sábado, 5 de febrero de 2022

Lecturas del 05/02/2022


En aquellos días, el rey Salomón acudió a Gabaón a ofrecer mil holocaustos sobre aquel altar, pues era aún el santuario principal.
Aquella noche el Señor se apareció allí en sueños a Salomón y le dijo: «Pídeme lo que deseas que te dé». Salomón respondió: «Has actuado con gran benevolencia hacía tu siervo David, mi padre, porque caminaba en tu presencia con lealtad, justicia y rectitud de corazón. Has tenido para con él una gran benevolencia, concediéndole un hijo que había de sentarse en su trono, como sucede en este día.
Pues bien, Señor, mi Dios: Tú has hecho rey a tu siervo en lugar de David mi padre, pero yo soy un muchacho joven y no sé por dónde empezar o terminar. Tu siervo está en medio de tu pueblo, el que tú te elegiste, un pueblo tan numeroso que no se puede contar ni calcular. Concede, pues, a tu siervo, un corazón atento para juzgar a tu pueblo y discernir entre bien. Pues, cierto ¿quién podrá hacer justicia a este pueblo tan inmenso?». Agradó a Señor esta súplica de Salomón.
Entonces le dijo Dios: «Por haberme pedido esto y no una vida larga o riquezas para ti, por no haberme pedido la vida de tus enemigos sino inteligencia para atender a la justicia, yo obraré según tu palabra: te concedo, pues un corazón sabio e inteligente, como no ha habido antes de ti ni surgirá otro igual después de ti Te concedo también aquello que no has pedido, riquezas y gloria mayores que las de ningún otro rey mientras vivas».


En aquel tiempo, los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron todo lo que habían hecho y enseñado.
Él les dijo: «Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco».
Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer. Se fueron en barca a solas a un lugar desierto.
Muchos los vieron marcharse y los reconocieron; entonces de todas las aldeas fueron corriendo por tierra a aquel sitio y se les adelantaron. Al desembarcar, Jesús vio una multitud y se compadeció de ella, porque andaban como ovejas que no tienen pastor; y se puso a enseñarles muchas cosas.

Palabra del Señor.

05 de Febrero – SAN AVITO DE VIENNE

En Vienne, en la Galia Lugdunense, san Avito, obispo, que, en tiempo del rey Gundobaldo, con su fe y su actividad pastoral defendió a la Galia de la herejía arriana.

Nació en Vienne (Francia) y era hermano de san Apolinar, obispo de Valence. Su padre san Esiquio, había sido senador romano y obispo de Vienne. Creció en un clima en que la fe y la cultura iban hermanadas. Contrajo matrimonio y formó una familia; tenía unos cuarenta años cuando enviudó; distribuyó sus bienes entre los pobres y se retiró en un monasterio a las afueras de su ciudad natal. En el 490, fue nombrado obispo de Vienne, sucediendo a san Mamerto, el sucesor de su padre, y se conquistó el respeto de sus fieles, de los francos paganos y de los burgundios arrianos. 

Enodio, en su "Vida de San Epifanio de Pavía", dice de Avito que era un arsenal de sabiduría, y añade que cuando los borgoñones habían cruzado los Alpes y se habían llevado gran cantidad de cautivos de Liguria, Avito rescató a muchos. El rey de Francia, Clodoveo, aunque todavía era pagano y Gondebaldo, rey de Borgoña, no obstante ser arriano, lo respetaban mucho. Después de la muerte de Gondebaldo en 516, su hijo y sucesor, san Segismundo, fue atraído a la fe cristiana por Avito. En 517, el santo presidió un famoso concilio en Epaon, que ratificó el paso de los burgundios al catolicismo y dio a la iglesia burgundia una organización propia. Cuando el rey san Segismundo había manchado sus manos con la sangre de su hijo Sigerico, por un cargo falso hecho contra él por su madrastra, Avito le inspiró tal horror por su crimen, que lo convirtió y después mandó reconstruir la abadía de Agaunum o San Mauricio. 

