En Budapest, Hungría, beata Sara Salkaházi, mártir.
Nació en Kassa-Kosice en el seno de una familia acomodada. Era una mujer inteligente, profesora y periodista. Se afilió al partido socialista cristiano y fue redactora de su periódico, ocupándose sobre todo de problemas sociales femeninos.
En 1930 profesó como Religiosa de la Asistencia. Eligió como lema de su vida religiosa: “Heme aquí: envíame” (Is. 6,8). Los obispos de Eslovaquia le encomendaron la organización del movimiento nacional de jóvenes. Quiso irse de misionera a China o Brasil, pero el estallido de la II Guerra Mundial se lo impidió. Después de algunas incomprensiones con sus superioras, en 1940 emitió los votos perpetuos.
Como directora nacional del movimiento católico de jóvenes trabajadoras creó el primer colegio húngaro para trabajadoras, cerca de Balatón. Cuando el partido nazi húngaro alcanzó el poder y comenzó a perseguir a los judíos, las Religiosas de la Asistencia dieron refugio a muchos. Por su parte, sor Sara, con grandes sacrificios y poniendo en peligro su vida, les brindó en las casas que había fundado para las trabajadoras.
Durante una redada en Budapest, la detuvieron y la condujeron hasta un muelle a orillas del Danubio. Allí, mientras hacia la señal de la cruz, la fusilaron, juntamente con la catequista Vilma Bernoviczs y las personas que había escondido en su casa, después la arrojaron al río. Fue beatificada el 17 de septiembre de 2006 en Budapest durante el pontificado de Benedicto XVI.
Nació en Kassa-Kosice en el seno de una familia acomodada. Era una mujer inteligente, profesora y periodista. Se afilió al partido socialista cristiano y fue redactora de su periódico, ocupándose sobre todo de problemas sociales femeninos.
En 1930 profesó como Religiosa de la Asistencia. Eligió como lema de su vida religiosa: “Heme aquí: envíame” (Is. 6,8). Los obispos de Eslovaquia le encomendaron la organización del movimiento nacional de jóvenes. Quiso irse de misionera a China o Brasil, pero el estallido de la II Guerra Mundial se lo impidió. Después de algunas incomprensiones con sus superioras, en 1940 emitió los votos perpetuos.
Como directora nacional del movimiento católico de jóvenes trabajadoras creó el primer colegio húngaro para trabajadoras, cerca de Balatón. Cuando el partido nazi húngaro alcanzó el poder y comenzó a perseguir a los judíos, las Religiosas de la Asistencia dieron refugio a muchos. Por su parte, sor Sara, con grandes sacrificios y poniendo en peligro su vida, les brindó en las casas que había fundado para las trabajadoras.
Durante una redada en Budapest, la detuvieron y la condujeron hasta un muelle a orillas del Danubio. Allí, mientras hacia la señal de la cruz, la fusilaron, juntamente con la catequista Vilma Bernoviczs y las personas que había escondido en su casa, después la arrojaron al río. Fue beatificada el 17 de septiembre de 2006 en Budapest durante el pontificado de Benedicto XVI.
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