sábado, 31 de mayo de 2025

Compromiso con MARÍA 31/05/2025

31 de Mayo 2025 – VISITACIÓN de la VIRGEN MARÍA

El arcángel Gabriel, periodista de antaño, mientras daba la noticia de la Encarnación del Verbo, filtró el rumor de que Isabel estaba de seis meses. Y María, ni corta ni perezosa, cargó con un hato de ropa y se lio monte arriba.

Dos cosas hacen sonreír de ternura:

1. María deja sus contemplaciones de las séptimas moradas con el Verbo en su seno, y se marcha a servir a su prima encinta. No era una visita de compromiso. Isabel, mayor y encinta, necesitaba ayuda, ya. No se hable más. Al monte. Tres meses sirviendo a su prima necesitada. Dulce compañía y dulce parto, con María comadrona, prima y sierva. La Virgen es el conjunto de Marta y María.

2. Tan pronto como María llegó a la puerta, entró la alegría en casa. Da gusto tener visitantes así, tan fecundos, tan generosos. "Tan pronto como llegó la voz de tu saludo a mis oídos, saltó de gozo el niño en mi vientre".

María, mensajera de alegría, nuestra Señora del gozo, estrella de la luz, sonrisa en los labios, cascabel andante, canción montañera, enamorada del aire, campesina de Dios, antesala del Espíritu Santo, ecologista de todos los tiempos.

Reflexión del 31/05/2025

Lecturas del 31/05/2025

Hermanos:
Que vuestro amor no sea fingido; aborreciendo lo malo, apegaos a lo bueno.
Amaos cordialmente unos a otros; que cada cual estime a los otros más que a sí mismo; en la actividad, no seáis negligentes; en el espíritu, manteneos fervorosos, sirviendo constantemente al Señor.
Que la esperanza os tenga alegres; manteneos firmes en la tribulación, sed asiduos en la oración; compartid las necesidades de los santos; practicad la hospitalidad.
Bendecid a los que os persiguen; bendecid, sí, no maldigáis.
Alegraos con los que están alegres; llorad con los que lloran.
Tened la misma consideración y trato unos con otros, sin pretensiones de grandeza, sino poniéndoos al nivel de la gente humilde.
En aquellos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
Aconteció que, en cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y levantando la voz, exclamo: «¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu Vientre! ¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? Pues en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Bienaventurada la que ha creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».
María dijo: «Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mi: “su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, “derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia - como lo había prometido a nuestros padres - en favor de Abrahán y su descendencia por siempre».
María se quedó con Isabel unos tres meses y después volvió a su casa.

Palabra del Señor.

31 de Mayo 2025 – María, Reina del mundo

Habiendo sido elevada la augusta Virgen a la dignidad de Madre del Rey de reyes, la santa Iglesia se muestra justa en honrarla y en querer que todos La honren con el glorioso título de Reina. ¡Salve Regina!

«Si el Hijo es Rey, dice San Atanasio, la Madre tiene derecho a ser tenida como Reina y a llevar ese nombre». – «Sí, añade San Bernardino de Siena, cuando María consintió en ser la Madre del Verbo eterno, en ese mismo momento y por ese consentimiento mereció y obtuvo el principado de la tierra, el dominio del mundo, el cetro y la calidad de Reina de todas las criaturas.» Y como observa Arnould de Chartres, si María está tan íntimamente unida a Jesús en la carne, ¿cómo puede esta divina Madre estar separada de Su Hijo en cuanto al poder soberano?

Ahora bien, si Jesús es Rey del universo, es del universo que María es Reina: «Reina del Cielo, dice el abad Rupert, Ella manda debidamente todo el reino de Su Hijo.» De ahí esta consecuencia expresada por San Bernardino de Siena: «A la gloriosa Virgen están sujetas tantas criaturas como a la adorable Trinidad misma, pues todos los seres creados, cualquiera que sea el rango que tengan entre las obras de Dios, ya sean espíritus puros como los Ángeles, seres dotados de razón como los hombres, cuerpos puramente materiales como los cuerpos celestes y los elementos; Todo lo que existe en el cielo y en la tierra, tanto los condenados como los bienaventurados, todo lo que está sometido al poder divino está igualmente sometido a María y reconoce Su autoridad; porque el Hijo de Dios, que es al mismo tiempo el Hijo de la Virgen bendita, queriendo igualar el imperio de Su Madre con el de Su Padre celestial, Se hizo siervo de Su divina Madre en la tierra y Se sometió a Ella. De ahí que pueda decirse con toda verdad: Todas las cosas obedecen al poder divino, incluso la Virgen; todas las cosas obedecen al poder de la Virgen, incluso Dios.»