Fue también un elegante escritor e incansable frente al arrianismo. La mayoría de las obras de Avito se han perdido, pero tenemos cinco poemas que forman una serie a la que él mismo da el título de "De spiritualis historiae gestis", y otro sobre la virginidad, dedicado a su hermana Fuscina y a otras monjas. Hay setenta y ocho cartas (incluyendo una bien conocida a Clodoveo en su bautismo), dos homilías completas y fragmentos de otras veinticinco. Enodio y otros escritores de la época ensalzan su saber, su caridad para los pobres y sus muchas otras virtudes; Avito fue sin embargo más un literato que un teólogo. Avito fue considerado santo por el celo demostrado en defensa de la ortodoxia católica y de la unidad de la Iglesia en torno al obispo de Roma, en una época en que las instituciones políticas heredadas del Imperio romano, ya no podían garantizar la unidad. 

viernes, 4 de febrero de 2022

Reflexión del 04/02/2022

Lecturas del 04/02/2022


Como se para la grasa en el sacrificio de comunión, así David fue separado de entre los hijos de Israel.
Jugó con leones como si fueran cabritos, y con los osos como si fueran cordero.
¿Acaso no mató de joven al gigante, y quitó el oprobio del pueblo, lanzando la piedra con la honda y abatiendo la arrogancia de Goliat?
Porque invocó al Señor altísimo, quien dio vigor a su diestra, para aniquilar al potente guerrero y reafirmar el poder de su pueblo.
Pues él aplastó a los enemigos del contorno, aniquiló a los filisteos, sus adversarios, para siempre quebrantó su poder.
Por todas sus acciones daba gracias al Altísimo, el Santo, proclamando su gloria. Con todo su corazón, entonó himnos, demostrando el amor por su Creador.
Organizó coros de salmistas ante el altar, y con sus voces armonizó los cantos; y cada día tocarán su música.
Dio esplendor a las fiestas, embelleció las solemnidades a la perfección, haciendo que alabaran el santo nombre del Señor, llenando de cánticos el santuario desde la aurora. El Señor perdonó sus pecados y exaltó su poder para siempre: le otorgó una alianza real y un trono de gloria en Israel.


En aquel tiempo, como la fama de Jesús se había extendido, el rey Herodes oyó hablar de él.
Unos decían: «Juan Bautista ha resucitado, de entre los muertos y por eso las fuerzas milagrosas actúan en él». Otros decían: «Es Elías». Otros: «Es un profeta como los antiguos». Herodes, al oírlo, decía: «Es Juan, a quien yo decapité, que ha resucitado»
Es que Herodes había mandado prender a Juan y lo había metido en la cárcel, encadenado.
El motivo era que Herodes se había casado con Herodías, mujer de su hermano Filipo, y Juan le decía que no le era lícito tener a la mujer de su hermano.
Herodías aborrecía a Juan y quería matarlo, pero no podía, porque Herodes respetaba a Juan, sabiendo que era un hombre justo y santo, y lo defendía. Al escucharlo quedaba muy perplejo, aunque lo oía con gusto. La ocasión llegó cuando Herodes, por su cumpleaños, dio un banquete a sus magnates, a sus oficiales y a la gente principal de Galilea.
La hija de Herodías entró y danzó, gustando mucho a Herodes y a los convidados. El rey le dijo a la joven: «Pídeme lo que quieras, que te lo daré». Y le juró: «Te daré lo que me pidas, aunque sea la mitad de mi reino». Ella salió a preguntarle a su madre: « ¿Qué le pido?».
La madre le contestó: «La cabeza de Juan, el Bautista».
Entró ella en seguida, a toda prisa, se acercó al rey y le pidió: «Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan el Bautista».
El rey se puso muy triste; pero por el juramento y los convidados, no quiso desairarla.
Enseguida le mandó a uno de su guardia que trajese la cabeza de Juan. Fue, lo decapitó en la cárcel, trajo la cabeza en una bandeja y se la entregó a la joven; la joven se la entregó a su madre. Al enterarse sus discípulos, fueron a recoger el cadáver y lo pusieron en un sepulcro.

Palabra del Señor.

04 de Febrero - SANTOS FILEAS y FILOROMO

En Alejandría, en Egipto, pasión de los santos mártires Fileas, obispo de Thmuis, y Filoromo, tribuno militar, que durante la persecución bajo el emperador Diocleciano, no pudiendo ser persuadidos por deudos y amigos a pensar en sí mismos, obtuvieron del Señor la palma del martirio al ser degollados.

