miércoles, 26 de enero de 2022

26 de Enero - SANTOS TIMOTEO y TITO

Memoria de los santos Timoteo y Tito, obispos y discípulos del apóstol san Pablo, que le ayudaron en su ministerio y presidieron las Iglesias de Éfeso y de Creta, respectivamente. Les fueron dirigidas cartas por su maestro que contienen sabias advertencias para los pastores, en vista de la formación de los fieles.

Timoteo. M. c. 97. Era hijo de padre griego pagano y madre judía, aunque parece que no estaba circuncidado, a pesar de que se le consideraba judía, pero sus padres no debían ser estrictamente observantes, en lo que se refiere a su madre. Nació en Listra de Licaonia (Asia Menor), muy joven se hizo discípulo de Cristo gracias a un viaje de san Pablo a su ciudad. Pablo lo hizo circuncidar “en consideración a los judíos que había en aquellos lugares” (At 16,2). Desde el año 50 acompañó a Pablo por Éfeso, Jerusalén, Frigia, Galacia, Tesalónica, Corintio, Troya, Macedonia y Roma. Pablo decía: "No tengo a nadie que comparta mejor mis sentimientos... Me ha ayudado en la predicación del Evangelio como un hijo ayuda a su padre". Pablo y Timoteo se complementaron bien. Pablo, ardiente y audaz. Timoteo, tímido y precavido, pero dócil y fiel. Juntos acometieron grandes empresas.

Pablo, preso en Roma, presintió su fin ya cercano. Consagró obispo a Timoteo y lo envió a Éfeso (1 Tm 1,3). Le escribió dos Cartas, la última desde Roma, cuando Timoteo estaba ya en Éfeso. Es el testamento apostólico de Pablo, un verdadero código del ministerio pastoral. Eusebio dice que fue, como obispo de la iglesia de Éfeso, fiel a su misión. El apócrifo "Hechos de Timoteo", nos dice que murió mártir en Éfeso durante el gobierno del emperador Nerva. Sus restos se encuentran en la catedral de Termoli, en Molise (Italia). 

Tito. M. c. 96. Parece que era oriundo de Cilicia. Era pagano se convirtió después de una predicación de san Pablo en Antioquía. Era menos afectivo que Timoteo, pero más enérgico, más fuerte en las contradicciones. Pablo lo llamó “su ayuda preciosa, su hijo querido, su amadísimo hermano”. Pablo lo asoció a su apostolado y se lo llevó al concilio de Jerusalén. Era un caso delicado, pues Tito venía de la gentilidad, y los más rigoristas exigían que fuera circuncidado, para ser admitido en los ágapes. Después de muchas discusiones, la tesis de Pablo venció. Para ser discípulo de Jesús no era necesario circuncidarse.

Acompañó a Pablo por Corintio, Nicópolis del Epiro y Creta. Pablo dijo de él: "Hijo verdadero según la fe, apóstol y gloria de Cristo" (Tt 1, 4). El celo y la habilidad de Tito lograron la pacificación de la comunidad de Corinto. Después Pablo lo consagró obispo de la comunidad de Gortina (Creta) (Tt 1, 5) y le recomendó que pusiera orden en la difícil situación por la que pasaba la comunidad de Creta. El apóstol de los gentiles escribió una "Carta a Tito", y le recomendaba que procediese con autoridad frente a los indisciplinados, y con mucha vigilancia en lo que se refiere "a cuestiones necias, genealogías, altercados y vanas disputas de la Ley". "Habla con imperio y que nadie te desprecie". Otra vez el celo apostólico de Tito triunfó como antes en Corintio. Supo ganarse el cariño de los cretenses y a ellos se entregó hasta el fin de su vida.

