En Selz cercana a Estrasburgo en Lotaringia, hoy Francia, santa Adelaida, emperatriz, que mostró una sobria alegría con sus familiares, decorosa actitud con los extraños, incansable piedad hacia los pobres, gran generosidad en honrar las iglesias de Dios.
Nació en el castillo de Orbo. Hija del rey de Borgoña, Rodolfo II, y de Berta de Suabia; contrajo matrimonio con Lotario II, rey de Italia, y a los 18 años se quedó viuda, tras la muerte de su marido en su lucha contra Berengario II de Ivrea o Friuli, que parece que lo envenenó. Con él tuvo una hija, Emma a quien casó con Lotario, rey de Francia. Adelaida desposeída de sus derechos y presa en el castillo de Garda a merced del mal trato del vencedor (Berengario) que pretendía casarla con su hijo, escapó hasta la fortaleza de Canossa, junto a su criada y vestidas con ropas de varón, y allí pidió ayuda a Alberto de Azzo, quien a su vez, llamó en su socorro a Otón I, emperador de Alemania, que le ayudó a recobrar la corona de Italia, venciendo a Berengario II.
Contrajo matrimonio con Otón I y ambos fueron coronados emperadores en Roma en 962, después que hubiesen jurado no entrometerse en la jurisdicción papal y de defender la Iglesia. A la muerte repentina de su esposo en el 973, quedó como rey, su hijo Otón II, que era todavía niño y tuvo que ocuparse de los asuntos del imperio. Fue maltratada por su hijo y su nuera, la princesa bizantina Teofanía, de manera que tuvo que buscar refugio en Francia donde reinaba su hermano; en su ancianidad será regente del Imperio durante la minoría de edad de su nieto Otón III, y perdonó a todos lo que la habían maltrado.
Con 42 años, emprendió una nueva vida y se retiró a sus posesiones de Borgoña donde inició una vida nueva de perfección, dirigida espiritualmente por san Odilón, abad de Cluny, que escribió su biografía y dirá de ella: "Era una maravilla de gracia y hermosura". Fue una mujer admirable por su caridad, prudencia, humildad, mansedumbre, paciencia, soportando las contrariedades con una gran paciencia. Fue una mujer de intensa oración y vida interior. Se le debe la reconstrucción del santuario de San Martín de Tours. Mantuvo relación también con santos Adalberto de Praga, Willigis de Maguncia y Mayolo de Cluny. Murió en el monasterio de benedictinas de Sehl o Selz, Alsacia, edificado por ella. Fue enterrada junto a su esposo Otón I.
Aunque la santa no ha sido nunca canonizada formalmente, aunque fue invocada como santa ya por el papa Urbano II en 1097, y su fiesta se celebra en varias diócesis de Alemania y de otros países.
Nació en el castillo de Orbo. Hija del rey de Borgoña, Rodolfo II, y de Berta de Suabia; contrajo matrimonio con Lotario II, rey de Italia, y a los 18 años se quedó viuda, tras la muerte de su marido en su lucha contra Berengario II de Ivrea o Friuli, que parece que lo envenenó. Con él tuvo una hija, Emma a quien casó con Lotario, rey de Francia. Adelaida desposeída de sus derechos y presa en el castillo de Garda a merced del mal trato del vencedor (Berengario) que pretendía casarla con su hijo, escapó hasta la fortaleza de Canossa, junto a su criada y vestidas con ropas de varón, y allí pidió ayuda a Alberto de Azzo, quien a su vez, llamó en su socorro a Otón I, emperador de Alemania, que le ayudó a recobrar la corona de Italia, venciendo a Berengario II.
Contrajo matrimonio con Otón I y ambos fueron coronados emperadores en Roma en 962, después que hubiesen jurado no entrometerse en la jurisdicción papal y de defender la Iglesia. A la muerte repentina de su esposo en el 973, quedó como rey, su hijo Otón II, que era todavía niño y tuvo que ocuparse de los asuntos del imperio. Fue maltratada por su hijo y su nuera, la princesa bizantina Teofanía, de manera que tuvo que buscar refugio en Francia donde reinaba su hermano; en su ancianidad será regente del Imperio durante la minoría de edad de su nieto Otón III, y perdonó a todos lo que la habían maltrado.
Con 42 años, emprendió una nueva vida y se retiró a sus posesiones de Borgoña donde inició una vida nueva de perfección, dirigida espiritualmente por san Odilón, abad de Cluny, que escribió su biografía y dirá de ella: "Era una maravilla de gracia y hermosura". Fue una mujer admirable por su caridad, prudencia, humildad, mansedumbre, paciencia, soportando las contrariedades con una gran paciencia. Fue una mujer de intensa oración y vida interior. Se le debe la reconstrucción del santuario de San Martín de Tours. Mantuvo relación también con santos Adalberto de Praga, Willigis de Maguncia y Mayolo de Cluny. Murió en el monasterio de benedictinas de Sehl o Selz, Alsacia, edificado por ella. Fue enterrada junto a su esposo Otón I.
Aunque la santa no ha sido nunca canonizada formalmente, aunque fue invocada como santa ya por el papa Urbano II en 1097, y su fiesta se celebra en varias diócesis de Alemania y de otros países.
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