lunes, 12 de octubre de 2020

Nuestra Señora del Pilar

Fiesta de Nuestra Señora del Pilar. Según una venerada tradición, la Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio que, para toda España, decretó el papa Clemente XII.

Nuestra Señora del Pilar, la Virgen del Pilar, es una advocación mariana católica. La imagen original se venera en la Catedral-Basílica a la que da nombre, en la ciudad de Zaragoza, España.

Según una venerada tradición, la Santísima Virgen María se manifestó en Zaragoza sobre una columna o pilar, signo visible de su presencia. Esta tradición encontró su expresión cultual en la misa y en el Oficio que, para toda España, decretó Clemente XII. Pío VII elevó la categoría litúrgica de la fiesta. Pío XII otorgó a todas las naciones sudamericanas la posibilidad de celebrar la misma misa que se celebraba en España.

Patrona de Zaragoza, Aragón y de la Hispanidad.

HISTORIA:

Según documentos del siglo XIII, el Apóstol Santiago El Mayor, hermano de San Juan, viajó a España a predicar el evangelio , y una noche la Virgen María se le apareció en un pilar.

La tradición nos cuenta que el apóstol Santiago “el Mayor” había llegado a Aragón, el territorio que se llamaba Celtiberia, donde está situada la ciudad de Zaragoza (Caesaraugusta), en la noche del 2 de enero del año 40, Santiago se encontraba con sus discípulos junto al río Ebro cuando "oyó voces de ángeles que cantaban Ave, María, gratia plena y vio aparecer a la Virgen Madre de Cristo, de pie sobre un pilar de mármol". La Santísima Virgen, que aún vivía en carne mortal, le pidió al Apóstol que se le construyese allí una iglesia, con el altar en torno al pilar donde estaba de pie y prometió que "permanecerá este sitio hasta el fin de los tiempos para que la virtud de Dios obre portentos y maravillas por mi intercesión con aquellos que en sus necesidades imploren mi patrocinio". 

Desapareció la Virgen y quedó ahí el pilar. El Apóstol Santiago y los ocho testigos del prodigio comenzaron inmediatamente a edificar una iglesia en aquel sitio y, con el concurso de los conversos, la obra se puso en marcha con rapidez. Pero antes que estuviese terminada la Iglesia, Santiago ordenó presbítero a uno de sus discípulos para servicio de la misma, la consagró y le dio el título de Santa María del Pilar, antes de regresarse a Judea. Esta fue la primera iglesia dedicada en honor a la Virgen Santísima.

También se cree que la Virgen le dio al Apóstol una pequeña estatua de madera. Santiago regresó a Jerusalén. Fue ejecutado por Herodes Agripas alrededor del año 44 d.C. siendo el primer apóstol mártir, luego del suceso sus discípulos tomaron su cuerpo y lo llevaron a España para su entierro. Siglos después el lugar fue encontrado y llamado Compostela (campo estrellado).

Muchos historiadores e investigadores defienden esta tradición y aducen que hay una serie de monumentos y testimonios que demuestran la existencia de una iglesia dedicada a la Virgen de Zaragoza.  La devoción del pueblo por la Virgen del Pilar se halla tan arraigada entre los españoles y desde épocas tan remotas, que la Santa Sede permitió el establecimiento del Oficio del Pilar en el que se consigna la aparición de la Virgen del Pilar como "una antigua y piadosa creencia".

LA IMAGEN:

La imagen de la Virgen es una talla en madera dorada; mide treinta y ocho centímetros de altura y descansa sobre una columna de jaspe forrado de bronce y plata y cubierto, a su vez, por un manto hasta los pies de la imagen, a excepción de los días dos, doce y veinte de cada mes en que aparece la columna visible en toda su superficie. En la fachada posterior de la capilla se abre el humilladero, donde los fieles pueden venerar la Santa Columna a través de un óculo abierto.