martes, 25 de enero de 2022

Reflexión del 25/01/2022

Lecturas del 25/01/2022


En aquellos días, dijo Pablo al pueblo:
«Yo soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero educado en esta ciudad; me formé a los pies de Gamaliel en la exacta observancia de la ley de nuestros padres; he servido a Dios con tanto celo como vosotros mostráis hoy. Yo perseguí a muerte este Camino, encadenando y metiendo en la cárcel a hombres y mujeres, como pueden atestiguar en favor mío y son testigos de esto el mismo sumo sacerdote y todo el consejo de los ancianos. Ellos me dieron cartas para los hermanos de Damasco, y me puse en camino con el propósito de traerme encadenados a Jerusalén a los que encontrase allí, para que los castigaran. Pero yendo de camino, cerca ya de Damasco, hacia mediodía, de repente una gran luz del cielo me envolvió con su resplandor, caí por tierra y oí una voz que me decía: “Saúl, Saúl, ¿por qué me persigues?”. Yo pregunté: “¿Quién eres, Señor?”. Me respondió: “Yo soy Jesús Nazareno, a quien tú persigues”.
Mis compañeros vieron el resplandor, pero no oyeron la voz que me hablaba. Yo pregunté: “¿Qué debo hacer, Señor?”. El Señor me respondió: “Levántate, continúa el camino hasta Damasco, y allí te dirán todo lo que está determinado que hagas”.
Como yo no veía, cegado por el resplandor de aquella luz, mis compañeros me llevaron de la mano a Damasco.
Un cierto Ananías, hombre piadoso según la Ley, recomendado por el testimonio de todos los judíos residentes en la ciudad, vino a verme, se puso a mi lado y me dijo: “Saúl, hermano, recobra la vista”. Inmediatamente recobré la vista y lo vi. Él me dijo: “El Dios de nuestros padres te ha elegido para que conozcas su voluntad, veas al Justo y escuches la voz, de sus labios, porque vas a ser su testigo ante todos los hombres de lo que has visto y oído. Ahora, ¿qué te detiene? levántate, recibe el bautismo y lava tus pecados invocando su nombre”».


En aquel tiempo, Jesús se apareció a los once y les dijo: «ld al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación.
El que crea y sea bautice se salvará; el que no crea será condenado.
A los que crean, los acompañarán estos signos: echarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos y, si beben un veneno mortal, no les hará daño. Impondrán las manos a los enfermos, y quedarán sanos».

Palabra del Señor.

25 de Enero – BEATA MARÍA ANTONIA GRILLO

En Alejandría, del Piamonte, en Italia, beata María Antonia (Teresa) Grillo, religiosa, que, habiendo quedado viuda, asumió con misericordia las necesidades de los pobres y, después de vender todas sus posesiones, fundó la Congregación de las Hermanitas de la Divina Providencia.

Nació en Spinetta Marengo,  en la provincia de Alessandria, Italia, en el seno de una familia burguesa. Se llamaba Magdalena. En 1867, después de la muerte de su padre, ingresó como alumna interna en el colegio de las Damas Inglesas de Lodi, donde se diplomó a los 18 años. Dejó el colegio y regresó a Alessandria, donde, siempre bajo la dirección materna, frecuentó a las familias aristocráticas de la ciudad. 

En este ambiente conoció a su futuro marido, el capitán de los Bersaglieri Giovanni Michel, con el que se casó en 1877. El matrimonio se trasladó primero a Caserta, después a Arcireale, Catania, Portici y por último a Nápoles. 

Con la muerte de su esposo, por culpa de una insolación durante un desfile, en 1891, Teresa se sumió en una profunda angustia que rayó en la desesperación. Su restablecimiento se produjo gracias a la lectura de la vida de san José Benito Cottolengo y a la ayuda de su primo sacerdote, mons. Prelli, que  la encaminó a abrazar la causa de los pobres y necesitados. 

Teresa abrió las puertas de su mansión a los niños pobres y a las personas abandonadas y necesitadas. Al final de 1893 visto que “los pobres aumentan cada vez más  y no puedo, se necitaría poder alargar los brazos para acoger a tantos bajo las alas de la Divina Providencia”. Vendió la mansión Michel y adquirió un viejo edificio. Nació así el “Pequeño Refugio de la Divina Providencia”. 

La Obra comenzada por Teresa no estuvo exenta de adversidades que le vinieron no sólo de las autoridades, sino sobre todo, de los amigos y familiares. Si hubo incomprensión también hubo solidaridad y afecto de los pobres, de las personas generosas y de los colaboradores. En 1899, con ocho colaboradoras, dio vida a la Congregación de las Pequeñas Hermanas de la Divina Providencia. 

