
Si antes Dios me castigó, ahora veo a mi hijo
En aquellos días, Ana estaba sentada, oteando el camino por donde tenía que llegar su hijo. Tuvo el presentimiento de que llegaba, y dijo al padre: -«Mira, viene tu hijo con su compañero.» Rafael dijo a Tobías, antes de llegar a casa: -«Estoy seguro de que tu padre recuperará la vista. Úntale los ojos con la hiel del pez; el remedio hará que las nubes de los ojos se contraigan y se le desprendan. Tu padre recobrará la vista y verá la luz.» Ana fue corriendo a arrojarse al cuello de su hijo, diciéndole: -«Te veo, hijo, ya puedo morirme.» Y se echó a llorar. Tobit se puso en pie y, tropezando, salió por la puerta del patio. Tobías fue hacia él con la hiel del pez en la mano; le sopló en los ojos, le agarró la mano y le dijo: -«Ánimo, padre.» Le echó el remedio, se lo aplicó y luego con las dos manos le quitó como una piel de los lagrimales. Tobit se le arrojó al cuello, llorando, mientras decía: -«Te veo, hijo, luz de mis ojos.» Luego añadió: -«Bendito sea Dios, bendito su gran nombre, benditos todos sus santos ángeles. Que su nombr
¿Cómo dicen que el Mesías es hijo de David?
En aquel tiempo, mientras enseñaba en el templo, Jesús preguntó: -« ¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? El mismo David, inspirado por el Espíritu Santo, dice: "Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha, y haré de tus enemigos estrado de tus pies." Si el mismo David lo llama Señor, ¿cómo puede ser hijo suyo?» La gente, que era mucha, disfrutaba escuchándolo.
Palabra del Señor.
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