viernes, 9 de abril de 2021

San Vadim o Bademio

Archimandrita (Abad superior designado por el Obispo para supervisar a otros abades y monasterios)

Vadim es un nombre propio masculino de origen incierto. Se baraja en un origen eslavo, aunque algunos investigadores consideran que es de origen persa. También es posible la procedencia árabe, relacionada con la palabra wadi. En español ha dado lugar a Bademio, del latín Bademus.

Archimandrita, mártir. Nació en el siglo IV en Bethlapat, Persia. Fue ejecutado por orden del rey Sapor II en el año 376.

En el año 36 de la persecución de Sapor II, Bademio fue arrestado junto a siete de sus monjes. Durante meses estuvo encadenado en una mazmorra. Al mismo tiempo un noble cristiano llamado Nersan, príncipe de la satrapía de Aria, también fue encarcelado por negarse a adorar al sol. Al principio Nersan parecía decidió a mantenerse en su fe, pero ante la visión de las posibles torturas terminó cediendo y prometió aceptar al dios solar. Para probar la sinceridad de Nersan el rey Sapor ordenó que Bademio fuera trasladado a la celda de Nersan, que se encontraba en una cámara en su palacio real. Sapor le dijo a Nersan que si mataba a Bademio le devolvería sus privilegios y derechos como príncipe.

Nersan aceptó las condiciones del rey. Le dieron una una espada y se dispuso a hundirla en el pecho del monje. Sin embargo, se vio asaltado por un repentino terror, así que se detuvo al instante y fue incapaz de levantar el arma para golpear. Sin embargo, a pesar del miedo que sentía, continuó tratando de clavar su alma en el costado de Bademio. Sin embargo, una combinación de miedo, vergüenza, remordimiento y respeto le invadión y sus golpes resultaron débiles e imprecisos. Sin embargo las heridas del mártir eran tan numerosas que los testigos que presenciaron el martirio admiraron la invencible paciencia de Bademio, que aguardaba la muerte impertérrito.

El decidido mártir amonestó a su torturador diciéndole: Infeliz Nersan, mira a que foso de impiedad te ha llevado tu apostasía. Con gozo voy al encuentro de la muerte; pero con gusto estaría dispuesto a morir bajo una mano que no fuera la tuya: ¿Por qué debes ser tú mi verdugo?

Nersan tuvo que golpear cuatro veces a Bademio para separarle la cabeza de su cuerpo. Poco tiempo después, asaltado por los remordimientos y la vergüenza por lo que había hecho, Nersan se suicidó. El cuerpo de San Bademio fue arrojado fuera de la ciudad por los persas sasánidas, pero los cristianos recogieron sus restos y los enterraron en secreto. Sus discípulos fueron liberados de su prisión en el año 379, tras la muerte del rey Sapor.

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