viernes, 12 de septiembre de 2025

12 de Septiembre 2025 – Beato Francisco Maqueda López

Nació en Villacañas, provincia y arzobispado de Toledo, España, el 10 de octubre de 1914 y fue martirizado cerca de Dosbarrios, en el Km. 67, entre las poblaciones de La Guardia y Ocaña, España, el 12 de septiembre de 1936.

Beatificado por el Papa Benedicto XVI el 28 de octubre de 2007.

Se lo celebra el 12 de septiembre.

Francisco Maqueda López nació el 10 de octubre de 1914 en Villacañas, provincia y Arzobispado de Toledo. Fue hijo legítimo de Primo Maqueda Fernández y de Desusa López-Gasco y López-Prisuelos, ambos naturales y vecinos de Villacañas, en cuya iglesia parroquial fue bautizado el 15 de octubre de 1914.

Recibió el sacramento de la confirmación el 16 de junio de 1916 en la parroquia de Villacañas -en la fotografía, se observa la fachada del templo parroquial-, que le fue administrado por Monseñor Juan Bautista Pérez, obispo titular de Dorilea y auxiliar del cardenal Guisasola, arzobispo de Toledo.

Su primera infancia transcurrió en Villacañas. El año 1925, sin haber cumplido 11 años, ingresó en el Seminario Menor de Toledo para estudiar cuatro cursos de latín y humanidades, tres de filosofía, más cuatro de teología en el Seminario Universidad Pontifica, con gran aprovechamiento, como puede observarse por sus calificaciones académicas. Monseñor Isidro Gomá y Tomás, cardenal arzobispo de Toledo, le confirió la tonsura y las cuatro órdenes menores en los días 6, 8 y 9 de marzo de 1936 en la ciudad de Toledo. Con letras dimisorias del Sr. Cardenal arzobispo de Toledo recibió el subdiaconado de manos de Mons. Leopoldo Eijo y Garay, obispo de Madrid-Alcalá el día 5 de junio de 1936, en la ciudad de Madrid.

La vida del joven subdiácono Francisco Maqueda López fue corta; aún no había cumplido los 22 años cuando le llegó la muerte, en trágicas circunstancias. Pese a su corta edad, se vislumbra en su vida una gran madurez humana y una fuerte personalidad. La vida del joven subdiácono Francisco Maqueda López fue corta; aún no había cumplido los 22 años cuando le llegó la muerte, en trágicas circunstancias. Asimismo, se destacaba por su reciedumbre en virtudes ascéticas y místicas.

Desde muy pequeño sintió una clara inclinación a las cosas de Dios y a la vida espiritual. Era muy dado a conocer -a través de la lectura- la vida de los santos, hacia quienes se sentía profundamente atraído, para después imitarles. Siempre estuvo centrado en su vocación. La sinceridad, la justicia y la fortaleza sobresalían en él.

Cuando estalla la Guerra, el joven Maqueda ya había sido detenido, el 23 de junio de 1936, por enseñar a los niños la doctrina cristiana. Fue sólo ese día y le pusieron una multa. Después, el 11 de septiembre, fue detenido nuevamente. Unas horas antes se confesó con D. Gonzalo Zaragoza; se sabe que la víspera ayunó a pan y agua. Arrodillado a los pies de su madre, le dijo: “Madre, deme la bendición, que me voy al cielo”.

Mientras sus captores se mofaban de él, Francisco pronunciaba sus últimas palabras de despedida para los suyos: “¡Adiós, madre, hasta el cielo! ¡Adiós, adiós, hasta el cielo a todos!” Fue conducido desde su casa a la ermita de la Virgen de los Dolores, que los milicianos usaban como cárcel, y donde tenían apresadas a otras quince personas más, la mayoría jóvenes. En seguida, Francisco les congregó. Su intención era ayudarles espiritualmente para la muerte ya muy próxima. Les dijo: “Preparémonos, esta noche nos llevarán al cielo, ¿queréis acompañarme y rezamos juntos el rosario a la Santísima Virgen?” La invitación fue muy bien acogida y, puestos de rodillas, con toda devoción, rezaron juntos ante la imagen de la Virgen.