En el cielo, los Ángeles y los Santos rinden, con qué alegría, el homenaje de su sumisión, su respeto, su alabanza a su amada Reina.

En la tierra, los servidores de María se inclinan amorosamente bajo Su cetro de bondad y misericordia.

En cuanto a las cosas inanimadas, no pueden alabar a María ni reconocer Su dominio. Pero los Santos, especialmente los Padres y Doctores, se han complacido en prestar a María, en sus alabanzas, todo lo más precioso, lo más puro, lo más fecundo, lo más bello, lo más fragante, lo más delicioso de la naturaleza, para simbolizar los atributos de esta divina Virgen. María es la estrella del mar, la aurora que anuncia el sol, la luna con su suave luz, el diamante claro, la perla preciosa, el lirio inmaculado, la nieve resplandeciente, la paloma inocente, la oveja que da el Cordero sin mancha, la vid fructífera que produce el vino que hace brotar a las vírgenes, la tierra fértil que da la Espiga divina, el jardín celestial, la fuente de aguas vivas, la rosa sin espinas, la humilde violeta, el incienso de olor dulce, la miel exquisita, la leche sabrosa...

Así, todas las criaturas sirven a su manera a la Reina del Cielo y del mundo.

«Continuad, pues, oh María, reinando con seguridad; disponed de los bienes de Vuestro Hijo como queráis; puesto que sois la Madre y Esposa del Rey del universo, sois la Reina y tenéis derecho al imperio y al dominio sobre todas las criaturas.»

¡Obras del Señor, bendecid y alabad a María vuestra Soberana por siempre!

Sol y luna, estrellas del cielo, lluvia y rocío, viento, fuego y calor, frío, escarcha, noche y día, luz y oscuridad, relámpagos y nubes, ¡alabad a María vuestra Soberana!

Tierra, montañas y colinas, plantas, fuentes de agua, mares y ríos, monstruos, peces y aves, bestias salvajes, ¡bendecid a María!

Hijos de los hombres, siervos del Señor, ¡alabad a María!

Ángeles del Señor, alabad y bendecid a María.

¡Alabadla según la inmensidad de Su grandeza!

Que todas las criaturas alaben a la dignísima Madre de Dios, Reina del cielo y de la tierra. ¡Aleluya!

viernes, 30 de mayo de 2025

Compromiso con MARÍA 30/05/2025

Reflexión del 30/05/2025

Lecturas del 30/05/2025



Cuando estaba Pablo en Corinto, una noche le dijo el Señor en una visión: «No temas, sigue hablando y no te calles, pues yo estoy contigo, y nadie te pondrá la mano encima para hacerte daño, porque tengo un pueblo numeroso en esta ciudad».
Se quedó, pues, allí un año y medio, enseñando entre ellos la palabra de Dios.
Pero, siendo Galión procónsul de Acaya, los judíos se abalanzaron de común acuerdo contra Pablo y lo condujeron al tribunal diciendo: «Este induce a la gente a dar a Dios un culto contrario a la Ley».
Iba Pablo a tomar la palabra, cuando Galión dijo a los judíos: «Judíos, si se tratara de un crimen o de un delito grave, sería razón escucharos con paciencia; pero, si discutís de palabras, de nombres y de vuestra ley, vedlo vosotros. Yo no quiero ser juez de esos asuntos».
Y les ordenó despejar el tribunal.
Entonces agarraron a Sostenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal, sin que Galión se preocupara de ello.
Pablo se quedó allí todavía bastantes días; luego se despidió de los hermanos y se embarcó para Siria con Priscila y Áquila. En Cencreas se había hecho rapar la cabeza, porque había hecho un voto.


