En Lisboa, de Portugal, san Nuno Álvarez Pereira, que primero fue puesto al frente de la defensa del reino y más tarde recibido entre los hermanos oblatos en la Orden Carmelitana, donde llevó una vida pobre y escondida en Cristo.
Nació en Sernache de Bomjardim (Portugal). Su padre era don Álvaro Gonçalves Pereira, gran prior del priorato de Crato de la Orden de los caballeros de San Juan de Jerusalén (orden de Malta). Su infancia la pasó entre los soldados de su padre y, a los 13 años, fue admitido en la corte del rey Fernando para que se adiestrara en la milicia y, a pesar de su juventud, en ella dio muestras de gran valentía y por ello fue armado caballero, como escudero de la reina. A los 16 años, se casó con doña Leonor de Alvím de la que tuvo tres hijos. Dos de ellos murieron muy pronto y Beatriz, la tercera, casó con Alfonso, hijo del rey Juan I.
En aquella época, Portugal y Castilla, estaban en continuos litigios bélicos y durante ellos, Nuño, luchó con todas sus fuerzas por la independencia de su patria, demostrando gran valentía y destreza militar. Famosas fueron las batallas de Aljubarrota y Valverde en las que salió victorioso. Las contiendas militares, no le estorbaron su profunda vida cristiana que, para él, siempre fue lo primero. El Maestre de Avis, proclamado rey de Portugal, le nombró su Condestable, así a los 25 años era jefe supremo del ejército. Fue nombrado “héroe nacional”, y el común del pueblo le llamó el “santo Condestable”.
Era devotísimo del Santísimo Sacramento y de María a la que levantó la famosa iglesia del Carmen de Lisboa y otros muchos santuarios, como el monasterio de Batalha; también visitó numerosos santuarios marianos. Después de la muerte de su esposa (1387), ya no quiso contraer nuevas nupcias y siempre fue exigente con la moralidad de sus soldados y más aún con la suya propia. Era modelo, para cuantos le contemplaban, en todas las virtudes. En 1423, abandonó todas sus posesiones y honores y vistió el hábito carmelita como hermano donado en el convento de Lisboa, que el mismo había fundado, con el nombre de fray Nuno de Santa María. En el convento fue la admiración de todos por su gran humildad, servicio, caridad y piedad. Para alejarse más del mundo quiso irse a un convento lejos de donde le conocieran, pero no se lo permitieron. Sus gestas han sido cantadas por Camoens en su libro: "Os Lusiadas". Fue sepultado en el convento del Carmen de Lisboa.
Fue canonizado por Benedicto XVI en 2009 y la fecha de su culto se ha establecido el 1 de noviembre.
Nació en Sernache de Bomjardim (Portugal). Su padre era don Álvaro Gonçalves Pereira, gran prior del priorato de Crato de la Orden de los caballeros de San Juan de Jerusalén (orden de Malta). Su infancia la pasó entre los soldados de su padre y, a los 13 años, fue admitido en la corte del rey Fernando para que se adiestrara en la milicia y, a pesar de su juventud, en ella dio muestras de gran valentía y por ello fue armado caballero, como escudero de la reina. A los 16 años, se casó con doña Leonor de Alvím de la que tuvo tres hijos. Dos de ellos murieron muy pronto y Beatriz, la tercera, casó con Alfonso, hijo del rey Juan I.
En aquella época, Portugal y Castilla, estaban en continuos litigios bélicos y durante ellos, Nuño, luchó con todas sus fuerzas por la independencia de su patria, demostrando gran valentía y destreza militar. Famosas fueron las batallas de Aljubarrota y Valverde en las que salió victorioso. Las contiendas militares, no le estorbaron su profunda vida cristiana que, para él, siempre fue lo primero. El Maestre de Avis, proclamado rey de Portugal, le nombró su Condestable, así a los 25 años era jefe supremo del ejército. Fue nombrado “héroe nacional”, y el común del pueblo le llamó el “santo Condestable”.
Era devotísimo del Santísimo Sacramento y de María a la que levantó la famosa iglesia del Carmen de Lisboa y otros muchos santuarios, como el monasterio de Batalha; también visitó numerosos santuarios marianos. Después de la muerte de su esposa (1387), ya no quiso contraer nuevas nupcias y siempre fue exigente con la moralidad de sus soldados y más aún con la suya propia. Era modelo, para cuantos le contemplaban, en todas las virtudes. En 1423, abandonó todas sus posesiones y honores y vistió el hábito carmelita como hermano donado en el convento de Lisboa, que el mismo había fundado, con el nombre de fray Nuno de Santa María. En el convento fue la admiración de todos por su gran humildad, servicio, caridad y piedad. Para alejarse más del mundo quiso irse a un convento lejos de donde le conocieran, pero no se lo permitieron. Sus gestas han sido cantadas por Camoens en su libro: "Os Lusiadas". Fue sepultado en el convento del Carmen de Lisboa.
Fue canonizado por Benedicto XVI en 2009 y la fecha de su culto se ha establecido el 1 de noviembre.
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