Fileas nació de Thmuis (Egipto), ocupó altos cargos, desempeñó funciones públicas, ejerció la magistratura civil; recibió una buena formación, tanto en el campo literario como filosófico. Probablemente se convirtió al cristianismo en la edad madura, conducido a la fe por el estudio de la filosofía. Sus amigos, su mujer y aun sus hijos permanecieron paganos. Dicen de él que era "famoso por los cargos públicos desempeñados en su patria y los servicios prestados, no menos que por sus conocimientos sobre filosofía". Fue elegido obispo de Thmuis, su ciudad natal, por sus méritos, su alta posición y por sus virtudes.  

En esta misma época, Filoromo ocupaba un alto puesto en la administración imperial de Alejandría. Por razón de su dignidad y de su rango en la jerarquía romana, diariamente impartía la justicia, rodeado por una guardia de soldados. También él se convirtió al cristianismo y desde entonces, ejercía su cargo después de haber cumplido con sus prácticas religiosas.

Mártir en Alejandría, junto con Filoromo y un cierto número de cristianos de Thmuis, al inicio de la persecución de Diocleciano; murieron decapitados. Tanto Fileas como Filoromo fueron hechos prisioneros al mismo tiempo y, sin duda estuvieron en la mazmorra los últimos meses del año 306, hasta febrero del siguiente año, cuando se instruyó su proceso. En este lapso, Fileas dirigió una carta a los fieles de Thmuis pintándoles el cuadro de los sufrimientos de los cristianos. El historiador Eusebio, que narra estos hechos, concluye diciendo: «Tales son las palabras que el mártir, verdadero filósofo y amigo de Dios dirige a los hermanos de su Iglesia, antes de la suprema sentencia. Al mismo tiempo que ofrecía sus sufrimientos a Dios, exhortaba a sus ovejas a permanecer inviolablemente unidas en la religión de Cristo, aun después de su muerte, que era inminente».

Se negaron a renegar de la fe a pesar de las lágrimas de sus esposas y familiares, y de que ejerciera su hermano como su abogado. Se conserva de él una “Epístola ad Trimuitas” donde narra los sufrimientos de sus compañeros a su grey; y otra contra Melecio. Desde el lugar del suplicio dirigió una emocionante exhortación a los cristianos, antes de entregar su cuello a la espada. Sus Actas son bastante completas. Su martirio también se une al de san Fausto y compañeros. 

jueves, 3 de febrero de 2022

Reflexión del 03/02/2022

Lecturas del 03/02/2022


Se acercaban los días de la muerte de David y este aconsejo a su hijo Salomón: «Yo emprendo el camino de todos. Ten valor y sé hombre. Guarda lo que el Señor tu Dios, manda guardar siguiendo sus caminos, observando sus preceptos, órdenes, instrucciones y sentencias, como está escrito en la ley de Moisés, para que tengas éxito en todo lo que hagas y adondequiera que vayas. El Señor cumplirá así la promesa que hizo diciendo: “Si tus hijos vigilan sus pasos, caminando fielmente ante mí, con todo su corazón y toda su alma, no te faltará uno de los tuyos sobre el trono de Israel.”» David se durmió con sus padres y lo sepultaron en la Ciudad de David.
Cuarenta años reinó David sobre Israel; siete en Hebrón y treinta y tres en Jerusalén.
Salomón se sentó en el trono, de David su padre y el reino quedo establecido sólidamente en su mano.


En aquel tiempo, Jesús llamó a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y decía: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, en testimonio contra ellos». Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor.

03 de Febrero – BEATA MARÍA ELENA STOLLENWERK

En la población de Steyl, en los Países Bajos, beata María Elena Stollenwerk, virgen, que colaboró con el beato Arnoldo Janssen en la fundación de la Congregación de Misioneras Siervas del Espíritu Santo y, tras haber cesado en la función de superiora, se entregó a la adoración perpetua.

Nació en Rollesbroich (Alemania). Se llamaba Anna Helena Stollenwek. Desde pequeña, estaba como poseída por el anhelo de ir a China como religiosa misionera para dedicarse al cuidado de los huérfanos pobres y abandonados. Pero en Alemania no existía ninguna congregación femenina que trabajase en países de misión, y mucho menos en China. En Helena, sin embargo, ardía un fuego que ningún impedimento humano era capaz de extinguir.