La imagen representa a la Virgen coronada y ataviada con un vestido gótico abotonado. Se trata de una vestidura ceñida por un cinturón con hebilla que llega hasta los pies que permite observar el derecho más que el izquierdo. Una gran pieza de paño le cubre la cabeza y muestra un peinado ondulado. La mano derecha sostiene un pliegue de la ropa, que cubre todo su abdomen y la mayor parte de sus extremidades inferiores. El Niño Jesús se encuentra en la mano izquierda, desnudo. Su figura gira hacia la izquierda y su cabeza apunta al cinturón de la Virgen. 

La Santa Columna está hecha de jaspe, tiene 1,70 metros de altura, un diámetro de 24 centímetros y un forro de bronce y plata. La tradición pilarista afirma que jamás ha variado su ubicación desde la visita de María a Santiago.

RECONOCIMIENTOS:

El 10 de octubre de 1613, el Concejo de Zaragoza acordó guardar anualmente el día 12 de aquel mes, con lo que la fiesta religiosa del 12 de octubre pasó a ser también festividad civil. Finalmente, el papa Clemente XII aceptó en el siglo XVIII el 12 de octubre como fecha para la celebración de la «festividad de la Virgen María Aparecida en Carne Mortal».

En 1642 el municipio de Zaragoza proclamó a la Virgen del Pilar patrona de la ciudad, patronazgo que se extendió a todo el Reino de Aragón en las Cortes aragonesas de 1678.

El día 12 de octubre de 1492, precisamente cuando las tres carabelas de Cristóbal Colon avistaban las desconocidas tierras de América, al otro lado del Atlántico, los devotos de la Virgen del Pilar cantaban alabanzas a la Madre de Dios en su santuario de Zaragoza, pues ese mismo día, conocido hoy como el Día de la Raza, era ya el día de la Virgen del Pilar.

En 1908, la devoción a la Virgen del Pilar, afianzo su dimensión hispánica con el tributo que se le ofreció de todas las banderas de las naciones hispanoamericanas, que cuelgan actualmente en los muros del Pilar.

En 1904 el papa san Pío X, con motivo del año «jubilar mariano» aprobó la coronación canónica de la imagen de la Virgen del Pilar. En memoria de la coronación canónica, cada día 20 del mes la Virgen no lleva manto.

Por Real Orden del 8 de octubre de 1908, le fue concedido el título de Capitán General, corroborado con la solemne imposición de manto y fajín, el 9 de mayo de 1909.

Acumula otros patronazgos, como el del Cuerpo de la Guardia Civil (1913), Cuerpo de correos (1916), Cuerpo de secretarios, interventores y depositarios de administración local (1928), Sociedad mariológica (1940) y Consejo superior de misiones (1948).

También es patrona de la Hispanidad (no de España (que es la Inmaculada Concepción), aunque ese día se celebra la Fiesta Nacional).

El Papa Juan Pablo II en 1984, al hacer escala en su viaje a Santo Domingo para iniciar la conmemoración del descubrimiento de América, reconoció a la Virgen del Pilar como "patrona de la hispanidad".

El 2 de enero se conmemora la fiesta de la Venida de la Virgen, el 12 de octubre es la fiesta del Pilar y el 20 de mayo es la fiesta de la coronación canónica. Por eso, los días 2, 12 y 20 de cada mes la imagen aparece sin manto, dejando ver la guarnición semicilíndrica de plata labrada de la columna.

Tres rasgos peculiares que caracterizan a la Virgen del Pilar y la distinguen de las otras:

1- Se trata de una venida extraordinaria de la Virgen durante su vida mortal. A diferencia de las otras apariciones la Virgen viene cuando todavía vive en Palestina: ¨Con ninguna nación hizo cosa semejante", cantará con razón la liturgia del 2 de enero, fiesta de la Venida de la Virgen.

2- La Columna o Pilar que la misma Señora trajo para que, sobre él se construyera la primera capilla que, de hecho, sería el primer Templo Mariano de toda la Cristiandad.

3- La vinculación de la tradición pilarista con la tradición jacobea (del Santuario de Santiago de Compostela). Por ello, Zaragoza y Compostela, el Pilar y Santiago, han constituido dos ejes fundamentales, en torno a los cuales ha girado durante siglos la espiritualidad de la patria española.

 

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