lunes, 15 de septiembre de 2025

15 de Septiembre 2025 – Los Siete Dolores de la Santísima Virgen

1er Dolor: La profecía de Simeón en la presentación del Niño Jesús.

Virgen María: por el dolor que sentiste cuando Simeón te anunció que una espada de dolor atravesaría tu alma, por los sufrimientos de Jesús, y ya en cierto modo te manifestó que tu participación en nuestra redención sería a base de dolor; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos hijos tuyos y sepamos imitar tus virtudes.

2do Dolor: La huida a Egipto con Jesús y José.

Virgen María: por el dolor que sentiste cuando tuviste que huir precipitadamente tan lejos, pasando grandes penalidades, sobre todo al ser tu Hijo tan pequeño; al poco de nacer, ya era perseguido de muerte el que precisamente había venido a traernos vida eterna; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos huir siempre de las tentaciones del demonio.

3er Dolor: La pérdida de Jesús.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al perder a tu Hijo; tres días buscándolo angustiada; pensarías qué le habría podido ocurrir en una edad en que todavía dependía de tu cuidado y de San José; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que los jóvenes no se pierdan por malos caminos.

4to Dolor: El encuentro de Jesús con la cruz a cuestas camino del calvario.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el instrumento de su propio suplicio de muerte; Él, que era creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan grande de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, después de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo verdadero Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún mayor sería el dolor espiritual por ser una burla y una humillación tan grande; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, haz que seamos dignos vasallos de tan gran Rey y sepamos ser humildes como Él lo fue.

5to Dolor: La crucifixión y la agonía de Jesús.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma también te sentirías morir de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor. Y, por los méritos del mismo, no permitas que jamás muramos por el pecado y haz que podamos recibir los frutos de la redención.

6to Dolor: La lanzada y el recibir en brazos a Jesús ya muerto.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la lanzada que dieron en el corazón de tu Hijo; sentirías como si la hubieran dado en tu propio corazón; el Corazón Divino, símbolo del gran amor que Jesús tuvo ya no solamente a Ti como Madre, sino también a nosotros por quienes dio la vida; y Tú, que habías tenido en tus brazos a tu Hijo sonriente y lleno de bondad, ahora te lo devolvían muerto, víctima de la maldad de algunos hombres y también víctima de nuestros pecados; te acompañamos en este dolor... Y, por los méritos del mismo, haz que sepamos amar a Jesús como El nos amo.

7mo Dolor: El entierro de Jesús y la soledad de María.

Virgen María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al enterrar a tu Hijo; El, que era creador, dueño y señor de todo el universo, era enterrado en tierra; llevó su humillación hasta el último momento; y aunque Tú supieras que al tercer día resucitaría, el trance de la muerte era real; te quitaron a Jesús por la muerte más injusta que se haya podido dar en todo el mundo en todos los siglos; siendo la suprema inocencia y la bondad infinita, fue torturado y muerto con la muerte más ignominiosa; tan caro pagó nuestro rescate por nuestros pecados; y Tú, Madre nuestra adoptiva le acompañaste en todos sus sufrimientos: y ahora te quedaste sola, llena de aflicción; te acompañamos en este dolor . . . Y, por los méritos del mismo, concédenos a cada uno de nosotros la gracia particular que te pedimos… 

Dios te salve María, llena eres de gracia, El Señor es contigo, bendita tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte, Amén.

Reflexión del 15/09/2025

Lecturas del 15/09/2025

Querido hermano:
Ruego, lo primero de todo, que se hagan súplicas, oraciones, peticiones, acciones de gracias, por toda la humanidad, por los reyes y por todos los constituidos en autoridad, para que podamos llevar un vida tranquila y sosegada, con toda piedad y respeto. Esto es bueno y agradable a los ojos de Dios, nuestro Salvador, que quiere que todos los hombres se salven y lleguen al conocimiento de la verdad.
Pues Dios es uno, y único también el mediador entre Dios y los hombres, el hombre Cristo Jesús, que se entregó en rescate por todos: este es un testimonio dado a su debido tiempo y para el que fui constituido heraldo y apóstol - digo la verdad, no miento -, maestro de las naciones en la fe y en la verdad.
Quiero, pues, que los hombres oren en todo lugar, alzando unas manos limpias, sin ira ni divisiones.
Junto a la cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, la de Cleofás, y María, la Magdalena. Jesús, al ver a su madre y junto a ella al discípulo al que amaba, dijo a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo».
Luego, dijo al discípulo: «Ahí tienes a tu madre».
Y desde aquella hora, el discípulo la recibió como algo propio.

