Hay quien trabaja con sabiduría, ciencia y acierto, y tiene que dejarle su porción a uno que no ha trabajado.
También esto es vanidad y grave dolencia.
Entonces, ¿qué saca el hombre de todos los trabajos y preocupaciones que lo fatigan bajo el sol?
De día su tarea es sufrir y penar; de noche no descansa su mente. También esto es vanidad.
Hermanos:
Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto; y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaro, escita, esclavo y libre, sino Cristo, que lo es todo, y en todos.
En aquel tiempo, dijo uno de entre la gente a Jesús:
- «Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia».
Él le dijo:
- «Hombre, ¿quién me ha constituido juez o árbitro entre vosotros? ».
Y les dijo:
- «Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes».
Y les propuso una parábola:
- « Las tierras de un hombre rico produjeron una gran cosecha.
Y empezó a echar cálculos, diciéndose:
“¿Qué haré? No tengo donde almacenar la cosecha.”
Y se dijo:
- “Haré lo siguiente: derribaré los graneros y construiré otros más grandes, y almacenaré allí todo el trigo
y mis bienes. Y entonces me diré a mí mismo: alma mía, tienes bienes almacenados para muchos años; descansa, come, bebe, banquetea alegremente”.
Pero Dios le dijo:
-”Necio, esta noche te van a reclamar el alma, y ¿de quién será lo que has preparado?”
Así será el que atesora para sí y no es rico ante Dios».
Palabra del Señor.
Más abajo encontrareis la HOMILÍA correspondiente a estas lecturas.
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