En el Monte Carmelo, en Palestina, beato Bertoldo, que, siendo militar, fue admitido entre los hermanos que vivían vida religiosa en este monte, y más adelante, elegido prior, encomendó la piadosa comunidad a la Madre de Dios.
Nació en Francia y estudió Teología en París, donde fue elevado al sacerdocio. Con su pariente Aimerico, que después llegó a ser patriarca latino de Antioquía, acompañó a los cruzados hacia el Oriente y, se encontraba en Antioquía en el tiempo en que ésta fue sitiada por los sarracenos.
Se dice que tuvo una revelación divina, por la que se le dio a conocer que el sitio de la población era un castigo por los pecados y especialmente por la vida licenciosa de los soldados cristianos. Bertoldo se ofreció en sacrificio e hizo voto de que si los cristianos eran salvados de ese gran peligro, dedicaría el resto de su vida al servicio de María. En una visión se le apareció Cristo acompañado de María y san Pedro, llevando en sus manos una gran cruz luminosa; el Salvador se dirigió a Bertoldo y le habló de la ingratitud de los cristianos, en pago por todas las bendiciones que habían llovido sobre ellos. Debido a las insistencias y advertencias del santo, los ciudadanos y los soldados fueron movidos a penitencia. Aunque estaban débiles por los ayunos y privaciones, salieron completamente victoriosos cuando tuvo lugar el siguiente asalto y la ciudad y el ejército fueron liberados. Todo esto sin embargo, al parecer, es una leyenda.
Lo cierto es que Bertoldo, atraído por la vida monástica, se retiró al monte Carmelo. Con la ayuda de su primo el obispo, reunió a todos los monjes dispersos del Carmelo. Les construyó un pequeño convento, y empezó con ellos el embrión de lo que luego sería la Orden carmelitana. La vida de Bertoldo transcurrió, en gran parte, en la oscuridad y no hay mucho que relatar acerca de él, excepto el haber emprendido la construcción y reconstrucción de edificios monásticos y el haberlos dedicado en honor del profeta Elías. Bertoldo gobernó la comunidad por cuarenta y cinco años y parece haber permanecido allí hasta el tiempo de su muerte.
Hay una controversia entre los bolandistas y la Orden carmelitana a propósito de este santo. Según los bolandistas fue el primer superior general de los carmelitas, según los carmelitas, su primer superior fue Elías el profeta y de este santo dicen que nació en Lombardía y que fue el segundo prior general de los carmelitas. Su culto fue confirmado por Clemente IX en 1672.
Nació en Francia y estudió Teología en París, donde fue elevado al sacerdocio. Con su pariente Aimerico, que después llegó a ser patriarca latino de Antioquía, acompañó a los cruzados hacia el Oriente y, se encontraba en Antioquía en el tiempo en que ésta fue sitiada por los sarracenos.
Se dice que tuvo una revelación divina, por la que se le dio a conocer que el sitio de la población era un castigo por los pecados y especialmente por la vida licenciosa de los soldados cristianos. Bertoldo se ofreció en sacrificio e hizo voto de que si los cristianos eran salvados de ese gran peligro, dedicaría el resto de su vida al servicio de María. En una visión se le apareció Cristo acompañado de María y san Pedro, llevando en sus manos una gran cruz luminosa; el Salvador se dirigió a Bertoldo y le habló de la ingratitud de los cristianos, en pago por todas las bendiciones que habían llovido sobre ellos. Debido a las insistencias y advertencias del santo, los ciudadanos y los soldados fueron movidos a penitencia. Aunque estaban débiles por los ayunos y privaciones, salieron completamente victoriosos cuando tuvo lugar el siguiente asalto y la ciudad y el ejército fueron liberados. Todo esto sin embargo, al parecer, es una leyenda.
Lo cierto es que Bertoldo, atraído por la vida monástica, se retiró al monte Carmelo. Con la ayuda de su primo el obispo, reunió a todos los monjes dispersos del Carmelo. Les construyó un pequeño convento, y empezó con ellos el embrión de lo que luego sería la Orden carmelitana. La vida de Bertoldo transcurrió, en gran parte, en la oscuridad y no hay mucho que relatar acerca de él, excepto el haber emprendido la construcción y reconstrucción de edificios monásticos y el haberlos dedicado en honor del profeta Elías. Bertoldo gobernó la comunidad por cuarenta y cinco años y parece haber permanecido allí hasta el tiempo de su muerte.
Hay una controversia entre los bolandistas y la Orden carmelitana a propósito de este santo. Según los bolandistas fue el primer superior general de los carmelitas, según los carmelitas, su primer superior fue Elías el profeta y de este santo dicen que nació en Lombardía y que fue el segundo prior general de los carmelitas. Su culto fue confirmado por Clemente IX en 1672.
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