Hermanos:	
	
	
Si queréis darme el consuelo de Cristo y aliviarme con vuestro amor, si nos une el mismo Espíritu y tenéis entrañas compasivas, dadme esta gran alegría: manteneos unánimes y concordes con un mismo amor y un mismo sentir.	
	
	
No obréis por rivalidad ni por ostentación, considerando por la humildad a los demás superiores a vosotros. 	
	
	
No os encerréis en vuestros intereses, sino buscad todos el interés de los demás.	
	
	
En aquel tiempo, Jesús dijo a uno de los principales fariseos que lo había invitado: «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos; porque corresponderán invitándote, y quedarás pagado.	
	
	
Cuando des un banquete, invita a pobres, lisiados, cojos y ciegos; y serás bienaventurado, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».	
	
Palabra del Señor.



No hay comentarios:
Publicar un comentario