En noviembre de 1881 escribió a san Arnoldo Janssen, sacerdote alemán, que había fundado una Congregación Misionera masculina, la Sociedad del Verbo Divino en Steyl - Holanda: «Anhelo entregar toda mi vida y todo mi amor al servicio del Evangelio»

Al conocer al Janssen, se trasladó a Steyl, Limburgo (Holanda), y allí prestó sus servicios de lavandería y cocina de los religiosos del Espíritu Santo de forma voluntaria. Cofundadora de la congregación misionera de las Siervas del Espíritu Santo, junto con san Arnoldo Janssen. En 1894 hizo sus primeros votos. Superiora de la congregación recién fundada, envió hermanas a Argentina y Togo. «Cuando nos amamos unos a otros, la oración es más fácil y los trabajos y penalidades se sobrellevan mucho mejor.» 

En 1898, pasó a la rama claustral de las Siervas del Espíritu Santo, fundadas por el beato Janssen en 1896. Hna. María Helena recibe entonces el nombre de hermana María Virgo: «Mi suerte es arder en amor a Dios, perseverar en oración y llevar una vida que es pobre e ignorada.»

La llamada que recibe Elena y que la marca desde su niñez, es la llamada a la misión. Se siente convocada a llevar calor, luz y la seguridad del amor de Dios a los niños abandonados de China. Sus anhelos de ir a la misión no se cumplieron jamás, pero hoy sus hermanas están repartidas por todo el mundo. Su vida religiosa se caracterizó por una relación viva y profunda con el Espíritu Santo y su entrañable amor a Jesús Sacramentado. Murió en Steyl (Holanda) de una meningitis tuberculosa. Fue beatificada el 7 de Mayo de 1995 por san Juan Pablo II.

miércoles, 2 de febrero de 2022

02 de Febrero 2022 – PRESENTACIÓN DEL SEÑOR

Esta costumbre tiene su origen en la celebración litúrgica de la fiesta de la purificación y la presentación del Niño Dios al templo.

En tiempo de Jesús, la ley prescribía en el Levítico que toda mujer debía presentarse en el templo para purificarse a los cuarenta días que hubiese dado a luz. Si el hijo nacido era varón, debía ser circuncidado a los ocho días y la madre debería permanecer en su casa durante treinta y tres días más, purificándose a través del recogimiento y la oración.

Ya que se cumpliera la fecha, acudía en compañía de su esposo a las puertas del templo para llevar una ofrenda: un cordero y una paloma o tórtola. Con respecto al niño, todo primogénito debía ser consagrado al Señor, en recuerdo de los primogénitos de Egipto que había salvado Dios. Lo mismo pasaba con los animales primogénitos.

José y María llevaron a Jesús al templo de Jerusalén. Como eran pobres, llevaron dos palomas blancas. Al entrar al templo, el anciano Simeón, movido por el Espíritu Santo, tomó en brazos a Jesús y lo bendijo diciendo que Él sería la luz que iluminaría a los gentiles. Después, le dijo a María que una espada atravesaría su alma, profetizando los sufrimientos que tendría que afrontar.

Explicación de la fiesta:

El día 2 de febrero de cada año, se recuerda esta presentación del Niño Jesús al templo, llevando a alguna imagen del Niño Dios a presentar a la iglesia o parroquia. También ese día, se recuerdan las palabras de Simeón, llevando candelas (velas hechas de parafina pura) a bendecir, las cuales simbolizan a Jesús como luz de todos los hombres. De aquí viene el nombre de la “Fiesta de las candelas” o el “Día de la Candelaria”.

En México, se acostumbra que aquellos a quienes les tocó el muñeco de la rosca de reyes, son los que deberán presentarlo en el templo el día de la Candelas. Para esto, hay que vestirlo y engalanarlo. También, comprarle un trono para sentarlo. En esta celebración se bendicen la imagen del Niño Dios y las candelas, que representan la luz de Cristo en los hogares. Las velas benditas se pueden prender cuando surjan las dificultades de la vida durante el año.

Esta fiesta termina con una merienda familiar y de amigos, en la cual se sirven tamales y atole de sabores y chocolate caliente.

Es una fiesta que podemos aprovechar para reflexionar acerca de la obediencia de María y para agradecer a Jesús que haya venido a iluminar nuestros corazones en el camino a nuestra salvación eterna.

La Virgen de la Candelaria:

Es una de las muchas advocaciones (nombres) de la Virgen María. Tuvo su origen en Tenerife, una de las islas Canarias.

