En Auvernia, en Aquitania, san Abrúnculo, obispo, quien, expulsado de su sede de Langres por Gundebaldo, el rey de los burgundios, fue puesto al frente de la iglesia de Auvernia.
Se dice que era natural de Digion, porque parece que hay que interpretar de esta forma el calificativo de “divionensis” que le otorga san Gregorio de Tours. Fue elegido obispo de Langres después de la muerte de Fraterno II (c. 450). Langres era en ese momento una plaza clave: al sur de Borgoña, era un sitio de paso de todos los movimientos de pueblos bárbaros; de hecho fue tomada por los bárbaros a los lingons (los habitantes nativos, incorporados al Imperio Romano) en el año 409. Como muchos de sus predecesores y antecesores, su residencia habitual era la ciudad de Digion (esta población perteneció a la diócesis de Langres hasta el 1731), porque la sede episcopal estaba en ruinas a causa de las invasiones bárbaras entre el 407 y el 409.
Era amigo de san Sidonio Apolinar, obispo de Clermont, y por la correspondencia que hubo entre ellos, se conserva una carta de Sidonio dirigida a “domino papae Aprunculo”. La carta de Sidonio a Abrúnculo es una respuesta al pedido de nuestro santo de que tuviera compasión con un esclavo fugitivo, al cual Sidonio, en atención a Abrúnculo, lo manumite y le permite permanecer con el santo. En los escritos donde se lo menciona se hacen grandes elogios de su santidad. Se le atribuye la institución de la escuela pública en el territorio de Langres.
Durante su gobierno, los burgundios arrianos invadieron la región, y el obispo cayo en las sospechas de Gundebaldo, sobrino del rey Chilperico, de simpatizar con los francos. Gregorio de Tours nos informa que era día a día mayor el peligro de que pasaran por cuchillo al obispo, y éste, habiéndose enterado, huyó colándose por la muralla a la ciudad de Dijón, («nocte a castro divionensi per murum demissus»). Se refugió en Auvernia, cuando acababa de morir san Sidonio Apolinar; fue elegido su sucesor para la sede de Clermont en el 479, por recomendación del propio san Sidonio que había tenido una visión que le indicaba que Abrúnculo le sucedería, por lo que a la muerte de este obispo, el pueblo lo eligió. De donde resultó que fue sucesivamente de dos sedes, aunque propiamente no fue regular su salida de Langres. En esta segunda sede gobernó desde el 479 hasta el 488, año en el que sitúan los Bolandistas su muerte. De este segundo periodo de su vida episcopal datan las relaciones epistolares que mantuvo con san Ruricio de Limoges; muchas de sus cartas han llegado hasta nosotros.
Abrúnculo fue sepultado en la iglesia de San Esteban, en un barrio de Clermont. Tiene culto local y se le honra como santo y su fiesta se celebra el 14 de mayo en los calendarios diocesanos de Langres, Digion y Clermont-Ferrand.
Se dice que era natural de Digion, porque parece que hay que interpretar de esta forma el calificativo de “divionensis” que le otorga san Gregorio de Tours. Fue elegido obispo de Langres después de la muerte de Fraterno II (c. 450). Langres era en ese momento una plaza clave: al sur de Borgoña, era un sitio de paso de todos los movimientos de pueblos bárbaros; de hecho fue tomada por los bárbaros a los lingons (los habitantes nativos, incorporados al Imperio Romano) en el año 409. Como muchos de sus predecesores y antecesores, su residencia habitual era la ciudad de Digion (esta población perteneció a la diócesis de Langres hasta el 1731), porque la sede episcopal estaba en ruinas a causa de las invasiones bárbaras entre el 407 y el 409.
Era amigo de san Sidonio Apolinar, obispo de Clermont, y por la correspondencia que hubo entre ellos, se conserva una carta de Sidonio dirigida a “domino papae Aprunculo”. La carta de Sidonio a Abrúnculo es una respuesta al pedido de nuestro santo de que tuviera compasión con un esclavo fugitivo, al cual Sidonio, en atención a Abrúnculo, lo manumite y le permite permanecer con el santo. En los escritos donde se lo menciona se hacen grandes elogios de su santidad. Se le atribuye la institución de la escuela pública en el territorio de Langres.
Durante su gobierno, los burgundios arrianos invadieron la región, y el obispo cayo en las sospechas de Gundebaldo, sobrino del rey Chilperico, de simpatizar con los francos. Gregorio de Tours nos informa que era día a día mayor el peligro de que pasaran por cuchillo al obispo, y éste, habiéndose enterado, huyó colándose por la muralla a la ciudad de Dijón, («nocte a castro divionensi per murum demissus»). Se refugió en Auvernia, cuando acababa de morir san Sidonio Apolinar; fue elegido su sucesor para la sede de Clermont en el 479, por recomendación del propio san Sidonio que había tenido una visión que le indicaba que Abrúnculo le sucedería, por lo que a la muerte de este obispo, el pueblo lo eligió. De donde resultó que fue sucesivamente de dos sedes, aunque propiamente no fue regular su salida de Langres. En esta segunda sede gobernó desde el 479 hasta el 488, año en el que sitúan los Bolandistas su muerte. De este segundo periodo de su vida episcopal datan las relaciones epistolares que mantuvo con san Ruricio de Limoges; muchas de sus cartas han llegado hasta nosotros.
Abrúnculo fue sepultado en la iglesia de San Esteban, en un barrio de Clermont. Tiene culto local y se le honra como santo y su fiesta se celebra el 14 de mayo en los calendarios diocesanos de Langres, Digion y Clermont-Ferrand.
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