sábado, 1 de agosto de 2020

Beata María Estela del Santísimo Sacramento y diez compañeras


En el bosque junto a la ciudad de Nowogródek en Polonia, beatas María Estela del Santísimo Sacramento (Adelaida) Mardosewicz y diez compañeras de la Congregación de las Hermanas de la Sagrada Familia de Nazaret, vírgenes y mártires, que, en los tiempos funestos de la guerra, alcanzaron la gloria celeste fusiladas por los enemigos de la religión. 

Adelaida Mardosewicz nació en la aldea de Ciasnówska, distrito de Nieoewiez (actual Bielorusia, diócesis de Minsk-Mohylew). Abrazó la vida religiosa en la Congregación de la Sagrada Familia de Nazaret en 1910. Maestra de profesión, trabajaba como responble del convento, ecónoma y sacristana. Llegó a Nowogródek en 1936. Durante la II Guerra Mundial hacía las veces de superiora de este convento. Se distinguía por su bondad, grandeza de ánimo y la caridad hacia el prójimo. En el recuerdo se conserva su imagen de persona inmersa en la oración, llena de una fe profunda y extremadamente sensible a las desgracias ajenas. 

A pesar de que en la política nazi uno hubo una persecución directa contra la Iglesia Católica y las otras Confesiones religiosas, esto no evitó el asesinato de diversos componentes del clero y de religiosos de los Estados ocupados. En Polonia, en particular, el clero entró en el programa de sumisión del pueblo polaco de parte del III Reich, sobre todo porque era considerado particularmente peligroso, en cuanto constituía la clase dirigente de la nación y tenía gran carisma entre el pueblo. 

La misma consideración era para Bielorusia, en la "clase dirigente" que tenían que eliminar, comprendían los sacerdotes y las religiosas. Después de haber restringido la economía, el culto, y toda actividad pastoral y espiritual, se pasó a la eliminación física de los mismos, con la escusa de que muchas veces había habido contacto con familiares de personas detenidas o fusiladas, y de haber ayudado a prisioneros rusos, judíos o partisanos. 

En la región de Nowògròdek, objeto de estas consideraciones, entre 1942 y 1943, fueron asesinados 60 sacerdotes y religiosas, ninguno fue llevado a los campos de concentración, se prefería fusilarlos en el mismo lugar o gasearlos, en algunos casos las víctimas fueron quemadas vivas. 

Las once religiosas de la Congregación de la Sagrada Familia de Nazareth, formaban parte del convento de Nowògròdek, y cuando la Gestapo, hacia la mitad de julio de 1943, arrestó a cerca de 120 habitantes de la zona, ellas se declararon prontas a dar su vida a cambio de aquellos que tenían familia, así el 31 de julio por la tarde, fueron convocadas ante el comisario. 

Fueron solas, confiadas de que no habían hecho mal alguno, al máximo podían ser deportadas a Alemania a trabajos forzados, pero pronto se desilusionaron, porque la Gestapo, dijo que había una actitud agresiva y las hizo subir en un camión para fusilarlas a 3 km de distancia; pero la presencia de campesinos que se retiraban de los campos, hizo que la ocasión fuera desfavorable, y fueran llevadas de nuevo a comisaría y recluídas en la cantina (no en la prisión, quizás para esconder el acto criminal). 

Las once religiosas pasaron la noche en oración y a la mañana siguiente, el 1º de agosto de 1943, los soldados las encontraron inmersas en una profunda paz. Las llevaron a 5m de Nowògròdek, y furon fusiladas con sus hábitos y con un joven bieloruso testigo del crimen. 

La población local les atribuyó una veneración inmediata y se han obtenido muchas gracias por su intercesión. 

Las religiosas eran: María Estela del Santísimo Sacramento Mardosewicz, que era la superiora de la casa. María Imelda de Jesús de la Hostia (Jadwiga Karolina Zak). María Raimunda de Jesús y María (Anna Kukolowicz). María Daniela de Jesús y María Inmaculada (Eleonora Aniela Jòzwik). María Canuta de Jesús en el Jardín de Getsemani (Jozeka Chrobot). María Sergia de Nuestra Señora de los Dolores (Julia Rapiej). María Gwidona de la Misericordia Divina (Helena Cierpka). María Felícitas (Paulina Borowik). María Heliodora (Leokadia Matuszewska). María Kanizja (Eugenia Mackiewicz) y María Borromea (Weronika Narmontowiz).

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