En Kiev, en Rusia (hoy en Ucrania), san Teodosio, abad, que, según la tradición, fundó el monasterio conocido con el nombre de las Grutas, instituyendo en él la vida cenobítica.
La época del florecimiento de la vida monástica en Rusia empezó con la fundación del monasterio de las Cuevas en Kiev (Kiev-Pecherskaya Lavra). Dicho monasterio no nació por iniciativa de los grandes de este mundo, sino que fue fundado por monjes rusos y para monjes rusos. Sus fundadores, "primeras luces brillantes encendidas por Rusia ante la imagen del Cristo universal", fueron san Antonio y san Teodosio Pechersky.
Teodosio era hijo de padres acomodados. Cuando era joven, se había vestido de esclavo y había trabajado con ellos en las tierras de su padre. Tal actitud horrorizó a su madre. Teodosio le dijo: "Madre mía, escúchame: Nuestro Señor Jesucristo se humilló y se degradó. También en eso estamos obligados a imitarle." Pronto tuvo que abandonar la casa paterna, debido a los golpes y amenazas que se le prodigaban. Entonces, empezó a trabajar con un panadero y aprendió a preparar el pan para los sagrados misterios. Finalmente, hacia el año 1032, ingresó en el monasterio de las Cuevas de Kiev.
Ahí sucedió a Barlaam en el cargo de abad del monasterio de Pechersky. Él fue quien organizó realmente el monasterio y dirigió a la primera generación de monjes rusos. Completó y ensanchó las construcciones e implantó en el monasterio la disciplina y la regla de san Teodoro “Studita”. Dicha regla no ponía únicamente el énfasis en la oración y mortificación como medios de santificación personal, sino también en la necesidad de las obras de misericordia y en la obligación de identificarse con los miembros dolientes del Cuerpo Místico de Cristo. San Teodosio adoptó tanto las prescripciones litúrgicas como las actividades sociales de los estuditas; así, fundó en el monasterio un hospital para los enfermos e inválidos, un albergue para los peregrinos y todos los sábados enviaba a los presos de la cárcel de la ciudad una carreta llena de víveres. Por otra parte, a diferencia de tantos otros monjes primitivos, el santo no huía del trato con los hombres, sus monjes tomaron parte en la evangelización de Kiev y extendió su influencia no sólo a su comunidad sino a la vida de toda la Rusia varangiana. Cuando Svyatoslav arrojó del trono a su propio hermano, Teodosio se le opuso abiertamente y, en varias ocasiones, defendió los derechos de los pobres y oprimidos. La práctica de los "startsy" o directores espirituales, tan característica de la vida religiosa del pueblo ruso, tuvo su origen en la época de san Teodoro, quien invitaba a los habitantes de Kiev, sin distinción de sexo, edad ni condición, a consultarle sus problemas y dificultades. Se cuenta que tenía especial cariño por Juan y María, dos esposos de la región, "porque amaban a Dios y se amaban entre sí."
En cierta ocasión en que el usurpador Svyatoslav invitó a cenar al santo, éste respondió: "No estoy dispuesto a sentarme a la mesa de Jezabel ni a comer el pan amasado con la sangre de un hombre asesinado." En una larga carta que escribió a Svyatoslav, le echó en cara su proceder, contrario a toda justicia y a toda ley y le comparó con el de Caín. El usurpador pensó entonces en desterrar a Teodosio, pero como no se atrevió a hacerlo, le escribió para tratar de ganárselo. La respuesta del santo muestra que, aunque no era un grande de este mundo, se sentía obligado a hacer respetar la autoridad del Evangelio: "¿Qué puede nuestra cólera contra vuestra fuerza, buen señor? Y, sin embargo, tenemos el deber de amonestaros e indicaros lo que es bueno para la salvación de las almas. Y vos tenéis el deber de escucharnos."
San Teodoso celebró con sus hermanos la Pascua de 1074 como de ordinario y murió una semana después. Según su deseo, fue sepultado en una de las cuevas del antiguo monasterio. Pero, en 1091, su cuerpo fue trasladado a la, iglesia principal. En 1108, los obispos de la provincia de Kiev canonizaron a san Teodosio. Fue ésa la segunda canonización que tuvo lugar en Rusia y la primera canonización de un "prepodobny" ("muy parecido"), es decir de un monje muy semejante a Cristo.