Durante los 45 años que siguieron, su preocupación prioritaria fue difundir y consolidar el Instituto. La Obra se extendió por Italia y traspasó las fronteras, llegando a Brasil y Argentina, y luego más tarde llegó a la India. Sor Teresa murió en Alessandria con 89 años. Fue beatificada en Turín el 24 de mayo de 1998 por el papa Juan Pablo II. La Congregación la celebra litúrgicamente el 23 de enero, para no coincidir con la festividad de la Conversión de san Pablo que se celebra el día 25.

lunes, 24 de enero de 2022

Reflexión del 24/01/2022

Lecturas del 24/01/2022


En aquellos días, todas las tribus de Israel se presentaron ante David en Hebrón y le dijeron: «Hueso tuyo y carne tuya somos. Desde hace tiempo, cuando Saúl reinaba sobre nosotros, eras tú el que dirigía las salidas y entradas de Israel. Por su parte, el Señor te ha dicho: “Tú pastorearas a mi pueblo Israel, tú serás el jefe de Israel”». Los ancianos de Israel vinieron a ver al rey en Hebrón. El rey hizo una alianza con ellos en Hebrón, en presencia del Señor, y ellos le ungieron como rey de Israel.
David tenía treinta años cuando comenzó a reinar. Y reinó cuarenta años; siete años y seis meses sobre Judá en Hebrón, y treinta y tres años en Jerusalén sobre todo Israel y Judá. David se dirigió con sus hombres a Jerusalén contra los jebuseos que habitaban en el país. Estos dijeron a David: «No entrarás aquí, pues te rechazarán hasta los ciegos y los cojos».
Era como decir: David no entrará aquí. Pero David tomó la fortaleza de Sion, que es la ciudad de David.
David iba engrandeciéndose, pues el Señor, Dios del universo, estaba con él.


En aquel tiempo, los escribas que habían bajado de Jerusalén decían:
«Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios». Él los invitó a acercarse y les hablaba en parábolas: «¿Cómo va a echar Satanás a Satanás? Un reino dividido internamente no puede subsistir; una familia dividida no puede subsistir. Si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido. Nadie puede meterse en casa de un hombre forzudo para arramblar con su ajuar, si primero no lo ata; entonces podrá arramblar con la casa. En verdad os digo, todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre».
Se refería a los que decían que tenía dentro un espíritu inmundo.

Palabra del Señor.

24 de Enero – SAN BABILA DE ANTIOQUÍA y compañeros

En Antioquía de Siria, pasión de san Babila, obispo, el cual, durante la persecución desencadenada bajo el emperador Decio, glorificó a Dios muchas veces con suplicios y tormentos, y acabó gloriosamente su vida cargado de cadenas, con las que pidió que lo enterrasen. Se cuenta que con él padecieron tres jóvenes, Urbano, Prilidiano y Epolonio, a los que había instruido en la fe de Cristo.

Babila fue obispo de Antioquía en el 237. Se conoce sólo un episodio de Babilás (que parece que es una equivocación con otro obispo de Antioquía), cuando el emperador Filipo el Árabe, asociado en el gobierno con Giordano Pío, hizo asesinar al hijo de su homólogo en el gobierno (Filipo se cree que era cristiano, o al menos lo era su mujer Severa), pero sea como fuere, parece ser que un día Filipo entró en la iglesia donde oficiaba Babila, y éste le ordenó meterse en el lugar de los penitentes, ya que había matado y era un criminal. Filipo, humildemente, agachó la cabeza y se puso hacer penitencia. Gesto este raro para un emperador e imponente para un santo. 

A Filipo le sucedió Decio, que persiguió a los cristianos, Babila fue uno de ellos. Murió en la cárcel, por su defensa de la Iglesia. Como última voluntad había pedido ser enterrado con las cadenas de su prisión. Murió junto con sus discípulos Epolonio, Prilidiano y Urbano. 

Una de las características históricas de Babila, es que fue el primer santo que se recuerda que haya habido traslación de reliquias, (de Antioquía a Constantinopla (s. IV) y después a Cremona) anteriormente a él, las reliquias permanecían en el lugar de su muerte. La leyenda dice que bautizó a san Cristóbal. Le sucedió Fabio. 

