En la localidad de Fiobbio di Albino, cerca de Bérgamo, nuevamente en Italia, beata Petrina Morosini, virgen y mártir, que a los veintiséis años, cuando regresaba a casa desde su trabajo, por defender frente a un joven la virginidad que había prometido a Dios, fue herida de muerte en la cabeza.
Nació en Fiobbio (Bérgamo) y vivió en la pobreza y mientras cuidaba a muchos hermanos y su madre fue su primera catequista. Sus padres la llevaron a la escuela y allí demostró una inteligencia muy despierta, que podría hacer que siguiera estudiando, pero tuvo que dejar la escuela, por la situación económica de su familia y se tuvo que poner a trabajar en la fábrica textil Honegger, de Albino.
Había descubierto que podía "ser santa sin ir al convento", por su amor a la vida parroquial y a la Acción Católica a la que perteneció desde los 15 años. Durante diez años vivió las dificultades y las alegrías; iba cada día a trabajar a pie al pueblo vecino de Albino; en el tiempo libre se dedicaba a la parroquia; fue socia del Apostolado de la Oración, Hija de María y Terciaria franciscana.
En 1947 asistió a la beatificación de santa María Goretti y manifestó su deseo de ser como ella. A los 16 años, por consejo de su director espiritual hizo voto de celibato. En 1957, cuando regresaba de su trabajo, un joven intentó violarla. Se defendió, trató de huir, pero no pudo evitar la muerte de un golpe con una piedra en la cabeza. Llevada al hospital de Bérgamo, murió sin recobrar el conocimiento. Fue beatificada por Juan Pablo II el 4 de octubre de 1987.
Nació en Fiobbio (Bérgamo) y vivió en la pobreza y mientras cuidaba a muchos hermanos y su madre fue su primera catequista. Sus padres la llevaron a la escuela y allí demostró una inteligencia muy despierta, que podría hacer que siguiera estudiando, pero tuvo que dejar la escuela, por la situación económica de su familia y se tuvo que poner a trabajar en la fábrica textil Honegger, de Albino.
Había descubierto que podía "ser santa sin ir al convento", por su amor a la vida parroquial y a la Acción Católica a la que perteneció desde los 15 años. Durante diez años vivió las dificultades y las alegrías; iba cada día a trabajar a pie al pueblo vecino de Albino; en el tiempo libre se dedicaba a la parroquia; fue socia del Apostolado de la Oración, Hija de María y Terciaria franciscana.
En 1947 asistió a la beatificación de santa María Goretti y manifestó su deseo de ser como ella. A los 16 años, por consejo de su director espiritual hizo voto de celibato. En 1957, cuando regresaba de su trabajo, un joven intentó violarla. Se defendió, trató de huir, pero no pudo evitar la muerte de un golpe con una piedra en la cabeza. Llevada al hospital de Bérgamo, murió sin recobrar el conocimiento. Fue beatificada por Juan Pablo II el 4 de octubre de 1987.
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