Según la tradición, la Virgen se le apareció en 1392 a dos indios guanches que pastoreaban su rebaño, quienes, al llegar a la boca de un barranco, notaron que el ganado no avanzaba, como si algo impidiera seguir adelante. Para ver qué era lo que pasaba, uno de los pastores avanzó y vio en lo alto de una peña una imagen de madera como de un metro de alto de una mujer. Traía una vela en la mano izquierda y cargaba a un niño en el brazo derecho. El niño llevaba en sus manos un pajarito de oro.

Los indios, como tenían prohibido hablar con mujeres que estuvieran solas, le hicieron señas para que se apartara del camino. Como no les hacía caso, uno de los indios tomó una piedra para lanzársela, pero el brazo se le paralizó. Su compañero tomó la imagen e intentó romperla, pero en el intento, se cortó sus propios dedos.

Los indios corrieron a avisar al rey, quien de inmediato fue con todos sus guardias al lugar del acontecimiento. Tomaron la figura y la llevaron a la casa del rey. Los encargados de llevársela fueron los pastores que la encontraron, quienes al instante de tomarla en sus manos, quedan curados del brazo uno y de los dedos, el otro. Ante este milagro, el rey ordenó que todo el pueblo honrara a aquella figura de mujer, a quien le llamaron “La Extranjera”.

Cuando la gente se acercaba a Ella, se oían armonías celestiales, se percibían aromas exquisitos y la imagen despedía una luz resplandeciente. Infundía en las personas temor y respeto, pero ellos no sabían a quién representaba.

Años después, los españoles conquistaron la isla de Lanzarote y soñaban con conquistar la isla de Tenerife.

En uno de sus intentos de conquista, apresaron a un niño guanche y lo llevaron a Lanzarote. Ahí lo bautizaron con el nombre de Antón, lo catequizaron y un tiempo después, lo llevaron de regreso a su isla natal de Tenerife.

Antón fue a la casa del rey a contarle todo lo que le había sucedido y el rey le dio permiso de ver a La Extranjera.

Cuando Antón la vio, se puso de rodillas y les dijo a todos que hicieran lo mismo. Les explicó que aquella Señora, era la representación de la Virgen María cuando llevaba a Jesús a presentar al templo. Le explicó que la Virgen María era la Madre del Dios y de todos los hombres y que era una gran suerte tener ese gran tesoro.

Antón le pidió al Rey permiso para buscar un lugar en el que todos la pudieran venerar. El Rey accedió y llevaron la imagen a la cueva de Achbinico, un templo subterráneo, que parecía una Iglesia natural. Antón cuidó por un tiempo de la Basílica. Alrededor de 1530, encargaron el Santuario a los padres dominicos que se les conocía como “Los frailes de la Virgen”.

En noviembre de 1826, una tormenta terrible azotó a la isla de Tenerife, llegando al Santuario de la Virgen y las aguas se llevaron la Imagen. Se hizo todo por tratar de recuperarla, pero no fue posible encontrarla. Los padres dominicos acordaron mandar a hacer una imagen nueva. Así lo hicieron y en la festividad del día 2 de Febrero de 1830, bendijeron la nueva imagen de Nuestra Señora de la Candelaria.

Desde el año 1599 se nombró a la Virgen de la Candelaria patrona de todo el archipiélago canario. Su devoción se ha extendido por la península y por toda Hispanoamérica, principalmente por Venezuela.

Sus milagros y favores son constantes. Cada año acuden a visitarla miles de personas de todas clases sociales para darle gracias y pedirle beneficios.

Le cantan:

Muchas flores la fortuna. Regaló a las Canarias; Pero como Tú ninguna. Virgen de la Candelaria.

Virgen de Candelaria, la más bonita, la más morena, la que extiende su manto desde la cumbre hasta la arena

En México, en Tlacotalpan, en el Estado de Veracruz, tienen como patrona a la Virgen de la Candelaria. Su traje es muy significativo: bajo el manto de azul profundo, lleva un vestido blanco resplandeciente, bordado con motivos vegetales y volutas (flores y espigas de trigo grandes). La Virgen se encuentra en la Iglesia y el día 2 de Febrero se acostumbra sacarla de la Iglesia, cantarle las Mañanitas por la mañana y por la tarde, llevarla en procesión por el río Papaloapan.

Tlacotalpan es un lugar que se encuentra al margen izquierdo del río Papaloapan, que quiere decir "río de mariposas".