La época del florecimiento de la vida monástica en Rusia empezó con la fundación del monasterio de las Cuevas en Kiev (Kiev-Pecherskaya Lavra). Dicho monasterio no nació por iniciativa de los grandes de este mundo, sino que fue fundado por monjes rusos y para monjes rusos. Sus fundadores, "primeras luces brillantes encendidas por Rusia ante la imagen del Cristo universal", fueron san Antonio y san Teodosio Pechersky.
Teodosio era hijo de padres acomodados. Cuando era joven, se había vestido de esclavo y había trabajado con ellos en las tierras de su padre. Tal actitud horrorizó a su madre. Teodosio le dijo: "Madre mía, escúchame: Nuestro Señor Jesucristo se humilló y se degradó. También en eso estamos obligados a imitarle." Pronto tuvo que abandonar la casa paterna, debido a los golpes y amenazas que se le prodigaban. Entonces, empezó a trabajar con un panadero y aprendió a preparar el pan para los sagrados misterios. Finalmente, hacia el año 1032, ingresó en el monasterio de las Cuevas de Kiev.
Ahí sucedió a Barlaam en el cargo de abad del monasterio de Pechersky. Él fue quien organizó realmente el monasterio y dirigió a la primera generación de monjes rusos. Completó y ensanchó las construcciones e implantó en el monasterio la disciplina y la regla de san Teodoro “Studita”. Dicha regla no ponía únicamente el énfasis en la oración y mortificación como medios de santificación personal, sino también en la necesidad de las obras de misericordia y en la obligación de identificarse con los miembros dolientes del Cuerpo Místico de Cristo. San Teodosio adoptó tanto las prescripciones litúrgicas como las actividades sociales de los estuditas; así, fundó en el monasterio un hospital para los enfermos e inválidos, un albergue para los peregrinos y todos los sábados enviaba a los presos de la cárcel de la ciudad una carreta llena de víveres. Por otra parte, a diferencia de tantos otros monjes primitivos, el santo no huía del trato con los hombres, sus monjes tomaron parte en la evangelización de Kiev y extendió su influencia no sólo a su comunidad sino a la vida de toda la Rusia varangiana. Cuando Svyatoslav arrojó del trono a su propio hermano, Teodosio se le opuso abiertamente y, en varias ocasiones, defendió los derechos de los pobres y oprimidos. La práctica de los "startsy" o directores espirituales, tan característica de la vida religiosa del pueblo ruso, tuvo su origen en la época de san Teodoro, quien invitaba a los habitantes de Kiev, sin distinción de sexo, edad ni condición, a consultarle sus problemas y dificultades. Se cuenta que tenía especial cariño por Juan y María, dos esposos de la región, "porque amaban a Dios y se amaban entre sí."
En cierta ocasión en que el usurpador Svyatoslav invitó a cenar al santo, éste respondió: "No estoy dispuesto a sentarme a la mesa de Jezabel ni a comer el pan amasado con la sangre de un hombre asesinado." En una larga carta que escribió a Svyatoslav, le echó en cara su proceder, contrario a toda justicia y a toda ley y le comparó con el de Caín. El usurpador pensó entonces en desterrar a Teodosio, pero como no se atrevió a hacerlo, le escribió para tratar de ganárselo. La respuesta del santo muestra que, aunque no era un grande de este mundo, se sentía obligado a hacer respetar la autoridad del Evangelio: "¿Qué puede nuestra cólera contra vuestra fuerza, buen señor? Y, sin embargo, tenemos el deber de amonestaros e indicaros lo que es bueno para la salvación de las almas. Y vos tenéis el deber de escucharnos."
San Teodoso celebró con sus hermanos la Pascua de 1074 como de ordinario y murió una semana después. Según su deseo, fue sepultado en una de las cuevas del antiguo monasterio. Pero, en 1091, su cuerpo fue trasladado a la, iglesia principal. En 1108, los obispos de la provincia de Kiev canonizaron a san Teodosio. Fue ésa la segunda canonización que tuvo lugar en Rusia y la primera canonización de un "prepodobny" ("muy parecido"), es decir de un monje muy semejante a Cristo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario