arco, para abatir al mísero y al pobre, para matar a los rectos de conducta; su espada entrará en su propio corazón, y sus arcos serán rotos. Tet. Lo poco del justo vale más que la mucha abundancia del impío; pues los brazos de los impíos serán rotos, mientras que a los justos los sostiene Yahveh. Yod. Yahveh conoce los días de los íntegros, su herencia será eterna;
no serán confundidos en tiempo de desgracia, en días de penuria gozarán de hartura. Kaf. Perecerán, en cambio, los impíos, los enemigos de Yahveh; se esfumarán como el ornato de los prados, en humo se desvanecerán. Lámed. Toma el impío prestado y no devuelve, mas el justo es compasivo y da; los que él bendice poseerán la tierra, los que él maldice serán exterminados. Mem. De Yahveh penden los pasos del hombre, firmes son y su camino le complace; aunque caiga, no se queda postrado, porque Yahveh la mano le sostiene. Nun. Fui joven, ya soy viejo, nunca vi al justo abandonado, ni a su linaje mendigando el pan. En todo tiempo es compasivo y presta, su estirpe vivirá en bendición. Sámek. Apártate del mal y obra el bien, tendrás para siempre una morada; porque Yahveh ama lo que es justo y no abandona a sus amigos. Ain. Los malvados serán por siempre exterminados, la estirpe de los impíos cercenada; los justos poseerán la tierra, y habitarán en ella para siempre. La boca del justo sabiduría susurra, su lengua habla rectitud; la ley de su Dios está en su corazón, sus pasos no vacilan. Espía el impío al justo, y busca darle muerte; en su mano Yahveh no le abandona, ni deja condenarle al ser juzgado. Espera en Yahveh y guarda su camino, él te exaltará a la herencia de la tierra, el exterminio de los impíos verás. He visto al impío muy arrogante
empinarse como un cedro del Líbano; pasé de nuevo y ya no estaba, le busqué y no se le encontró. Observa al perfecto, mira al íntegro: hay descendencia para el hombre de paz; pero los rebeldes serán a unos aniquilados, y la posteridad de los impíos extirpada. La salvación de los justos viene de Yahveh, él su refugio en tiempo de angustia; Yahveh los ayuda y los libera, de los impíos él los libra, los salva porque a él se acogen. (Salmo 37) Biblia de Jerusalén
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