Dorotea nació en Cerezales del Condado (León, España). El 1 de febrero de 1896 vistió el hábito en la Congregación de las Franciscanas Misioneras de la Madre del Divino Pastor. En 1896 emitió sus únicos votos como religiosa donada. Reservada y fidelísima, se le encomendó la gestión de asuntos delicados, confianza que jamás traicionará.
Al comienzo de la guerra se refugia con un grupo de Hermanas en un piso de la calle del Almirante; la presencia de tantas religiosas provoca protestas del vecindario y la Hna. Gertrudis busca otro refugio. Los milicianos van en busca de una hermana de la portera y allí es detenida nuestra mártir junto con un sacerdote, llevándolos a ambos en un coche hacia un lugar desconocido.
Fue cruelmente torturada y asesinada el 14 de julio de 1936 en Hortaleza (Madrid). Sorprendida por los disturbios de la chusma republicana, se vio atrapada en la portería del nº 7 de la calle Diego de León. Unos milicianos la secuestraron junto a una señora y un sacerdote, conduciéndolos hasta un pinar de la carretera de Hortaleza. Salvajemente maltratados, fueron atados los tres al vehículo que los arrastró vivos hasta el pueblo de Hortaleza. Los tres llegaron muertos y completamente destrozados. Algunos envalentonados vecinos pisotearon y profanaron los cuerpos. Sor Gertrudis tenía 66 años.
Investigaciones posteriores llevan a la conclusión de que sus restos mortales reposan con otros muchos en una fosa común en el cementerio de las monjas de la Sagrada Familia de Hortaleza. Fue beatificada el 13 de octubre de 2013 por SS Francisco.
Al comienzo de la guerra se refugia con un grupo de Hermanas en un piso de la calle del Almirante; la presencia de tantas religiosas provoca protestas del vecindario y la Hna. Gertrudis busca otro refugio. Los milicianos van en busca de una hermana de la portera y allí es detenida nuestra mártir junto con un sacerdote, llevándolos a ambos en un coche hacia un lugar desconocido.
Fue cruelmente torturada y asesinada el 14 de julio de 1936 en Hortaleza (Madrid). Sorprendida por los disturbios de la chusma republicana, se vio atrapada en la portería del nº 7 de la calle Diego de León. Unos milicianos la secuestraron junto a una señora y un sacerdote, conduciéndolos hasta un pinar de la carretera de Hortaleza. Salvajemente maltratados, fueron atados los tres al vehículo que los arrastró vivos hasta el pueblo de Hortaleza. Los tres llegaron muertos y completamente destrozados. Algunos envalentonados vecinos pisotearon y profanaron los cuerpos. Sor Gertrudis tenía 66 años.
Investigaciones posteriores llevan a la conclusión de que sus restos mortales reposan con otros muchos en una fosa común en el cementerio de las monjas de la Sagrada Familia de Hortaleza. Fue beatificada el 13 de octubre de 2013 por SS Francisco.
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