En el monasterio de Werden, en Sajonia, tránsito de san Liudgero, obispo, que fue discípulo de Alcuino. Predicó el Evangelio en Frisia, Dinamarca y Sajonia, estableció la sede de Münster y fundó varios monasterios, que se convirtieron en centros para la propagación de la fe.
Nació en Frisia. Desde pequeño su padre lo puso al cuidado del obispo de Utrecht, san Gregorio, en el monasterio benedictino. Con 14 años san Gregorio le otorgó la tonsura clerical en Utrecht. Ludgero, deseoso de avanzar más en sus estudios, marchó a Inglaterra y estudió bajo la dirección de Alcuino de York. En el 773, regresó a su casa, y san Alberico le animó a ordenarse sacerdote. A los 34 años, fue ordenado sacerdote y trabajó como misionero en Frisia, donde convirtió a un gran número, fundando muchos monasterios y construyendo muchas iglesias.
Cuando los paganos sajones saquearon el país, viajó a Roma para consultar con el papa Adriano II. Se retiró durante tres años y medio a Montecasino, donde vivió como benedictino pero sin profesar. Cuando Carlomagno venció a los sajones, regresó a su patria y estuvo misionando en Westfalia; su amabilidad atrajo a los sajones al cristianismo más que todos los ejércitos de Carlomagno. Fundó muchas iglesias y el monasterio de Werden en Colonia.
En el año 802, el arzobispo de Colonia, le ordenó primer obispo de Mimigardeford, que luego se llamaría Münster, por el gran monasterio de canónigos regulares que Ludgero construyó allí para que sirviera de catedral. Añadió a su diócesis cinco cantones de Frisia, que él había convertido y fundó además el monasterio de Helmstad, después llamado Ludger-Clooster.
Fue un hombre versado en las Sagradas Escrituras. Vivió ascéticamente y empleó las riquezas de su diócesis como su patrimonio personal en la asistencia de los más necesitados. Murió a causa de una enfermedad y fue enterrado en el monasterio de Werden. Patrón de Münster.
Nació en Frisia. Desde pequeño su padre lo puso al cuidado del obispo de Utrecht, san Gregorio, en el monasterio benedictino. Con 14 años san Gregorio le otorgó la tonsura clerical en Utrecht. Ludgero, deseoso de avanzar más en sus estudios, marchó a Inglaterra y estudió bajo la dirección de Alcuino de York. En el 773, regresó a su casa, y san Alberico le animó a ordenarse sacerdote. A los 34 años, fue ordenado sacerdote y trabajó como misionero en Frisia, donde convirtió a un gran número, fundando muchos monasterios y construyendo muchas iglesias.
Cuando los paganos sajones saquearon el país, viajó a Roma para consultar con el papa Adriano II. Se retiró durante tres años y medio a Montecasino, donde vivió como benedictino pero sin profesar. Cuando Carlomagno venció a los sajones, regresó a su patria y estuvo misionando en Westfalia; su amabilidad atrajo a los sajones al cristianismo más que todos los ejércitos de Carlomagno. Fundó muchas iglesias y el monasterio de Werden en Colonia.
En el año 802, el arzobispo de Colonia, le ordenó primer obispo de Mimigardeford, que luego se llamaría Münster, por el gran monasterio de canónigos regulares que Ludgero construyó allí para que sirviera de catedral. Añadió a su diócesis cinco cantones de Frisia, que él había convertido y fundó además el monasterio de Helmstad, después llamado Ludger-Clooster.
Fue un hombre versado en las Sagradas Escrituras. Vivió ascéticamente y empleó las riquezas de su diócesis como su patrimonio personal en la asistencia de los más necesitados. Murió a causa de una enfermedad y fue enterrado en el monasterio de Werden. Patrón de Münster.
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