En Skänninge, ciudad de Suecia, beata Ingrid Elofsdotter, que, al enviudar, dedicó todos sus bienes al servicio del Señor, vistiendo el hábito dominicano tras una peregrinación a Tierra Santa (1282).
Ingrid = hija del héroe Norse. Viene de la lengua alemana.
Era por su madre, nieta del rey Canuto de Suecia, y murió en el año 1234.
Cuando enviudó, se fue a Roma para hablar con el Papa. Quería pedirle la autorización para fundar un monasterio d religiosas contemplativas en su país.
Su hermano, Juan Elovson, caballero teutónico, le ayudó con todo el dinero que necesitaba.
El convento fue inaugurado en Skäninge, Suecia, el 15 de agosto de 1281.
Ingrid pasó a la casa del Padre tal día como hoy.
Los mártires de Septiembre. Estamos en el año 1792. Hubo muchos eclesiásticos que sufrieron el martirio durante la Revolución francesa.
Pío IX llevó a los altares a 186. Fueron masacrados en París del 2 al 5 de agosto.
Casi todos tienen un doble nombre: Juan Pedro, Jaime Leonor...Esto prueba que los cristianos en el siglo XVIII se ponían doble nombre - como, por otra parte, sucede en muchas familias actuales.
De entre ellos tan sólo había uno de París con nombre simple. Este, en lugar de morir en la guillotina, lo martirizaron en la propia abadía, en la que llevaba una vida de oración, trabajo y penitencia.
Ingrid = hija del héroe Norse. Viene de la lengua alemana.
Era por su madre, nieta del rey Canuto de Suecia, y murió en el año 1234.
Cuando enviudó, se fue a Roma para hablar con el Papa. Quería pedirle la autorización para fundar un monasterio d religiosas contemplativas en su país.
Su hermano, Juan Elovson, caballero teutónico, le ayudó con todo el dinero que necesitaba.
El convento fue inaugurado en Skäninge, Suecia, el 15 de agosto de 1281.
Ingrid pasó a la casa del Padre tal día como hoy.
Los mártires de Septiembre. Estamos en el año 1792. Hubo muchos eclesiásticos que sufrieron el martirio durante la Revolución francesa.
Pío IX llevó a los altares a 186. Fueron masacrados en París del 2 al 5 de agosto.
Casi todos tienen un doble nombre: Juan Pedro, Jaime Leonor...Esto prueba que los cristianos en el siglo XVIII se ponían doble nombre - como, por otra parte, sucede en muchas familias actuales.
De entre ellos tan sólo había uno de París con nombre simple. Este, en lugar de morir en la guillotina, lo martirizaron en la propia abadía, en la que llevaba una vida de oración, trabajo y penitencia.
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