jueves, 25 de diciembre de 2008

La mesa de Nochebuena... y su significado

Buenos días y FELIZ NATIVIDAD de NUESTRO SEÑOR:

Quiero desde estas líneas de mi blog, hacer un pequeño homenaje a una persona que no tengo el gusto de conocer, compañera del foro LDTV, que aun sin conocerla logra que la queramos por su enorme sensibilidad y amor a su prójimo.

No le he pedido permiso para insertar aquí su escrito, pero también se que no le importara, porque sus palabras son palabras de DIOS vivo, y hay que difundirlas a los cuatro vientos, es el viento fresco que inunda nuestros corazones, ojala todos nosotros siguiéramos su ejemplo, y cada mañana ventiláramos y aireáramos nuestro corazón.

Me la imagino igual a la persona de la foto, que inserto.

PRECIOSA CARTA A TODA LA HUMANIDAD

Yo os deseo que paséis una noche especialmente serena, de esas en las que uno cena con los suyos y luego una buena tertulia, sus risas, sus abrazos, su cercanía... lo que es cenar en familia, vamos. Sin más. Sin menos.

Que si hay diferencias, sepamos posponerlas, si no resolverlas.

Que nos demos cuenta de lo mucho, lo mucho que tenemos, y de lo que hay quien carece. Y no me refiero a lo que se coloca en el centro de una mesa, si no de lo que se sienta alrededor. Porque la Navidad, somos y la hacemos las personas, no los manjares ni los adornos...

Que tomemos veinte segundos de esta noche, entre la vorágine de platos, de copas, de dulces, de cavas... y miremos a la cara a todos y cada uno de los que nos acompañan. Un padre, un hermano, una pareja, un hijo, un abuelo, un nieto... y recordemos que hay quien no los tiene, porque los ha perdido para siempre, o porque no ha podido reunirse con ellos, y está solo en esas precisas horas...

Poder darles un beso en la cara, decirles una palabra de ternura, acariciar su mano, y desaprovechar la ocasión, es despreciar un lujo que no todos tienen.

Decidles cuánto los queréis, cuánto los necesitáis, y lo orgullosos que estáis de compartir esta cena en su compañía. Es la mayor de las felicidades, que sólo valoramos cuando la perdemos. Hagámos que la Navidad recobre un poco de sentido. ¡Es tan sencillo...! Está dentro. En nuestras manos. No las escondamos...

Que el año que viene sea venturoso, dependerá mucho de nosotros, de cómo percibimos las cosas. Si miramos hacia atrás y no estamos satisfechos, quizá sea el momento, aprovechando que comienza el año, de cambiar lo que esté a nuestro alcance, que es mucho, para que dentro de 365 días nos sintamos mejor. Es la mejor de las venturas. La que uno mismo se trabaja. Lo demás, son sólo circunstancias.

Si alguien lee esto, y es capaz de vencer un miedo, una vergüenza, un rencor, un silencio, un orgullo... está haciendo Navidad.

Un beso enorme a todos...

AMEN

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola, Nieto:

Sencillamente, gracias.

No sólo no necesitas permiso de ninguna clase, sino que es un honor que hayas tomado en tan alta consideración unas sencillas palabras.

Palabras, que una vez dichas, ya no son mías. Son de quien las aprecia, de quien las dota de significado. Como ya he dicho, las palabras son la herramienta. Pero son las manos las que las hacen buenas, malas o insignificantes.

El tuyo es el mejor de los reconocimientos.

Me consta tu coherencia, Nieto, la elegancia de tu personalidad, y tu buena voluntad. Por eso, sabes que cuentas con todos mis respetos. Lo que hace doble el halago.

Recibe un afectuosísimo abrazo.

El barco, de LDTV.

Anónimo dijo...

Se ve que la Navidad enciende lo más humano que hay en nosotros. El Adviento anuncia algo más que unas fiestas para celebrar: anuncia sosiego.

El amor, en sus diferentes variantes, nos acerca más a lo Divino.

Deus caritas est.

Paz a los hombres de buena voluntad.

Anónimo dijo...

Para Nieto:
Te dejo aquí un poema de uno de los grandes poetas místicos del siglo de oro español,San Juan de la Cruz:

"¿Adónde te escondiste?
En una noche oscura
¡Oh, llama de amor viva!
Entreme donde no supe
Vivo sin vivir en mí
Tras de un amoroso lance
Un pastorcico solo está penado
Que bien sé yo la fonte
En el principio moraba
En aquel amor inmenso
Una esposa que te ame
Hágase, pues, dijo el Padre
Con esta buena esperanza
En aquéllos y otros ruegos
Ya que el tiempo era llegado
Entonces llamó un arcángel
Ya que era llegado el tiempo
Encima de las corrientes".

Un abrazo.
gerry