Palabra del Señor.

15 de Septiembre 2025 – El Señor del Milagro de Salta

Señor del Milagro es una advocación católica, venerada en la ciudad de Salta, provincia de Salta, norte de la República Argentina. Aproximadamente diez años después de la fundación de la ciudad de Salta, el 19 de junio de 1592, se divisaron dos grandes cajones flotando sobre las aguas del Océano Pacífico, en las cercanías del puerto del Callao en Perú. Uno de los cajones traía grabado a fuego la frase «Una virgen del Rosario para el convento de predicadores de la ciudad de Córdoba», hoy Convento de Santo Domingo, y el otro «Un Cristo crucificado para la iglesia matriz de la ciudad de Salta», imágenes barrocas (de la Escuela Castellana) que eran enviadas por el antiguo Obispo del Tucumán Fray Francisco de Victoria, que estuvo presente en la fundación de la ciudad. Jamás se supo qué embarcación las trajo desde España ni qué fue del mismo.

Una vez transportadas en procesión hasta Lima, la capital de Perú, el virrey García Hurtado de Mendoza ordenó que se cumpliera el mandato y la voluntad del Obispo Vitoria. De modo que las imágenes fueron cargadas a lomo de mula y transportadas aproximadamente 2800 km por el viejo Camino del Inca, dejando en Salta el Cristo correspondiente y continuando la peregrinación con destino a la ciudad de Córdoba. En Salta, la imagen cuya autoría se atribuyen a Juan Martínez Montañés, fue recibida con entusiasmo en el llamado desde entonces Campo de la Cruz y, luego de un solemne oficio religioso, ubicaron el Cristo crucificado en el altar de las ánimas —o sacristía de la iglesia matriz— donde fue olvidado por largo tiempo.

Luego de 100 años de la llegada de la imagen a Salta, exactamente a las 10 de la mañana del 13 de septiembre de 1692, un gran temblor sacudió la ciudad de Esteco, que quedó definitivamente arruinada, por lo que poco más tarde sería despoblada. El sismo fue también percibido en Salta, donde causó grandes daños, aunque no tan graves como en Esteco.

En la Iglesia Matriz de Salta se encontraba una imagen de la Inmaculada, que posteriormente se llamaría «Virgen del Milagro». Cuenta la tradición, que los asustados salteños pensaron que su ciudad sería destruida, pero los daños no fueron tan graves; en cambio, el templo había sufrido graves daños. Al ingresar al templo, se encontró la imagen de la Virgen en el suelo, a los pies del Cristo, como si lo mirara en actitud orante, sin que sufriera ningún daño en su rostro ni manos, pese al gran tamaño de la imagen y la altura desde la cual había caído. Los colores del rostro habían cambiado, quedando pardo y macilento. Este hecho fue interpretado como una súplica e intercesión de la Virgen ante su Hijo, con el resultado de los escasos daños sufridos por la ciudad.

La imagen fue llevada a la casa del donde fue exhibida toda la noche y rodeada de orantes. Al día siguiente, la imagen fue colocada en el exterior de la Iglesia Matriz. Allí se confirmó que los colores del rostro seguían cambiando.

Los temblores de tierra continuaron, aunque con menos intensidad. Uno de los Padres de la Compañía de Jesús, José Carrión, afligido por la situación sintió una voz, con toda claridad, que le decía «mientras no sacasen al Cristo en procesión, no cesarían los terremotos». El sacerdote se dirigió urgentemente a comunicar el mensaje recibido. Los padres jesuitas recordaron la imagen enviada por Vitoria, entraron al templo y bajándola con mucha dificultad la acomodaron en andas que sirvieron para sacarla al atrio de la derruida iglesia, liberando del encierro la imagen luego de un siglo entero. La colocaron frente a la iglesia que la Compañía de Jesús tenía en el centro de la ciudad, y el pueblo acudió al templo con antorchas encendidas. Las campanas llamaron a penitencia y la imagen fue sacada en procesión por los fieles salteños, con el ruego de que cesaran los temblores.

Al amanecer del día 15 la tierra dejó de temblar, aunque volvió a estremecerse a la noche, en medio de procesiones y rogativas. Al cesar los estremecimientos, el día 16 renació la calma y con ella se comenzó a hablar del «milagro». Días más tarde se tuvo noticias de la destrucción de Esteco, lo cual aumentó la magnitud del «milagro» obrado por la Virgen y el Señor de la iglesia de Salta.

