Se convirtió en el 978 en rey de Cashel, capital del antiguo reino irlandés de Munster. Hacia el año 984 controlaba la totalidad del reino, y en 1001 fue reconocido como Gran Rey de Irlanda. En sus batallas contra sus enemigos se mostró siempre conciliador y magnánimo, algo inusual para una época donde el exterminio del contrario estaba en los genes culturales. Desde su juventud, luchó duramente contra los vikingos que ocupaban parte de su país.
En contraste con otras partes, el Cristianismo se estructuró en Irlanda en lugar de alrededor de obispos (que controlaban diócesis) y arzobispos (que controlaban archidiócesis) en monasterios dirigidos por poderosos abades pertenecientes a las familias reales de las tierras en que se encontraban. Entre los más importantes se encontraba el monasterio de Armagh, localizado en la provincia del Ulster. Está consignado en el “Libro de Armagh” que, en el año 1005, Brian donó veintidós onzas de oro al monasterio y declaró al monasterio capital religiosa de Irlanda, al cual los demás monasterios debían enviar los diezmos que recaudaban.
La lucha por el poder en Irlanda, les llevó a una guerra civil irlandesa con participación extranjera menor en ambos bandos, aunque las crónicas, para engrandecer la figura de Brian, hablan de una guerra contra los vikingos invasores. Finalmente, en la Batalla de Clontarf, librada el 23 de abril de 1014, los vikingos fueron derrotados por un ejército comandado por sus hijos. La batalla tendría lugar cinco días más tarde el viernes santo 18 de abril al norte de Dublín, en Clontarf. Todas las crónicas mencionan que el combate duró todo el día y, si bien es posiblemente una exageración, es un claro indicativo de que la lucha fue larga, tal vez indicio de que las fuerzas de ambos bandos estaban igualadas. El resultado final fue la desbandada de los vikingos, pero en el combate o en las postrimerías del mismo perdió la vida el Alto Rey. La mayor parte de sus hijos murieron también en la batalla, dejando el trono sin un claro sucesor. Hay muchas leyendas que cuentan cómo habría muerto Brian: en un heroico combate cuerpo a cuerpo, asesinado en su tienda mientras estaba rezando por un mercenario fugitivo vikingo llamado Brodir...
Se cree que está enterrado en el extremo norte de la Catedral de San Patricio, en la ciudad de Armagh. Es uno de los grandes héroes de los irlandeses, pero en su historia se confunden la realidad y la ficción, por lo que resultaría muy complicado elaborar su biografía con precisión. Su reputación de santo parece que no es de origen irlandés y en Irlanda no existe ninguna prueba cierta de un culto dedicada a él. Los Bolandistas lo mencionan entre los “praetermissi”, el 12 de marzo.
En contraste con otras partes, el Cristianismo se estructuró en Irlanda en lugar de alrededor de obispos (que controlaban diócesis) y arzobispos (que controlaban archidiócesis) en monasterios dirigidos por poderosos abades pertenecientes a las familias reales de las tierras en que se encontraban. Entre los más importantes se encontraba el monasterio de Armagh, localizado en la provincia del Ulster. Está consignado en el “Libro de Armagh” que, en el año 1005, Brian donó veintidós onzas de oro al monasterio y declaró al monasterio capital religiosa de Irlanda, al cual los demás monasterios debían enviar los diezmos que recaudaban.
La lucha por el poder en Irlanda, les llevó a una guerra civil irlandesa con participación extranjera menor en ambos bandos, aunque las crónicas, para engrandecer la figura de Brian, hablan de una guerra contra los vikingos invasores. Finalmente, en la Batalla de Clontarf, librada el 23 de abril de 1014, los vikingos fueron derrotados por un ejército comandado por sus hijos. La batalla tendría lugar cinco días más tarde el viernes santo 18 de abril al norte de Dublín, en Clontarf. Todas las crónicas mencionan que el combate duró todo el día y, si bien es posiblemente una exageración, es un claro indicativo de que la lucha fue larga, tal vez indicio de que las fuerzas de ambos bandos estaban igualadas. El resultado final fue la desbandada de los vikingos, pero en el combate o en las postrimerías del mismo perdió la vida el Alto Rey. La mayor parte de sus hijos murieron también en la batalla, dejando el trono sin un claro sucesor. Hay muchas leyendas que cuentan cómo habría muerto Brian: en un heroico combate cuerpo a cuerpo, asesinado en su tienda mientras estaba rezando por un mercenario fugitivo vikingo llamado Brodir...
Se cree que está enterrado en el extremo norte de la Catedral de San Patricio, en la ciudad de Armagh. Es uno de los grandes héroes de los irlandeses, pero en su historia se confunden la realidad y la ficción, por lo que resultaría muy complicado elaborar su biografía con precisión. Su reputación de santo parece que no es de origen irlandés y en Irlanda no existe ninguna prueba cierta de un culto dedicada a él. Los Bolandistas lo mencionan entre los “praetermissi”, el 12 de marzo.
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