martes, 1 de julio de 2025

Reflexión del 01/07/2025

Lecturas del 01/07/2025

En aquellos días, los ángeles urgieron a Lot: "Anda, toma a tu mujer y a esas dos hijas tuyas, para que no perezcan por culpa de Sodoma."
Y, como no se decidía, los agarraron de la mano, a él, a su mujer y a las dos hijas, a quienes el Señor perdonaba; los sacaron y los guiaron fuera de la ciudad.
Una vez fuera, le dijeron: "Ponte a salvo; no mires atrás. No te detengas en la vega; ponte a salvo en los montes, para no perecer."
Lot les respondió: "No. Vuestro siervo goza de vuestro favor, pues me habéis salvado la vida, tratándome con gran misericordia; yo no puedo ponerme a salvo en los montes, el desastre me alcanzará y moriré. Mira, ahí cerca hay una ciudad pequeña donde puedo refugiarme y escapar del peligro. Como la ciudad es pequeña, salvaré allí la vida."
Le contestó: "Accedo a lo que pides: no arrasaré esa ciudad que dices. Aprisa, ponte a salvo allí, pues no puedo hacer nada hasta que llegues."
Por eso la ciudad se llama La Pequeña. Cuando Lot llegó a La Pequeña, salía el sol.
El Señor, desde el cielo, hizo llover azufre y fuego sobre Sodoma y Gomorra.
Arrasó aquellas ciudades y toda la vega con los habitantes de las ciudades y la hierba del campo.
La mujer de Lot miró atrás y se convirtió en estatua de sal.
Abrahán madrugó y se dirigió al sitio donde había estado con el Señor. Miró en dirección a Sodoma y Gomorra, toda la extensión de la vega, y vio humo que subía del suelo, como el humo de un horno.
Así, cuando Dios destruyó las ciudades de la vega, arrasando las ciudades donde había vivido Lot, se acordó de Abrahán y libró a Lot de la catástrofe.
En aquel tiempo, subió Jesús a la barca, y sus discípulos lo siguieron.
De pronto, se levantó un temporal tan fuerte que la barca desaparecía entre las olas; él dormía.
Se acercaron los discípulos y lo despertaron, gritándole: "¡Señor, sálvanos, que nos hundimos!" Él les dijo: "¡Cobardes! ¡Qué poca fe!"
Se puso en pie, increpó a los vientos y al lago, y vino una gran calma.
Ellos se preguntaban admirados: "¿Quién es éste? ¡Hasta el viento y el agua le obedecen!"

Palabra del Señor.

01 de Julio 2025 – Santa Esther Reina

Quedada huérfana cuando era niña, Ester es acogida y criada como una hija del tío Mardocheo. Crecida en edad y belleza fue presentada al rey Assuero que, renegada a la mujer Vasti, va a la búsqueda de una sustituta entre las hijas más bonitas del reino.

Ester le gusta tanto que el rey “la quiso más que todas las otras mujeres... y la hizo reina al sitio de Vasti."

Mardocheo, para cuanto fiel servidor (ha descubierto un complot contra Assuero), se niega de "doblar la rodilla" y de "postrarse" delante del potente Aman, que reviste el más alto cargo del reino.

Creyendo que esta actitud sea un insulto, Aman decide eliminar Mardocheo y todo su pueblo; emana un decreto de genocidio, la fecha es establecida con el lanzamiento del "pur", es decir de la suerte que cae sobre el trece del mes de Adar (febrero-marzo).

Mardocheo comunica a Ester el decreto de exterminio y la a intervenir en favor de él mismo y de su pueblo; la reina es golpeada por angustia mortal, busca refugio cerca de Dios; le levanta un fervoroso ruego y consciente de cumplir un gesto que puede costarle la vida se presenta al rey: "mientras le habla, Cae a tierra desmayada." El rey se conmueve y se hace disponible a escucharla: ella lo invita a cena sin revelarle por ahora el motivo de la angustia.

Mientras tanto Aman procede en la realización de su proyecto preparando el cadalso por Mardocheo. Ester invita por segunda vez al rey junto a Aman y durante el banquete desvela a Assuero su origen hebreo y por consiguiente su condena a muerte junto a la de su pueblo.

La reacción del rey es furibunda. La situación se vuelca. Aman es colgado al cadalso preparado para Mardocheo y con un nuevo decreto el rey les ordena a los Judíos de defenderse de sus enemigos.

En el día en que todo está listo para su eliminación son los judíos a triunfar. Por la ciudad de Susa Ester pregunta que la matanza de los adversarios pueda seguir también el día siguiente. El Libro se cierra con la institución de la fiesta hebrea de los Purim por la salvación alcanzada.