Obispo de Cracovia y Monje
Martirologio Romano: En el monasterio de Jedrzejow, en Polonia, tránsito del beato Vicente Kadlubek, obispo de Cracovia, el cual, tras renunciar a su cargo, profesó allí la vida monástica.
Fecha de beatificación: El Papa Clemente XIII confirmó su culto el 18 de febrero de 1764
Vicente Kadlubek nació en Karnow, Polonia, hacia el año 1160. Hijo de una rica familia polaca.
Estudió en Francia y en Italia, hizo tales progresos en sus estudios que en 1189 podía firmar como “Magister Vincentius”, desempeñó algunos oficios eclesiásticos, entre otros el de preboste del capítulo en la catedral de Sandomir.
Cuando muere el obispo Fulk de Cracovia, el 11 de septiembre de 1207, el capítulo votó por Vicente. Inocencio III aprobó la elección el 28 de marzo de 1208, y Vicente fue consagrado por Enrique Kielicz, arzobispo de Gnienzo, quien en aquella época estaba consagrado en cuerpo y alma a introducir en Polonia las reformas impuestas por el Papa Inocencio III. En ello le ayudó, con el mismo celo, su antiguo compañero de estudios y ahora nuevo obispo de Cracovia. El país atravesaba por una crisis de desorden político y desmoralización religiosa y el Beato Vicente solicitó principalmente la ayuda de las órdenes religiosas para su tarea. A fin de aumentar la influencia de los regulares, se convirtió en bienhechor de muchos monasterios y al mismo tiempo, secundó los esfuerzos de los monjes con su propia predicación y visitas pastorales. El beato tomó parte activa en la política y se preocupó mucho por el bienestar del pueblo.
También fue a través de su influencia que en 1214 se restauró la paz entre Andrés de Hungría y Leslek de Polonia, quienes estaban luchando por la posesión de Galicia.
En 1218, renunció al gobierno de su diócesis y se retiró al monasterio de Jedrzejow, de la reforma cisterciense, donde hizo su profesión religiosa siendo el primero polaco en recibir el hábito cisterciense. Tal vez fue entonces cuando empezó a escribir el trabajo histórico que la ganó tanta fama, pues el Beato Vicente fue el primer cronista de Polonia. Los cuatro libros de su obra, "Crónica de los Reyes y Príncipes de Polonia" tiene especial valor por ser el fruto de la experiencia del autor y han sido reeditados repetidas veces, en los tiempos modernos. Sin embargo, por la falta de sentido crítico del beato, los historiadores le han comparado con Godofredo de Monmouth y dicen que "el latín que emplea es detestable". Vicente Kadlubek murió en su monasterio, el 8 de marzo de 1223, con gran fama de santidad. Su antiquísimo culto fue confirmado por la Santa Sede en 1764.
Martirologio Romano: En el monasterio de Jedrzejow, en Polonia, tránsito del beato Vicente Kadlubek, obispo de Cracovia, el cual, tras renunciar a su cargo, profesó allí la vida monástica.
Fecha de beatificación: El Papa Clemente XIII confirmó su culto el 18 de febrero de 1764
Vicente Kadlubek nació en Karnow, Polonia, hacia el año 1160. Hijo de una rica familia polaca.
Estudió en Francia y en Italia, hizo tales progresos en sus estudios que en 1189 podía firmar como “Magister Vincentius”, desempeñó algunos oficios eclesiásticos, entre otros el de preboste del capítulo en la catedral de Sandomir.
Cuando muere el obispo Fulk de Cracovia, el 11 de septiembre de 1207, el capítulo votó por Vicente. Inocencio III aprobó la elección el 28 de marzo de 1208, y Vicente fue consagrado por Enrique Kielicz, arzobispo de Gnienzo, quien en aquella época estaba consagrado en cuerpo y alma a introducir en Polonia las reformas impuestas por el Papa Inocencio III. En ello le ayudó, con el mismo celo, su antiguo compañero de estudios y ahora nuevo obispo de Cracovia. El país atravesaba por una crisis de desorden político y desmoralización religiosa y el Beato Vicente solicitó principalmente la ayuda de las órdenes religiosas para su tarea. A fin de aumentar la influencia de los regulares, se convirtió en bienhechor de muchos monasterios y al mismo tiempo, secundó los esfuerzos de los monjes con su propia predicación y visitas pastorales. El beato tomó parte activa en la política y se preocupó mucho por el bienestar del pueblo.
También fue a través de su influencia que en 1214 se restauró la paz entre Andrés de Hungría y Leslek de Polonia, quienes estaban luchando por la posesión de Galicia.
En 1218, renunció al gobierno de su diócesis y se retiró al monasterio de Jedrzejow, de la reforma cisterciense, donde hizo su profesión religiosa siendo el primero polaco en recibir el hábito cisterciense. Tal vez fue entonces cuando empezó a escribir el trabajo histórico que la ganó tanta fama, pues el Beato Vicente fue el primer cronista de Polonia. Los cuatro libros de su obra, "Crónica de los Reyes y Príncipes de Polonia" tiene especial valor por ser el fruto de la experiencia del autor y han sido reeditados repetidas veces, en los tiempos modernos. Sin embargo, por la falta de sentido crítico del beato, los historiadores le han comparado con Godofredo de Monmouth y dicen que "el latín que emplea es detestable". Vicente Kadlubek murió en su monasterio, el 8 de marzo de 1223, con gran fama de santidad. Su antiquísimo culto fue confirmado por la Santa Sede en 1764.
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