En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En verdad, en verdad os digo, vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría.
La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero, en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo le ha nacido un hombre.
También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón, y nadie os quitará vuestra alegría. Ese día no me preguntaréis nada».

Palabra del Señor.

30 de Mayo 2025 – San Fernando III, Rey

Era hijo del rey Alfonso IX y primo hermano del rey San Luis de Francia. Fue un verdadero modelo de gobernante, de creyente, de padre, esposo y amigo. Emprendió la construcción de la bellísima Catedral de Burgos y de varias catedrales más y fue el fundador de la famosa Universidad de Salamanca. San Fernando III protegió mucho a las comunidades religiosas y se esforzó porque los soldados de su ejército recibieran educación en la fe. Instauró el castellano como idioma oficial de la nación y se esmeró para que en su corte se le diera importancia a la música y al buen hablar literario.

Sus enfrentamientos tuvieron por fin, liberar a España de la esclavitud en la que la tenían los moros, y por ende liberar también a la religión católica del dominio árabe.

Como todos los santos fue mortificado y penitente, y su mayor penitencia consistió en tener que sufrir 24 años en guerra incesante por defender la patria y la religión.

En sus cartas se declaraba: "Caballero de Jesucristo, Siervo de la Virgen Santísima, y Alférez del Apóstol Santiago. El Papa Gregorio Nono, lo llamó: "Atleta de Cristo", y el Pontífice Inocencio IV le dio el título de "Campeón invicto de Jesucristo".

Propagaba por todas partes la devoción a la Santísima Virgen y en las batallas llevaba siempre junto a él una imagen de Nuestra Señora. Y le hacía construir capillas en acción de gracias, después de sus inmensas victorias. Este gran guerrero logró libertar de la esclavitud de los moros a Úbeda, Córdoba, Murcia, Jaén, Cádiz y Sevilla. Para agradecer a Dios tan grandes victorias levantó la hermosa catedral de Burgos y convirtió en templo católico la mezquita de los moros en Sevilla.

jueves, 29 de mayo de 2025

Compromiso con MARÍA 29/05/2025

Reflexión del 29/05/2025

Lecturas del 29/05/2025

En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonasen Roma.
Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a vivir y trabajar en su casa; eran tejedores de lona para tiendas de campaña. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, dando testimonio ante los judíos de que Jesús es el Mesías. Como ellos se oponían y respondían con blasfemias, Pablo sacudió sus vestidos y les dijo: «Vuestra sangre recaiga sobre vuestra cabeza. Yo soy inocente y desde ahora me voy con los gentiles».
Se marcho de allí y se fue a casa de Ticio Justo, que adoraba a Dios y cuya casa estaba al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios, al escuchar a Pablo, creían y se bautizaban.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me veréis, pero poco más tarde me volveréis a ver».
Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me veréis, pero dentro de otro poco me volveréis a ver”, y eso de “me voy al Padre”?» Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice».
Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Estáis discutiendo de eso que os he dicho: “Dentro de poco ya no me veréis, y dentro de otro poco me volveréis a ver”? En verdad, en verdad os digo: vosotros lloraréis y os lamentaréis, mientras el mundo estará alegre; vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría».

Palabra del Señor.

29 de Mayo 2025 – San Maximino, Obispo

Maximino nació al comienzo del siglo IV en Poitiers (Aquitania), al sudoeste de la antigua Galia. Provenía de un hogar muy piadoso.

La santidad de Agricio, obispo de Tréveris, llevó a Maximino a dejar el suelo natal e ir en busca de aquel prelado, para recibir lecciones de religión, ciencias y humanidades. El santo reconoció en el recién llegado una lúcida inteligencia y un firme amor a la doctrina católica, razón por la cual le confirió las sagradas órdenes. En el ejercicio de estas funciones hizo en breve tiempo notables progresos.

Al morir Agricio, conocidos por el pueblo los atributos de Maximino, por voluntad unánime éste fue su sucesor, ocupando la cátedra de Tréveris en el año 332.