Sobre las doce de la noche, vinieron a buscarlos, les transportaron en un camión por la carretera general de Andalucía. Muy cerca de Dosbarrios, en el Km. 67, entre las poblaciones de La Guardia y Ocaña, les hicieron bajar; eran las dos de la mañana del 12 de septiembre. Camino del martirio fueron cantando y rezando y, Francisco, en medio de ellos, con los brazos en alto. Los milicianos le dijeron: “Ahí está tu padre” y, aunque efectivamente era verdad, porque días antes le habían matado a medio kilómetro, él les contestó: “Os equivocáis, mi padre está en el cielo”. Indignados, se burlaron: “¿Y aún estás alegre?”. Imaginándose lo que todavía quedaba, les pidió por favor le permitieran ser el último para ayudar a morir bien a sus hermanos en Cristo. Les dejaron casi sin ropa y, según testigos, les dieron una descarga de piernas para abajo. Y, a continuación, todos fueron pasados a cuchillo.

Benedicto XVI ha reconocido el martirio de Francesco Maqueda López el de 28 abril de 2006 y ha sido beatificado en Roma el 28 de octubre de 2007 junto con otras 497 víctimas de la misma persecución.

jueves, 11 de septiembre de 2025

Reflexión del 11/09/2025

Lecturas del 11/09/2025

Hermanos:
Como elegidos de Dios, santos y amados, revestíos de compasión entrañable, bondad, humildad, mansedumbre, paciencia.
Sobrellevaos mutuamente y perdonaos cuando alguno tenga quejas contra otro. El Señor os ha perdonado: haced vosotros lo mismo.
Y por encima de todo esto, el amor, que es el vínculo de la unidad consumada.
Que la paz de Cristo reine en vuestro corazón: a ella habéis sido convocados en un solo cuerpo.
Sed también agradecidos. La Palabra de Cristo habite entre vosotros en toda su riqueza; enseñaos unos a otros con toda sabiduría; exhortaos mutuamente.
Cantad a Dios, dadle gracias de corazón, con salmos, himnos y cánticos inspirados.
Y todo lo que de palabra o de obra realicéis, sea todo en nombre de Jesús, dando gracias a Dios Padre por medio de él.
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
«A vosotros los que me escucháis os digo: amad a vuestros enemigos, haced el bien a los que os odian, bendecid a los que os maldicen, orad por los que os calumnian.
Al que te pegue en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite la capa, no le impidas que tome también la túnica. A quien te pide, dale; al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames.
Tratad a los demás como queréis que ellos os traten. Pues, si amáis sólo a los que os aman, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores aman a los que los aman. Y si hacéis bien solo a los que os hacen bien, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores hacen lo mismo. Y si prestáis a aquellos de los que esperáis cobrar, ¿qué mérito tenéis? También los pecadores prestan a otros pecadores, con intención de cobrárselo.
Por el contrario, amad a vuestros enemigos, haced el bien y prestad sin esperar nada; será grande vuestra recompensa y seréis hijos del Altísimo, porque él es bueno con los malvados y desagradecidos.
Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso; no juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros».

Palabra del Señor.

11 de Septiembre 2025 – Señor de los Milagros de Buga

"Allá por el año 1580 Buga era un pequeño caserío, en el valle del Cauca, Colombia. El río de Buga corría en aquel entonces por el sitio donde ahora está el templo del Señor de los Milagros. Al lado izquierdo del río había un ranchito de paja donde vivía una india anciana cuyo oficio era lavar ropa. Esta mujer era muy piadosa y estaba ahorrando y reuniendo dinero para comprarse un Santo Cristo y poder rezarle todos los días. Reunió 70 reales que era lo que necesitaba para comprarlo y traerlo desde Quito".

Precisamente el día en que la piadosa lavandera iba a llevar su dinero al señor Cura párroco para que le consiguiera la imagen, pasó por allí llorando un honrado padre de familia a quién iban a echar a la cárcel porque debía 70 reales y no tenía con qué pagarlos. La buena mujer se conmovió por esta tristeza de su vecino e inspirada por un pensamiento caritativo se propuso dejar para más tarde el conseguir su crucifijo, y le dio al pobre necesitado los 70 reales que tenía ahorrados. Aquel hombre lleno de alegría y de agradecimiento le deseó que Dios la bendijera y le ayudara mucho.