Reflexión del 02/02/2022

Lecturas del 02/02/2022


Esto dice el Señor:
«Voy a enviar a mi mensajero para que prepare el camino ante mí.
De repente llegará a su santuario el Señor a quien vosotros andáis buscando; y el mensajero de la alianza en quien os regocijáis, mirad que está llegando, dice el Señor del universo.
¿Quién resistirá el día de su llegada?, ¿Quién se mantendrá en pie ante su mirada? Pues es como fuego de fundidor, como lejía de lavandero. Se sentará como fundidor que refina la plata; refinará a los levitas y los acrisolará como oro y plata, y el Señor recibirá ofrenda y oblación justas. Entonces agradará al Señor la ofrenda de Judá y de Jerusalén, como en tiempos pasados, como antaño».


Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la ley de Moisés, los padres de Jesús lo llevaron a Jerusalén para presentarlo al Señor, de acuerdo con lo escrito en la ley del Señor: «Todo varón primogénito varón será consagrado al Señor», y para entregar la oblación, como dice la ley del Señor: «un par de tórtolas o dos pichones».
Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, hombre justo y piadoso, que aguardaba el consuelo de Israel; y el Espíritu Santo estaba con él. Le había sido revelado por el Espíritu Santo que no vería la muerte antes de ver al Mesías del Señor. Impulsado por el Espíritu, fue al templo. Y cuando entraban con el niño Jesús sus padres para cumplir con él lo acostumbrado según la ley, Simeón lo tomó en brazos y bendijo a Dios diciendo: «Ahora, Señor, según tu promesa, puedes dejar a tu siervo irse en paz. Porque mis ojos han visto a tu Salvador, a quien has presentado ante todos los pueblos: luz para alumbrar a las naciones y gloria de tu pueblo Israel».

Palabra del Señor.

02 de Febrero - SANTA CATALINA DE RICCI

En Prato, de la Toscana, santa Catalina de Ricci, virgen, de la Tercera Orden Regular de Santo Domingo, que se dedicó de lleno a la restauración de la religión y por su asidua meditación de los misterios de la pasión de Jesucristo, obtuvo experimentarla de alguna manera.

Se llamaba Alessandrina Lucrecia Romola de Ricci. Hija de unos patricios florentinos. Poco después de nacer Alejandra, murió su madre y su padre se casó de nuevo. Fue educada, con todo cuidado, por su madrastra y su padre. Ya desde niña aparecieron en ella virtudes que después darían un gran fruto. 

Ingresó a los diez años (1534) en el monasterio dominico de San Vicente in Prato, (Toscana), (fundado por nueve damas admiradoras de Savonarola), de donde su tío Timoteo Ricci, era capellán, y al año siguiente emitió los votos religiosos. Allí estaba su tía Luisa Ricci. Muy pronto quedaron profundamente admiradas las religiosas al descubrir las muchas y profundas virtudes que tenía. La expiaban para ver si su virtud, sobre todo la que manifestaba cuando se encontraba en oración, si era natural o pasajero. 

Una de las notas características de su vida espiritual fue la meditación en la Pasión de Cristo, a la que dedicaba muchas horas de oración. A los 13 años volvió a la casa paterna donde continuó su vida conventual. Desde el tiempo del noviciado Catalina manifestó dificultades de adaptación a la regla, lentitud para aprender y trastornos físicos crecientes, que culminaron en 1538 en una grave enfermedad, que luego se achacaría a sus primeras manifestaciones místicas. Allí vivió una vida llena de virtud y criterio, de otro modo no se le hubiera confiado la dirección espiritual de las novicias, ni se la hubiera elegido priora para toda la vida. La reputación de su santidad atrajo a muchas visitas de numerosos obispos y cardenales, entre ellos: Cervini, futuro Marcelo II; Alejandro de Medicis, futuro Clemente VIII y Aldobrandini, futuro León XI. No aceptó nunca que se la alabara por su santidad o por los fenómenos místicos que recibía.

Pero no fue una monja como las demás, desde 1542, todas las semanas, los jueves y los viernes, sor Catalina tuvo éxtasis en los que revivía la Pasión de Cristo: azotes, la corona de espinas, las magulladuras de la cruz, las heridas de los clavos, todo el deja huellas sensibles en su cuerpo; de este misticismo también se producen los desposorios místicos con Cristo; pero nunca perdió la alegría y la sencillez. Ella rezó día y noche para que no se repitiesen estos fenómenos, que duraron 12 años. Por lo demás fue una mujer inteligente, equilibrada y de una audacia muy suya, siempre dentro de la más estricta ortodoxia. Era tal su misticismo que algunos pensaron que era locura y poco faltó para que fuera expulsada. 

