En Cracovia en Polonia, san Jacinto, sacerdote de la Orden de Predicadores, que fue designado por santo Domingo para propagar la Orden en aquella nación y junto a los compañeros el beato Ceslao y Enrique el Germánico predicó el Evangelio en Bohemia y en Silesia.
Se le conoce como el "apóstol de Polonia". Jacobo nació en el castillo Kamién de Silesia en el seno de una noble familia: los Odrowaz. Estudió en Cracovia, Praga, Bolonia y París hasta doctorarse en Derecho y Teología, apoyado por un tío suyo, Ivo, que era canónigo y que vio en él una vocación religiosa. En 1218, ingresó como canónigo del capítulo de la catedral de Cracovia. Fue ordenado sacerdote en París o Roma, una vez concluidos sus estudios, hacia 1217.
Fue vicario general de la diócesis de Cracovia, regida por su tío Ivo. Su obispo dispuso que le acompañase a un viaje a Roma, junto a su hermano el beato Ceslao y sus compañeros Enrique de Moravia y Hermán el Teutónico, y allí quedaron atónitos ante las palabras de santo Domingo de Guzmán. Y fue tal la impresión que decidieron hacerse dominicos, y el mismo santo Domingo les impuso el hábito en 1220. Unos meses después, se creó la provincia dominica de Hungría y fueron enviados al norte para fundar nuevos conventos en Praga, Olmütz (Moravia), Polonia (lo hizo en la misma Cracovia), Prusia, (dando origen a la ciudad de Danzing), Suecia y Noruega, Rusia, Grecia, Bulgaria y Hungría (también se dice que viajó en misión apostólica por el Turquestán, el Tíbet y norte de China); predicó, durante 40 años, con gran fuerza taumatúrgica la unidad de todos los cristianos en torno al Pontífice y de la devoción a María.
En el capítulo de la Orden de 1228 en París, Jacinto, gracias a su gran labor apostólica en nuevas fundaciones, se erigieron las provincias de Dacia, Tierra Santa y Grecia. Entre 1224 y 1236 fue misionero en Polonia y Rusia, donde se convirtió en prior de un monasterio de Kiev. Según cuenta la hagiografía dominica, que está plagada de leyenda, hizo huir a los tártaros que sitiaban la ciudad de Kiev, por medio de un crucifijo y una estatua de María.
Se dice que curó la de ceguera a la hija del príncipe Vladimiro de Rusia, pero años después por razones políticas el príncipe le invitó a abandonar Kiev. Regresó a Cracovia en 1231, Después de dos años, visitó sus conventos entre los daneses, los suecos, los prusianos, los moscovitas y otras naciones. En 1257 regresó a Cracovia donde murió. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. Patrón de Cracovia y Wróclaw (Breslau). La canonización de san Jacinto tuvo lugar en 1594 por el papa Clemente VIII.
Se le conoce como el "apóstol de Polonia". Jacobo nació en el castillo Kamién de Silesia en el seno de una noble familia: los Odrowaz. Estudió en Cracovia, Praga, Bolonia y París hasta doctorarse en Derecho y Teología, apoyado por un tío suyo, Ivo, que era canónigo y que vio en él una vocación religiosa. En 1218, ingresó como canónigo del capítulo de la catedral de Cracovia. Fue ordenado sacerdote en París o Roma, una vez concluidos sus estudios, hacia 1217.
Fue vicario general de la diócesis de Cracovia, regida por su tío Ivo. Su obispo dispuso que le acompañase a un viaje a Roma, junto a su hermano el beato Ceslao y sus compañeros Enrique de Moravia y Hermán el Teutónico, y allí quedaron atónitos ante las palabras de santo Domingo de Guzmán. Y fue tal la impresión que decidieron hacerse dominicos, y el mismo santo Domingo les impuso el hábito en 1220. Unos meses después, se creó la provincia dominica de Hungría y fueron enviados al norte para fundar nuevos conventos en Praga, Olmütz (Moravia), Polonia (lo hizo en la misma Cracovia), Prusia, (dando origen a la ciudad de Danzing), Suecia y Noruega, Rusia, Grecia, Bulgaria y Hungría (también se dice que viajó en misión apostólica por el Turquestán, el Tíbet y norte de China); predicó, durante 40 años, con gran fuerza taumatúrgica la unidad de todos los cristianos en torno al Pontífice y de la devoción a María.
En el capítulo de la Orden de 1228 en París, Jacinto, gracias a su gran labor apostólica en nuevas fundaciones, se erigieron las provincias de Dacia, Tierra Santa y Grecia. Entre 1224 y 1236 fue misionero en Polonia y Rusia, donde se convirtió en prior de un monasterio de Kiev. Según cuenta la hagiografía dominica, que está plagada de leyenda, hizo huir a los tártaros que sitiaban la ciudad de Kiev, por medio de un crucifijo y una estatua de María.
Se dice que curó la de ceguera a la hija del príncipe Vladimiro de Rusia, pero años después por razones políticas el príncipe le invitó a abandonar Kiev. Regresó a Cracovia en 1231, Después de dos años, visitó sus conventos entre los daneses, los suecos, los prusianos, los moscovitas y otras naciones. En 1257 regresó a Cracovia donde murió. Desde 1969 su culto se ha limitado a los calendarios locales. Patrón de Cracovia y Wróclaw (Breslau). La canonización de san Jacinto tuvo lugar en 1594 por el papa Clemente VIII.
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