Fue bautizada en la Parroquia de Santa Ana con el nombre de Juana Enriqueta Josefina de los Sagrados Corazones Fernández Solar, pero todos en la familia la conocían como Juanita.
Su infancia se desarrolló en el seno de una familia profundamente católica: sus padres, don Miguel Fernández Jaraquemada y Lucía Solar Armstrong; sus tres hermanos y dos hermanas; su abuelo materno, tíos, tías y primos. La familia gozaba de muy buena posición económica.
Juanita realizó sus estudios en el Colegio del Sagrado Corazón de Santiago. Entre sus estudios, la vida familiar y su apostolado de caridad con los más pobres, se desarrolló su intenso amor por Jesucristo. A los catorce años de edad decidió consagrarse a Dios como religiosa, como Carmelita Descalza.
Su deseo se hizo realidad cuando ingresó al pequeño Monasterio del Espíritu Santo de las Carmelitas Descalzas de Los Andes, en la V Región de Valparaíso, el 7 de mayo de 1919. El 14 de octubre hizo su primera profesión, tomó el Hábito y recibió el nombre de Teresa de Jesús.
Sólo once meses llevaba en el convento cuando murió de tifus a las 19:15 horas del 12 de abril de 1920, a la edad de 19 años. Fue, después de todo, una vida breve y sencilla, pero viviendo el amor en gran medida. Hablaba familiarmente con Dios y así aprendió a serle fiel. "Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca.", escribió.
Poco a poco creció su fama de santidad, cada vez eran cientos y miles de personas las que llegaban a su tumba a pedir su intercesión o agradecer favores recibidos.
Fue sepultada inicialmente en el cementerio del convento y en 1940 fue trasladada al Coro Bajo, junto a la nueva gran Capilla, donde permaneció junto a sus Hermanas Carmelitas hasta el 18 de octubre de 1987, fecha en la que fueron trasladadas (y con ellas los restos de Teresita) hasta el nuevo convento y Santuario ubicados en el sector de Auco, comuna de Rinconada, el que fue inaugurado el 11 de diciembre de 1988 con la presencia del Sr. Nuncio y el episcopado chileno. Hoy, el convento antiguo de Los Andes aún se conserva, es Monumento Nacional, se puede visitar la Capilla, la Gruta y el Museo del convento, que ilustra la vida de Santa Teresa de los Andes. El Santuario de Auco, por su parte, constituye uno de los mayores lugares de peregrinación del país durante todo el año, siendo su evento más importante la peregrinación juvenil De Chacabuco al Carmelo, el tercer sábado de octubre de cada año.
En una convulsionada ceremonia en el Parque O'Higgins de Santiago, fue beatificada por Su Santidad Juan Pablo II el 3 de abril de 1987, durante su visita pastoral a Chile. Un imborrable recuerdo de esa ceremonia serán las palabras pronunciadas por el Papa: "El Amor es más fuerte". La situación que se vivía en Chile en esos momentos, a causa de la polémica dictadura del general Pinochet, era de suma tensión y división, por lo que estas palabras del Papa constituyeron el punto de partida para una reconciliación nacional.
Fue canonizada el 21 de marzo de 1993, en la Basílica de San Pedro del Vaticano por el mismo Sumo Pontífice, con la presencia de alrededor de 5.000 chilenos que viajaron a Roma para asistir al histórico momento, encabezados por una delegación oficial del Estado chileno.
Su memoria, en el calendario de la Iglesia Católica, se recuerda el 13 de julio
Su infancia se desarrolló en el seno de una familia profundamente católica: sus padres, don Miguel Fernández Jaraquemada y Lucía Solar Armstrong; sus tres hermanos y dos hermanas; su abuelo materno, tíos, tías y primos. La familia gozaba de muy buena posición económica.
Juanita realizó sus estudios en el Colegio del Sagrado Corazón de Santiago. Entre sus estudios, la vida familiar y su apostolado de caridad con los más pobres, se desarrolló su intenso amor por Jesucristo. A los catorce años de edad decidió consagrarse a Dios como religiosa, como Carmelita Descalza.
Su deseo se hizo realidad cuando ingresó al pequeño Monasterio del Espíritu Santo de las Carmelitas Descalzas de Los Andes, en la V Región de Valparaíso, el 7 de mayo de 1919. El 14 de octubre hizo su primera profesión, tomó el Hábito y recibió el nombre de Teresa de Jesús.
Sólo once meses llevaba en el convento cuando murió de tifus a las 19:15 horas del 12 de abril de 1920, a la edad de 19 años. Fue, después de todo, una vida breve y sencilla, pero viviendo el amor en gran medida. Hablaba familiarmente con Dios y así aprendió a serle fiel. "Cristo, ese loco de amor, me ha vuelto loca.", escribió.
Poco a poco creció su fama de santidad, cada vez eran cientos y miles de personas las que llegaban a su tumba a pedir su intercesión o agradecer favores recibidos.
Fue sepultada inicialmente en el cementerio del convento y en 1940 fue trasladada al Coro Bajo, junto a la nueva gran Capilla, donde permaneció junto a sus Hermanas Carmelitas hasta el 18 de octubre de 1987, fecha en la que fueron trasladadas (y con ellas los restos de Teresita) hasta el nuevo convento y Santuario ubicados en el sector de Auco, comuna de Rinconada, el que fue inaugurado el 11 de diciembre de 1988 con la presencia del Sr. Nuncio y el episcopado chileno. Hoy, el convento antiguo de Los Andes aún se conserva, es Monumento Nacional, se puede visitar la Capilla, la Gruta y el Museo del convento, que ilustra la vida de Santa Teresa de los Andes. El Santuario de Auco, por su parte, constituye uno de los mayores lugares de peregrinación del país durante todo el año, siendo su evento más importante la peregrinación juvenil De Chacabuco al Carmelo, el tercer sábado de octubre de cada año.
En una convulsionada ceremonia en el Parque O'Higgins de Santiago, fue beatificada por Su Santidad Juan Pablo II el 3 de abril de 1987, durante su visita pastoral a Chile. Un imborrable recuerdo de esa ceremonia serán las palabras pronunciadas por el Papa: "El Amor es más fuerte". La situación que se vivía en Chile en esos momentos, a causa de la polémica dictadura del general Pinochet, era de suma tensión y división, por lo que estas palabras del Papa constituyeron el punto de partida para una reconciliación nacional.
Fue canonizada el 21 de marzo de 1993, en la Basílica de San Pedro del Vaticano por el mismo Sumo Pontífice, con la presencia de alrededor de 5.000 chilenos que viajaron a Roma para asistir al histórico momento, encabezados por una delegación oficial del Estado chileno.
Su memoria, en el calendario de la Iglesia Católica, se recuerda el 13 de julio
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