miércoles, 7 de octubre de 2009

Reflexión-CARTA DE UN BEBÉ

CARTA DE UN BEBÉ

Hola mami, ¿cómo estás? Yo, muy bien, gracias a Dios. Hace apenas unos días me concebiste en tu barriguita. La verdad, no te puedo explicar lo contento que estoy de saber que tú vas a ser mi mamá, otra cosa que también me llena de orgullo es el ver con el amor con el que fui concebido...Todo parece indicar que voy a ser el niño más feliz del mundo!.

Mami, ha pasado ya un mes desde mi concepción, y ya empiezo a ver como mi cuerpecito se empieza a formar, digo, no estoy tan guapo como tú, pero dame una oportunidad.
Estoy MUY FELIZ! Pero hay algo que me tiene un poco preocupado... Últimamente me he dado cuenta de que hay algo en tu cabecita que no te deja dormir, pero bueno, ya se te pasará, no te apures.

Mami, ya pasaron dos meses y medio y la verdad estoy feliz con mis nuevas manitas y de veras que tengo ganas de utilizarlas para jugar.
Mamita, dime que te pasa, por qué lloras tanto todas las noches? Por qué cuando papi y tú se ven se gritan tanto? Ya no me quieren, o qué? Voy a hacer lo posible para que me quieran.

Han pasado ya 3 meses, mami, te noto muy deprimida, no entiendo que pasa, estoy muy confundido. Hoy en la mañana fuimos con el doctor y te hizo una cita para mañana. No entiendo, yo me siento muy bien...acaso te sientes mal, mamita?
Mami, ya es de día, ¿a donde vamos? Qué pasa, mami ¿por qué lloras? No llores, si no va a pasar nada... Oye mami, no te acuestes, apenas son las 2 de la tarde, es muy temprano para irse a la cama aparte, no tengo nada de sueño, quiero seguir jugando con mis manitas. ¡Ay, ah! ¿Qué hace ese tubito en mi casita? ¿A poco es un juguete nuevo? ¡Oigan! ¿Por qué están succionando mi casita?

MAMI! ¡Esperen! Esa es mi manita! Señor, por qué me la arrancan ¿qué no ve que me duele? ah! Mami defiéndeme! Mamá...ayúdame! ¿Que no ves que todavía estoy muy chiquito y no me puedo defender?
Mami, mi piernita, me la están arrancando! Por favor diles que ya no sigan, te juro que ya me voy a portar bien, ya no te vuelvo a dar patadas. ¿Cómo es posible que un ser humano me pueda hacer esto? Va a ver cuando sea grande y fuer... ah... te. Mami, ya no puedo más, voy... mami... mami... ayúdame...

Mami, han pasado ya 17 años desde aquel día, y yo desde aquí observo como todavía te duele esa decisión que tomaste. Por favor, ya no llores, acuérdate que te quiero mucho y aquí te estoy esperando con muchos abrazos y besos.

Te quiere mucho, Tu hijo.

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