Todas las Navidades son especiales, pero ésta en lo personal será muy diferente pues algunos de mis amores no estarán conmigo; no voy a disfrutar ni gozar de su presencia, pero tengo impregnada su esencia y eso me reconfortará mucho más, sobre todo ahora que es la primera vez que pasaré las fiestas decembrinas sin una de mis hijas, le ha tocado alzar el vuelo e iniciar su propia vida y, aunque me queda muy claro que esta experiencia tenía que vivirla algún día, me duele mucho, pues todavía no me acostumbro a no tenerla conmigo. Esta y algunas otras razones me han hecho recordar cuando escribía mis cartas, pues si la emoción me embargaba en aquel entonces, ahora mucho más, cuando los sentimientos se encuentran, no hay palabras para describir lo que se siente en el corazón. Por eso esta Navidad para mí será diferente y quiero pedirle, a mi Niño Jesús lo que me gustaría para este 24 de diciembre:
"Mi Niño Jesús, en esta Navidad quiero pedirte que me ayudes a ser cada día una mejor compañera, esposa, madre, amiga, en fin una mejor persona, para ser digna de ti, y poder proyectarlo a los seres que conviven conmigo en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
"Acrecienta en mí la tolerancia, la paciencia, la solidaridad, la honestidad, la sinceridad, la alegría y el entusiasmo, el amor y la ternura, para poder compartirlo con la gente que me rodea.
"Permíteme ver más allá de lo que mis ojos pueden ver, sobre todo, cuando un niño se acerca a mí y ver en él tu rostro cuando sonríe.
"Te pido también por mis hijos (sobre todo por la que en estos momentos está lejos de mí) para que los cuides, los protejas y los guíes, más aún en los momentos difíciles que la vida les tiene reservados, y acreciéntales el amor que sienten por ti, que eres la vida misma.
"Quiero pedirte por las autoridades que dirigen a mí País, para que impere en ellos el compromiso de ser democráticos, justos, honestos y competentes, para que el rostro de la miseria que en estos momento campa por muchas casas desaparezca, dando lugar al bienestar y al desarrollo, habrá menos gente parada.
"Que en todas las familias, no sólo de aquí, sino de todo el mundo, reine el respeto, el cariño, la confianza y el amor, para que se acaben las violencias, los llantos y las tristezas, y ser lo más parecido a esa Sagrada Familia en la cual tú te encuentras ahora, acompañado de tus Santísimos padres.
"También quiero pedirte, niñito Jesús, que estés siempre junto a los niños que al igual que tú, quieren jugar, correr, brincar, saltar, pero por cosas del destino sufren de alguna discapacidad que les impide hacerlo. Enséñales que estando contigo, no hay imposibles.
"Y para no alargar mucho esta carta, pues sé que tienes mucho que hacer, a pesar de ser tan pequeñito, quiero pedirte, mi Niño Jesús, abusando de tu bondad, que seas tú el portador de un abrazo muy fuerte a todos mis amigos / as que por motivos ajenos a mi voluntad no podré dárselos, diles que los quiero mucho y que espero que no pase mucho tiempo para dárselos personalmente, si tú así lo tienes dispuesto.
"Estoy convencida de que mi manera de ser y la conducta que yo observe tiene mucho que ver para que me concedas todo lo que te pedí. Sé que debo ser una digna hija y hermana tuya, congruente entre lo que digo y hago en este largo caminar por la vida y en mi trato con las personas que me rodean, y en eso se centra mi búsqueda constante. Sin embargo, cuando no esté siendo honesta y sincera ni conmigo ni con los demás, por favor "léeme mi carta", como cuando era niña, pues mi madre todavía se encarga de hacerlo ahora que soy mayor. Por todas tus bendiciones ¡Gracias!"
Y para todos y cada uno de los seres que amo (esa palabra me enseño mi madre para expresar mi cariño) y para los que me hacen el favor de leer este carta, les deseo de todo corazón que pasen una muy: ¡Feliz Navidad!
"Mi Niño Jesús, en esta Navidad quiero pedirte que me ayudes a ser cada día una mejor compañera, esposa, madre, amiga, en fin una mejor persona, para ser digna de ti, y poder proyectarlo a los seres que conviven conmigo en cualquier lugar y en cualquier circunstancia.
"Acrecienta en mí la tolerancia, la paciencia, la solidaridad, la honestidad, la sinceridad, la alegría y el entusiasmo, el amor y la ternura, para poder compartirlo con la gente que me rodea.
"Permíteme ver más allá de lo que mis ojos pueden ver, sobre todo, cuando un niño se acerca a mí y ver en él tu rostro cuando sonríe.
"Te pido también por mis hijos (sobre todo por la que en estos momentos está lejos de mí) para que los cuides, los protejas y los guíes, más aún en los momentos difíciles que la vida les tiene reservados, y acreciéntales el amor que sienten por ti, que eres la vida misma.
"Quiero pedirte por las autoridades que dirigen a mí País, para que impere en ellos el compromiso de ser democráticos, justos, honestos y competentes, para que el rostro de la miseria que en estos momento campa por muchas casas desaparezca, dando lugar al bienestar y al desarrollo, habrá menos gente parada.
"Que en todas las familias, no sólo de aquí, sino de todo el mundo, reine el respeto, el cariño, la confianza y el amor, para que se acaben las violencias, los llantos y las tristezas, y ser lo más parecido a esa Sagrada Familia en la cual tú te encuentras ahora, acompañado de tus Santísimos padres.
"También quiero pedirte, niñito Jesús, que estés siempre junto a los niños que al igual que tú, quieren jugar, correr, brincar, saltar, pero por cosas del destino sufren de alguna discapacidad que les impide hacerlo. Enséñales que estando contigo, no hay imposibles.
"Y para no alargar mucho esta carta, pues sé que tienes mucho que hacer, a pesar de ser tan pequeñito, quiero pedirte, mi Niño Jesús, abusando de tu bondad, que seas tú el portador de un abrazo muy fuerte a todos mis amigos / as que por motivos ajenos a mi voluntad no podré dárselos, diles que los quiero mucho y que espero que no pase mucho tiempo para dárselos personalmente, si tú así lo tienes dispuesto.
"Estoy convencida de que mi manera de ser y la conducta que yo observe tiene mucho que ver para que me concedas todo lo que te pedí. Sé que debo ser una digna hija y hermana tuya, congruente entre lo que digo y hago en este largo caminar por la vida y en mi trato con las personas que me rodean, y en eso se centra mi búsqueda constante. Sin embargo, cuando no esté siendo honesta y sincera ni conmigo ni con los demás, por favor "léeme mi carta", como cuando era niña, pues mi madre todavía se encarga de hacerlo ahora que soy mayor. Por todas tus bendiciones ¡Gracias!"
Y para todos y cada uno de los seres que amo (esa palabra me enseño mi madre para expresar mi cariño) y para los que me hacen el favor de leer este carta, les deseo de todo corazón que pasen una muy: ¡Feliz Navidad!
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