sábado, 5 de abril de 2025

Reflexión de Cuaresma 05/04/2025

VIA CRUCIS 2025 - II Estación

Reflexión del 05/04/2025

Lecturas del 05/04/2025

El Señor me instruyó, y comprendí, me explicó todas sus intrigas.
Yo, como manso cordero, era llevado al matadero; desconocía los planes que estaban urdiendo contra mí: «Talemos el árbol en su lozanía, arranquémoslo de la tierra de los vivos, que jamás se pronuncie su nombre».
Señor del universo, que juzgas rectamente, que examinas las entrañas y el corazón, deja que yo no pueda ver cómo te vengas de ellos, pues a ti he confiado mi causa.
En aquel tiempo, algunos de entre la gente, que habían oído los discursos de Jesús, decían: «Este es de verdad el profeta».
Otros decían: «Este es el Mesías».
Pero otros decían: « ¿Es que de Galilea va a venir el Mesías? ¿No dice la Escritura que el Mesías vendrá del linaje de David, y de Belén, el pueblo de David?».
Y así surgió entre la gente una discordia por su causa.
Algunos querían prenderlo, pero nadie le puso la mano encima.
Los guardias del templo acudieron a los sumos sacerdotes y fariseos, y éstos les dijeron: « ¿Por qué no lo habéis traído?» Los guardias respondieron: «Jamás ha hablado nadie como ese hombre».
Los fariseos les replicaron: « ¿También vosotros os habéis dejado embaucar? ¿Hay algún jefe o fariseo que haya creído en él? Esa gente que no entiende de la Ley son unos malditos».
Nicodemo, el que había ido en otro tiempo a visitarlo y que era fariseo, les dijo: « ¿Acaso nuestra ley permite juzgar a nadie sin escucharlo primero y averiguar lo que ha hecho?».
Ellos le replicaron: « ¿También tú eres galileo? Estudia y verás que de Galilea no salen profetas».
Y se volvieron cada uno a su casa.

Palabra del Señor.

05 de Abril 2025 – Santa María Crescencia Höss

En Kaufbeuren, junto al río Iller, en Baviera, santa María Crescencia (Ana) Höss, virgen, que ingresó en la Tercera Orden de San Francisco y procuró comunicar a los demás el fervor del Espíritu Santo, con el que ella misma ardía.

Nació en Kaufbeuren (Alemania), era hija de un pobre tejedor de lana. Se hizo tejedora, para ayudar a su padre, y su pobreza le impidió durante mucho tiempo ingresar en el monasterio de las franciscanas de su ciudad natal. Sólo con la ayuda decisiva del alcalde protestante pudo entrar definitivamente en el convento. Su vida consagrada estuvo siempre impregnada de amor alegre a Dios. Su intensa oración, mediante fervorosos coloquios con la Trinidad y María, desembocó muchas veces en visiones místicas, de las que sólo habló por obediencia con sus superiores. Desde niña tuvo una devoción especial por el Espíritu Santo. 

Cuando fue finalmente aceptada en el convento fue tratada como una mendiga y sostuvo muchísimas humillaciones de parte de sus cohermanas. Durante muchos años fue portera del convento, cargo que aprovechó para aconsejar a mucha gente y realizar generosas obras de caridad. Más tarde fue nombrada maestra de novicias. La dulzura con que lo soportó hizo cambiar a  las religiosas que la eligieron su superiora en 1741. Dirigió el monasterio de modo sabio y prudente. Solía subrayar que sin el amor a los demás no podía haber amor de Dios y que “todo el bien que se hacía al prójimo era tributado a Dios, que se escondía en los andrajos de los pobres”. 