Gran admiradora de Savonarola (después de que fuera curada milagrosamente en el día de su ejecución de la enfermedad que sufría), hizo pintar su imagen con la palma del martirio en su mano. Tal vez en la Orden se vio con recelo su veneración a la memoria de Savonarola, pero su correspondencia con san Felipe Neri, san Carlos Borromeo, a quien le predijo un atentado, y después del intento frutado de asesinato, san Carlos tuvo siempre en su celda el retrato de Catalina; y san Pío V, la mostró muy lúcida. Fue gran amiga de santa María Magdalena de Pazzi, que la introdujo en el conocimiento de Jesús resucitado y en el misterio del amor y que tuvo la visión de verla subir al cielo, el día de su muerte. Fue canonizada en 1747 por Benedicto XIV.

martes, 1 de febrero de 2022

Reflexión del 01/02/2022

 

Lecturas del 01/02/2022


En aquellos días, Absalón se encontró frente a los hombres de David.
Montaba un mulo y, al pasar el mulo bajo el ramaje de una gran encina, la cabeza se le enganchó en la encina y quedó colgando entre el cielo y la tierra, mientras el mulo que montaba siguió adelante. Alguien lo vio y avisó a Joab: «He visto a Absalón colgado de una encina».
Cogiendo Joab tres venablos en la mano y los clavó en el corazón a Absalón. David estaba sentado entre las dos puertas.
El vigía subió a la terraza del portón, sobre la muralla. Alzó los ojos y vio que un hombre venía corriendo en solitario. El vigía gritó para anunciárselo al rey.
El rey dijo: «Si es uno solo, trae buenas noticias en su boca». Cuando llegó el cusita, dijo: «Reciba una buena noticia el rey, mi señor: El Señor te ha hecho justicia hoy, librándote de la mano de todos los que se levantaron contra ti». El rey preguntó: « ¿Se encuentra bien el muchacho Absalón?». El cusita respondió: «Que, a los enemigos de mi señor, y a todos los que se han levantado contra ti para hacerte mal les ocurra como al muchacho» Entonces el rey se estremeció. Subió a la habitación superior del portón y se puso a llorar. Decía al subir: « ¡Hijo mío, Absalón, hijo mío! ¡Hijo mío, Absalón! ¡Quién me diera haber muerto en tu lugar! ¡Absalón, hijo mío, hijo mío!». Avisaron a Joab: «El rey llora y hace duelo por Absalón».
Así, la victoria de aquel día se convirtió en duelo para todo el pueblo, al decir que el rey estaba apenado por su hijo.


En aquel tiempo, Jesús atravesó de nuevo en barca a la otra orilla, se le reunió mucha gente a su alrededor, y se quedó junto al mar.
Se acercó un jefe de la sinagoga, que se llamaba Jairo, y, al verlo, se echó a sus pies, rogándole con insistencia: «Mi niña está en las últimas; ven, impón las manos sobre ella, para que se cure y viva». Se fue con él, y lo seguía mucha gente que lo apretujaba.
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y se había gastado en eso toda su fortuna; pero, en vez de mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y, acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto, pensando: «Con sólo tocarle el vestido curaré». Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias, y notó que su cuerpo estaba curado.
Jesús, notando que había salido fuerza de él, se volvió enseguida, en medio de la gente y preguntaba: « ¿Quién me ha tocado el manto?». Los discípulos le contestaban: «Ves cómo te apretuja la gente y preguntas: “¿Quién me ha tocado?”».
Él seguía mirando alrededor, para ver quién había hecho esto. La mujer se acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que le había ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad.
Él le dice: «Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada de tu enfermedad».
Todavía estaba hablando, cuando llegaron de casa del jefe de la sinagoga para decirle: «Tu hija se ha muerto. ¿Para qué molestar más al maestro?». Jesús alcanzó a oír lo que hablaban y le dijo al jefe de la sinagoga: «No temas; basta que tengas fe».
No permitió que lo acompañara nadie, más que Pedro, Santiago y Juan, el hermano de Santiago. Llegan a casa del jefe de la sinagoga y encuentra el alboroto de los que lloraban y se lamentaban a gritos y después de entrar les dijo: « ¿Qué estrépito y qué lloros son estos? La niña no está muerta, está dormida».
Se reían de él. Pero él los echó fuera a todos y, con el padre y la madre de la niña y sus acompañantes, entró donde estaba la niña, la cogió de la mano y le dijo: «Talitha qumi» (que significa: «Contigo hablo, niña, levántate»).
La niña se levantó inmediatamente y echó a andar; tenía doce años. Y quedaron fuera de sí llenos de estupor. Les insistió en que nadie se enterase; y les dijo que dieran de comer a la niña.

