En Reims, en Francia, beato Arnoldo (Julián Nicolás) Rèche, hermano del Instituto de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que, dócil a la acción del Espíritu Santo, se entregó por completo a la formación de los jóvenes en su condición de maestro, mostrándose asiduo a la oración.
Julio Nicolás Rèche nació en una familia pobre de Landroff en Lorraine, diócesis de Reims. Primogénito de una modesta familia de nueve hijos, frecuentó la escuela de su pueblo hasta los diez años. Abandonó pronto la escuela para trabajar como mozo de caballerizas, cochero y finalmente carretero al servicio de una empresa de construcción, para contribuir al sostenimiento de los suyos. Siendo joven, fue conocido por sus compañeros de trabajo por su piedad y su autodisciplina. Conoció a los Hermanos Cristianos de La Salle por primera vez cuando seguía clases nocturnas y pidió ingresar en la congregación tomando por nombre Arnoldo, tenía 24 años.
Se destacaron en él los rasgos de hombre de oración intensa y de penitencia, a ejemplo de su fundador. Austero consigo mismo era afectuoso y acogedor con los demás, compañero gozoso y simpático. Practicaba la virtud de la eutrapelia: hacer la vida agradable a los demás. Enseñó durante cuatro años en un pensionado de la calle de Venecia en Reims. A pesar de las exigencias de un tiempo completo dedicado a la enseñanza, logró estudiar y llegó a ser competente en teología, matemáticas, ciencias y agricultura que enseñó a pequeños grupos de alumnos más adelantados y llegó a ser uno de los mejores profesores de este centro. Fue un catequista excepcional. Adquirió un gran conocimiento de las Sagradas Escrituras y de los escritores de teología y espiritualidad.
Durante la guerra Franco-Prusiana de 1870, trabajó con otros Hermanos como enfermero, para dar respuesta a las necesidades médicas y espirituales de los heridos de los dos bandos. Por ello fue condecorado con la cruz de bronce. La intensidad de su vida de oración y su amor por las prácticas de penitencia deciden a los superiores a nombrarle Director del Noviciado de Thillois. Conquistó el corazón de aquellos de quienes estaba encargado por su atención evidente a su desarrollo espiritual y profesional. Se habla de pequeños milagros de curación, así como de su sorprendente capacidad para discernir los pensamientos secretos. El Hermano Arnaldo fue conocido por su devoción a la Pasión del Salvador y su docilidad al Espíritu Santo, que, como a menudo lo hizo observar "fortifica el corazón de los hombres". Cuando el Noviciado fue trasladado a un nuevo centro en Courlancy cerca de Reims en 1885, el Hermano Arnaldo contribuyó a hacérselo dedicar al Sagrado Corazón.
Falleció a la edad de 52 años, con fama de santidad, solamente unos meses después de haber sido nombrado Director del Sagrado Corazón. Fue beatificado el 1 de noviembre de 1987 por SS. Juan Pablo II.
Julio Nicolás Rèche nació en una familia pobre de Landroff en Lorraine, diócesis de Reims. Primogénito de una modesta familia de nueve hijos, frecuentó la escuela de su pueblo hasta los diez años. Abandonó pronto la escuela para trabajar como mozo de caballerizas, cochero y finalmente carretero al servicio de una empresa de construcción, para contribuir al sostenimiento de los suyos. Siendo joven, fue conocido por sus compañeros de trabajo por su piedad y su autodisciplina. Conoció a los Hermanos Cristianos de La Salle por primera vez cuando seguía clases nocturnas y pidió ingresar en la congregación tomando por nombre Arnoldo, tenía 24 años.
Se destacaron en él los rasgos de hombre de oración intensa y de penitencia, a ejemplo de su fundador. Austero consigo mismo era afectuoso y acogedor con los demás, compañero gozoso y simpático. Practicaba la virtud de la eutrapelia: hacer la vida agradable a los demás. Enseñó durante cuatro años en un pensionado de la calle de Venecia en Reims. A pesar de las exigencias de un tiempo completo dedicado a la enseñanza, logró estudiar y llegó a ser competente en teología, matemáticas, ciencias y agricultura que enseñó a pequeños grupos de alumnos más adelantados y llegó a ser uno de los mejores profesores de este centro. Fue un catequista excepcional. Adquirió un gran conocimiento de las Sagradas Escrituras y de los escritores de teología y espiritualidad.
Durante la guerra Franco-Prusiana de 1870, trabajó con otros Hermanos como enfermero, para dar respuesta a las necesidades médicas y espirituales de los heridos de los dos bandos. Por ello fue condecorado con la cruz de bronce. La intensidad de su vida de oración y su amor por las prácticas de penitencia deciden a los superiores a nombrarle Director del Noviciado de Thillois. Conquistó el corazón de aquellos de quienes estaba encargado por su atención evidente a su desarrollo espiritual y profesional. Se habla de pequeños milagros de curación, así como de su sorprendente capacidad para discernir los pensamientos secretos. El Hermano Arnaldo fue conocido por su devoción a la Pasión del Salvador y su docilidad al Espíritu Santo, que, como a menudo lo hizo observar "fortifica el corazón de los hombres". Cuando el Noviciado fue trasladado a un nuevo centro en Courlancy cerca de Reims en 1885, el Hermano Arnaldo contribuyó a hacérselo dedicar al Sagrado Corazón.
Falleció a la edad de 52 años, con fama de santidad, solamente unos meses después de haber sido nombrado Director del Sagrado Corazón. Fue beatificado el 1 de noviembre de 1987 por SS. Juan Pablo II.
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