Los Sinaxarios refieren en otra historia, que Babila, había nacido en Antioquía en el seno de una noble familia, después de estudiar y de ser ordenado sacerdote, distribuyó sus bienes a los pobres y se dedicó a la predicación junto con Agapio y Timoteo. Encontrándose en Roma durante una persecución, los tres compañeros huyeron a Sicilia, donde difundieron la religión, pero fueron denunciados al gobernador de la isla y condenados a muerte. 

Se trata de un grupo ficticio; Babila es el obispo de Antioquía. Timoteo y Agapio dos mártires palestinos, conmemorados en los sinaxarios el 19 de agosto y el 19 de septiembre y considerados compañeros de Babilas en su viaje a Roma y en su martirio en Sicilia y que en realidad no sucedió jamás.

domingo, 23 de enero de 2022

Domingo, 23-01-2022 3º TIEMPO ORDINARIO

 

Reflexión del 23/01/2022

Lecturas del 23/01/2022


En aquellos días, el día primero del mes séptimo, el sacerdote Esdras trajo el libro de la ley ante la comunidad: hombres, mujeres y cuantos tenían uso de razón. Leyó el libro en la plaza que está delante de la Puerta del Agua, desde la mañana hasta el mediodía, ante los hombres, las mujeres y los que tenían uso de razón. Todo el pueblo escuchaba con atención la lectura del libro de la ley.
El escriba Esdras se puso en pie sobre una tribuna de madera levantada para la ocasión.
Esdras abrió el libro en presencia de todo el pueblo, de modo que toda la multitud podía verlo; al abrirlo, el pueblo entero se puso de pie. Esdras bendijo al Señor, el Dios grande, y todo el pueblo respondió con las manos levantadas.
«Amén, amén».
Luego se inclinaron y adoraron al Señor, rostro en tierra.
Los levitas leyeron el libro de la ley de Dios con claridad y explicando su sentido, de modo que entendieran la lectura.
Entonces el gobernador Nehemías, el sacerdote y escriba Esdras, y los levitas que instruían al pueblo dijeron a toda la asamblea: «Este día está consagrado al Señor, vuestro Dios. No estéis tristes ni lloréis. » (Y es que todo el pueblo lloraba al escuchar las palabras de la ley) Nehemías les dijo: «Id, comed buenos manjares y bebed buen vino, e invitad a los que no tienen nada preparado, pues este día está consagrado al Señor. ¡No os pongáis tristes; el gozo del Señor es vuestra fuerza».


Hermanos:
Lo mismo que el cuerpo es uno y tiene muchos miembros, y todos los miembros del cuerpo, a pesar de ser muchos, son un solo cuerpo, así es también Cristo.
Pues todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo cuerpo. Y todos hemos bebido de un solo Espíritu. Pues el cuerpo no lo forma un solo miembro, sino muchos.
Si dijera el pie: «Puesto que no soy mano, no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el oído dijera: «Puesto que no soy ojo, no formo parte del cuerpo», ¿dejaría por eso de ser parte del cuerpo? Si el cuerpo entero fuera ojo, ¿dónde estaría el oído? si fuera todo oído, ¿dónde estaría el olfato? Pues bien, Dios distribuyó cada uno de los miembros en el cuerpo como quiso. Si todos fueran un mismo miembro, ¿dónde estaría el cuerpo?
Sin embargo, aunque es cierto que los miembros son muchos, el cuerpo es uno solo.
El ojo no puede decir a la mano: «No te necesito»; y la cabeza no puede decir a los pies: «No os necesito.» Sino todo lo contrario, los miembros que parecen más débiles son necesarios. Y los miembros del cuerpo que nos parecen despreciables los rodeamos de mayor respeto; y los menos decorosos los tratamos con más decoro; mientras que los más decorosos no lo necesitan. Pues bien, Dios organizó el cuerpo dando mayor honor a lo que carece de él, para que así no haya división en el cuerpo.
Así, no hay divisiones en el cuerpo, porque todos los miembros por igual se preocupan unos de otros.
Y si un miembro sufre, todos sufren con él; si un miembro es honrado, todos se alegran con él. Pues bien, vosotros sois el cuerpo de Cristo, y cada uno es un miembro.
Pues en la iglesia Dios puso en primer lugar a los apóstoles; en segundo lugar, a los profetas, en el tercero los maestros, después, los milagros; después el carisma de curaciones, la beneficencia, el gobierno, la diversidad de lenguas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿O todos son profetas? ¿O todos maestros? ¿O hacen todos milagros? ¿Tienen todos un don para curar? ¿Hablan todos en lenguas o todos las interpretan?


