En Chálon-sur-Saóne, en Burgundia, sepultura de san Gontrán, rey de los francos, que distribuyó sus tesoros entre las iglesias y los pobres.
Rey de Orleáns y de Borgoña. Hijo de Clotario I; al morir éste, gobernó sus estados con justicia y misericordia, después de su conversión. No se caracteriza por su virtud. Tomó la sirvienta de uno de sus vasallos para durmiera con él, hasta que le dio un hijo. Después se casó con la hija de un duque franco, Marcatrudis. Al darle su mujer un hijo también varón, ella se puso celosa y mató al bastardo, pero su hijo también murió. El rey lleno de ira, la arrojó de su lado. Entonces se casó con Austrigilda y a la muerte de su hermano Cariberto, que dejó varias viudas, una de ellas, Teodigilda, se le ofreció en matrimonio, Gontrán, le prometió matrimonio, pero lo que hizo fue despojarla de sus bienes y encerrarla en un convento. Sus cuñados hablaban muy mal de la reina Austrigilda, y en un ataque de ira, el rey, mandó decapitarla y despojarla de sus bienes.
Pero al morir también los dos hijos que había tenido con Austrigilda, Gontran empezó a arrepentirse. Mantuvo relaciones cordiales con los obispos y les pidió su bendición. En su vejez repartió limosnas en abundancia e instituyó días de oración y ayuno durante la peste, dando él el mejor ejemplo.
Perdonó a dos asesinos que Fredegunda, esposa de Chilperico I, había enviado para darle muerte, y otorgó su protección a aquélla para que su hijo Clotario fuese reconocido rey de Neustria. Fundó varios monasterios entre ellos el de San Marcel de Châlons-sur-Saone. Ordenó la pena de muerte a todos aquellos que asesinaban; no se salvaron ni los de su familia, entre ellos su mujer y la ejecución de su médico; lleno de remordimientos lloró sus pecados por toda su vida.
Fue uno de los pocos reyes merovingios que murió en la cama. Su virtud estriba en que fue el único rey merovingio que protegió la libertad de los obispos y que intentó la pacificación de su reino siendo justo, pensando en "la justicia" de la época a la que nos referimos.
Rey de Orleáns y de Borgoña. Hijo de Clotario I; al morir éste, gobernó sus estados con justicia y misericordia, después de su conversión. No se caracteriza por su virtud. Tomó la sirvienta de uno de sus vasallos para durmiera con él, hasta que le dio un hijo. Después se casó con la hija de un duque franco, Marcatrudis. Al darle su mujer un hijo también varón, ella se puso celosa y mató al bastardo, pero su hijo también murió. El rey lleno de ira, la arrojó de su lado. Entonces se casó con Austrigilda y a la muerte de su hermano Cariberto, que dejó varias viudas, una de ellas, Teodigilda, se le ofreció en matrimonio, Gontrán, le prometió matrimonio, pero lo que hizo fue despojarla de sus bienes y encerrarla en un convento. Sus cuñados hablaban muy mal de la reina Austrigilda, y en un ataque de ira, el rey, mandó decapitarla y despojarla de sus bienes.
Pero al morir también los dos hijos que había tenido con Austrigilda, Gontran empezó a arrepentirse. Mantuvo relaciones cordiales con los obispos y les pidió su bendición. En su vejez repartió limosnas en abundancia e instituyó días de oración y ayuno durante la peste, dando él el mejor ejemplo.
Perdonó a dos asesinos que Fredegunda, esposa de Chilperico I, había enviado para darle muerte, y otorgó su protección a aquélla para que su hijo Clotario fuese reconocido rey de Neustria. Fundó varios monasterios entre ellos el de San Marcel de Châlons-sur-Saone. Ordenó la pena de muerte a todos aquellos que asesinaban; no se salvaron ni los de su familia, entre ellos su mujer y la ejecución de su médico; lleno de remordimientos lloró sus pecados por toda su vida.
Fue uno de los pocos reyes merovingios que murió en la cama. Su virtud estriba en que fue el único rey merovingio que protegió la libertad de los obispos y que intentó la pacificación de su reino siendo justo, pensando en "la justicia" de la época a la que nos referimos.
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