Unos días después, la anciana estaba lavando ropa en el río, cuando una ola colocó delante de ella un pequeño crucifijo de madera, que resultó para ella una joya más valiosa que todo el oro y la plata y las esmeraldas que le pudieran ofrecer. El crucifijo hallado de esta manera no podía haber pertenecido por allí cerca a ninguna otra persona, pues hacia arriba, a las orillas del río no vivía nadie. La feliz lavandera, llena de gozo y perfectamente tranquila en su conciencia, respecto a su posesión, se dirigió a su choza e improvisó allí un altarcito, sobre el cual colocó el santo Cristo que le había llegado de manera tan misteriosa, guardándolo cuidadosamente en una cajita de madera.

Una noche la anciana oyó golpecitos en el sitio donde guardaba la imagen y averiguando lo que pasaba se llevó una gran sorpresa al darse cuenta que el Santo Cristo y la cajita habían crecido notablemente, pero se imaginó que eso sería ilusión de sus ojos ya muy debilitados por la edad. Pero pocos días después advirtió que la imagen tenía ya ceca de un metro de estatura. Sorprendida por este milagro les avisó al Sr. Cura Párroco y a los señores más importantes del pueblo, los cuales visitaron enseguida la habitación de la anciana y comprobaron por sus propios ojos la verdad de lo que ella les había contado, y que esta pobre mujer poseía un crucifijo de un tamaño muy difícil de conseguir por aquellos alrededores, y que ella no tenía ni dinero ni amistades para conseguir semejante imagen, y que por lo tanto la existencia de aquel crucifijo allí no se podía explicar naturalmente y que tenía que ser un milagro.

Y resultó que la sagrada imagen se fue deformando porque los devotos le quitaban pedacitos de madera para llevarlos como reliquia y porque todos la tocaban con sus manos sudorosas, y se fue poniendo tan fea que ya a los muy amigos del arte, más que devoción les causaba repulsión. Entonces un visitador especial llegado de Popayán mandó que la dicha imagen fuera quemada y destruida por el fuego. Los devotos se estremecieron de sentimiento al conocer esta orden, pero era necesario obedecer.

Pero lo maravilloso fue que la imagen al ser echada a las llamas empezó a sudar y a sudar tan copiosamente que los vecinos empapaban algodones con aquel sudor para llevarlos como reliquias y obtener curaciones. Este milagro fue comprobado y atestiguado con la gravedad de juramento por numerosas personas. Y al terminar el sudor, la Sagrada imagen se había vuelto mucho más hermosa de lo que estaba antes, y se le fue lo que anteriormente tenía de desagradable.

La señora Luisa Sánchez que vivió en aquellos tiempos declaró con juramento: "El sudor duró dos días. Todos los vecinos de los alrededores venían con algodones a recoger sudor y llevarlo como reliquias, y yo también recogí allí de aquel sudor en algodones y todavía lo guardo. Y desde aquel milagro la gente le empezó a tener gran devoción a esta santa imagen y a considerarla como de hechura milagrosa y comenzaron a obtener favores de Dios que consideraron sobrenaturales y milagrosos. Y no sólo en esta ciudad sino en muchas otras ciudades y regiones de donde se han visto llegar muchos romeros y peregrinos a visitar la sagrada imagen. A muchos de ellos les hemos oído contar que se sanaron prodigiosamente de graves enfermedades. Otros narran que se libraron de gravísimos peligros al invocar al Señor de los Milagros". (Firmado y apoyado con juramento).

Sigue diciendo la crónica de 1819. "Después de estos sucesos extraordinarios el ranchito de la anciana se convirtió en sitio de oraciones y peregrinaciones. A los anteriores milagros siguieron muchos más y fue tal la cantidad que la gente le dio a esta imagen el nombre con el cual se le conoce desde hace siglos: El Señor de los Milagros".

Después de muerta la ancianita se pensó cual era el mejor lugar para colocar el Cristo. Su ranchito quedaba frente a las aguas y he aquí que el río creció muchísimo y cambió de cauce y se desvió hacia el sur, desde unas tres cuadras más arriba del punto de la aparición, y dejó así el sitio libre para construirle el templo al Santo Cristo, templo que al principio era un edificio pequeño y se le llamaba la ermita.

Apenas se fueron difundiendo las noticias de los maravillosos milagros que se conseguían junto al Cristo de Buga se desató una corriente de peregrinaciones y devociones (recordemos que quién hace los milagros no es la imagen que es de madera o yeso, y que no puede hacerle milagros a nadie. El que hace los milagros en Nuestro Señor Jesucristo cuya santísima Pasión y Muerte recordamos cuando veneramos la imagen del Santo Cristo).

