El 13 de mayo 1580 murió en olor de santidad del gran fraile agustino Paolo de Barletta, tras llevar a cabo "una vida evangélica, revelando el mensaje de Dios", como escribe el Lanteri. Se desconoce el año de nacimiento, así como su casa de pertenencia. La información que tenemos acerca de lo que podemos deducir de las crónicas de la Orden de San Agustín, de la que era miembro. Proviene de una edad temprana en la orden de San Agustín, a medida que crecía más y más en el deseo de vivir en una mayor perfección, a fin de salir del país para "ir a donde nadie lo conocía en persona, sino sólo Dios." De hecho, sabía que la observancia de la votación, que en ese momento estaba liderado por la provincia portuguesa de la Orden, obtuvo licencia del General, entre Tadeo Perozino, moviéndose a la Provincia arriba.
Todas las fuentes conocidas para nosotros hablar de él como un hombre de Dios, especialmente dedicado a la oración y la contemplación, así como una vida austera de penitencia. En las largas horas de oración que personalmente pasaba durante el día se elaboró singularmente al misterio de la Pasión y Muerte de nuestro Señor Jesucristo. Un testigo le dice entonces: "El camino, con este estaba en el coro, fue de mucha, Edificación". Al mismo tiempo, ser jovial, incluyendo a Pablo en la recreación infundido tanta alegría en medio de los hombres que lo tenían en alta estima.
Enviado como misionero en la isla de San Thomé, en las Indias Orientales, realizó enormes esfuerzos para difundir la Buena Nueva de Cristo entre los nativos de esas tierras. Pero, a pesar de la estimación creado a su alrededor, debido a malos entendidos, hubo por el prior del monasterio, que supo aceptar la persecución con paciencia y el gozo del Evangelio. Demostrado su inocencia a rehabilitar su nombre, el Prior edificante mismo escribió cartas, dirigidas en varias partes de la provincia, en el que describen las grandes virtudes de este hombre de Dios, como él había sufrido injustamente y con paciencia admirable que, sin pedir disculpas, había tolerado.
Fray Paolo aceptó con resignación en su última enfermedad, considerada como una purificación adicional que le hizo pura y agradable a Dios sabiendo que la hora de la muerte se acercaba, él se preparó con serenidad y alegría encuentro definitivo con el Señor. Se dio aviso a su jefe y sus compañeros, pidiéndoles que le ayudara a celebrar en vista de ese momento importante de su vida. Fray Antonio de la Purificación, la comunicación con Barletta otro compañero fraile partida, ensalzó las virtudes ", que había despertado tanta admiración, porque a menudo fue secuestrado por un estado de éxtasis y tuvo premoniciones del futuro”. Nuestro compatriota Agustín permaneció en la memoria de su hermano como un ejemplo de oración y trabajador incansable en el Evangelio, humilde y obediente. Hacer mención de él a algunos reportes de la Iglesia local de San Thomé escrito por el P. Alexo de Meneses, por el p. La purificación por Antonio Herrera Maestro, Fray Pedro Calvo, de la Orden de los Dominicos y el Fray Master. Duarte Pacheco, quien extendió su vida.
Su fama de santidad fue cada vez más creciente entre los cristianos del lugar, ante la furia de la gente como para merecer el título de beato. Por lo tanto, aunque la misma fama había llegado hasta su ciudad natal, se consideró apropiado no reclamar el botín, el verdadero objeto de culto por los naturales de San Thomé.Barletta, orgulloso de este hijo, quiso perpetuar su memoria a la posteridad por dedicar una calle lateral del centro de Via Regina Margherita, cerca de la iglesia de San Agustín, que antes oficiada por su hermano Agustín, y recordar litúrgicamente 12 de febrero.
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