Fue consejera espiritual de muchas personas, y tenía el don de discernimientos de espíritus. El príncipe heredero y arzobispo de Colonia, Clemente Augusto, quedó tan prendado de su santidad que llegó a pedirle al Papa que la canonizara inmediatamente después de muerta. Gracias a ella su pequeño monasterio desempeñó un sorprendente e importante apostolado epistolar. Murió con tal fama de santidad que el monasterio de Kaufbeuren, se convirtió en lugar de peregrinación para católicos y protestantes. Fue canonizada por SS Juan Pablo II el 25 de noviembre de 2001 en la Plaza de San Pedro.

viernes, 4 de abril de 2025

Reflexión de Cuaresma 04/04/2025

VIA CRUCIS 2025 - I Estación

Reflexión del 04/04/2025

Lecturas del 04/04/2025

Se decían los impíos, razonando equivocadamente: «Acechemos al justo, que nos resulta fastidioso: se opone a nuestro modo de actuar, nos reprocha las faltas contra la ley y nos reprende contra la educación recibida; presume de conocer a Dios y se llama a sí mismo hijo de Dios.
Es un reproche contra nuestros criterios, su sola presencia nos resulta insoportable.
Lleva una vida distinta de los demás, y va por caminos diferentes.
Nos considera moneda falsa y nos esquiva como a impuros.
Proclama dichoso el destino de los justos, y presume de tener por padre a Dios.
Veamos si es verdad lo que dice, comprobando cómo es su muerte.
Si el justo es hijo de Dios, él lo auxiliará y lo librará de las manos de sus enemigos.
Lo someteremos a ultrajes y torturas, para conocer su temple y comprobar su resistencia.
Lo condenaremos a muerte ignominiosa, pues, según dice, Dios lo salvará»
Así discurren, pero se equivocan, pues los ciega su maldad.
Desconocen los misterios de Dios, no esperan el premio de la santidad ni creen en la recompensa de una vida intachable.
En aquel tiempo, recorría Jesús Galilea, pues no quería andar por Judea porque los judíos trataban de matarlo. Se acercaba la fiesta judía de las Tiendas.
Una vez que sus hermanos se hubieron marchado a la fiesta, entonces subió él también, no abiertamente, sino a escondidas.
Entonces algunos que eran de Jerusalén dijeron: « ¿No es este el que intentan matar? Pues mirad cómo habla abiertamente, y no le dicen nada. ¿Será que los jefes se han convencido de que éste es el Mesías? Pero este sabemos de dónde viene, mientras que el Mesías, cuando llegue, nadie sabrá de dónde viene». Entonces Jesús, mientras enseñaba en el templo, gritó: «A mí me conocéis, y conocéis de dónde vengo. Sin embargo, yo no vengo por mi cuenta, sino que el Verdadero es el que me envía; a ese vosotros no lo conocéis; yo lo conozco, porque procedo de él, y él me ha enviado».
Entonces intentaban agarrarlo; pero nadie le pudo echar mano, porque todavía no había llegado su hora.

Palabra del Señor.

04 de Abril 2025 – San Benito de Palermo

El glorioso san Benito de Palermo, que se llama comúnmente el Santo Negro, porque era de este color a semejanza de los etíopes, nació en la aldea llamada San Filadelfo del obispado de Messana, de padres moros de linaje, pero que profesaban la ley cristiana. Mozo era todavía cuando para seguir el llamamiento del Señor vendió su hacienda, repartió el precio de ella a los pobres y se retiró a una soledad, juntándose con unos varones piadosos que por concesión apostólica vivían allí debajo de la regla de san Francisco de Asís.

Perseveró en esta vida santa y penitente por espacio de cuarenta años, hasta que el Papa Pío IV, ordenó que aquellos solitarios que habían profesado el instituto de san Francisco se agregasen a una de las órdenes religiosas aprobadas por decretos pontificios. Entonces se retiró san Benito a Palermo, en el convento de Menores Observantes de santa María de Jesús, y allí resplandeció a los ojos de sus religiosos hermanos como un acabado ejemplar de todas las virtudes.

Ejercitábase con singular gozo en los oficios más bajos y humildes: ayunaba constantemente las siete cuaresmas anuales prescritas por el patriarca san Francisco; su cama era la tierra desnuda, su sueño breve, su hábito el más raído y desechado, extremado su amor a la pobreza, angelical su castidad y recato, su oración continua, porque en todas las cosas no buscaba sino a Dios, no deseaba sino a Dios, y en cuya presencia estaba, y a quien hablaba con dulces lágrimas y amorosos suspiros del alma.