Ilustre Teófilo: Puesto que muchos han emprendido la tarea de componer un relato de los hechos que se han cumplido entre nosotros, como nos los transmitieron los que fueron desde el principio testigos oculares y servidores de la palabra, también yo después he resuelto escribírtelos por su orden, después de investigarlo todo diligentemente desde el principio, para que conozcas la solidez de las enseñanzas que has recibido. En aquel tiempo, Jesús volvió a Galilea con la fuerza del Espíritu; y su fama se extendió por toda la comarca.
Enseñaba en las sinagogas, y todos lo alababan.
Fue a Nazaret, donde se había criado, entró en la sinagoga, como era su costumbre los sábados, y se puso en pie para hacer la lectura. Le entregaron el rollo del profeta Isaías y, desenrollándolo, encontró el pasaje donde estaba escrito: «El Espíritu del Señor está sobre mí, porque él me ha ungido. Me ha enviado a evangelizar a los pobres, a proclamar a los cautivos la libertad, y a los ciegos, la vista; a poner en libertad a los oprimidos; para proclamar el año de gracia del Señor». Y, enrollando el rollo y devolviéndolo al que le ayudaba, se sentó.
Toda la sinagoga tenía los ojos clavados en él.
Y él comenzó a decirles: «Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de oír».

Palabra del Señor.

23 de Enero – SAN ILDEFONSO DE TOLEDO

En la ciudad de Toledo, en la Hispania Tarraconensis (hoy España), san Ildefonso, que fue monje y rector de su cenobio, y después elegido obispo. Autor fecundo de libros y de textos litúrgicos, se distinguió por su gran devoción hacia la santísima Virgen María, Madre de Dios.

Se piensa que nació en Agalia (Toledo) en el seno de una noble familia. Su tío, san Eugenio, arzobispo de Toledo, le envió a estudiar a Sevilla, donde fue discípulo de santos Fulgencio de Écija e Isidoro de Sevilla, aunque hay autores que afirman que esto forma parte de la leyenda. Después de 12 años de estudios en Sevilla regresó a Toledo, y comunicó a sus padres su interés en hacerse monje, con la oposición de su padre, tuvo que abandonar su casa, e ingresó en los benedictinos del convento de Santos Cosme y Damián de Agali, y elegido abad y como tal asistió a los concilios VIII y IX de Toledo. 

Fue ordenado diácono por san Eladio de Toledo en el 630. Cuando murió su tío, a pesar de su resistencia, fue designado obispo de Toledo en el 657 por el rey godo Recesvinto. Fue siempre un gran padre y celoso Pastor... Trabajó con gran celo por extender la fe y buenas costumbres entre el clero y los fieles. Fue un hombre temeroso de Dios, lleno de piedad, venerable por su honestidad de vida, de paciencia singular, y grande en sabiduría, así lo describió san Julián en su "Elogio".

Es llamado "Doctor de la Virginidad de María" por su principal obra teológica: "La Virginidad perpetua de María", que será el primer libro que sobre esta materia se escribió en España. Un obispo de su tiempo le escribía así: "Doy gracias a Dios porque ha tocado con su fuego la entrada de tu boca y ha iluminado con su luz tu corazón". Su fama se debe a la tradición que supone que María, rodeada de ángeles, bajó a sentarse en su sede episcopal para hacerle entrega de una casulla como muestra de gratitud diciéndole “Tú eres mi capellán”. 

Fue un escritor prolífico, además del libro arriba señalado escribió: "Libro de descripción de las propias miserias", de carácter autobiográfico; "Manual sobre las propiedades de las personas de la Trinidad"; "Anotaciones sobre el oficio diario", sobre los sacramentos y sobre los objetos sagrados; "Liber de cognitione baptismi"; "De progressu spiritualis deserti". "De viris illustribus"; "Epístolas"; "Textos litúrgicos": misas, himnos y sermones; composiciones en prosa y en verso, epigramas, epitafios, trabajos ocasionales. Murió en Toledo, aunque su cuerpo fue trasladado a Zamora durante la Reconquista. Patrón de Toledo.

