En Florencia, Italia, beata María Teresa de Jesús (María Scrilli), virgen, fundadora de la congregación de Hermanas de Nuestra Señora del Monte Carmelo.
María Scrilli nació en Montevarchi (Arezzo, Italia), en el seno de una familia acomodada. No fue muy querida por sus padres que esperaban un hijo. En su adolescencia padeció una grave enfermedad, que la mantuvo inmóvil en el lecho durante dos años. Al final se curó milagrosamente gracias a la intercesión de san Florencio. Decidió ingresar en el convento carmelita de Santa María Magdalena de Pazzi, en Florencia, superando la oposición de sus padres.
Con todo, sólo permaneció en el convento dos meses; su destino era otro. Regresó a su casa y se puso a enseñar a niñas; abrió una pequeña escuela para las niñas que le habían encomendado. Las autoridades del lugar le encomendaron las Escuelas normales Leopoldinas. Todo ello hizo comprender la necesidad de fundar un instituto religioso dedicado exclusivamente a la educación de la juventud.
En 1854 fundó la Congregación de las Religiosas de Nuestra Señora del Carmen. Al profesar tomó el nombre de María Teresa de Jesús. Lamentablemente, la situación política, el anticlericalismo y la masonería dominantes en la época hicieron que la nueva Institución se disolviera casi al nacer. En 1859, los políticos de Montevarchi, las expulsaron, y las hicieron regresar a sus casas. La madre María Teresa marchó a Florencia en 1878, donde intentó rehacer la comunidad. Abrió una escuela para niñas pobres y un internado para la formación de niñas. Sin embargo, las tribulaciones no habían terminado: en poco tiempo fallecieron varias religiosas a causa de la vida demasiado austera que llevaban y de los ambientes poco saludables donde actuaban. Después de numerosos y largos sufrimientos, falleció en Florencia. Después de su muerte la fundación religiosa floreció. Fue beatificada por SS. Benedicto XVI el 8 de octubre de 2006.
María Scrilli nació en Montevarchi (Arezzo, Italia), en el seno de una familia acomodada. No fue muy querida por sus padres que esperaban un hijo. En su adolescencia padeció una grave enfermedad, que la mantuvo inmóvil en el lecho durante dos años. Al final se curó milagrosamente gracias a la intercesión de san Florencio. Decidió ingresar en el convento carmelita de Santa María Magdalena de Pazzi, en Florencia, superando la oposición de sus padres.
Con todo, sólo permaneció en el convento dos meses; su destino era otro. Regresó a su casa y se puso a enseñar a niñas; abrió una pequeña escuela para las niñas que le habían encomendado. Las autoridades del lugar le encomendaron las Escuelas normales Leopoldinas. Todo ello hizo comprender la necesidad de fundar un instituto religioso dedicado exclusivamente a la educación de la juventud.
En 1854 fundó la Congregación de las Religiosas de Nuestra Señora del Carmen. Al profesar tomó el nombre de María Teresa de Jesús. Lamentablemente, la situación política, el anticlericalismo y la masonería dominantes en la época hicieron que la nueva Institución se disolviera casi al nacer. En 1859, los políticos de Montevarchi, las expulsaron, y las hicieron regresar a sus casas. La madre María Teresa marchó a Florencia en 1878, donde intentó rehacer la comunidad. Abrió una escuela para niñas pobres y un internado para la formación de niñas. Sin embargo, las tribulaciones no habían terminado: en poco tiempo fallecieron varias religiosas a causa de la vida demasiado austera que llevaban y de los ambientes poco saludables donde actuaban. Después de numerosos y largos sufrimientos, falleció en Florencia. Después de su muerte la fundación religiosa floreció. Fue beatificada por SS. Benedicto XVI el 8 de octubre de 2006.
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