Hiciéronle prelado del mismo convento de santa María de Jesús, y aunque era lego y hombre sin letras, gobernó con tanta prudencia, caridad y gracia del Señor aquella comunidad, que llevó adelante con gran conformidad de todos la reforma y estrictísima observancia de su Regla. A todos sus religiosos animaba el santo con sus heroicas virtudes, y con la suavidad de su gobierno, de manera que aquel convento no parecía sino una morada de santos que hacían en ella vida de ángeles.

Finalmente, habiendo profetizado el día y hora en que el Señor quería llevarle para sí, recibió con grande fervor los sacramentos de la Iglesia y entregó su purísima alma al Creador, a la edad de sesenta y tres años. Su sagrado cuerpo se conserva entero, y despidiendo suave olor, en la ciudad de Palermo, donde empezó a ser solemnemente venerado. Su culto se extendió después no sólo por toda Sicilia, sino también por España, Portugal, Brasil, Méjico y Perú, hasta que en 1807 el Papa Pío VII le puso en el catálogo de los santos.

jueves, 3 de abril de 2025

Reflexión de Cuaresma 03/04/2025

VIA CRUCIS 2025 - PROLOGO

Reflexión del 03/04/2025

Lecturas del 03/04/2025

En aquellos días, el Señor dijo a Moisés:
«Anda, baja de la montaña, que se ha pervertido tu pueblo, el que tú sacaste de Egipto. Pronto se han desviado del camino que yo les había señalado. Se han hecho un becerro de metal, se postran ante él, le ofrecen sacrificios y proclaman: “Éste es tu Dios, Israel, el que te sacó de Egipto”». Y el Señor añadió a Moisés: «Veo que este pueblo es un pueblo de dura cerviz. Por eso, déjame: mi ira se va a encender contra ellos hasta consumirlos. Y de ti haré un gran pueblo».
Entonces Moisés suplicó al Señor, su Dios: « ¿Por qué, Señor, se va a encender tu ira contra tu pueblo, que tú sacaste de Egipto, con gran poder y mano robusta? ¿Por qué han de decir los egipcios: “Con mala intención los sacó, para hacerlos morir en las montañas y exterminarlos de la superficie de la tierra”? Aleja el incendio de tu ira, arrepiéntete de la amenaza contra tu pueblo. Acuérdate de tus siervos, Abrahán, Isaac e Israel, a quienes juraste por ti mismo: “Multiplicaré vuestra descendencia como las estrellas del cielo, y toda esta tierra de que he hablado se la daré a vuestra descendencia para que la posea por siempre».
Entonces se arrepintió el Señor de la amenaza que había pronunciado contra su pueblo.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los judíos: «Si yo doy testimonio de mí mismo, mi testimonio no es verdadero. Hay otro que da testimonio de mí, y sé que es verdadero el testimonio que da de mí.
Vosotros enviasteis mensajeros a Juan, y él ha dado testimonio en favor de la verdad. No es que yo dependa del testimonio de un hombre; si digo esto es para que vosotros os salvéis. Juan era la lámpara que ardía y brillaba, y vosotros quisisteis gozar un instante de su luz. Pero el testimonio que yo tengo es mayor que el de Juan: las obras que el Padre me ha concedido llevar a cabo, esas obras que hago dan testimonio de mí: que el Padre me ha enviado.
Y el Padre que me envió, él mismo ha dado testimonio de mí. Nunca habéis escuchado su voz, ni visto su rostro, y su palabra no habita en vosotros, porque al que él envió no le creéis.
Estudiáis las Escrituras pensando encontrar en ellas vida eterna; pues ellas están dando testimonio de mí, ¡y no queréis venir a mí para tener vida! No recibo gloria de los hombres; además, os conozco y sé que el amor de Dios no está en vosotros. Yo he venido en nombre de mi Padre, y no me recibisteis; si otro viene en nombre propio, a ese sí lo recibiréis.
¿Cómo podréis creer vosotros, que aceptáis gloria unos de otros y no buscáis la gloria que viene del único Dios? No penséis que yo os voy a acusar ante el Padre, hay uno que os acusa: Moisés, en quien tenéis vuestra esperanza. Si creyerais a Moisés, me creeríais a mí, porque de mí escribió él. Pero, si no creéis en sus escritos, ¿cómo vais a creer en mis palabras?».

Palabra del Señor.