En Sebourg, en Hainaut, san Drogón, pastor y peregrino por el Señor, que, buscando una vida sencilla y solitaria, acabó sus días recluso en una pequeña celda.
Nació en Epinoy, en la región francesa de Artoix, en el seno de noble familia de Flandes. Se quedó pronto huérfano ya que su padre murió antes de su nacimiento y su madre en el momento del parto. Cuando creció y supo estos acontecimientos de su nacimiento, se sintió culpable por la muerte de su madre y esto le llevó a una depresión. Se abandonó en manos de la Providencia, y cuando fue mayor de edad, inició una serie de peregrinaciones penitenciales, que le permitieron sus dificultades y sus escrúpulos.
A los 20 años repartió sus bienes a los pobres, y después de haber visitado varios lugares santos, se fue a servir como pastor de cerdos en casa de una dama virtuosa que vivía en Sebourg, cerca de Valenciennes. Pronto se difundió su fama de santidad y surgieron voces que le atribuyeron el don de la bilocación. Parece que fue visto en una Misa cuando estaba llevando a pastorear a las ovejas y así nació el dicho popular: “No siendo san Drogón, no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo”.
Seis años estuvo en esta casa y después peregrinó a Roma. Enfermo de un mal físico incurable (una hernia), se construyó una choza a la sombra de una iglesia de Sebourg en Hainaut o Henao, Bélgica, donde vivió 45 años a pan y agua dedicado exclusivamente a la oración. Una leyenda narra que, hubo un incendio que destruyó gran parte de la iglesia y su celda, pero él fue encontrado ileso arrodillado entre las cenizas. Murió a los 84 años. Su tumba en Sebourg fue meta de peregrinaciones.
Nació en Epinoy, en la región francesa de Artoix, en el seno de noble familia de Flandes. Se quedó pronto huérfano ya que su padre murió antes de su nacimiento y su madre en el momento del parto. Cuando creció y supo estos acontecimientos de su nacimiento, se sintió culpable por la muerte de su madre y esto le llevó a una depresión. Se abandonó en manos de la Providencia, y cuando fue mayor de edad, inició una serie de peregrinaciones penitenciales, que le permitieron sus dificultades y sus escrúpulos.
A los 20 años repartió sus bienes a los pobres, y después de haber visitado varios lugares santos, se fue a servir como pastor de cerdos en casa de una dama virtuosa que vivía en Sebourg, cerca de Valenciennes. Pronto se difundió su fama de santidad y surgieron voces que le atribuyeron el don de la bilocación. Parece que fue visto en una Misa cuando estaba llevando a pastorear a las ovejas y así nació el dicho popular: “No siendo san Drogón, no se puede estar en dos sitios al mismo tiempo”.
Seis años estuvo en esta casa y después peregrinó a Roma. Enfermo de un mal físico incurable (una hernia), se construyó una choza a la sombra de una iglesia de Sebourg en Hainaut o Henao, Bélgica, donde vivió 45 años a pan y agua dedicado exclusivamente a la oración. Una leyenda narra que, hubo un incendio que destruyó gran parte de la iglesia y su celda, pero él fue encontrado ileso arrodillado entre las cenizas. Murió a los 84 años. Su tumba en Sebourg fue meta de peregrinaciones.
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