En 1907 tuvo lugar la construcción y consagración de un nuevo templo construido con las donaciones de sus devotos agradecidos y se hizo una solemnísima traslación de la milagrosa imagen hacia su nuevo altar.

En 1937 el Papa Pío XII por medio de su secretario el Cardenal Pacelli (futuro Papa Pío XII) expidió un decreto por el cual decretaba que al templo del Señor de los Milagros de Buga se le concedía el título de Basílica.

miércoles, 10 de septiembre de 2025

Reflexión del 10/09/2025

Lecturas del 10/09/2025

Si habéis resucitado con Cristo, buscad los bienes de allá arriba, donde Cristo está sentado a la derecha de Dios; aspirad a los bienes de arriba, no a los de la tierra.
Porque habéis muerto, y vuestra vida está con Cristo escondida en Dios. Cuando aparezca Cristo, vida nuestra, entonces también vosotros apareceréis gloriosos, juntamente con él.
En consecuencia, dad muerte a todo lo terreno que hay en vosotros: la fornicación, la impureza, la pasión, la codicia y la avaricia, que es una idolatría.
Esto es lo que atrae la ira de Dios sobre los rebeldes.
Entre ellos andabais también vosotros, cuando vivíais de esa manera; ahora, en cambio, deshaceos también vosotros de todo eso: ira, coraje, maldad, calumnias y groserías, ¡fuera de vuestra boca! ¡No os mintáis unos a otros!: os habéis despojado del hombre viejo, con sus obras, y os habéis revestido de la nueva condición que, mediante el conocimiento, se va renovando a imagen de su Creador, donde no hay griego y judío, circunciso e incircunciso, bárbaros y escita, esclavos y libres, sino Cristo que lo es todo y en todos.
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos hacia sus discípulos, les decía:
«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.
Bienaventurados los que ahora tenéis hambre, porque quedaréis saciados.
Bienaventurados los que ahora lloráis, porque reiréis.
Bienaventurados vosotros cuando os odien los hombres, y os excluyan, y os insulten, y proscriban vuestro nombre como infame, por causa del Hijo del hombre. Alegraos ese día y saltad de gozo, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Eso es lo que hacían vuestros padres con los profetas. Pero, ¡ay de vosotros, los ricos, porque ya habéis recibido vuestro consuelo!
¡Ay de vosotros, los que estáis saciados!, porque tendréis hambre!
¡Ay de los que ahora reís, porque haréis duelo y lloraréis!
¡Ay si todo el mundo habla bien de vosotros! Eso es lo que vuestros padres hacían con los falsos profetas».

Palabra del Señor.

10 de Septiembre 2025 – San Nicolás de Tolentino

Es preciosa la vida de este gran santo agustino. Las crónicas de su tiempo le pintan encarnando en sí a dos hombres o naturalezas: al apostólico y lleno de celo por el bien de sus hermanos y al entregado a la soledad y maceración de su cuerpo en una vida de total oración. Ambos caminos los supo recorrer y lo hizo bien.

De sus padres dice el Proceso de Beatificación: "Eran personas de mucha fe bien vivida y buenos cristianos y frecuentaban las prácticas de piedad... De ellos se decía comúnmente que eran buenas personas, que se abstenían de hacer el mal y obraban el bien". Y el mismo hijo, nuestro Nicolás, nos presta este hermoso testimonio: "Mi padre y mi madre me dijeron en muchas ocasiones que, a pesar de no ser personas ni de talento ni ricas en medios económicos, deseaban hijos y para ello hicieron votos a San Nicolás de Bari que si el Señor les daba prole por su intercesión la consagrarían a la vida religiosa igual que fuese hijo que hija. Hecho el voto, fueron peregrinos a Bari para alcanzar cuanto le habían pedido. Al volver mi madre, me dio a luz como ella me refirió. Pero ya está bien, tú no quieras saber más y a nadie cuentes cuanto te he dicho".

¿Cómo vivió su niñez este niño así, milagrosamente obtenido? Es otro testigo quien nos cuenta: "Era muy devoto y frecuentaba todas las funciones religiosas a pesar de su niñez. Conocía el espíritu de penitencia y hasta las tres de la tarde que volvía de la escuela no probaba bocado. Nunca se le veía quedarse por la calle para jugar con los otros niños. Era el limosnero de la familia Gurutti y distribuía con gran caridad y piedad cuanta limosna pedía, especialmente a los niños pobres. Era voz común en Castel Sant' Angelo que Nicolás era santo y llamado a escalar una gran santidad".