Palabra del Señor.

 

01 de Febrero - BEATO REGINALDO DE ORLEANS

En París, en Francia, beato Reginaldo de Orleans, presbítero, quien, de paso por Roma, conmovido por la predicación de santo Domingo entró en la Orden de Predicadores, a la que atrajo a muchos con el ejemplo de sus virtudes y el ardor de su palabra.

Nació en Saint-Giles en Languedoc; enseño Derecho canónico en la Universidad de París (1206-1211); fue nombrado deán de Saint-Aignan en Orleans; en el 1218 nos lo encontramos en Roma, formando parte del séquito del obispo Manases II de Seignelay que marchaba para Tierra Santa. 

En Roma conoció al cardenal Ugolino (futuro papa Gregorio IX) y por su intermediación trabó amistad con santo Domingo de Guzmán, fundador de la Orden de Predicadores. 

Reginaldo era un hombre inteligente, abierto a los problemas religiosos de su tiempo y advirtió, con cierto remordimiento, el contraste entre su vida tranquila y refinada, su actividad administrativa y el consejo lanzado en el 1215 por el Concilio Lateranense IV, hacia un estilo de vida más evangélico. El mensaje de la pobreza evangélica, íntegramente realizado, de la Orden dominica, atrajo profundamente su ánimo insatisfecho.

Durante su estancia romana enfermó gravemente, santo Domingo al hacerle una visita, lo invitó a ingresar en los dominicos para seguir la pobreza de Cristo; después de una milagrosa curación en la que tuvo una aparición de María, que le mostró el hábito completo de la nueva Orden, su resistencia decayó y prometió ingresar en los dominicos a su regreso de  Palestina, haciéndose uno de sus más fervientes discípulos. 

En diciembre de 1218, santo Domingo lo trasladó a Bolonia como su vicario, y en la ciudad estudiantil, Reginaldo se sintió muy a gusto; trasladó la comunidad dominica de Mascarella a San Niccoló delle Vigne y con su irresistible elocuencia atrajo a la Orden alumnos y profesores universitarios.

Un año después, en 1219, santo Domingo lo trasladó a St-Jacques de París para vigorizar la vacilante comunidad que allí estaba; también aquí afluyeron estudiantes y profesores de la Universidad para ingresar en los dominicos y, en torno, a los religiosos se creó un halo de cultura y espiritualidad.

Pocas semanas después de su llegada a París, Reginaldo murió; fue uno de los grandes dolores del santo fundador, aunque le consoló saber que Reginaldo había muerto con la sonrisa en los labios y manifestando su felicidad por haber abrazado la pobreza de los Apóstoles. Fue sepultado en la Iglesia benedictina de Notre-Dame des Champs, de donde su cuerpo desapareció durante la revolución de finales del s. XVIII. La Orden de Predicadores celebra su festividad el 12 de Febrero. 

De la obra "Orígenes de la Orden de Predicadores" del beato Jordán de Sajonia dice: "Se consagró en seguida y por entero a la predicación; su palabra era de fuego, y sus sermones como antorchas encendidas, inflamaban los corazones de los oyentes, que apenas lo había tan endurecido que pudiera sustraerse a su calor”. 

“No puedo menos de recordar que estando en vida fray Mateo, que lo había conocido en el mundo vanidoso y delicado, preguntóle como admirado en cierta ocasión: “¿Estáis triste, maestro, de haber tomado este hábito?”. A la que él respondió, bajando la cabeza con humildad: Creo que en la Orden no hago mérito alguno, pues siempre me gustó demasiado.” El culto al beato Reginaldo fue confirmado en 1875 por el beato Pío IX.