lunes, 16 de agosto de 2010

Lecturas



Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho

Me vino esta palabra del Señor: «Hijo de Adán, voy a arrebatarte repentinamente el encanto de tus ojos; no llores ni hagas duelo ni derrames lágrimas; aflígete en silencio como un muerto, sin hacer duelo; líate el turbante y cálzate las sandalias; no te emboces la cara ni comas el pan del duelo. » Por la mañana, yo hablaba a la gente; por la tarde, se murió mi mujer; y, a la mañana siguiente, hice lo que se me había mandado. Entonces me dijo la gente: «¿Quieres explicarnos qué nos anuncia lo que estás haciendo?» Les respondí: «Me vino esta palabra del Señor: “Dile a la casa de Israel: ‘Así dice el Señor: Mira, voy a profanar mi santuario, vuestro soberbio baluarte, el encanto de vuestros ojos, el tesoro de vuestras almas. Los hijos e hijas que dejasteis caerán a espada. Entonces haréis lo que yo he hecho: no os embozaréis la cara ni comeréis el pan del duelo; seguiréis con el turbante en la cabeza y las sandalias en los pies, no lloraréis ni haréis luto; os consumiréis por vuestra culpa y os lamentaréis unos con otros. Ezequiel os servirá de señal: haréis lo mismo que él ha hecho. Y, cuando suceda, sabréis que yo soy el Señor.”‘»


Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, así tendrás un tesoro en el cielo

En aquel tiempo, se acercó uno a Jesús y le preguntó: -«Maestro, ¿qué tengo que hacer de bueno para obtener la vida eterna? » Jesús le contestó: -« ¿Por qué me preguntas qué es bueno? Uno solo es Bueno. Mira, si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. » Él le preguntó: -«¿Cuáles?» Jesús le contestó: -«No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre, y ama a tu prójimo como a ti mismo. » El muchacho le dijo: -«Todo eso lo he cumplido. ¿Qué me falta?» Jesús le contestó: -«Si quieres llegar hasta el final, vende lo que tienes, da el dinero a los pobres –así tendrás un tesoro en el cielo- y luego vente conmigo. » Al oír esto, el joven se fue triste, porque era rico.

Palabra del Señor.

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