Cerca de Munich, de Baviera, en Alemania, beato Ladislao Miegon, presbítero y mártir, que desde Polonia, dominada por un régimen dictatorial ofensivo ante Dios y ante los hombres, a causa de su fe fue llevado al campo de concentración de Dachau, donde el tormento lo coronó de gloria eterna.
Nació en Samborzec (Sandomierz), Polonia. Estudió en el seminario diocesano de Sandomierz y fue ordenado sacerdote en 1915. Pasó como vicario por las parroquias de Modliborzyce, Bodzentyn, Glowaczow, Staszow e Ilza. En 1919 ingresó como capellán militar, asignado al batallón de marina de Aleksandrów Kujawski, acompañando a los polacos en la guerra contra los bolcheviques, ganando diferentes medallas. En 1928 fue trasladado a Lublín y en 1934 a Gdynia, animando la pastoral entre los marinos, construyó con este fin una iglesia y un centro social.
Tras la invasión alemana de Polonia, acudió con las tropas al frente de batalla, ocupándose de los combatientes y de los heridos en el hospital militar. Tras la derrota, obtuvo la libertad gracias a las gestiones de un pastor protestante alemán. Pero en seguida corrió al lado de los marinos heridos y presos para ayudarles y servirles en todo lo posible. Tres meses más tarde fue arrestado y encarcelado en Rothenburg, de donde pasó, en 1940 al campo de concentración de Buchenwald y en 1942 al de Dachau. Dos meses más tarde, maltratado y enfermo moría a causa de los grandes padecimientos.
Nació en Samborzec (Sandomierz), Polonia. Estudió en el seminario diocesano de Sandomierz y fue ordenado sacerdote en 1915. Pasó como vicario por las parroquias de Modliborzyce, Bodzentyn, Glowaczow, Staszow e Ilza. En 1919 ingresó como capellán militar, asignado al batallón de marina de Aleksandrów Kujawski, acompañando a los polacos en la guerra contra los bolcheviques, ganando diferentes medallas. En 1928 fue trasladado a Lublín y en 1934 a Gdynia, animando la pastoral entre los marinos, construyó con este fin una iglesia y un centro social.
Tras la invasión alemana de Polonia, acudió con las tropas al frente de batalla, ocupándose de los combatientes y de los heridos en el hospital militar. Tras la derrota, obtuvo la libertad gracias a las gestiones de un pastor protestante alemán. Pero en seguida corrió al lado de los marinos heridos y presos para ayudarles y servirles en todo lo posible. Tres meses más tarde fue arrestado y encarcelado en Rothenburg, de donde pasó, en 1940 al campo de concentración de Buchenwald y en 1942 al de Dachau. Dos meses más tarde, maltratado y enfermo moría a causa de los grandes padecimientos.
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