Una nueva historia empezaba para esta sencilla imagen y para los salteños, que conservan hasta hoy su culto y su devoción.

domingo, 14 de septiembre de 2025

14 de Septiembre 2025 – Exaltación de la Santa Cruz

ACTO PRIMERO. Año 325. El emperador Constantino el Grande da libertad a los cristianos para que sirvan a Cristo como les dé la gana, sin que nadie les moleste. En esta misma época corre la voz de que ha aparecido en Jerusalén la cruz de Cristo, en unas excavaciones que había organizado la esposa del emperador, santa Elena. Entonces se hacen grandes peregrinaciones para ver el santo madero de la cruz.

ACTO SEGUNDO. Año 614. El Imperio persa empieza a subirse a las barbas de Europa. Y lo hace de tal forma, que entra en Jerusalén y mata 57.000 ciudadanos de todo el contorno. Se lleva presos a 35.000 paisanos, y se lleva a su tierra el santo madero de la cruz de Cristo. Desolación horrible en todo el pueblo cristiano.

ACTO TERCERO. Año 628. Al emperador de Bizancio se le hinchan las narices, recoge por las montañas un ejército de voluntarios, y se lanza a la conquista del Imperio de los persas. Los vence. Capitulan. Y la primera condición es la vuelta de la cruz de Cristo a su antiguo destino de Jerusalén. Aquella victoria fue la exaltación de la cruz, la fiesta de hoy.

La palabra "exaltación" se refiere al acto litúrgico de levantar la cruz para que los fieles la pudieran contemplar en un acto de adoración. Esta exaltación la celebraba el pueblo cristiano desde hacía 100 años.

Domingo, 24 de TIEMPO ORDINARIO - 14-09-2025 Ciclo C

Reflexión del 14/09/2025

Lecturas del 14/09/2025

En aquellos días, el pueblo ese cansó de caminar y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin sustancia».
El Señor envió contra el pueblo serpientes abrasadoras, que los mordían, y murieron muchos de Israel.
Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes».
Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente abrasadora y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla».
Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a alguien, este miraba a la serpiente de bronce y salvaba la vida.
Cristo Jesús, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios; al contrario, se despojó de sí mismo tomando la condición de esclavo, hecho semejante a los hombres.
Y así, reconocido como hombre por su presencia, se humilló a sí mismo hecho obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre; de modo que al nombre de Jesús toda rodilla se doble en el cielo, en la tierra, en el abismo, y toda lengua proclame: Jesucristo es Señor, para gloria de Dios Padre.
En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo:
«Nadie ha subido al cielo sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre.
Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna.
Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.
El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios».

Palabra del Señor.

14 de Septiembre 2025 – Santa Elia Flacila

Primera mujer de Teodosio I el Grando. Como su marido, también ella era de origen hispánico. El matrimonio se celebró en el 376 y Elia Flacila tuvo tres hijos (Arcadio, Honorio y Pulqueria). Posiblemente por complicaciones en el último parto, murió prematuramente.

En su breve existencia fue inspiradora de moderación y de clemencia en la política de su marido, contribuyendo a la promoción de la fe cristiana sobre los cultos paganos todavía imperates. Era una ferviente defensora del símbolo niceno. Sozomeno cuenta que ella impidió una conferencia entre Teodosio y Eunomio de Cícico quien servía como cabeza visible de los anomeos, una secta separada de los arrianos. San Gregorio de Nisa la consideró un modelo brillante de virtud cristiana y ardiente caridad, mientras san Ambrosio de Milán, que bautizó a su marido, la definió como “Fidelis anima Deo”. 

Fue sepultada en Constantinopla, con la oración fúnebre oficiada por san Gregorio de Nisa en la que celebra su virtuosa vida, describiéndola como inspiradora del buen hacer de Teodosio; promotora de la justicia, icono de la beneficencia. Estuvo llena de celo por la fe, columna de la Iglesia y madre de los indigentes. 

