En el territorio de Lyon, en la Galia, martirio de san Desiderio, obispo de Vienne, que primero fue enviado al exilio por la reina Brunequilda, a la que había recriminado sus relaciones incestuosas y otras depravaciones, y más tarde coronado con el martirio por lapidación, por mandato de la misma reina.
Nació en Autun en el seno de una familia noble y estudió en Vienne. Obispo de Vienne. Denunció los abusos de los poderosos, concretamente de la reina Brunilde, viuda del rey Sigisberto de Borgoña; que vivía disolutamente y mantenía relaciones incestuosas con un sobrino suyo. Los partidarios de la reina comenzaron a calumniar al obispo y se le acusó de: tener aficiones literarias y artísticas, que leía en secreto literatura pagana con más placer que el Evangelio. En un sínodo convocado por la reina, se presentó a una joven de la nobleza llamada Justa, quien atestiguó, por presiones de la reina, que Desiderio la había seducido en el confesionario, esto le valió que fuera exiliado a la isla de Liviso. En esta isla empezó a obrar milagros que atrajo a mucha gente; parte de la nobleza en contra de la reina asesinó a su mayordomo y murió Justa; todos estos hechos hicieron a la reina y a su nieto Teodorico, plantearse la vuelta de Desiderio.
El rey Teodorico se unió a nuestro santo. Desiderio le advirtió de la vida licenciosa de la regente, su abuela, y alabó el matrimonio como posibilidad de una vida honrada. Brunilda al enterarse montó en cólera, y esta fue la causa de que lo mataran a porrazos y pedradas en Saint-Didier-sur-Chalarone. El rey de los francos Clotario II al enterarse de los hechos declaró la guerra a Brunilda que murió descuartizada por caballos. Mantuvo correspondencia con el papa san Gregorio I Magno.
Nació en Autun en el seno de una familia noble y estudió en Vienne. Obispo de Vienne. Denunció los abusos de los poderosos, concretamente de la reina Brunilde, viuda del rey Sigisberto de Borgoña; que vivía disolutamente y mantenía relaciones incestuosas con un sobrino suyo. Los partidarios de la reina comenzaron a calumniar al obispo y se le acusó de: tener aficiones literarias y artísticas, que leía en secreto literatura pagana con más placer que el Evangelio. En un sínodo convocado por la reina, se presentó a una joven de la nobleza llamada Justa, quien atestiguó, por presiones de la reina, que Desiderio la había seducido en el confesionario, esto le valió que fuera exiliado a la isla de Liviso. En esta isla empezó a obrar milagros que atrajo a mucha gente; parte de la nobleza en contra de la reina asesinó a su mayordomo y murió Justa; todos estos hechos hicieron a la reina y a su nieto Teodorico, plantearse la vuelta de Desiderio.
El rey Teodorico se unió a nuestro santo. Desiderio le advirtió de la vida licenciosa de la regente, su abuela, y alabó el matrimonio como posibilidad de una vida honrada. Brunilda al enterarse montó en cólera, y esta fue la causa de que lo mataran a porrazos y pedradas en Saint-Didier-sur-Chalarone. El rey de los francos Clotario II al enterarse de los hechos declaró la guerra a Brunilda que murió descuartizada por caballos. Mantuvo correspondencia con el papa san Gregorio I Magno.
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