Perturbaba en aquel tiempo en la Iglesia el arrianismo, doctrina que negaba la unidad y consustancialidad en las tres personas de la santísima Trinidad; según ellos el Verbo habrían sido creados de la nada y era muy inferior al Padre. El Verbo encarnado era Hijo de Dios, pero por adopción.

Contra esta interpretación, que disminuía el misterio de la encarnación y el de la redención del hombre, se levantó Atanasio, obispo de Alejandría, que se había de constituir en el campeón de la ortodoxia.

Reinaba entonces el emperador Constantino el Grande, a quien los herejes engañaron acumulando calumnias sobre Atanasio, y así lograron que lo desterraste a Tréveris en el año 336. Allí Maximino lo recibió con evidencias de la veneración que le profesaba y trató por todos los medios de suavizar la situación del desterrado. Lo mismo hizo con Pablo, obispo de Constantinopla, también forzado a ir a Tréveris después de un remedo de sínodo arriano. Al morir Constantino, el hijo mayor, Constantino el Joven, su sucesor en Occidente, devolvió a Atanasio la sede de Alejandría.

En el año 345, Maximino concurrió al concilio de Milán, donde los arrianos, cuyo jefe era Eusebio de Nicomedia, fueron otra vez condenados. Considerado indispensable para cimentar la paz de la Iglesia celebrar un nuevo concilio ecuménico. Maximino lo propuso al emperador Constante; éste, hallándolo conveniente, escribió a su hermano Constantino, concertándose para tal reunión la ciudad de Sárdica (hoy Sofía, capital de Bulgaria).

Los arrianos quisieron atraer al emperador a su secta y justificar la conducta seguida contra Atanasio. Pero Maximino alertó al emperador, defendiendo así al obispo sin culpa; y Atanasio fue nuevamente restablecido.

Vuelto a su Iglesia, Maximino hizo frente a las necesidades, socorriendo a los pobres. Su familia residía en Poitiers y allá fue a visitarlos, pero murió al poco tiempo en esa ciudad, en el año 349. La fecha de hoy recuerda la traslación de sus reliquias a Tréveris.

miércoles, 28 de mayo de 2025

Compromiso con MARÍA 28/05/2025

Reflexión del 28/05/2025

Lecturas del 28/05/2025

En aquellos días, los que conducían a Pablo lo llevaron hasta Atenas, y se volvieron con el encargo de que Silas y Timoteo se reuniesen con él cuanto antes.
Pablo, de pie en medio del Areópago, dijo: «Atenienses, veo que sois en todo extremadamente religiosos. Porque, paseando y contemplando vuestros monumentos sagrados, encontré incluso un altar con esta inscripción: “Al Dios desconocido”.
Pues eso que veneráis sin conocerlo, os lo anuncio yo. “El Dios que hizo el mundo y todo lo que contiene”, siendo como es Señor de cielo y tierra, no habita en templos construidos por manos humanas, ni lo sirven manos humanas, como si necesitara de alguien, él que a todos da la vida y el aliento, y todo.
De uno solo creó el género humano para que habitara la tierra entera, determinando fijamente los tiempos y las fronteras de los lugares que habían de habitar, con el fin de que lo que buscasen a él, a ver si, al menos a tientas, lo encontraban; aunque no está lejos de ninguno de nosotros, pues en él vivimos, nos movemos y existimos; así lo dicen incluso algunos de vuestros poetas: “Somos estirpe suya”.
Por tanto, si somos estirpe de Dios, no debemos pensar que la divinidad se parezca a imágenes de oro o de plata o de piedra, esculpidas por la destreza y la fantasía de un hombre. Así pues, pasando por alto aquellos tiempos de ignorancia, Dios anuncia ahora en todas partes a todos los humanos que se conviertan.
Porque tiene señalado un día en que juzgará el universo con justicia, por medio del hombre a quien él ha designado; y ha dado a todos la garantía de esto, resucitándolo de entre los muertos». Al oír «resurrección de entre los muertos», unos lo tomaban a broma, otros dijeron: «De esto te oiremos hablar en otra ocasión».
Así salió Pablo de en medio de ellos. Algunos se le juntaron y creyeron, entre ellos Dionisio el areopagita, una mujer llamada Dámaris y algunos más con ellos.
Después de esto, dejó Atenas y se fue a Corinto.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Muchas cosas me quedan por deciros, pero no podéis cargar con ellas por ahora; cuando venga él, el Espíritu de la verdad, os guiará hasta la verdad plena.
Pues no hablará por cuenta propia, sino que hablará de lo que oye y os comunicará lo que está por venir. Él me glorificará, porque recibirá de lo mío y os lo anunciará. Todo lo que tiene el Padre es mío. Por eso os he dicho que recibirá y tomará de lo mío y os lo anunciará».