Ya entonces recibió gracias especiales del Señor, como ya mayor y poco antes de morir revelará a otro religioso con gran sigilo: "Hermano mío, la inocencia de que hablamos se pierde con los años. En verdad, yo que soy un pecador, como tú bien conoces, en aquella inocente edad, asistiendo al sacrificio de la Misa, veía con estos mis ojos a un Niño todo vestido de blanco, lleno de resplandor que a la elevación de la Hostia, me decía: "Los inocentes y los buenos me son muy queridos". Con los años quedó privado de aquella visión.

Desde muy niño conoció a los ermitaños agustinos y dijo: "Yo también quiero hacerme agustino". Y aquel deseo de niño se convirtió en realidad cuando ya tuvo la edad necesaria. Quizá fue por el 1259-60 cuando nuestro joven se entregaba en profundidad a vivir la vida religiosa del noviciado agustino, tratando de asimilar la doctrina de su Santo Padre fundador y todas las prácticas de la vida religiosa...

Progresó en los estudios, se ordenó sacerdote y se entregó de lleno a toda clase de apostolados, sobre todo, a la de la predicación y obras de caridad.

Los procesos de su Beatificación lo pintan así: Puro, modesto, sin ambición, tranquilo, amable, comunicativo, leal, humilde, discreto... Llevaba una vida de gran mortificación. Pasaba largas temporadas sin probar bocado y llenaba su cuerpo de cilicios.

Las conversiones que obraba y los prodigios que el Señor hacía por su medio corrían de boca en boca. Todos le tenían como santo mientras él se juzgaba por un gran pecador.

Recibió grandes consuelos de parte del Señor y de la Virgen a la que profesaba tierna devoción. Ella se le apareció pocos días antes de morir para anunciarle que se lo llevaría al cielo dentro de diez días. El 10 de septiembre del 1305, a los setenta años, diciendo "Me ofrezco en sacrificio de alabanza a Vos, Señor" expiró.

martes, 9 de septiembre de 2025

Reflexión del 09/09/2025

Lecturas del 09/09/2025

Hermanos:
Ya que habéis aceptado a Cristo Jesús, el Señor, proceded unidos a él, arraigados y edificados en él, afianzados en la fe que os enseñaron, y rebosando agradecimiento.
Cuidado con que nadie os envuelva con teorías y con vanas seducciones de tradición humana, fundadas en los elementos del mundo y no en Cristo.
Porque en él habita la plenitud de la divinidad corporalmente, y por él, que es cabeza de todo Principado y Potestad, habéis obtenido vuestra plenitud.
En él habéis sido también circuncidados con una circuncisión no hecha por manos humanas mediante el despojo del cuerpo de carne, con la circuncisión de Cristo.
Por el bautismo fuisteis sepultados con Cristo y habéis resucitado con él, por la fe en la fuerza de Dios que lo resucitó de los muertos. Y a vosotros, que estabais muertos por vuestros pecados, y la incircuncisión de vuestra carne, os vivificó con él, y nos perdonó todos los pecados. Canceló la nota de cargo que nos condenaba con sus cláusulas contrarias a nosotros; la quitó de en medio, clavándola en la cruz, y, destituyendo por medio de Cristo a las Potestades y los Principados, los exhibió en público espectáculo, y los llevó cautivos en su cortejo.
En aquellos días, Jesús salió al monte a orar y pasó la noche orando a Dios.
Cuando se hizo de día, llamó a sus discípulos, escogió de entre ellos a doce, a los que también nombró apóstoles: Simón, al que puso de nombre Pedro, y Andrés, su hermano, Santiago, Juan, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Simón, llamado el Zelote; Judas el de Santiago y Judas Iscariote, que fue el traidor. Después de bajar con ellos, se paró en una llanura con un grupo grande de discípulos y una gran muchedumbre del pueblo, procedente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón.
Venían a oírlo y a que los curara de sus enfermedades; los atormentados por espíritus inmundos quedaban curados, y toda la gente trataba de tocarlo, porque salía de él una fuerza que los curaba a todos.

Palabra del Señor.

