Fiesta de san Mateo, Apóstol y Evangelista, que, conocido como Leví, fue llamado por Jesús a seguirlo, dejó su oficio de publicano y exactor de impuestos y, elegido entre los Apóstoles, escribió un Evangelio, en el que se proclama que Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán, ha llevado a cumplimiento las promesas del Antiguo Testamento.
Los testimonios bíblicos nos presentan a este Leví como publicano o recaudador de impuestos, hijo de Alfeo (Mc 2,14), de origen hebreo (Mateo deriva del arameo; tal vez signifique "don de Dios"). Estaba al servicio de Herodes Antipas en Cafarnaú (su ciudad natal); su oficio consistía en recoger los aranceles de las mercancías que venían del lago Genesaret, y una tasa que los pasajeros pagaban por el agua.
Así describió él mismo su vocación: "vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: sígueme. Él se levantó y lo siguió. Y estando a la mesa en casa de Mateo, muchos recaudadores y pecadores que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, decían a los discípulos: ¿cómo es que vuestro maestro come con recaudadores y pecadores?".
Fue identificado por Eusebio con el autor del primer evangelio, escrito en arameo, del que no existe rastro alguno, sino su versión griega, aunque los exégetas actuales creen que sólo ha existido la versión griega. La intención del evangelio de Mateo, dirigido a la comunidad hebrea de Palestina y Siria, se preocupa en demostrar que la historia de Jesús y de su comunidad está en profunda armonía con las Escrituras, siempre que se lean correctamente; también pone de manifiesto la originalidad cristiana, frente al judaísmo legal. La duplicidad del nombre, Leví-Mateo (forma griega de Mathai) no contrasta con el uso judío (Simón-Pedro, Saulo-Pablo) y figura en la lista de los doce apóstoles: en séptimo lugar en Mc 3,18 y Lc 6,15; y en octavo lugar en Mt 10,3 y en At 1,13. Los santos Padres destacan tres características de su santidad: la pronta obediencia (respondió en seguida a la invitación de Jesús); la generosidad (abandonó todo); su humildad (en su evangelio habla de sí, como un pecador).
Según fuentes legendarias apócrifas, evangelizó varias regiones: primero a los judíos de Judea, después a los partos, de Persia, y con probabilidad de Etiopía (según el Martirologio Romano), donde llegó a convertir a la hija del rey (santa Ifigenia) y sufrió el martirio.
Hay tradiciones diferentes que le atribuyen haber evangelizado Judea, Macedonia, España, Persia y la India. Las distintas versiones sobre su martirio se contradicen. Según algunos habría sido decapitado, o atravesado por la espada, lapidado o muerto en la hoguera. Sus reliquias fueron trasladadas de Etiopía a Paestum, y luego, en el siglo X a Salerno. Patrón de Salerno.
Los testimonios bíblicos nos presentan a este Leví como publicano o recaudador de impuestos, hijo de Alfeo (Mc 2,14), de origen hebreo (Mateo deriva del arameo; tal vez signifique "don de Dios"). Estaba al servicio de Herodes Antipas en Cafarnaú (su ciudad natal); su oficio consistía en recoger los aranceles de las mercancías que venían del lago Genesaret, y una tasa que los pasajeros pagaban por el agua.
Así describió él mismo su vocación: "vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: sígueme. Él se levantó y lo siguió. Y estando a la mesa en casa de Mateo, muchos recaudadores y pecadores que habían acudido, se sentaron con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, decían a los discípulos: ¿cómo es que vuestro maestro come con recaudadores y pecadores?".
Fue identificado por Eusebio con el autor del primer evangelio, escrito en arameo, del que no existe rastro alguno, sino su versión griega, aunque los exégetas actuales creen que sólo ha existido la versión griega. La intención del evangelio de Mateo, dirigido a la comunidad hebrea de Palestina y Siria, se preocupa en demostrar que la historia de Jesús y de su comunidad está en profunda armonía con las Escrituras, siempre que se lean correctamente; también pone de manifiesto la originalidad cristiana, frente al judaísmo legal. La duplicidad del nombre, Leví-Mateo (forma griega de Mathai) no contrasta con el uso judío (Simón-Pedro, Saulo-Pablo) y figura en la lista de los doce apóstoles: en séptimo lugar en Mc 3,18 y Lc 6,15; y en octavo lugar en Mt 10,3 y en At 1,13. Los santos Padres destacan tres características de su santidad: la pronta obediencia (respondió en seguida a la invitación de Jesús); la generosidad (abandonó todo); su humildad (en su evangelio habla de sí, como un pecador).
Según fuentes legendarias apócrifas, evangelizó varias regiones: primero a los judíos de Judea, después a los partos, de Persia, y con probabilidad de Etiopía (según el Martirologio Romano), donde llegó a convertir a la hija del rey (santa Ifigenia) y sufrió el martirio.
Hay tradiciones diferentes que le atribuyen haber evangelizado Judea, Macedonia, España, Persia y la India. Las distintas versiones sobre su martirio se contradicen. Según algunos habría sido decapitado, o atravesado por la espada, lapidado o muerto en la hoguera. Sus reliquias fueron trasladadas de Etiopía a Paestum, y luego, en el siglo X a Salerno. Patrón de Salerno.
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