Palabra del Señor.

28 de Mayo 2025 – San Germán de París

Nació en el año 496 cerca de Autun, Saône-et-Loire. Falleció en Paris el 28 de Mayo de 576. Estudió en Avalon y también en Luzy guiado por su primo Scapilion, quien era sacerdote.

A la edad de 34 años fue ordenado sacerdote por San Agripino de Autun, siendo nombrado Abad de Saint-Symphorien. Su virtud característica fue el amor por los pobres, manifestándose tan fuertemente su entrega por los demás, que sus monjes se rebelaron, temiendo que regalara todo lo que tenían.

Debido a que estaba en Paris en el año 555, cuando el Obispo Eusebio murió, Childebert lo retuvo, y con el consentimiento unánime del clero y del pueblo, fue consagrado a la sede vacante. Bajo su influencia, el rey, quien se había entregado a la vida mundana, se convirtió y desde entonces llevó una vida Cristiana.

En su nuevo cargo, el Obispo continuó la práctica de las virtudes y las austeridades de su vida monástica, y trabajó fuertemente para disminuir los males causados por las incesantes guerras y la vida licenciosa de los nobles. Asistió al tercero y cuarto Concilios de Paris en los años 557 y 573 respectivamente, y también al segundo Concilio de Tours en 566. Convenció al rey que erradicara las prácticas paganas que aún existían en Gaul, y también para que prohibiera los excesos que se llevaban a cabo en la mayoría de las celebraciones Cristianas.

Poco después de año 540, Childebert sitió Zaragoza mientras estaba en guerra con España. Los habitantes del lugar se habían puesto bajo la protección de San Vicente Mártir. Cuando Childebert se enteró de esto, perdonó a la ciudad, y como muestra de gratitud, el obispo le obsequió la estola del santo.

Cuando regresó a Paris, el rey ordenó construir un templo en los suburbios en honor del mártir, para guardar ahí la reliquia. Por ése tiempo, Childebert cayó peligrosamente enfermo en su palacio de Celles, pero fue sanado milagrosamente por el Obispo Germain, según se atestigua en la carta de patentes del rey, presentando como regalo a la Iglesia de Paris las tierras de Celles, como gratitud por el favor recibido.

El templo de San Vicente fue terminado en el año 588, siendo consagrado a San Vicente por el Obispo Germain, el 23 de Diciembre de dicho año, mismo día en que Childebert falleció. Cerca de éste templo se construyó un monasterio.

Sus abades tenían jurisdicción espiritual y temporal en los suburbios de San Germain hasta aproximadamente el año 1670. El templo fue frecuentemente saqueado e incendiado por los Normandos en el siglo IX. Fue reconstruido en 1014 y consagrado por el Papa Alejandro III en 1163.

Childebert fue sucedido en el trono por Clotaire, quien tuvo un corto reinado. A su muerte ocurrida en el año 561, la monarquía se dividió entre sus cuatro hijos, siendo Charibert nombrado rey de Paris. Charibert era una persona viciosa y despiadada, y el Obispo Germain se vio obligado a excomulgarlo en 568 por su inmoralidad. Charibert falleció en 570.

El Obispo se encontró con grandes dificultades debido a que en ese tiempo los hermanos de Charibert se disputaban sus propiedades. Trabajó fuertemente para establecer la paz, pero con poco éxito. Sigebert y Chilperic, instigados por sus esposas, Brunehaut y la infame asesina Fredegunde, se enfrascaron en una guerra intestina, y al ser vencido Chilperic, Paris cayó en las manos de Sigebert.

