En Roma, beata María de Jesús Buen Pastor (Francisca) de Siedliska, virgen, que dejó Polonia por los problemas con los gobernantes y fundó el Instituto de Hermanas de la Santa Familia de Nazaret, al servicio de los emigrantes de su patria.
Se llamaba Franciszka Siedliska. Nació en Roszkowa Wola, cerca de Varsovia en el seno de una antigua familia de la nobleza polaca. En 1854 toma contacto con el padre capuchino Leandro Lendzian, tiempo que Francisca ve como el de su profunda conversión al Dios Amor. Rechazando los planes de matrimonio que sus padres hacían para ella, continúa a través de los años cultivando su aspiración a consagrarse enteramente a Dios, proyecto que sin embargo era obstaculizado por su mala salud.
En abril de 1873, su padre espiritual, el p. Ladislao, le sugiere la fundación de un instituto religioso. Así lo hace, seguida en principio por su madre -viuda desde hacía tres años- y de dos ancianas terciarias franciscanas conocidas del P. Ladislao. La nueva comunidad debía estar dedicada a la adoración del Santísimo Sacramento, a la imitación de María Virgen y a la educación catequística de las jóvenes. A causa de la oposición del gobierno ruso no se podía abrir en la Polonia de aquel tiempo la casa-madre, por lo que Francisca parte a Roma a presentar su proyecto al Papa Pío IX. Fue recibida por el Pontífice el 1 de octubre de 1873, que aprobó la idea de la fundación de las «Hermanas de la Sagrada Familia de Nazareth». Luego retorna a Polonia en busca de un lugar donde establecer el instituto; fue también a Lourdes, en Francia, pero finalmente retornó a Roma en 1874, donde fundó la casa-madre, teniendo como consejero al General de los Resurreccionistas, Padre Semenko.
El ideal ascético de la fundación maduró en 1875: imitar la vida escondida y todas las virtudes de la Sagrada Familia de Nazareth. En 1881 funda una nueva casa en Cracovia, Polonia, y el 1 de mayo de 1884 Francisca y las primeras compañeras de fundación hacen su profesión religiosa; es en esta ocasión en que la ahora beata toma el nombre de María de Jesús Buen Pastor. 1885, 1889, 1896, fechas en las que en distintos viajes a EEUU realiza el deseo de fundar casas en ese país, acompañando las migraciones polacas que se sucedían; asimismo en 1892 y 1895 abre casas en París y Londres, respectivamente. Mientras tanto preparaba las Constituciones, en las cuales se declaraba como fin principal reconducir las almas a la verdad y llevarlas a conocer y amar a la Iglesia a través de: la oración, la Eucaristía, los sufrimientos, el trabajo ofrecido por las intenciones de la Iglesia y del Papa, además de atender a los emigrantes polacos. Deseó que la aportación más importante de su Instituto fuera la ayuda a la familia. Las Constituciones, retocadas y ampliadas, fueron aprobadas finalmente por la Santa Sede en 1923.
Pero su fuerte fibra comenzó a decaer por las fatigas, los viajes, las preocupaciones, y las enfermedades, tanto que acepta seguir el consejo del médico y toma un período de reposo entre las benedictinas de Subiaco, volviendo a Roma en octubre de 1902. Pero el 15 de noviembre tuvo que ser ingresada por una peritonitis aguda, y el 21 murió santamente. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II en Roma, el 23 de abril de 1989.
Se llamaba Franciszka Siedliska. Nació en Roszkowa Wola, cerca de Varsovia en el seno de una antigua familia de la nobleza polaca. En 1854 toma contacto con el padre capuchino Leandro Lendzian, tiempo que Francisca ve como el de su profunda conversión al Dios Amor. Rechazando los planes de matrimonio que sus padres hacían para ella, continúa a través de los años cultivando su aspiración a consagrarse enteramente a Dios, proyecto que sin embargo era obstaculizado por su mala salud.
En abril de 1873, su padre espiritual, el p. Ladislao, le sugiere la fundación de un instituto religioso. Así lo hace, seguida en principio por su madre -viuda desde hacía tres años- y de dos ancianas terciarias franciscanas conocidas del P. Ladislao. La nueva comunidad debía estar dedicada a la adoración del Santísimo Sacramento, a la imitación de María Virgen y a la educación catequística de las jóvenes. A causa de la oposición del gobierno ruso no se podía abrir en la Polonia de aquel tiempo la casa-madre, por lo que Francisca parte a Roma a presentar su proyecto al Papa Pío IX. Fue recibida por el Pontífice el 1 de octubre de 1873, que aprobó la idea de la fundación de las «Hermanas de la Sagrada Familia de Nazareth». Luego retorna a Polonia en busca de un lugar donde establecer el instituto; fue también a Lourdes, en Francia, pero finalmente retornó a Roma en 1874, donde fundó la casa-madre, teniendo como consejero al General de los Resurreccionistas, Padre Semenko.
El ideal ascético de la fundación maduró en 1875: imitar la vida escondida y todas las virtudes de la Sagrada Familia de Nazareth. En 1881 funda una nueva casa en Cracovia, Polonia, y el 1 de mayo de 1884 Francisca y las primeras compañeras de fundación hacen su profesión religiosa; es en esta ocasión en que la ahora beata toma el nombre de María de Jesús Buen Pastor. 1885, 1889, 1896, fechas en las que en distintos viajes a EEUU realiza el deseo de fundar casas en ese país, acompañando las migraciones polacas que se sucedían; asimismo en 1892 y 1895 abre casas en París y Londres, respectivamente. Mientras tanto preparaba las Constituciones, en las cuales se declaraba como fin principal reconducir las almas a la verdad y llevarlas a conocer y amar a la Iglesia a través de: la oración, la Eucaristía, los sufrimientos, el trabajo ofrecido por las intenciones de la Iglesia y del Papa, además de atender a los emigrantes polacos. Deseó que la aportación más importante de su Instituto fuera la ayuda a la familia. Las Constituciones, retocadas y ampliadas, fueron aprobadas finalmente por la Santa Sede en 1923.
Pero su fuerte fibra comenzó a decaer por las fatigas, los viajes, las preocupaciones, y las enfermedades, tanto que acepta seguir el consejo del médico y toma un período de reposo entre las benedictinas de Subiaco, volviendo a Roma en octubre de 1902. Pero el 15 de noviembre tuvo que ser ingresada por una peritonitis aguda, y el 21 murió santamente. Fue beatificada por SS. Juan Pablo II en Roma, el 23 de abril de 1989.
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