sábado, 22 de enero de 2022

Reflexión del 22/01/2022

Lecturas del 22/01/2022


En aquellos días, David regresó tras derrotar a Amaalec y se detuvo dos días en Sicelag.
Al tercer día vino un hombre del campamento de Saúl, con las vestiduras rasgadas y tierra en la cabeza.
Al llegar a la presencia de David, cayó en tierra y se postró. David le preguntó: «¿De dónde vienes?». Respondió: «He huido del campamento de Israel». David le preguntó de nuevo: «¿Qué ha sucedido? Cuéntamelo». Respondió: «La tropa ha huido de la batalla y muchos del pueblo han caído entre ellos Saúl y su hijo Jonatán».
Entonces David, echando mano a sus vestidos, los rasgo, lo mismo que sus acompañantes. Hicieron duelo, lloraron y ayunaron hasta la tarde por Saúl, por su hijo Jonatán, por el pueblo del Señor y por la casa de Israel, caídos a espada. Y dijo David: «La flor de Israel herida en tus alturas. Cómo han caído los héroes. Saúl y Jonatán, amables y gratos en su vida, inseparables en su muerte, más veloces que águilas, más valientes que los leones.
Hijas de Israel, llorad por Saúl, que os cubría de púrpura y adornos, que adornaba con alhajas de oro vuestros vestidos.
Cómo han caído los héroes en medio del combate. Jonatán, herido en tus alturas.
Estoy apenado por ti, Jonatán, hermano mío. Me ras gratísimo, tu amistad me resultaba más dulce que el amor de las mujeres.
Cómo han caído los héroes. Han perecido las armas de combate».


En aquel tiempo, Jesús llega a casa con sus discípulos y de nuevo se junta tanta gente que no los dejaban ni comer.
Al enterarse su familia, vinieron a llevárselo, porque se decía que estaba fuera de sí.

Palabra del Señor.

22 de Enero - SAN VICENTE “El Diácono"

San Vicente, diácono de Zaragoza y mártir, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano hubo de sufrir cárcel, hambre, potro, láminas candentes, hasta que, en Valencia, en la Hispania Cartaginense (hoy España), voló al cielo a recoger el premio del martirio.

Nació en Huesca en el seno de una familia consular. Fue primer diácono del obispo san Valero de Zaragoza. Al estallar la persecución contra los cristianos, el prefecto Daciano, famoso por su crueldad, ordenó, por razones que no sabemos, que fuese llevado detenido con su obispo a Valencia, y allí fue martirizado atrozmente, por negarse a entregar los libros sagrados. 

En el interrogatorio de Valero, éste no pudo hablar por ser tartamudo con lo cual Vicente le dijo: "Padre, si me permite, responderé yo en vez de ti." y el obispo le contesto: "Hijo mío, te he confiado, el empeño de predicar el Evangelio, te doy gustoso también aquel de responder al gobernador". Daciano se irritó, mandó al destierro a Valero, y Vicente fue sometido a la tortura del potro. 

La descripción de los tormentos, en cuyos detalles abundan las Actas del martirio, revela la intención del narrador de contraponer la derrota de aquel que inventaba los suplicios (el prefecto Daciano) a la victoria de aquel que los sufría: "Cuanto más furioso te veo, Daciano, tanto mayor es mi placer; no atenúes en absoluto los sufrimientos que me preparas, para que yo haga resplandecer con mayor seguridad mi victoria". "Te engañas, hombre cruel, si crees afligirme al destrozar mi cuerpo. Hay alguien dentro de mí que nadie puede violar: un ser libre, sereno. Tu intentas destruir un vaso de arcilla, destinado a romperse, pero en vano te esforzarás por tocar lo que está dentro, que sólo está sujeto a Dios".

Frente a la constancia del mártir indomable, el mismo prefecto se declaró vencido: "Es inútil seguir luchando -dijo-; lleváoslo en una camilla para que los curen y reanimen". Pero Vicente, que había resistido todos los suplicios, no aceptó esta tregua; como un soldado que sabe luchar por la gloria de Dios y ya no tuvo motivos para vivir que ya no había de dar testimonio, le pidió a Dios abandonar esta vida. Murió a consecuencias de las heridas recibidas en el martirio. Fue un mártir venerado por san Agustín, al que le dedicó algunos sermones.