El Obispo Germain escribió una carta a Brunehaut (carta que a la fecha se conserva) pidiéndole que usara su influencia para prevenir más guerras. Sin embargo, Sigebert era obstinado y a pesar de la advertencia de Germain se preparó para atacar a Chilperic en Tournai, donde se había escondido, pero Fredegunde lo mandó asesinar en el camino a Vitri en 575.

Germain mismo falleció al siguiente año antes de que se restableciera la paz. Sus restos fueron sepultados en la capilla de San Symphorien en el vestíbulo del templo de San Vicente, pero en 754 sus reliquias fueron solemnemente reubicadas en el edificio principal del templo, en presencia de Pepin y de su hijo Carlomagno, que entonces era un niño de siete años.

Desde ese momento, el templo se convirtió en el templo de San Germain-des-Prés. Además de la carta mencionada anteriormente, también se conserva un tratado de la antigua liturgia Gala, atribuida a Germain, que fue publicada por Martene en su “Thesauruis Novus Anecdotorum”. La festividad de San Germain se celebra el 28 de Mayo.

martes, 27 de mayo de 2025

Compromiso con MARÍA 27/05/2025

Reflexión del 27/05/2025

Lecturas del 27/05/2025

En aquellos días, la plebe de Filipos se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados ordenaron que les arrancaran los vestidos y que los azotaran con varas; después de molerlos a palos, los metieron en la cárcel, encargando al carcelero que los vigilara bien; según la orden recibida, los metió en la mazmorra y les sujetó los pies en el cepo.
A eso de media noche, Pablo y Silas oraban cantando himnos a Dios. Los otros presos los escuchaban. De repente, vino un terremoto tan violento que temblaron los cimientos de la cárcel. Al momento se abrieron todas las puertas, y a todos se les soltaron las cadenas. El carcelero se despertó y, al ver las puertas de la cárcel de par en par, sacó la espada para suicidarse, imaginando que los presos se habían fugado. Pero Pablo lo llamó a gritos, diciendo: «No te hagas daño alguno, que estamos todos aquí».
El carcelero pidió una lámpara, saltó dentro, y se echó temblando a los pies de Pablo y Silas; los sacó fuera y les preguntó: «Señores, ¿qué tengo que hacer para salvarme?».
Le contestaron: «Cree en el Señor Jesús y te salvarás tú y tu familia».
Y le explicaron la palabra del Señor, a él y a todos los de su casa.
A aquellas horas de la noche, el carcelero los tomo consigo, les lavó las heridas, y se bautizó en seguida con todos los suyos; los subió a su casa, les preparó la mesa, y celebraron una fiesta de familia por haber creído en Dios.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: “¿Adónde vas?” Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, os digo la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Paráclito. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo acerca de un pecado, de una justicia y de una condena.
De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el príncipe de este mundo está condenado».

Palabra del Señor.

27 de Mayo 2025 – San Julio de Dorostoro

En Silistra, en Mesia Inferior, san Julio, mártir, que, ya veterano y licenciado de la milicia, en época de persecución de los oficiales fue apresado y entregado al gobernador Máximo, ante el cual despreció a los ídolos y confesó hasta el fin el nombre de Cristo, por lo que le condenaron a muerte.

Vivió en Mesia (Hungría) y participó como soldado en las batallas de Galerio contra los persas. Mártir en Durostoro, durante la persecución de Diocleciano. 

Sus palabras ante el prefecto Máximo fueron según sus Actas: "He servido en el ejército por 26 años, y no he sido llevado al juez por deshonesto o litigante. Siete veces he estado en la guerra, y no me he quedado detrás de nadie, como no me he demostrado inferior a ninguno en la batalla. El capitán no me ha sorprendido en ningún error: ¿y ahora tú piensas que yo, después de haber sido fiel en cosas de poca importancia, pueda demostrarme infiel en estas más altas? ... Soy un veterano. Temiendo a Dios, que ha creado el cielo y la tierra, le he adorado siempre, y ahora demuestro mi sumisión a él. Soy cristiano y no puedo decirme algo distinto de aquello que soy. No ignoro los edictos que ordenan de sacrificar a los dioses, pero soy cristiano, y puedo hacer aquello que de mí se quiere. Por esto te pido, justo presidente, de hacer aquello que piensas, para la seguridad de tus reyes, y de emitir una sentencia en contra mía, de esta manera mis deseos se cumplirán. Si he merecido el sufrimiento que me espera, tendré una gloria eterna en el Cielo." Contemporáneamente a él fueron martirizados otros soldados de su legión. Sus Actas son bastante fiables.