Teodoreto exaltó su caridad y su benevolencia hacia los más pobres y necesitados, concretizando que no solo hizo donaciones con dinero sino que también realizó servicios hacia ellos. Hoy los Sinaxarios de la Iglesia Ortodoxa Griega la conmemoran como santa, mientras el “Acta Sanctorum” radactada por los Bolandistas de tradición latina se refiere a ella como “venerable”.

sábado, 13 de septiembre de 2025

Reflexión del 13/09/2025

Lecturas del 13/09/2025

Querido hermano:
Es palabra digna de crédito y merecedora de total aceptación que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, y yo soy el primero; pero por esto precisamente se compadeció de mí: para que yo fuese el primero en el que Cristo Jesús toda mostrase toda su paciencia y para que me convirtiera en un modelo de los que han de creer en él y tener vida eterna. Al Rey de los siglos, inmortal, invisible, único Dios, honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén.
En aquel tiempo, decía Jesús a sus discípulos:
«No hay árbol bueno que dé fruto malo, ni árbol malo que dé fruto bueno; por ello, cada árbol se conoce por su fruto; porque no se recogen higos de las zarzas, ni se vendimian racimos de los espinos.
El hombre bueno, de la bondad que atesora en su corazón saca el bien, y el que es malo, de la maldad saca el mal; porque de lo que rebosa del corazón lo habla la boca.
¿Por qué me llamáis “Señor, Señor”, y no hacéis lo que digo?
Todo el que se viene a mí, escucha mis palabras y las pone en práctica, os voy a decir a quién se parece: se parece a uno que edificó una casa: cavó, ahondó y puso los cimientos sobre roca; vino una crecida, arremetió el río contra aquella casa, y no pudo derribarla, porque estaba sólidamente construida. El que escucha y no pone por obra se parece a uno que edificó una casa sobre tierra, sin cimiento; arremetió contra ella el río, y en seguida se derrumbó desplomándose, y fue grande la ruina de aquella casa».

Palabra del Señor.

13 de Septiembre 2025 – San Maurilio de Angers, Obispo

Maurilio, natural de Milán, se estableció en la ciudad francesa de Touraine, donde se convirtió en discípulo de San Martín, quien le confirió las órdenes sacerdotales. Fue un misionero entusiasta y vigoroso que sabía sacar el máximo provecho de las oportunidades; por ejemplo, cuando un rayo cayó sobre un templo pagano, Maurilio convocó al pueblo para indicarle que aquel había sido un acto de la cólera de Dios y, al momento, con la ayuda voluntaria de todos, inició la construcción de una iglesia cristiana sobre los escombros del templo pagano.

Fue nombrado obispo de Angers, y gobernó su sede con virtud y prudencia durante treinta años. En tiempos posteriores a este santo, ciertos escritores adornaron su existencia con una serie de fábulas absurdas. Ahí está, sin ir más lejos, el caso de un joven agonizante que solicitó al obispo los últimos sacramentos, pero éste tardó en acudir y encontró al joven ya muerto. Acongojado por los remordimientos, el prelado abandonó su sede y huyó hacia las costas bretonas. A la orilla del mar se detuvo junto a una roca en la que escribió estas palabras: "Yo, Maurilio de Angers, pasé por aquí". Después, tomó un barco y se trasladó a las islas británicas, pero al cruzar el canal, la llave de su catedral se cayó por accidente al mar. Entretanto, la población de Angers no podía sobreponerse a la tristeza por haber perdido a su obispo y se propuso encontrar su paradero. Un grupo de ciudadanos siguió sus huellas hasta Bretaña y descubrió la inscripción en la roca. Varios de los hombres de Angers decidieron ir a buscarlo a las islas y, en consecuencia, tomaron una barca para cruzar el canal; cuando navegaban, un pez saltó dentro de la barca; en el vientre del pez se encontró la llave de la catedral de Angers.

Tras algunas investigaciones infructuosas, encontraron a Maurilio que trabajaba como jardinero, y le rogaron que regresara a ocupar su sede. "No puedo regresar nunca a Angers", dijo el prelado, "porque he perdido la llave de mi iglesia". Sin embargo, cuando los ciudadanos le mostraron la llave que habían encontrado en el vientre del pez, el obispo les siguió de buen grado y, al llegar a la sede, se encaminó directamente a la tumba del joven que, por culpa suya, había muerto sin confesión.

Ante el sepulcro llamó al muerto por su nombre, y el joven salió de la tumba vivo, por lo que se le dio el nombre de Renatus (René) y se quedó a morar junto a San Maurilio y le sucedió en la sede episcopal de Angers. A René se le venera como santo lo mismo en Angers, con ese nombre, que en Sorrento, con el de Renato, y se afirma que también fue obispo de aquella ciudad italiana.