09 de Septiembre 2025 – Santa María La Antigua

La imagen de la Santísima Virgen María se encontraba en una capilla lateral de la Catedral de Sevilla-España. Esta Catedral fue reconstruida en el siglo XIV, pero se conservó solamente la pared en donde estaba la imagen, y se le llamó Santa María de la Antigua. En honor a esta advocación Enciso y Balboa fundaron en 1510 la ciudad de Santa María de la Antigua del Darién, cumpliendo una promesa pues ganaron la batalla, y dedicaron a Santa María La Antigua la casa del Cacique Cémaco; ésta fue la primera capilla dedicada a la Virgen María en Tierra Firme.

La ciudad de la Santa María de la Antigua fue sede de la primera Diócesis en Tierra Firme creada por el Papa León X con bula del 9 de Septiembre de 1513. En 1524 el segundo Obispo fray Vicente Peraza traslada la sede de esta Diócesis a la recién fundada ciudad de Panamá.

La ciudad fue incendiada en 1671 y reedificada junto al poblado de Ancón en 1673. La Patrona de la Catedral y de la Diócesis de Panamá fue desde 1513 Santa María La Antigua.

lunes, 8 de septiembre de 2025

08 de Septiembre 2025 – Natividad de la Virgen María

"Hoy nace una clara estrella, tan divina y celestial, que con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. De Ana y de Joaquín, oriente de aquella estrella divina, sale su luz clara y digna de ser pura eternamente: el alba más clara y bella no le puede ser igual, que, en con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella. No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo, porque es el humilde suelo de sus pies la blanca luna: nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, que, con ser estrella, es tal, que el mismo Sol nace de ella".

Así canta el himno de Laudes de esta fiesta. Y el de vísperas no es menos encantador: "Canten hoy, pues nacéis Vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense desde ahora, para cuando nazca Dios. Canten hoy, pues a ver vienen, nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen. Digan, Señora, de Vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios".

En estas dos encantadoras poesías se halla sintetizada la rica espiritualidad de este día. Hoy celebramos en una misma fiesta el venturoso nacimiento de la Virgen María y la imposición de su Nombre que antes celebrábamos el día doce de este mismo mes. Nada dice la Palabra de Dios sobre este gran acontecimiento que pasó por alto en tiempo de María, pero que marcaría para siempre este día. Nace María, de la cual nacerá el mismo Hijo de Dios que nos traerá la salvación.

A María recién nacida la piropean: La Palabra de Dios: "Eres toda bella, oh María... Mi elegida es toda bella como la nieve de Líbano... ¿Quién es ésta que avanza como un sol...? ... Hijas de Jerusalén, soy morena pero hermosa".

Y el día de su fiesta la saluda la Liturgia: "Celebramos el nacimiento de la Virgen María... Celebramos con gozo... ¿Quién es ésta que se asoma como alba? Cantamos de todo corazón la gloria de Cristo, en esta festividad del Nacimiento de la Virgen María... Hoy es el Nacimiento de María Santísima, cuya vida ilustra de esplendor a todas las Iglesias... Hoy ha nacido la Virgen María del linaje de David. Por ella vino la salvación del mundo a los creyentes, y por su vida gloriosa todo el orbe quedó iluminado... Tu nacimiento, Virgen Madre de Dios, anunció la alegría de todo el mundo... Todos los textos de la Liturgia de las Horas y de la Eucaristía son piropos a esta Mujer sencilla y humilde, pero a la vez la más grande que jamás vieron los siglos, que acaba de nacer...

¿Por qué celebrar el Nacimiento de María el ocho de septiembre? Esta fiesta es anterior en la Iglesia Romana y en Oriente a la del 8 de diciembre, la Inmaculada. Se celebraba esta fecha y más adelante se colocó la Inmaculada el

¡Felicidades, Madre! Felicidades por Ti, por tu nacimiento. Felicidades, Madre, porque ibas creciendo en el obscuro camino de la fe. Felicidades, Virgen peregrina, porque nos enseñas la ruta de la santidad. Felicidades, Madre, porque un día, un mes, en un lugar, de unos padres... naciste cojeo cualquiera de nosotros y sin embargo de Ti nacería el Salvador del mundo unos años después. Felicidades, la pobre de Nazareth. Felicidades, Madre, porque todos felicitarán "a la amada, la paloma única, la perfecta". Felicidades, Madre, porque eres la cima, la altura donde reside la divinidad. Felicidades, Madre, porque eres la "Tierra de delicias" como te llama Malaquiás. Felicidades, Madre, porque eres la Madre de Dios y mía también.