lunes, 26 de mayo de 2025

Compromiso con MARÍA 26/05/2025

Reflexión del 26/05/2025

Lecturas del 26/05/2025

Nos hicimos a la mar en Tróade y pusimos rumbo hacia Samotracia; al día siguiente salimos para Neápolis y de allí para Filipos, primera ciudad del distrito de Macedonia y colonia romana. Allí nos detuvimos unos días.
El sábado salimos de la ciudad y fuimos a un sitio junto al río, donde pensábamos que se había un lugar de oración; nos sentamos y trabamos conversación con las mujeres que habían acudido. Una de ellas, que se llamaba Lidia, natural de Tiatira, vendedora de púrpura, que adoraba al verdadero Dios, estaba escuchando; y el Señor le abrió el corazón para que aceptara lo que decía Pablo. Se bautizó con toda su familia y nos invitó: «Si estáis convencidos de que creo en el Señor, venid a hospedaros en mi casa».
Y nos obligó a aceptar.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto.
Vosotros ya estáis limpios por la palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.
Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ese da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseéis, y se realizará».

Palabra del Señor.

26 de Mayo 2025 – Santa Mariana de Jesús Paredes

Desde muy pequeñita demostró una gran inclinación hacia la piedad y un enorme aprecio por la pureza y por la caridad hacia los pobres. Ya a los siete años invitaba a sus sobrinas, que eran casi de su misma edad, a rezar el rosario y a hacer el Vía Crucis.

Se aprendió el catecismo de tal manera bien que a los ocho años fue admitida a hacer la Primera Comunión (lo cual era una excepción en aquella época). El sacerdote que le hizo el examen de religión se quedó admirado de lo bien que esta niña comprendía las verdades del catecismo. Al escuchar un sermón acerca de la cantidad tan grande de gente que todavía no logró recibir el mensaje de la religión de Cristo, dispuso irse con un grupo de compañeritas a evangelizar paganos. Por el camino las devolvieron a sus casas porque no se daban cuenta de lo grave que era la determinación que habían tomado. Otro día se propuso irse con otras niñas a una montaña a vivir como anacoretas dedicadas al ayuno y a la oración. Afortunadamente un toro muy bravo las devolvió corriendo a la ciudad. Entonces su cuñado al darse cuenta de los grandes deseos de santidad y oración que esta niña tenía trató de obtener que la recibieran en una comunidad de religiosas. Pero las dos veces que trató de entrar de religiosa, se presentaron contrariedades imprevistas que no le permitieron estar en el convento. Entonces ella se dio cuenta de que Dios la quería santificar quedándose en el mundo.

Se construyó en el solar de la casa de su hermana una habitación separada, y allí se dedicó a rezar, a meditar, y a hacer penitencia.

Había aprendido muy bien la música y tocaba hermosamente la guitarra y el piano. Había aprendido a coser, tejer y bordar, y todo esto le servía para no perder tiempo en la ociosidad. Tenía una armoniosa voz y sentía una gran afición por el canto, y cada día se ejercitaba un poco en este arte. Le agradaba mucho entonar cantos religiosos, que le ayudaban a meditar y a levantar su corazón a Dios. Su día lo repartía entre la oración, la meditación, la lectura de libros religiosos, la música, el canto y los trabajos manuales. Su meditación preferida era pensar en la Pasión y Muerte de Jesús.

En el templo de los Padres Jesuitas encontró un santo sacerdote que hizo de director espiritual y le enseñó el método de San Ignacio de Loyola, que consiste en examinarse tres veces por día la conciencia: por la mañana para ver qué peligros habrá en el día y evitarlos y qué buenas obras tendremos que hacer. El segundo examen: al mediodía, acerca del defecto dominante, aquella falta que más cometemos, para planear como no dejarse vencer por esa debilidad. Y el tercer examen por la noche, acerca de todo el día, analizando las palabras, los pensamientos, las obras y las omisiones de esas 12 horas. Esos tres exámenes le fueron llevando a una gran exactitud en el cumplimiento de sus deberes de cada día.