La fábula del obispo que se vuelve a encontrar en el vientre de un pez, figura en las leyendas de San Ambrosio de Cahors, San Kentingern, San Maglorio y otros, así como en diversos personajes no cristianos, como en la historia del anillo de Policrates. En Angers existe la tradición de que fue San Maurilio quien estableció en la diócesis la festividad del Natalicio de Nuestra Señora, como consecuencia de que uno de sus fieles tuvo una visión de ángeles músicos en la noche de setiembre; pero este caso merece tan poco crédito como otras muchas de las historias que se cuentan sobre el santo obispo. El día 3 de este mismo mes de setiembre, se celebra la fiesta de otro San Maurilio, un obispo de Cahors que murió en el año de 580.

viernes, 12 de septiembre de 2025

12 de Septiembre 2025 – Santísimo Nombre de María

Después del nombre de Jesús no hay nombre más dulce, más potente, más consolador que el de María; nombre delante de que se inclinan reverentes los Ángeles, la tierra se alegra, el infierno tiembla.

Hay tres principales sentidos de este nombre:

Mar: Del hebreo Maryam, nombre apto a expresar la superabundancia de las gracias esparcidas sobre de ella. Como en realidad todos los ríos desembocan en el océano, así todos los tesoros de las gracias celestes, todas las excelsas prerrogativas y carismas fueron vertidas sobre el alma del Virgo, ella que es llamada: " Madre de gracias."

Amargura: También éste conviene muchísimo al Virgo cuyo corazón nadó en un mar de angustia, precisamente como el Profeta predijo: " Inmenso como el mar es tu pesar." Como el Virgo fue llenado más que todo el San de gracia, tan más de todo ellos tuvo que beber la copa amarga de la pasión de su hijito Jesús.

Estrella: Con este apelativo la Iglesia invoca el Virgo en el bonito himno " Ave, Maris Estrella." S. Bernardo entrelaza sabiamente a este sentido las más bonitas páginas de elocuencia y las más consoladoras consideraciones: " Ella es la pura y gloriosa estrella que surge de Giacobbe e ilumina todo el mundo; su luz brilla en los cielos y penetra en los abismos, recorre la tierra, inflama de amor divino cada corazón, suscita las virtudes y destruye el vicio. Ella es la cándida y dulce estrella de la Providencia levantada sobre el profundo mar del universo, para iluminarlo con el resplandor de su ejemplo."

María todavía es júbilo al corazón, melodía suave a la oreja, bálsamo de salud a cada tipo de miserias; como el arcoíris indica el fin de la tempestad y anuncia la vuelta de la calma, así el nombre de María entrado en un alma aleja de ello el pecado y dispone a la paz con Dios. El culto del Santo Nombre de la beata Virgo María que el Martirologio Romano recuerda en este día, revive el amor de la Madre de Dios hacia su Hijo santo y está propuesta a los fieles la figura de la Madre del Redentor, porque sea invocada con profunda devoción. Es un culto que se difundió en el curso de los siglos en toda la Iglesia, y los Pontífices enriquecieron de indulgencias la invocación de los nombres de Jesús y María.

En el 1513 el Papa Giulio II de Roma concedió a España una fiesta en honor del nombre de María. San Pio V la suprimió, Sixto V la restableció y se extendido luego en el 1671 al Reino de Nápoles hasta alcanzar Milán.

Después de la victoria indicada en el nombre de María contra los turcos de Giovanni Sobieski, rey de Polonia, el Beato Pontífice Innocenzo XI el 12 de septiembre de 1683, en memoria y agradecido del prodigio, extensas esta fiesta a toda la Iglesia, fijándose en ella al domingo entre él octava de la Natividad. Fue por fin san Pio X a reconducirla al 12 de septiembre.

Reflexión del 12/09/2025

Lecturas del 12/09/2025

Pablo, apóstol de Cristo Jesús por mandato de Dios, Salvador nuestro, y de Cristo Jesús, esperanza nuestra, a Timoteo, verdadero hijo en la fe: gracia, misericordia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro.
Doy gracias a Cristo Jesús, Señor nuestro, que me hizo capaz se fio de mí y me confió este ministerio, a mí, que antes era un blasfemo, un perseguidor y un insolente. Pero Dios tuvo compasión de mí porque no sabía lo que hacía, pues estaba lejos de la fe; sin embargo, la gracia de nuestro Señor sobreabundó en mí junto con la fe y el amor que tienen su fundamente en Cristo Jesús.
En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?
No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como un maestro.
¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo?
¿Cómo puedes decirle a tu hermano: “Hermano, déjame que te saque la mota del ojo”, sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano».

Palabra del Señor.