Reflexión del 08/09/2025

Lecturas del 08/09/2025

Esto dice el Señor: «Y tú, Belén de Efrata, pequeña entre los clanes de Judá, de ti voy a sacar al que ha de gobernar Israel; sus orígenes son de antaño, de tiempos inmemoriales.
Por eso los entregará hasta que dé a luz la que debe dar a luz, el resto de sus hermanos volverá junto con los hijos de Israel.
Se mantendrá firme, pastoreará con la fuerza del Señor, con el dominio del nombre del Señor, su Dios; se instalarán, ya que el Señor se hará grande hasta el confín de la tierra.
Él mismo será la paz».
Libro del origen de Jesucristo, hijo de David, hijo de Abrahán.
Abrahán engendró a Isaac, Isaac engendró a Jacob, Jacob engendró a Judá y a sus hermanos. Judá engendró, de Tamar, a Farés y a Zará, Farés engendró a Esrón, Esrón engendró a Arán, Arán engendró a Aminadab, Aminadab engendró a Naasón, Naasón engendró a Salmón, Salmón engendró, de Rajab, a Booz; Booz engendró, de Rut, a Obed; Obed engendró a Jesé, Jesé engendró a David, el rey.
David, de la mujer de Urías, engendró a Salomón, Salomón engendró a Roboán, Roboán engendró a Abías, Abías engendró a Asaf, Asaf engendró a Josafat, Josafat engendró a Jorán, Jorán engendró a Ozías, Ozías engendró a Joatán, Joatán engendró a Acaz, Acaz engendró a Ezequías, Ezequias engendró a Manasés, Manasés engendró a Amós, Amós engendró a Josías; Josías engendró a Jeconías y a sus hermanos, cuando el destierro de Babilonia.
Después del destierro de Babilonia, Jeconías engendró a Salatiel, Salatiel engendró a Zorobabel, Zorobabel engendró a Abiud, Abiud engendró a Eliaquin, Eliaquin engendró a Azor, Azor engendró a Sadoc, Sadoc engendró a Aquín, Aquín engendró a Eliud, Eliud engendró a Eleazar, Eleazar a Matán, Matán engendró a Jacob; y Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo. Así, las generaciones desde Abrahán a David fueron en total catorce; desde David hasta la deportación a Babilonia, catorce; y desde la deportación a Babilonia hasta el Cristo. Catorce. La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.
José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».
Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta: «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Enmanuel, que significa “Dios-con-nosotros”».

Palabra del Señor.

08 de Septiembre 2025 – Nuestra Señora de la Caridad del Cobre

A unos 16 kilómetros al oeste de Santiago de Cuba, se halla situada la villa de El Cobre, fundada el año 1598. Al sur de esta región se encuentra el Santuario de Nuestra Señora de la Caridad. Cuenta la tradición que en una mañana de 1628 salieron de Barajagua a la bahía de Nipe a buscar sal, dos indígenas, de apellido Hoyos y un esclavo negro de diez años de edad. Llegados a este lugar vieron que era imposible recolectar la sal por lo agitado que estaba el mar.

Buscaron refugio y al cabo de tres días pudieron embarcarse en una canoa y dirigirse a las salinas de la costa. No hacía mucho que navegaban, cuando descubrieron sobre las olas un objeto blanco, que se imaginaron sería el cadáver de alguna ave marina. Sin embargo advirtieron con gran sorpresa que el objeto flotante era una imagen de la Virgen María colocada sobre una tabla. Tomaron la imagen depositándola en la canoa y leyeron en la tabla una inscripción que decía: "Yo soy la Virgen de la Caridad". Llevaron la Virgen en la canoa y luego de recoger la sal, volvieron a Barajagua donde ya había llegado la noticia del hallazgo. La imagen fue trasladada al altar mayor de la iglesia parroquial, donde un hombre de fe llamado Marías de Olivera ofreció dedicarse a su servicio.

La imagen de la Virgen de la Caridad es pequeña y su rostro es redondo. En el brazo izquierdo sostiene al Niño Jesús quien en una mano tiene un globo terráqueo. El 10 de mayo de 1916, el Papa Benedicto XV, la proclamó Patrona de la isla.