Para recordar frecuentemente que iba a morir y que tendría que rendir cuentas a Dios, se consiguió un ataúd y en él dormía varias noches cada semana. Y el tiempo restante lo tenía lleno de almohadas que semejaban un cadáver para recordar lo que le esperaba al final de la vida.

Se propuso cumplir aquel mandato de Jesús: "Quien desea seguirme que se niegue a sí mismo". Y desde muy niña empezó a mortificarse en la comida, en el beber y dormir. En el comedor colocaba una canastita debajo de la mesa y se servía en cantidades iguales a todos los demás pero, sin que se dieran cuenta, echaba buena parte de esos alimentos en el canasto, y los regalaba después a los pobres. Uno de los sacrificios que más la hacían sufrir era no tomar ninguna bebida en los días de mucho calor. Pero la animaba a esta mortificación el pensar en la sed que Jesús tuvo que sufrir en la cruz. Se colocaba en la cabeza una corona de espinas mientras rezaba el rosario. Muchísimos rosarios los rezó con los brazos en cruz.

Como sacrificio se propuso no salir de su casa sino al templo y cuando alguna persona tuviera alguna urgente necesidad de su ayuda. Así que el resto de su vida estuvo recluida en su casa. Solamente la veían salir cada mañana a la Santa Misa, y volver luego a vivir encerrada dedicada a las lecturas espirituales, a la meditación, a la oración, al trabajo y a ofrecer sacrificios por la conversión de los pecadores. Se propuso llenar todos sus días de frecuentes actos de amor a Dios. Cada día rezaba 12 Salmos de la S. Biblia. Ayunaba frecuentemente.

María recibió de Dios el don de consejo y así sucedía que los consejos que ella daba a las personas les hacían inmenso bien. También le dio a conocer Nuestro Señor varios hechos que iban a suceder en lo futuro, y así como ella los anunció, así sucedieron (incluyendo la fecha de su muerte, que según anunció sería un viernes 26). Tenía un don especial para poner paz entre los que se peleaban y para lograr que ciertos pecadores dejaran su vida de pecado. A un sacerdote muy sabio pero muy vanidoso le dijo después de un brillantísimo sermón: "Mire Padre, que Dios lo envió a recoger almas para el cielo, y no a recoger aplausos de este suelo". Y el padrecito dejó de buscar la estimación al predicar.

En una enfermedad le sacaron sangre y la muchacha de servicio echó en una matera la sangre que le habían sacado a Mariana, y en esa matera nació una bellísima azucena. Con esa flor la pintan a ella en sus cuadros. Y azucena de pureza fue esta santa durante toda su vida.

Sucedieron en Quito unos terribles terremotos que destruían casas y ocasionaban muchas muertes. Un padre jesuita dijo en un sermón: - "Dios mío: yo te ofrezco mi vida para que se acaben los terremotos". Pero Mariana exclamó: - "No, señor. La vida de este sacerdote es necesaria para salvar muchas almas. En cambio yo no soy necesaria. Te ofrezco mi vida para que cesen estos terremotos". La gente se admiró de esto. Y aquella misma mañana al salir del templo ella empezó a sentirse muy enferma. Pero desde esa mañana ya no se repitieron los terremotos.

Una terrible epidemia estaba causando la muerte de centenares de personas en Quito. Mariana ofreció su vida y todos sus dolores para que cesara la epidemia. Y desde el día en que hizo ese ofrecimiento ya no murió más gente de ese mal allí.

Por eso el Congreso del Ecuador le dio en el año 1946 el título de "Heroína de la Patria".

Acompañada por tres padres jesuitas murió santamente el viernes 26 de mayo de 1645. Desde entonces los quiteños le han tenido una gran admiración. Su entierro fue una inmensa ovación de toda la ciudad. Y los continuos milagros que hizo después de su muerte, obtuvieron que el Papa Pío IX la declarara beata y el Papa XII la declarara santa.